El arte del biotejido dimensión impresiva contemplativa
- Este es el
espacio de la noche, apto a los maleficios. Esta es la hora en que los
cementerios se abren y el infierno respira contagios al mundo. Ahora podría yo
beber caliente sangre, ahora podría ejecutar tales acciones, que el día se
estremeciese al verla. Pero, vamos a ver a mi madre... ¡Oh! ¡Corazón! No
desconozcas la naturaleza, ni permitas que en este firme pecho se albergue la
fiereza de Nerón. Déjame ser cruel, pero no parricida. El puñal que ha de
herirla está en mis palabras, no en mi mano; disimulen el corazón y la lengua,
sean las que fueren las execraciones que contra ella pronuncie, nunca, nunca mi
alma solicitará que se cumplan más que digo ¡Que expresiones puedo utilizar! ¿Es
que acaso no me ha quedado claro revisando la dimensión expresiva que toda
expresión muere como si fuera una sub partícula? Y es que el movimiento en el
segundo cuerno es distinto que en el primero, en el misterio pascual podemos establecer
una linealidad va el ser 1 se invierte
en no ser 0 y se convierte al para ser
10 pero en el misterio dharmico que configura al espíritu revelado la cuestión
es simultanea como en un entrelazamiento cuántico así se apaga el espejo sensible ya l instante
se prende el espejo espiritual
0 prendido → 1 ←
0 apagado
Y una vez apagado
lo sensible la retransferencia es interior (dimensión pre expresiva), pero una
vez prendido lo espiritual la transferencia es al exterior (dimensión meta
expresiva) y en el medio esta esté ludos aféctivo, más apenas sale la expresión
muere,(dimensión expresiva) ¿Cómo impedir que la expresión muera?
·
No hay forma de morir más de lo que he muerto hoy
Pero si tengo que elegir
que sea donde desborden colibríes
la quieta circulación del silencio
el ajetreo de olas pasadas que vuelvan su rostro hacia ti
Que sea en un día en que el mundo entre entero en una tarde
Y ya no contemple con miedo la fuga agitada de las gaviotas
Yo ya no me defiendo
Así la melancolía, odiosa e incoherente, se acuesta entre
soledades
No es posible amarse más de lo que me he amado hoy
Que ha sido poco, purísima e ingenuamente
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Oh es la princesa ligera, es ella, una conciencia que
permita que la expresión se imprima en su alma para que no muera o quizás más
bien para que muera donde desbordan los colibríes y así de alguna manera sea eterna,
esta es la dimensión impresiva de todo arte, he aquí la experiencia estética,
pero mi madre acaso puede amar ingenuamente ¿Como una especie de espectador virgen
que se asombra de lo que ve? La princesa
ligera puede porque es una poeta, pero en mi madre el verbo se ha calcinado y
la obra de arte exige un espectador, un lector, alguien que oiga y que baile
participando en el rito junto a nosotros y mi madre no puedo, es igual que en
la fe, Jesucristo no podía hacer milagros
en su tierra, con su familia porque no creían en él, no se lograba la
transferencia, pero la transferencia es justo entre hijo y madre o hijo y
padre, mi madre está transferida a mí no tengo que dar alguna expresión sexual nuestra sexualidad corre en afecto y me afecto
está lleno de odio y resentimiento, pero
este es el problema he quedado atrapado en un bucle transferencial, ¿Quién ha
creado este bucle? La sombra de mi padre ¿Yo he creado la sombra de mi padre? ¿Es
el hombre tan poderoso como para poder manejar sus sombras? No, el
príncipe de las sombras no es el hombre su maldad no ha rebosado imbéciles aquellos
que no comprenden la intuición humana, dicen que no somos capaces de conocer el
noúmeno pero eso es lo único que conocemos, solo que el noúmeno es
inconmensurable, infinito pero el mal se ha develado no en su totalidad pero lo
suficiente como para conocer su poder ¿Cómo supero la sombra de mi padre? Y es
que habla con razón su muerte merece justicia, pero yo no soy justo. Oh Dios Santo
ayúdame a reconocer mejor al espíritu revelado.
1→0→1→0→1→0→ 0→1→0→1→0→1
Yo Ella
No se trata de dos espejos, se trata de 4, yo expreso para
esto se ha apagado el espejo espiritual y se ha prendido el espejo sensible,
pero este espejo debe ser extracotidianisado para que puede transferir la
expresión para esto tanta técnica en el arte y el estilo devine de la técnica,
así cada cómo es distinto según el tiempo que nos ha tocado; en el otro lado se
prende lo sensible yo lo afecto de muchas maneras pero esta va hacia dentro y
se apaga lo sensible y se prende lo espiritual y ella ve dentro de sí lo Bello(Vivo,
Santo, Verdadero, Uno).
Hay una expresión que sale de ella al vislumbrar lo Bello,
de esa expresión vive el artista.
Veámoslo con poemas:
Primero el primer movimiento, (apagamos el primer espejo y
todo su deseo) que simultáneamente
activa el segundo espejo y esto produce la expresión, lo espiritual presiona
por dentro hasta desbordar.
Para venir a gustarlo todo,
no quieras tener gusto en nada.
Para venir a saberlo todo,
no quieras saber algo en nada.
Para venir a poseerlo todo,
no quieras
poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo,
no quieras ser algo en nada.
Para venir a lo que no gustas,
has de ir por donde no gustas.
Para venir a lo
que no sabes,
has de ir por donde no sabes.
Para venir a poseer lo que no posees,
has de ir por donde no posees.
Para venir a lo que no eres,
has de ir por
donde no eres.
Cuando reparas en algo
dejas de arrojarte al todo.
Para venir del todo al todo,
has de dejarte del todo en todo.
Y cuando lo
vengas del todo a tener,
has de tenerlo sin nada querer.
Cuando ya no lo quería,
Téngolo todo sin querer.
Cuanto más tenerlo quise,
Con tanto menos
me hallo.
Cuanto más buscarlo quise,
Con tanto menos me hallo.
Cuanto menos lo quería,
Téngolo todo sin querer.
Ya por aquí no
hay camino,
Porque para el justo no hay ley;
Él para sí se es ley.
(En estos poemas de San juan de la cruz se da
cuenta de la impresión contemplación, este movimiento a 4 espejos donde es tal
la calidad del alma que se abre a Dios que el verbo queda imprimido)
1. CANTICO ESPIRITUAL (CA) Canciones entre el alma y el
Esposo Esposa 1. ¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido? Como el
ciervo huiste, habiéndome herido; salí tras ti clamando, y eras ido. 2.
Pastores, los que fuerdes allá por las majadas al otero: si por ventura vierdes
aquel que yo más quiero, decidle que adolezco, peno y muero. 3. Buscando mis
amores, iré por esos montes y riberas; ni cogeré las flores, ni temeré las
fieras, y pasaré los fuertes y fronteras. Pregunta a las criaturas 4. ¡Oh
bosques y espesuras, plantadas por la mano del Amado! ¡Oh prado de verduras, de
flores esmaltado! Decid si por vosotros ha pasado. Respuesta de las criaturas
5. Mil gracias derramando pasó por estos Sotos con presura, e, yéndolos
mirando, con sola su figura vestidos los dejó de su hermosura. Esposa 6. ¡Ay,
quién podrá sanarme! Acaba de entregarte ya de vero: no quieras enviarme de hoy
más ya mensajero, que no saben decirme lo que quiero. 7. Y todos cuantos vagan
de ti me van mil gracias refiriendo, y todos más me llagan, y déjame muriendo
un no sé qué que quedan balbuciendo. 8. Mas ¿cómo perseveras, ¡oh vida!, no
viviendo donde vives, y haciendo porque mueras las flechas que recibes de lo
que del Amado en ti concibes? 9. ¿Por qué, pues has llagado aqueste corazón, no
le sanaste? Y, pues me le has robado, ¿por qué así le dejaste, y no tomas el
robo que robaste? 10. Apaga mis enojos, pues que ninguno basta a deshacellos, y
véante mis ojos, pues eres lumbre dellos, y sólo para ti quiero tenellos. 11.
¡Oh cristalina fuente, si en esos tus semblantes plateados formases de repente
los ojos deseados que tengo en mis entrañas dibujados! 12. ¡Apártalos, Amado,
que voy de vuelo! El Esposo Vuélvete, paloma, que el ciervo vulnerado por el
otero asoma al aire de tu vuelo, y fresco toma.
La Esposa 13. Mi Amado, las montañas, los valles solitarios
nemorosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires
amorosos, 14. la noche sosegada en par de los levantes del aurora, la música
callada, la soledad sonora, la cena que recrea y enamora. 15. Nuestro lecho
florido, de cuevas de leones enlazado, en púrpura tendido, de paz edificado, de
mil escudos de oro coronado. 16. A zaga de tu huella las jóvenes discurren al
camino, al toque de centella, al adobado vino, emisiones de bálsamo divino. 17.
En la interior bodega de mi Amado bebí, y cuando salía por toda aquesta vega,
ya cosa no sabía; y el ganado perdí que antes seguía. 18. Allí me dio su pecho,
allí me enseñó ciencia muy sabrosa; y yo le di de hecho a mí, sin dejar cosa:
allí le prometí de ser su Esposa. 19. Mi alma se ha empleado, y todo mi caudal
en su servicio; ya no guardo ganado, ni ya tengo otro oficio, que ya sólo en
amar es mi ejercicio. 20. Pues ya si en el ejido de hoy más no fuere vista ni
hallada, diréis que me he perdido; que, andando enamorada, me hice perdidiza, y
fui ganada. 21. De flores y esmeraldas, en las frescas mañanas escogidas,
haremos las guirnaldas en tu amor florecidas y en un cabello mío entretejidas.
22. En solo aquel cabello que en mi cuello volar consideraste, mirástele en mi
cuello, y en él preso quedaste, y en uno de mis ojos te llagaste. 23. Cuando tú
me mirabas su gracia en mí tus ojos imprimían; por eso me adamabas, y en eso
merecían los míos adorar lo que en ti vían. 24. No quieras despreciarme, que,
si color moreno en mi hallaste, ya bien puedes mirarme después que me miraste,
que gracia y hermosura en mi dejaste. 25. Cogednos las raposas, que está ya
florecida nuestra viña, en tanto que de rosas hacemos una piña, y no parezca
nadie en la montiña. 26. Detente, cierzo muerto; ven, austro, que recuerdas los
amores, aspira por mi huerto, y corran sus olores, y pacerá el Amado entre las
flores. Esposo 27. Entrado se ha la esposa en el ameno huerto deseado, y a su
sabor reposa, el cuello reclinado sobre los dulces brazos deI Amado. 28. Debajo
del manzano, allí conmigo fuiste desposada. allí te di la mano, y fuiste
reparada donde tu madre fuera violada. 29. A las aves ligeras, leones, ciervos,
gamos saltadores, montes, valles, riberas, aguas, aires, ardores y miedos de
las noches veladores, 30. Por las amenas liras y canto de serenas os conjuro
que cesen vuestras iras, y no toquéis al muro, porque la esposa duerma más
seguro. Esposa 31. Oh ninfas de Judea!, en tanto que en las flores y rosales el
ámbar perfumea, morá en los arrabales, y no queráis tocar nuestros umbrales 32.
Escóndete, Carillo, y mira con tu haz a las montañas, y no quieras decillo; mas
mira las compañas de la que va por ínsulas extrañas Esposo 33. La blanca
palomica al arca con el ramo se ha tornado y ya la tortolica al socio deseado
en las riberas verdes ha hallado. 34. En soledad vivía, y en soledad ha puesto
ya su nido, y en soledad la guía a solas su querido, también en soledad de amor
herido. Esposa 35. Gocémonos, Amado, y vámonos a ver en tu hermosura al monte ó
al collado do mana el agua pura; entremos más adentro en la espesura. 36. Y
luego a las subidas cavernas de la piedra nos iremos, que están bien escondidas,
y allí nos entraremos, y el mosto de granadas gustaremos 37. Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía, y luego me darías allí, tú, vida mía, aquello
que me diste el otro día: 38. El aspirar del aire, el canto de la dulce
Filomena, el soto y su donaire, en la noche serena, con llama que consume y no
da pena 39. Que nadie lo miraba, Aminadab tampoco parecía, y el cerco sosegaba,
y la caballería a vista de las aguas descendía.
2. NOCHE OSCURA Canciones del alma que se goza
de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por
el camino de la negación espiritual. 1. En una noche oscura, con ansias, en
amores inflamada ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada estando ya mi casa
sosegada. 2. A oscuras y segura, por la secreta escala disfrazada, ¡Oh dichosa
ventura!, a oscuras y en celada, estando ya mi casa sosegada. 3. En la noche
dichosa en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía. 4. Aquésta me guiaba más cierto que la luz del
mediodía, adonde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie
parecía. 5. ¡Oh noche que guiaste! ¡Oh noche amable más que la alborada! ¡Oh
noche que juntaste Amado con amada, amada en el Amado transformada! 6. En mi
pecho florido que entero para él sólo se guardaba, allí quedó dormido, y yo le
regalaba, y el ventalle de cedros aire daba 7. El aire de la almena, cuando yo
sus cabellos esparcía, con su mano serena en mi cuello hería y todos mis
sentidos suspendía. 8. Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado. 3. LLAMA DE
AMOR VIVA Canciones del alma en la íntima comunicación, de unión de amor de
Dios. 1. ¡Oh llama de amor viva, que tiernamente hieres de mi alma en el más
profundo centro! Pues ya no eres esquiva, acaba ya, si quieres; ¡rompe la tela
de este dulce encuentro! 2. ¡Oh cauterio suave! ¡Oh regalada llaga! ¡Oh mano
blanda! ¡Oh toque delicado, que a vida eterna sabe, y toda deuda paga! Matando.
muerte en vida la has trocado. 3. ¡Oh lámparas de fuego, en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido, que estaba oscuro y ciego, con extraños
primores calor y luz dan junto a su Querido! 4. ¡Cuán manso y amoroso recuerdas
en mi seno, donde secretamente solo moras y en tu aspirar sabroso, de bien y
gloria lleno, cuán delicadamente me enamoras! 4. Coplas hechas sobre un éxtasis
de harta contemplación. Entréme donde no supe: y quedéme no sabiendo, toda
ciencia trascendiendo. 1. Yo no supe dónde estaba, pero, cuando allí me vi, sin
saber dónde me estaba, grandes cosas entendí; no diré lo que sentí, que me
quedé no sabiendo, toda ciencia trascendiendo. 2. De paz y de piedad era la
ciencia perfecta, en profunda soledad entendida, vía recta; era cosa tan
secreta, que me quedé balbuciendo, toda ciencia trascendiendo. 3. Estaba tan
embebido, tan absorto y ajenado, que se quedó mi sentido de todo sentir
privado, y el espíritu dotado de un entender no entendiendo. toda ciencia
trascendiendo. 4. El que allí llega de vero de sí mismo desfallece; cuanto
sabía primero mucho bajo le parece, y Su ciencia tanto crece, que se queda no
sabiendo, toda ciencia trascendiendo. 5. Cuanto más alto se sube, tanto menos
se entendía, que es la tenebrosa nube que a la noche esclarecía: por eso quien
la sabía queda siempre no sabiendo, toda ciencia trascendiendo. 6. Este saber
no sabiendo es de tan alto poder, que los sabios arguyendo jamás le pueden
vencer; que no llega su saber a no entender entendiendo, toda ciencia trascendiendo.
7. Y es de tan alta excelencia aqueste sumo saber, que no hay facultad ni
ciencia que la puedan emprender; quien se supiere vencer con un no saber
sabiendo, irá siempre trascendiendo. 8. Y, si lo queréis oír, consiste esta
suma ciencia en un subido sentir de la divinal esencia; es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo, toda ciencia trascendiendo. 5. Coplas del alma que
pena por ver a Dios. Vivo sin vivir en mí y de tal manera espero, que muero
porque no muero. 1. En mí yo no vivo ya, y sin Dios vivir no puedo; pues sin él
y sin mí quedo, este vivir ¿qué será? Mil muertes se me hará, pues mi misma
vida espero, muriendo porque no muero. 2. Esta vida que yo vivo es privación de
vivir; y así, es continuo morir hasta que viva contigo. Oye, mi Dios, lo que
digo: que esta vida no la quiero, que muero porque no muero. 3. Estando ausente
de ti ¿qué vida puedo tener, sino muerte padecer la mayor que nunca vi? Lástima
tengo de mí, pues de suerte persevero, que muero, porque no muero. 4. El pez que
del agua sale aun de alivio no carece, que en la muerte que padece al fin la
muerte le vale. ¿Qué muerte habrá que se iguale a mi vivir lastimero, pues si
más vivo más muero? 5. Cuando me pienso aliviar de verte en el Sacramento,
háceme más sentimiento el no te poder gozar; todo es para más penar por no
verte como quiero, y muero porque no muero. 6. Y si me gozo, Señor, con
esperanza de verte, en ver que puedo perderte se me dobla mi dolor; viviendo en
tanto pavor y esperando como espero, muérome porque no muero. 7. ¡Sácame de
aquesta muerte mi Dios, y dame la vida; no me tengas impedida en este lazo tan
fuerte; mira que peno por verte, y mi mal es tan entero, que muero porque no
muero. 8. Lloraré mi muerte ya y lamentaré mi vida, en tanto que detenida por
mis pecados está. ¡Oh mi Dios!, ¿cuándo será cuando yo diga de vero: vivo ya
porque no muero? 6. Otras del mismo a lo divino. Tras de un amoroso lance, y no
de esperanza falto, volé tan alto, tan alto, que le di a la caza alcance. 1.
Para que yo alcance diese a aqueste lance divino, tanto volar me convino que de
vista me perdiese; y, con todo, en este trance en el vuelo quedé falto; mas el
amor fue tan alto, que le di a la caza alcance. 2. Cuanto más alto subía
deslumbróseme la vista, y la más fuerte conquista en oscuro se hacía; mas, por
ser de amor el lance di un ciego y oscuro salto, y fui tan alto, tan alto, que
le di a la caza alcance. 3. Cuanto más alto llegaba de este lance tan subido,
tanto más bajo y rendido y abatido me hallaba; dije: ¡No habrá quien alcance! y
abatíme tanto, tanto, que fui tan alto, tan alto, que le di a la caza alcance.
4. Por una extraña manera mil vuelos pasé de un vuelo, porque esperanza del
cielo tanto alcanza cuanto espera; esperé solo este lance, y en esperar no fui
falto, pues fui tan alto, tan alto, que le di a la caza alcance. 7. Otras
canciones a lo divino de Cristo y el alma. 1. Un pastorcico solo está penado,
ajeno de placer y de contento, y en su pastora puesto el pensamiento, y el
pecho del amor muy lastimado. 2. No llora por haberle amor llagado, que no le
pena verse así afligido, aunque en el corazón está herido; mas llora por pensar
que está olvidado. 3. Que sólo de pensar que está olvidado de su bella pastora,
con gran pena se deja maltratar en tierra ajena, el pecho del amor muy
lastimado. 4. Y dice el pastorcito: ¡Ay, desdichado de aquel que de mi amor ha
hecho ausencia y no quiere gozar la mi presencia, y el pecho por su amor muy
lastimado! 5. Y a cabo de un gran rato se ha encumbrado sobre un árbol, do abrió
sus brazos bellos, y muerto se ha quedado asido dellos, el pecho del amor muy
lastimado. 8. Cantar del alma que se huelga de conocer a Dios por fe. Qué bien
sé yo la fonte que mane y corre, aunque es de noche. 1. Aquella eterna fonte
está escondida, que bien sé yo do tiene su manida, aunque es de noche. 2. Su
origen no lo sé, pues no le tiene, mas sé que todo origen de ella tiene, aunque
es de noche. 3. Sé que no puede ser cosa tan bella, y que cielos y tierra beben
de ella, aunque es de noche. 9. ROMANCES 1º Romance sobre el Evangelio "In
principio erat Verbum", acerca de la Santísima Trinidad. 1. En el
principio moraba el Verbo, y en Dios vivía, en quien su felicidad infinita
poseía. 5. El mismo Verbo Dios era, que el principio se decía; él moraba en el
principio, y principio no tenía. 10. El era el mismo principio; por eso de él
carecía. El Verbo se llama Hijo, que del principio nacía; hale siempre
concebido y siempre le concebía; 15. dale siempre su sustancia, y siempre se la
tenía. Y así la gloria del Hijo es la que en el Padre había y toda su gloria el
Padre 20. en el Hijo poseía. Como amado en el amante uno en otro residía, y
aquese amor que los une en lo mismo convenía 25. con el uno y con el otro en
igualdad y valía. Tres Personas y un amado entre todos tres había, y un amor en
todas ellas 30. y un amante las hacía, y el amante es el amado en que cada cual
vivía; que el ser que los tres poseen cada cual le poseía, 35. y cada cual de
ellos ama a la que este ser tenía. Este ser es cada una, y éste solo las unía
en un inefable nudo 40. que decir no se sabía; por lo cual era infinito el amor
que las unía, porque un solo amor tres tienen que su esencia se decía; 45. que
el amor cuanto más uno, tanto más amor hacía. 2º De la comunicación de las tres
Personas. En aquel amor inmenso que de los dos procedía, palabras de gran
regalo 50. el Padre al Hijo decía, de tan profundo deleite, que nadie las
entendía; sólo el Hijo lo gozaba, que es a quien pertenecía. 55. Pero aquello
que se entiende de esta manera decía: Nada me contenta, Hijo, fuera de tu
compañía; y si algo me contenta, 60. en ti mismo lo quería. El que a ti más se
parece a mi más satisfacía, y el que en nada te semeja en mí nada hallaría. 65.
En ti solo me he agradado, ¡Oh vida de vida mía!. Eres lumbre de mi lumbre,
eres mi sabiduría, figura de mi sustancia, 70. en quien bien me complacía. Al
que a ti te amare, Hijo, a mí mismo le daría, y el amor que yo en ti tengo ese
mismo en él pondría, 75. en razón de haber amado a quien yo tanto quería. 3º De
la creación. Una esposa que te ame. mi Hijo, darte quería, que por tu valor
merezca 80. tener nuestra compañía y comer pan a una mesa, del mismo que yo
comía, porque conozca los bienes que en tal Hijo yo tenía, 85. y se congracie
conmigo de tu gracia y lozanía. Mucho lo agradezco, Padre, el Hijo le
respondía; a la esposa que me dieres 90. yo mi claridad daría, para que por
ella vea cuánto mi Padre valía, y cómo el ser que poseo de su ser le recibía.
95. Reclinarla he yo en mi brazo, y en tu ardor se abrasaría, y con eterno
deleite tu bondad sublimaría. 4º Prosigue Hágase, pues dijo el Padre, 100. que
tu amor lo merecía; y en este dicho que dijo, el mundo criado había palacio
para la esposa hecho en gran sabiduría; 105. el cual en dos aposentos, alto y
bajo. dividía. El bajo de diferencias infinitas componía; mas el alto
hermoseaba 110. de admirable pedrería, porque conozca la esposa el Esposo que
tenía. En el alto colocaba la angélica jerarquía; 115. pero la natura humana en
el bajo la ponía, por ser en su compostura algo de menor valía. Y aunque el ser
y los lugares 120. de esta suerte los partía, pero todos son un cuerpo de la
esposa que decía; que el amor de un mismo Esposo una esposa los hacía. 125. Los
de arriba poseían el Esposo en alegría; los de abajo, en esperanza de fe que
les infundía, diciéndoles que algún tiempo 130. él los engrandecería. y que
aquella su bajeza él se la levantaría de manera que ninguno ya la vituperaría;
135. porque en todo semejante él a ellos se haría y se vendría con ellos, y con
ellos moraría; y que Dios sería hombre, 140. y que el hombre Dios sería, y
trataría con ellos, comería y bebería; y que con ellos contino él mismo se
quedaría, 145. hasta que se consumase este siglo que corría, cuando se gozaran
juntos en eterna melodía; porque él era la cabeza 150. de la esposa que tenía,
a la cual todos los miembros de los justos juntaría. que son cuerpo de la
esposa, a la cual él tomaría 155. en sus brazos tiernamente, y allí su amor la
diría; y que, así juntos en uno, al Padre la llevaría, donde del mismo deleite 160.
que Dios goza, gozaría; que, como el Padre y el Hijo, y el que de ellos
procedía el uno vive en el otro, así la esposa sería, 165. que, dentro de Dios
absorta, vida de Dios viviría. 5º Prosigue Con esta buena esperanza que de
arriba les venía, el tedio de sus trabajos 170. más leve se les hacía; pero la
esperanza larga y el deseo que crecía de gozarse con su Esposo contino les
afligía; 175. por lo cual con oraciones, con suspiros y agonía, con lágrimas y
gemidos le rogaban noche y día que ya se determinase 180. a les dar su
compañía. Unos decían: ¡Oh si fuese en mi tiempo el alegría! Otros: ¡Acaba,
Señor; al que has de enviar, envía! 185. Otros: ¡Oh si ya rompieses esos
cielos, y vería con mis ojos que bajases, y mi llanto cesaría! ¡Regad, nubes,
de lo alto, 190. que la tierra lo pedía, y ábrase ya la tierra, que espinas nos
producía, y produzca aquella flor con que ella florecería! 195. Otros decían:
¡Oh dichoso el que en tal tiempo sería, que merezca ver a Dios con los ojos que
tenía, y tratarle con sus manos, 200. y andar en su compañía, y gozar de los
misterios que entonces ordenaría! 6º Prosigue En aquestos y otros ruegos gran
tiempo pasado había; 205. pero en los postreros años el fervor mucho crecía, cuando
el viejo Simeón en deseo se encendía, rogando a Dios que quisiese 210. dejalle
ver este día. Y así, el Espíritu Santo al buen viejo respondía; Que le daba su
palabra que la muerte no vería 215. hasta que la vida viese que de arriba
descendía. y que él en sus mismas manos al mismo Dios tomaría, y le tendría en
sus brazos 220. y consigo abrazaría. 7º Prosigue la Encarnación. Ya que el
tiempo era llegado en que hacerse convenía el rescate de la esposa, que en duro
yugo servía 225. debajo de aquella ley que Moisés dado le había, el Padre con
amor tierno de esta manera decía: Ya ves, Hijo, que a tu esposa 230. a tu
imagen hecho había, y en lo que a ti se parece contigo bien convenía; pero
difiere en la carne que en tu simple ser no había 235. En los amores perfectos
esta ley se requería: que se haga semejante el amante a quien quería; que la
mayor semejanza 240. más deleite contenía; el cual, sin duda, en tu esposa
grandemente crecería si te viere semejante en la carne que tenía. 245. Mi
voluntad es la tuya el Hijo le respondía, y la gloria que yo tengo es tu
voluntad ser mía, y a mí me conviene, Padre, 250. lo que tu Alteza decía,
porque por esta manera tu bondad más se vería; veráse tu gran potencia,
justicia y sabiduría; 255. irélo a decir al mundo y noticia le daría de tu
belleza v dulzura y de tu soberanía. Iré a buscar a mi esposa, 260. y sobre mí
tomaría sus fatigas y trabajos, en que tanto padecía; y porque ella vida tenga,
yo por ella moriría, 265. y sacándola del lago a ti te la volvería. 8º Prosigue
Entonces llamó a un arcángel que san Gabriel se decía, y enviólo a una doncella
270. que se llamaba María, de cuyo consentimiento el misterio se hacía; en la
cual la Trinidad de carne al Verbo vestía; 275. y aunque tres hacen la obra, en
el uno se hacía; y quedó el Verbo encarnado en el vientre de María. Y el que
tenia sólo Padre, 280. ya también Madre tenía, aunque no como cualquiera que de
varón concebía, que de las entrañas de ella él su carne recibía; 285. por lo
cual Hijo de Dios y del hombre se decía 9º Del Nacimiento. Ya que era llegado
el tiempo en que de nacer había, así como desposado 290. de su tálamo salía
abrazado con su esposa, que en sus brazos la traía, al cual la graciosa Madre
en un pesebre ponía, 295. entre unos animales que a la sazón allí había. Los
hombres decían cantares, los ángeles melodía, festejando el desposorio 300. que
entre tales dos había. Pero Dios en el pesebre allí lloraba y gemía, que eran
joyas que la esposa al desposorio traía. 305. Y la Madre estaba en pasmo de que
tal trueque veía: el llanto del hombre en Dios, y en el hombre la alegría, lo
cual del uno y del otro 310. tan ajeno ser solía. 10 "Super flumina
Babylonis". Encima de las corrientes que en Babilonia hallaba, allí me
senté llorando, allí la tierra regaba, 5. acordándome de ti, ¡Oh Sión!, a quien
amaba. Era dulce tu memoria, y con ella más lloraba. Dejé los trajes de fiesta,
10. los de trabajo tomaba, y colgué en los verdes sauces la música que llevaba,
poniéndola en esperanza de aquello que en ti esperaba. 15. Allí me hirió el
amor, y el corazón me sacaba. Díjele que me matase, pues de tal suerte llagaba;
yo me metía en su fuego 20. sabiendo que me abrasaba, disculpando al avecica
que en el fuego se acababa. Estábame en mí muriendo, y en ti sólo respiraba,
25. en mí por ti me moría, y por ti resucitaba, que la memoria de ti daba vida
y la quitaba. Gozábanse los extraños 30. entre quien cautivo estaba;
preguntábanme cantares de lo que en Sión cantaba: Canta de Sión un himno,
veamos cómo sonaba. 35. Decid, ¿cómo en tierra ajena donde por Sión lloraba,
cantaré yo la alegría que en Sión se me quedaba? Echaríala en olvido 40. si en
la ajena me gozaba. Con mi paladar se junte la lengua con que hablaba, si de ti
yo me olvidare, en la tierra do moraba. 45. ¡Sión, por los verdes ramos que
Babilonia me daba, de mí se olvide mi diestra, que es lo que en ti más amaba,
si de ti no me acordare, 50. en lo que más me gozaba, y si yo tuviere fiesta y
sin ti la festejaba! ¡Oh hija de Babilonia, mísera y desventurada! 55. Bienaventurado
era aquél en quien confiaba, que te ha de dar el castigo que de tu mano
llevaba, y juntará sus pequeños, 60. y a mí, porque en ti lloraba, a la piedra,
que era Cristo, por el cual yo te dejaba. 11 Glosa del mismo (autor) Sin arrimo
y con arrimo. sin luz y a oscuras viviendo, todo me voy consumiendo. 1. Mi alma
está desasida de toda cosa criada, y sobre sí levantada, y en una sabrosa vida
sólo en su Dios arrimada. Por eso ya se dirá la cosa que más estimo, que mi
alma se ve ya sin arrimo y con arrimo. 2. Y, aunque tinieblas padezco en esta
vida mortal, no es tan crecido mi mal, porque, si de luz carezco, tengo vida
celestial; porque el amor da tal vida, cuando más ciego va siendo, que tiene al
alma rendida, sin luz y a oscuras viviendo. 3. Hace tal obra el amor después
que le conocí, que, si hay bien o mal en mí, todo lo hace de un sabor, y al
alma transforma en sí; y así, en su llama sabrosa, la cual en mí estoy
sintiendo, apriesa, sin quedar cosa, todo me voy consumiendo. 12 Glosa a lo
divino. Por toda la hermosura nunca yo me perderé, sino por un no sé qué que se
alcanza por ventura. 1. Sabor de bien que es finito, lo más que puede llegar es
cansar el apetito y estragar el paladar; y así, por toda dulzura nunca yo me
perderé, sino por un no sé qué que se halla por ventura. 2. El corazón generoso
nunca cura de parar donde se puede pasar, sino en más dificultoso; nada le
causa hartura, y sube tanto su fe, que gusta de un no sé qué que se halla por
ventura. 3. El que de amor adolece, del divino ser tocado, tiene el gusto tan
trocado que a los gustos desfallece; como el que con calentura fastidia el
manjar que ve, y apetece un no sé qué que se halla por ventura. 4. No os
maravilléis de aquesto que el gusto se quede tal, porque es la causa del mal ajena
de todo el resto; y así toda criatura enajenada se ve y gusta de un no sé qué
que se halla por ventura. 5. Que estando la voluntad de Divinidad tocada, no
puede quedar pagada sino con Divinidad; mas, por ser tal su hermosura que sólo
se ve por fe, gústala en un no sé qué que se halla por ventura. 6. Pues, de tal
enamorado, decidme si habréis dolor, pues que no tiene sabor entre todo lo
criado; solo, sin forma y figura, sin hallar arrimo y pie, gustando allá un no
sé qué que se halla por ventura. 7. No penséis que el interior, que es de mucha
más valía, halla gozo y alegría en lo que acá da sabor; mas sobre toda
hermosura, y lo que es y será y fue, gusta de allá un no sé qué que se halla
por ventura. 8. Más emplea su cuidado, quien se quiere aventajar. en lo que
está por ganar que en lo que tiene ganado; y así, para más altura, yo siempre
me inclinaré sobre todo a un no sé qué que se halla por ventura. 9. Por lo que
por el sentido puede acá comprenderse y todo lo que entenderse, aunque sea muy
subido, ni por gracia y hermosura yo nunca me perderé, sino por un no sé qué
que se halla por ventura. LETRILLAS 13 Navideña Del Verbo divino la Virgen
preñada viene de camino: ¡si le dais posada! 14 Suma de la perfección Olvido de
lo criado, memoria del Criador, atención a lo interior, y estarse amando al
Amado.
1 comentario:
Hay una quinta dimensión podríamos llamarla dimensión aexpresiva o anti expresiva pero el termino no seria el adecuado porque de lo que realmente se trata es de que la expresividad e impresividad se den tan orgánicamente que sean la vida misma para esto el arte del biotejido recrea el misterio pascual desde el espíritu revelado en rito, mito, representación, diacrítica, alteración de sistema, biodramatugia, comunión, comprendiendo que si se llega a superar todo artificio, se logra por fin la vida.
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