Buscar este blog

jueves, 21 de diciembre de 2006

Rebelion

Crisis de las democracias y movimientos sociales en América Latina: notas para una discusión

Atilio Borón
Rebelión
Las democracias latinoamericanas se enfrentan a un escenario cada vez más amenazante. Su enemigo no es el que con insistencia señalan desde Washington y repiten los intelectuales y los medios adscriptos a su predominio: el “populismo” o el “socialismo”. El enemigo es el propio capitalismo, que ha debilitado el impulso democrático tanto en el Norte desarrollado como en la periferia tercermundista. Los mercados secuestraron a la democracia y, ante la consumación del despojo, la ciudadanía se replegó sobre sí misma. Su desinterés y apatía son síntomas que denuncian a regímenes democráticos incapaces de honrar sus promesas y de satisfacer las esperanzas que los pueblos habían depositado en ellos1. Pero esta desilusionada defección de la falsa polis democrática, dejando el campo libre para la acción de las fuerzas del mercado, no alcanza: la imposición del proyecto del capitalismo neoliberal, que avanza hacia la mercantilizació n de la totalidad de la vida social, de hombres y mujeres tanto como de la propia naturaleza, exige también criminalizar la pobreza y la protesta social, militarizar los conflictos sociales y hacer de la guerra una pesadilla infinita que se declara en contra de quienes no se plieguen incondicionalmente al diseño imperial. Estas breves notas intentan esbozar algunos de los problemas derivados de esta grave situación y el papel que los movimientos sociales podrían desempeñar en la refundación de un orden democrático.
Capitalismo contra democracia
Ante el triste espectáculo que ofrecen los capitalismos democráticos, y no sólo en nuestra región, no han faltado las voces que se alzaron para señalar, una vez más, la irresoluble contradicción que opone capitalismo y democracia2. El mesurado politólogo británico Colin Crouch es aún más pesimista: su tesis es que la era de la democracia ha concluido, definitivamente. Debemos, en consecuencia, pensar en sombríos capitalismos post-democráticos (Crouch, 2004). Otras voces, como las de Boaventura de Sousa Santos, Hilary Wainwright, Fernández Liria y Alegre Zahonero, conscientes de lo anterior, se atrevieron a más y expusieron la necesidad de fundar un nuevo modelo democrático (Wainwright, 2005). Una de las invitaciones más persuasivas en esta dirección, dado su extenso y profundo desarrollo, se encuentra en la obra de Boaventura de Sousa Santos (2002a; 2002b; 2006).
No podemos en estas breves notas hacer justicia y examinar con el cuidado que se merecen estas diversas contribuciones, todas ellas fruto de una minuciosa indagación en torno a distintos modelos de construcción democrática rutinariamente ignorados o despreciados por el saber convencional de las ciencias sociales. Quisiéramos, sin embargo, detenernos en un punto común a todos los autores citados: la reinvención de la democracia, o la “democratizació n de la democracia”, como enfáticamente se propone en obra de Boaventura de Sousa Santos. Esta convocatoria comparte el diagnóstico radical sobre la frustración del proyecto democrático en el capitalismo. En sus propias palabras:
La tensión entre capitalismo y democracia desapareció, porque la democracia empezó a ser un régimen que en vez de producir redistribució n social la destruye […] Una democracia sin redistribució n social no tiene ningún problema con el capitalismo; al contrario, es el otro lado del capitalismo, es la forma más legítima de un Estado débil (Santos, 2006: 75).
Esta cita plantea de modo convincente la razón fundamental por la cual el capitalismo –que combatió a la democracia desde sus propios orígenes, en el Renacimiento italiano– terminó por aceptarla. La democracia pagó un precio muy elevado por su respetabilidad: tuvo que abandonar sus banderas igualitarias y liberadoras y transformarse en una forma inocua de organización del poder político que, lejos de intentar transformar la distribución existente del poder y la riqueza en función de un proyecto emancipatorio, no sólo la reproducía sino que la fortalecía dotándola de una nueva legitimidad. Con toda razón le conviene a esta clase de inocuos regímenes el nombre de “democracias de baja intensidad” o, como lo planteáramos en un escrito reciente, “plutocracias” u “oligarquías”, debido a que son gobiernos que pese a surgir del sufragio universal tienen como sus principales y casi exclusivos beneficiarios a las minorías adineradas (Boron, 2005).
Ahora bien, la superación de un modelo democrático tan defectuoso plantea desafíos prácticos nada sencillos de resolver, especialmente si se recuerda que, tal como lo planteara más de una vez Aníbal Quijano, la democracia en el capitalismo es el pacto por el cual las clases subalternas renuncian a la revolución a cambio de negociar las condiciones de su propia explotación.
Apoyándose en un enorme esfuerzo de investigación comparada sobre el funcionamiento de experiencias “contrahegemónicas” de gestión democrática a nivel local y regional –que abarca desde la India hasta la República de Sudáfrica, pasando por Colombia, Mozambique, Portugal, y Brasil– Santos concluye en la necesidad de promover la democracia participativa a partir del fortalecimiento de tres ejes: a) la “demodiversidad” , es decir el reconocimiento y potenciación de las múltiples formas que puede históricamente asumir el ideal democrático, negado por las corrientes del mainstream de las ciencias sociales para las cuales el único modelo válido es el de la democracia liberal al estilo norteamericano; b) la articulación contrahegemónica entre lo local y lo global, indispensable para enfrentar los peligros del aislacionismo localista o los riesgos de un internacionalismo abstracto y sin consecuencias prácticas; y c) la ampliación del llamado “experimentalismo democrático” y de la participación de los más diversos grupos definidos en términos étnicos, culturales, de género y de cualquier otro tipo (Santos, 2002b: 77-78)3.
El problema que subsiste a esta sugerente propuesta es que el crucial tema de los límites que el capitalismo impone a cualquier proceso democrático –y no sólo a aquel pautado según el modelo de la democracia liberal anglosajona– queda eclipsado por la consideración de un conjunto de experiencias innovadoras y fecundas pero que, aun así, no logran trascender las rígidas fronteras que el capitalismo impone a toda forma de soberanía popular4. En otras palabras, ¿hasta qué punto es realista concebir la existencia –y postular la necesidad– de una democracia de “alta intensidad”, protagónica o radicalmente participativa, sin establecer las condiciones requeridas para su efectiva materializació n en el espacio –hasta el día de hoy estratégico e irreemplazable, dado que no existen ni un estado mundial ni una ciudadanía universal– del estado nacional? Porque, como lo confirma la experiencia brasileña, la tan celebrada democracia participativa de Porto Alegre fue discretamente archivada por uno de sus más ardientes propagandistas del pasado, el Presidente Lula, que no hizo intento alguno de llevarla a la práctica en el ámbito nacional5. Y eso que, en la experiencia gaúcha, el carácter participativo de esa democracia se ejercía exclusivamente en el terreno presupuestario y, además, en una pequeña fracción de este que en ningún caso superaba el 15% del total del presupuesto (Wainwright, 2005: 101)6. Lo anterior, conviene aclararlo, no quita que la innovación puesta en marcha en Porto Alegre sea una contribución importante en la búsqueda de una radical democratizació n del estado y la política cuya idea, sin embargo, trascendía claramente la discusión democrática de una fracción minoritaria del presupuesto. Una democratizació n radical no puede quedarse en eso sino que debe avanzar, tal como claramente lo planteara Gramsci, tras las huellas de Marx, hacia el “autogobierno de los productores”. No obstante, para la burguesía la aceptación de un modelo participativo con facultades para disponer democráticamente de una fracción del presupuesto demostró ser apenas tolerable (y eso con grandes resistencias, como lo prueba la experiencia de Porto Alegre) en el plano local.
¿Quiénes son los (o las) protagonistas? Los sujetos de la democracia en el capitalismo
La matriz ideológica de los capitalismos democráticos es el liberalismo, una tradición intelectual cuya preocupación jamás fue la de proponer un orden democrático sino que –como lo demostraran sobradamente Macpherson y Therborn, entre otros, hace ya varios años– la de resguardar la independencia y autonomía del individuo –y, por extensión, de cualquier actor privado– frente al estado, y de mantener a este dentro de los límites del llamado “estado mínimo”. Fiel a estos supuestos, la asimilación de la demanda democrática por el liberalismo dio lugar a un híbrido altamente inestable, la “democracia liberal”, a la vez que consagraba como el sujeto único del nuevo orden la figura imaginaria del ciudadano.
Es por ello que, dentro de los marcos de la tradición liberal, el papel de los movimientos sociales o de cualquier tipo de sujeto colectivo no puede siquiera ser imaginado a la hora de reinventar la democracia. Esta no es otra cosa que un contrato firmado por individuos iguales y libres o, al menos, como quería Rawls, que si eran desiguales su desigualdad permaneciera oculta tras “el velo de la ignorancia”. En consecuencia, la sola idea de un demos participativo, o de múltiples sujetos colectivos reconstruyendo incesantemente el orden democrático, es una pesadilla que las clases dominantes combaten sin ninguna clase de concesiones. Por eso les asiste la razón a Fernández Liria y Alegre Zahonero cuando en un ensayo reciente aseguran que para el capitalismo la democracia “no ha sido, en realidad, más que la superfluidad y la impotencia de la instancia política” (Fernández Liria y Alegre Zahonero, 2006: 40).
Bajo esta perspectiva, la problemática de los sujetos de la democracia, entendida esta como la sola extensión del derecho al sufragio a los pobres –pero con las suficientes salvaguardas legales e institucionales como para evitar, en palabras de John Stuart Mill, “una legislación clasista” que altere el orden social existente– se limitaba exclusivamente al despliegue de los recaudos suficientes para asegurar la participación (casi siempre manipulada por las oligarquías locales) del electorado en los comicios.
Nada más lejano, pues, del formidable desafío que iría a proponer Marx desde sus escritos juveniles, a saber: ¿cómo constituir un sujeto colectivo capaz de liberar a la sociedad de todas sus cadenas, superando la atomización y fragmentación propias del individualismo de la sociedad burguesa? Planteado en términos hegelianos, ¿cómo hacer que ese vasto conglomerado popular deje de ser una clase “en sí” y se convierta en una clase “para sí”? La respuesta, que no la puede ofrecer la teoría sino la práctica emancipatoria de los pueblos, nos remite a algunas problemáticas clásicas del marxismo: la formación de la conciencia, el problema de la organización y las formas de lucha de las clases subalternas. Además, ¿cómo hacer para que estas cristalicen una correlación de fuerzas que les permita instaurar una democracia genuina, que nos acerque al ideal del “autogobierno de los productores”? En otras palabras: no se puede pensar en “otra democracia” sin también pensar en “otros sujetos”, distintos al individuo abstracto del liberalismo cuya productividad política se agotó hace rato. Pregunta tanto más complicada cuando se recuerda que la centralidad excluyente que Marx le había asignado al proletariado industrial exige, luego de siglo y medio de incesantes transformaciones del capitalismo, un radical replanteamiento de la cuestión. Ahora los eventuales “sepultureros” del capitalismo, prosiguiendo con una imagen clásica, dispuestos a poner en cuestión los fundamentos del viejo régimen son muchos. Parafraseando los versos de Antonio Machado podríamos concluir diciendo algo así como “militantes no hay sujeto, se hace el sujeto al andar”. Un andar en donde se entretejen todas las luchas sociales desatadas por las múltiples formas de opresión capitalista: explotación, patriarcado, discriminació n, sexismo, racismo y ecocidio, todo lo cual provoca el florecimiento de múltiples sujetos dispuestos a resistir y vencer. El viejo proletariado industrial ya no detenta el papel estelar del pasado. Es cierto, pero ahora no está solo. Ninguno de estos sujetos puede reclamar a priori un papel hegemónico o de vanguardia en la imprescindible gran coalición contra el capital. Esto se decidirá en la coyuntura, en función de la capacidad efectiva de dirección (organización, conciencia, estrategia y táctica) que cada quien demuestre en la lucha. Hic Rhodas, hic salta!
Democracia y revolución
Para abreviar: ¿es posible democratizar la democracia dentro del capitalismo? Para ello: ¿no será necesaria una revolución? O, si se prefiere, para evitar el estremecimiento producido por la reaparición de un término fulminado como démodé por el saber convencional, ¿no habrá llegado la hora de hablar de un cambio sistémico, del imprescindible advenimiento de una sociedad post-capitalista como condición necesaria para reinventar una democracia post-liberal7? Para espíritus tal vez demasiado propensos a escandalizarse con este argumento conviene recordar que, tal como lo estableciera definitivamente la obra de Barrington Moore Jr. hace ya un buen tiempo, ningún capitalismo democrático fue instaurado sin que previamente se produjera lo que ese brillante teórico denominó “una ruptura violenta con el pasado”, es decir, una revolución (Moore, 1966). Esa fue la historia en Gran Bretaña, en Francia y en Estados Unidos. Y donde esa ruptura no se produjo, como en Alemania o Italia, el resultado fue el fascismo. La ausencia de antagonismos sociales no significa que se esté marchando por el buen camino, o que estemos en presencia de democracias consolidadas. Probablemente signifique exactamente lo contrario. En todo caso, y más allá de la lógica aprensión que provoquen esos conflictos, tales turbulencias no hacen otra cosa que denunciar los dolores del parto de un nuevo régimen político.
La renuencia a enfrentar el problema, teórico y práctico a la vez, de la revolución nos conduce a un callejón sin salida puesto que se estaría suponiendo que las clases dominantes del capitalismo estarían dispuestas a admitir pacíficamente la entronización de un modelo democrático post-liberal –que promueva la soberanía popular, el protagonismo de la ciudadanía, y la participación más que la delegación/represent ación– incompatible con la preservación de sus privilegios. Las enseñanzas de la historia, en cambio, confirman irrebatiblemente que esto no es así.
En un texto escrito en medio del optimismo de las interminables “transiciones democráticas” (¡inconclusas a más de veinte años de iniciadas!) a mediados de los ochenta, decíamos que en nuestros países el precio que se paga por la osadía de pretender reformar, aun módicamente, la realidad social es el terror preventivo de la reacción o el terror reactivo de la contrarrevolució n (Boron, 2003: 202). Esta apreciación, tachada de pesimista o ingenuamente radical por los “intelectuales bienpensantes” de la época, fue luego infelizmente confirmada por los hechos. El prolijo examen del asunto efectuado por Fernández Liria y Alegre Zahonero demuestra conclusivamente que las tentativas de instaurar una democracia que se aproximase a ese ideal costaron un millón de muertos en la España republicana y cuarenta años de dictadura fascista; 200 mil más en Guatemala y 50 mil desaparecidos, según informa la Comisión de Esclarecimiento Histórico de ese país; 30 mil desaparecidos en Argentina; 3.200 desaparecidos en Chile y miles de torturados y exiliados. El listado sería interminable si se le agregan los muertos y desaparecidos durante la Guerra Civil en El Salvador, Nicaragua, Haití y el interminable baño de sangre en Colombia, con más de 20 mil muertos por año desde mediados de los años sesenta, cinco mil dirigentes de la legal Unión Patriótica asesinados en menos de diez años y tres millones y medio de campesinos desplazados por la guerra. Este lúgubre cuadro es lo que muy apropiadamente Santiago Alba Rico denomina “pedagogía del voto”. Si la democracia significa que la sociedad está dispuesta a ensayar lo que en la década del sesenta y del setenta se denominaba una “vía no-capitalista” , la respuesta disciplinadora es un baño de sangre (Fernández Liria y Alegre Zahonero, 2006: 50-59; Alba Rico, 2006: 13-17). Esta enumeración basta para iluminar los obstáculos que se yerguen ante cualquier tentativa de fundar un régimen democrático digno de ese nombre. “Reinventar la democracia” podrá ser considerado un proyecto muy razonable, sensato y gradual por las clases subalternas, sus intelectuales y sus organizaciones sociales y políticas. Pero para la derecha, sobre todo “nuestra” derecha en América Latina, un proyecto de ese tipo es inequívocamente subversivo y debe ser segado de raíz. Si se tiene en cuenta, además, la íntima articulación entre ella y las clases dominantes del imperio, con representantes políticos como los “halcones” de Washington, es fácil concluir que cualquier iniciativa de profundizació n democrática desencadenará un abanico de respuestas represivas de todo tipo8.
El papel de los movimientos sociales
Las decepcionantes limitaciones de las democracias latinoamericanas y la crisis que atraviesa a los partidos (y también a los sistemas de partidos) explican en buena medida el creciente papel desempeñado por los movimientos sociales en los procesos democráticos en la región. La deslegitimació n de la política y los partidos abrió un espacio para que “la calle” –esa metáfora tan amenazante para las democracias liberales– adquiera un renovado y acrecentado protagonismo en la mayoría de los países. Esta presencia de las masas en la calle, que había sido reconocida por Maquiavelo como una vigorosa muestra de salud republicana, refleja la incapacidad de los fundamentos legales e institucionales de las “democracias” latinoamericanas para resolver las crisis sociopolíticas dentro de los procedimientos establecidos constitucionalmente . A raíz de esto, la realidad de la vida política se mueve en una ambigua esfera de lo ilegal, mientras que la legalidad establecida por las instituciones se derrite al calor de la crisis política permanente y el protagonismo de las masas. Revueltas populares derrocaron gobiernos reaccionarios en Ecuador en 1997, 2000 y 2005; en Bolivia en 2003 y 2005, abriendo paso a la formidable victoria electoral de Evo Morales a finales de este último año; forzaron la salida de Alberto Fujimori en Perú en el año 2000 y de Fernando de la Rúa en Argentina al año siguiente. Apenas ayer, los jóvenes estudiantes de los liceos chilenos pusieron en jaque al gobierno de la Concertación exigiendo la derogación de la reaccionaria legislación educativa del régimen de Pinochet.
Más allá de la fragilidad del entramado institucional, lo que estas rebeliones populares comprueban es que este largo período de un cuarto de siglo, o más, de gobiernos neoliberales –con todo su equipaje de tensiones, rupturas, exclusiones y niveles crecientes de explotación y degradación social– creó las condiciones objetivas para la movilización política de grandes sectores de las sociedades latinoamericanas. Cabe preguntarse: ¿son las revueltas plebeyas arriba mencionadas meros episodios aislados, gritos de rabia y furia popular, o reflejan una dialéctica histórica tendencialmente orientada hacia la reinvención de la democracia? Una mirada sobria a la historia del período abierto a comienzos de los años ochenta revela que no hay nada accidental en la creciente movilización de las clases populares ni en el final tumultuoso de tantos gobiernos democráticos en la región. Es por eso que por lo menos dieciséis presidentes –casi todos ellos obedientes clientes de Washington– tuvieron que apartarse del poder antes de la expiración de sus mandatos legales, depuestos por arrolladoras rebeliones populares. Por otra parte, los plebiscitos convocados para legalizar la privatización de empresas estatales o servicios públicos invariablemente defraudaron las expectativas neoliberales, como en el caso de Uruguay (obras sanitarias y terminales portuarias) y el abastecimiento de agua y electricidad en Bolivia y Perú. También hubo grandes movilizaciones populares en diversos países para oponerse al ALCA o a la firma de TLCs; para pedir la nacionalizació n del petróleo y el gas en Bolivia; oponerse a políticas de privatización –del petróleo en Ecuador, la compañía telefónica en Costa Rica y los sistemas de salud en varios países; poner fin al saqueo de los bancos, principalmente extranjeros, como en Argentina; y terminar con los programas de erradicación de coca en Bolivia y Perú. Puede sonar demasiado hegeliano, pero todos estos acontecimientos muestran una inconfundible direccionalidad.
Organización, conciencia, estrategia
Hay varias lecciones que se pueden desprender de este renovado protagonismo de las insurgencias populares en América Latina. En primer lugar, la necesidad que tienen los partidos políticos, sobre todo los que pretenden encarnar un proyecto emancipador, de concebir e implementar una estrategia que trascienda los estrechos límites de la mecánica electoral. No se puede pretender transformar radicalmente un orden social estructuralmente injusto y predatorio con las solas armas disponibles en la escena electoral. La burguesía jamás obra de modo tan ingenuo y unilateral, y nunca despliega una estrategia única y, para colmo, en un solo escenario de lucha. Por el contrario, su presencia en el terreno electoral se combina con otras iniciativas: huelgas de inversiones, fuga de capitales, lock outs, presiones sobre los dirigentes estatales, articulación con aliados internacionales que refuerzan su gravitación local, control de los medios de comunicación y, más generalmente, de los “aparatos ideológicos” mediante los cuales pueden lanzar efectivas “campañas de terror” para intimidar o atemorizar votantes, alianzas con las fuerzas armadas, cooptación de dirigentes populares, corrupción de funcionarios públicos y legisladores, lobbies de diverso tipo, movilización de masas, todo lo cual configura una estrategia integral de conquista y conservación del poder que ni remotamente se circunscribe, como ocurre con los partidos populares, a la estrategia electoral. Es cierto que para desplegar una estrategia tan omnicomprensiva como esta se requiere de cuantiosos y diversificados recursos que ninguna fuerza popular tiene a su disposición. Pero también es cierto que si los partidos de izquierda quieren cambiar el mundo, y no sólo dar testimonio de su injusticia y perversión, tendrán que demostrar que son capaces de concebir y aplicar estrategias más integrales que combinen, junto a la electoral, otras formas de lucha.
Este es precisamente el terreno en el cual los movimientos sociales han demostrado una creatividad superior a la de las organizaciones políticas. Los acontecimientos de los últimos años en la región enseñan que estos han adquirido una inédita capacidad para desalojar del poder a gobiernos antipopulares, pasando por encima de los mecanismos establecidos constitucionalmente , que no por casualidad se caracterizan por su fuerte prejuicio elitista. Para la cultura política dominante en las así llamadas democracias latinoamericanas la política es un asunto de elites y de instituciones, no de pueblos movilizados, y la ciudadanía debe moderar sus ansias de participación: ir a votar, pero no masivamente, y evitar inmiscuirse en las transacciones y componendas realizadas por políticos y gobernantes.
De todos modos, hay una segunda lección que también es preciso tener en cuenta y que nos enseña que esta activación saludable de las masas fracasó a la hora de construir una alternativa política que no sólo pusiera fin a gobiernos reaccionarios sino que condujera también a la inauguración de una etapa post-neoliberal. La insurgencia de las clases subalternas adoleció de un talón de Aquiles fatal, resultante de la convergencia de tres fenómenos fuertemente interrelacionados: a) la fragilidad organizativa; b) la inmadurez de la conciencia política; y c) el predominio absoluto del espontaneísmo como modo normal de intervención política.
En efecto, la indiferencia suicida frente a los problemas de la organización popular, la conciencia y la estrategia y táctica de lucha plantea numerosos interrogantes. Para los clásicos del marxismo –especialmente Lenin y Rosa Luxemburg, más allá de sus diferencias– la cuestión de la organización era una cuestión política. El primero escribió más de una vez que la organización “es la única arma de que dispone el proletariado” . Cabe preguntarse, entonces: ¿cuáles son las formas organizativas que requiere la lucha popular en el contexto del capitalismo contemporáneo y en la coyuntura particular de cada uno de nuestros países? ¿Cómo se articulan esas formas entre sí, para potenciar la eficacia de los proyectos emancipadores? ¿Cuál es el papel que les cabe a los partidos, los sindicatos, la gran diversidad de movimientos sociales, asambleas populares, piquetes, caracoles zapatistas u otras formas precolombinas de organización como las que aún existen en el mundo andino? ¿Cómo asegurar que las reivindicaciones canalizadas por estas diversas estructuras organizativas se sinteticen en un proyecto global que les otorgue coherencia y eficacia?
En relación al tema de la conciencia radical y emancipatoria, por no decir revolucionaria, ¿cómo lograr que los movimientos desarrollen ese tipo de conciencia que les permita superar los límites de la inmediatez espontaneísta? No está de más repetir nuevamente que en ausencia de una teoría emancipatoria (o, si se prefiere, revolucionaria) difícilmente habrá prácticas de masas que sean emancipatorias o revolucionarias. Si, como suele decirse, el modelo kautskiano de la conciencia radical introducida “desde afuera” por intelectuales revolucionarios ha fracasado, ¿podría afirmarse que la estrategia gramsciana de construcción de contrahegemoní a desde las trincheras mismas de la sociedad civil ha triunfado? ¿O tal vez deberíamos cifrar nuestras esperanzas en las perspectivas concientizadoras que abre la pedagogía del oprimido de Paulo Freire? Se trata, como puede verse, más que de certidumbres de preocupaciones abiertas y grandes interrogantes cuyo tratamiento es imprescindible a la hora de encarar un proyecto de refundación democrática.
Por último, en relación a la cuestión de la estrategia y táctica, digamos que pese a la reconfiguració n de los sujetos sociales –producto de las transformaciones en las relaciones capitalistas de producción que fragmentaron y desorganizaron el campo popular a la vez que homogeneizaron y organizaron a las clases dominantes– la adopción de una estrategia y una táctica adecuadas sigue siendo un asunto de primordial importancia. Esta problemática, sin embargo, no goza del favor de la época. Sencillamente no tiene lugar en la obra de Hardt y Negri, porque en ella los movimientos sociales son las expresiones infinitas de la multitud y esta, por su carácter descentrado, desterritorializado , molecular y nomádico, es radicalmente incompatible con un planteamiento de estrategia y táctica, que consideran una forma de actuación política correspondiente a una época, la del imperialismo, según ellos históricamente superada (Hardt y Negri, 2000). Tampoco lo tiene en la obra de John Holloway, que nos invita a dejar de lado toda pretensión de conquistar el poder, y de lo cual se desprende la superfluidad de cualquier discusión sobre estrategia y táctica encaminada a ese fin (Holloway, 2002). Hemos criticado en otros lugares estas versiones contemporáneas del romanticismo político –que desembocan en la impotencia y, a la larga, en la resignación– de modo que no insistiremos en ello aquí. Digamos simplemente que, contrariamente a teorizaciones de moda, el problema de la estrategia y táctica de las clases subalternas está indisolublemente unido a las perspectivas de su propia emancipación. Esta no ocurrirá por una casualidad, o como una concesión graciosa de las clases dominantes.
¿Alternativas?
No hay alternativas fuera del protagonismo que puedan asumir, bajo ciertas circunstancias, los sujetos que constituyen el campo popular. Tal como lo recordara recientemente Daniel Bensaid, la salida no la puede proporcionar el ejemplo de San Francisco (como sugieren Hardt y Negri), o el Grito (como lo plantea Holloway), o el acontecimiento incondicionado (Badiou)9. La política aborrece de la metafísica: sin la activación de los movimientos, sin su conquista del espacio público desde las calles –¡y a pesar de las instituciones “democráticas”!– no habrá tránsito al post-neoliberalismo . Pero no hay lugar para la autocomplacencia. Esto sólo no basta: las masas en las calles pudieron derrocar gobiernos neoliberales, sólo para ser reemplazados por otros muy parecidos. En muchos casos la imponente movilización popular se esfumó en el aire poco después de consumado el desalojo del gobierno pero sin haber sido capaz de sintetizar su diversidad en un nuevo sujeto político imbuido de los atributos necesarios para consolidar la correlación de fuerzas existente y evitar la recaída a situaciones anteriores. El caso ecuatoriano es un ejemplo clarísimo de ello, pero está lejos de ser el único. No obstante, si los movimientos sociales fracasaron en la construcción de una alternativa, nada distinto ocurrió con los gobiernos surgidos por la vía electoral. Lula en Brasil, Kirchner en Argentina y Vázquez en Uruguay muestran claramente la impotencia de las clases subalternas para imponer una agenda post-neoliberal en gobiernos elegidos por grandes mayorías populares y precisamente para ese fin. Si durante las situaciones de turbulencia política aquellas derrocaron a gobiernos neoliberales para luego desmovilizarse y replegarse, en los casos de recambio constitucional la lógica política fue sorprendentemente similar: las masas votaron y después regresaron a sus casas. Pero hay una importante diferencia: la gesta de los movimientos dejó profundas (si bien dolorosas) enseñanzas para las clases populares, y les hizo barruntar las potencialidades transformadoras que encierra su protagonismo. En las experiencias de recambios electorales, en cambio, les quedó tan sólo el sabor amargo de la impotencia, de un nuevo engaño y una nueva frustración.
La capacidad sin precedentes de las masas populares para derrocar gobiernos antipopulares las reintrodujo en la escena política como un nuevo factor. Antes de su insurgencia, los únicos sujetos de las “transiciones democráticas” eran los partidos. Ya no más. La importancia de su papel ha quedado claramente demostrada en los casos más interesantes y prometedores de la política sudamericana: Venezuela y Bolivia. En Venezuela, haciendo posible con su fulminante y espontánea movilización la derrota del golpe de estado fascista y la radicalizació n de la Revolución Bolivariana. En Bolivia, al demostrar la excepcional productividad que pueden tener una pluralidad de sujetos movimientistas cuando, sin dejar de serlo, son al mismo tiempo capaces de darse una estrategia político-institucion al que combine creativamente la calle con las urnas. Los tres únicos gobiernos de izquierda que hay en América Latina: Cuba, Venezuela y Bolivia (por orden de aparición) se enfrentan a formidables desafíos10. El hostigamiento abierto o encubierto de EE.UU., los intentos golpistas, la criminalizació n internacional, el sabotaje económico, la manipulación mediática y las “campañas del terror” se combinan con las “condicionalidades” de las instituciones financieras internacionales para ahogar en su cuna cualquier proceso emancipatorio. Es preciso no hacerse ninguna ilusión en el sentido de que los beneficiarios internos y externos de un statu quo tan injusto como el actual permanecerán de brazos cruzados ante los vientos de cambio que hoy barren la escena latinoamericana. El avance de un genuino proceso de democratizació n, una “reinvención democrática” que reemplace al simulacro que prevalece en la región, es muy posible que desate la ferocidad represiva que tan bien conocemos en Latinoamérica. Pero la supervivencia de la Revolución Cubana, la consolidación de la Revolución Bolivariana y los nuevos procesos en marcha en Bolivia y Ecuador autorizan a pensar que la historia no es un eterno retorno y que hay momentos, como el actual, que nos permiten abrigar un cauteloso optimismo.
Bibliografía
Alba Rico, Santiago 2006 “Prólogo” en Fernández Liria, Carlos y Alegre Zahonero, Luis Comprender Venezuela, pensar la democracia. El colapso moral de los intelectuales occidentales (Hondarribia: Hiru).
Avritzer, Leonardo 2002 “Modelos de deliberação democratica: uma analise do orçamento participativo no Brasil” en Santos, Boaventura de Sousa (comp.) Democratizar a democracia. Os caminhos da democracia participativa (Río de Janeiro: Civilização Brasileira).
Boron, Atilio A. 2000 Tras el búho de Minerva. Mercado contra democracia en el capitalismo de fin de siglo (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica).
Boron, Atilio A. 2003 Estado, capitalismo y democracia en América Latina [Nueva edición corregida y aumentada] (Buenos Aires: CLACSO).
Boron, Atilio A. 2005 “The Truth about Capitalist Democracy” en Panitch, Leo y Leys, Colin (eds.) Socialist Register 2006. Telling the Truth (Londres: The Merlin Press).
Cocco, Giuseppe y Negri, Antonio 2006 GlobAL. Biopoder y luchas en una América Latina globalizada (Buenos Aires: Siglo XXI).
Crouch, Colin 2004 Post-democracy (Cambridge: Polity Press).
Fernández Liria, Carlos y Alegre Zahonero, Luis 2006 Comprender Venezuela, pensar la democracia. El colapso moral de los intelectuales occidentales (Hondarribia: Hiru).
Hardt, Michael y Negri, Antonio 2000 Empire (Cambridge: Harvard University Press).
Holloway, John 2002 Cómo cambiar el mundo sin tomar el poder (Buenos Aires: Herramienta) .
Macpherson, C. B. 1973 “Post-Liberal Democracy” en Democratic theory: essays in retrieval (Oxford: Clarendon Press).
Meiksins Wood, Ellen 1995 Democracy against capitalism. Renewing historical materialism (Cambridge: Cambridge University Press).
Moore, Barrington Jr. 1966 Social Origins of Dictatorship and Democracy (Boston: Beacon Press).
Santos, Boaventura de Sousa 2002a “Orçamento participativo em Porto Alegre: para uma democracia redistributiva” en Santos, Boaventura de Sousa (comp.) Democratizar a democracia. Os caminhos da democracia participativa (Río de Janeiro: Civilização Brasileira).
Santos, Boaventura de Sousa (comp.) 2002b Democratizar a democracia. Os caminhos da democracia participativa (Río de Janeiro: Civilização Brasileira).
Santos, Boaventura de Sousa 2006 Renovar la teoría crítica y reinventar la emancipación social. (Encuentros en Buenos Aires) (Buenos Aires: CLACSO/Instituto Gino Germani).
Therborn, Goran 1980 “Dominación del capital y aparición de la democracia” en Cuadernos Políticos (México) Nº 23, enero-marzo.
Wainwrigth, Hilary 2005 Cómo ocupar el Estado. Experiencias de democracia participativa (Barcelona: Icaria).
Notas
* Profesor titular de Teoría Política y Social, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Este artículo acaba fue publicado en la Revista del Observatorio Social de América Latina (Buenos Aires: CLACSO), Año VII, Mayo/Agosto 2006.
1 Ver, por ejemplo, los resultados del estudio de Latinobarómetro, año 2005. Mediciones realizadas en veinte países latinoamericanos demuestran que entre 1995 y 2005 el apoyo a la democracia, concebida como un ideal político, descendió del 58 al 53%, siendo Uruguay y Venezuela los dos países en donde este indicador registra los más elevados guarismos (77 y 76%, respectivamente) . La satisfacción con los gobiernos democráticos arrojó resultados aún más ominosos: una baja del 38 al 31% en ese mismo decenio. Una vez más, Uruguay y Venezuela son los países en donde el porcentaje de satisfechos es más elevado: 63 y 56%. El informe citado menciona que sólo un 27% de la muestra se declaraba satisfecho con la economía de mercado en 2005, mientras que apenas un 31% se pronunciaba a favor de las privatizaciones. Que se sepa, ningún gobierno de la región ha mostrado el menor interés en someter a un referéndum popular a la economía de mercado o a las privatizaciones.
2 Hemos examinado extensamente este fenómeno en Boron (2000; 2005). Ver asimismo Meiksins Wood (1995).
3 Debe destacarse que, en el caso de Wainwright, aparte del examen de la experiencia de Porto Alegre, en su libro se consideran también una serie de casos de democracia radical y “basista” que tuvieron lugar en tres ciudades de un país del capitalismo avanzado: Manchester, Luton y Newcastle, en el Reino Unido, con lo cual se complementan muy bien los estudios de Boaventura de Sousa Santos, que tuvieron lugar principal, si bien no exclusivamente, en el Tercer Mundo.
4 Es por eso que, tal como lo argumentáramos en Boron (2000), lo correcto es hablar de “capitalismo democrático” en lugar del uso más extendido que consagra la fórmula “democracia capitalista o burguesa”. En la primera formulación queda claro que lo sustantivo es el capitalismo y que la democracia es una consideración adjetiva que no modifica sino superficialmente la estructura capitalista subyacente. En la segunda formulación, que no por casualidad es la que goza de mayor predicamento en las ciencias sociales, el mensaje implícito es que lo sustantivo es la democracia, siendo el capitalismo apenas una nota accidental que le otorga una tonalidad distintiva pero nada más. De ese modo se postula, subliminalmente, que lo que cuenta es la sustancia democrática del orden social y no su fenomenología capitalista que, por eso mismo, no puede interferir de ninguna manera con el funcionamiento de la estructura democrática de la sociedad. Así, el capitalismo se mimetiza con la democracia y ¡quién podría estar en contra de esta! Se produce entonces una nada inocente inversión hegeliana, en donde el sujeto (el capitalismo) se convierte en predicado (la democracia) y esta en sujeto.
5 Un minucioso estudio del presupuesto participativo se encuentra en Santos (2002a). Un análisis más general se encuentra en Avritzer (2002).
6 Wainwright estima que los márgenes reales de discusión presupuestaria que quedaban librados a manos de los ciudadanos fluctuaban entre el 10 y el 15% del total (Wainwright, 2005: 91-121).
7 Ver Macpherson (1973), donde este autor se interroga si la tradición liberal dispone de una teoría de la democracia post-liberal, capaz de dar cuenta de las nuevas realidades del capitalismo monopolista. Su respuesta es claramente negativa. Es más, sugiere que lo que hoy pretende pasar por una teoría post-liberal es una regresión a las teorizaciones más recesivas del liberalismo. “Estaría más cerca de la verdad denominar a tal teoría liberal pre-democrática” (Macpherson, 1973: 179). En realidad, una doctrina post-liberal de la democracia sólo puede ser la expresión teórica que brote de la práctica emancipatoria de las clases subalternas. No se trata de ingeniosidad discursiva ni de pergeñar un elegante juego de lenguaje.
8 Las tentativas “desestabilizadoras” en Venezuela, amén del paro patronal, la huelga petrolera, etcétera. Lo mismo está ocurriendo hoy día con Evo Morales en Bolivia.
9 En una conferencia pronunciada en la Secretaría Ejecutiva de CLACSO el 12 de abril de 2006.
10 Se desprende de esta enumeración que no consideramos como gobiernos de izquierda a los corrientemente así denominados en América Latina, como el de la Concertación en Chile, Lula en Brasil, Vázquez en Uruguay, o Kirchner en Argentina. Gobiernos indiferentes ante los planteamientos más elementales de la justicia distributiva, que observan con pasividad la destrucción del sistema de salud pública o la educación pública no pueden ser considerados de izquierda bajo ningún posible criterio taxonómico. La confusión reinante en esta materia queda en evidencia, hasta extremos patéticos, en la más reciente obra de Antonio Negri, esta vez en colaboración con Giuseppe Cocco, en la que luego de asimilar en una misma “categoría de análisis” a Chávez, Lula y Kirchner dicen que: “En Brasil, la Argentina y Venezuela, un vasto terreno de experimentació n y de innovación democrática debe profundizarse a partir de las relaciones abiertas y horizontales entre los gobiernos y los movimientos” (Cocco y Negri, 2006: 28). ¿Experimentació n e innovación democrática en la Argentina o el Brasil de hoy?Chrstian Teresa rodriguez franco escri

sábado, 16 de diciembre de 2006

Asesinando Maestros: Si Cuatrotablas es la mentira Yuyachkani es la traición

Aquí es donde quería llegar Y estoy emocionado porque por fin un maestro y para mi el de más importancia, rompe la telaraña del supuesto trono sagrado para dialogar en el plano horizontal de la red.Y aquí estamos en la red un ambiente creado por el poder, por el “enemigo”Pues voy con todoBasta de mirar al poder como enemigo, todos hacemos uso del poder y es necesario instruirnos políticamente para hacer uso de el. Los procesos de ideologizació n ahora nos pertenecen a todos, la crisis de representació n hace rato se tiro a los grandes maestros políticos, es hora de tirarse a las vacas sagradas de lo cultural, y los nuevos intermediarios mercantiles lucradores de lo cultural.Basta de los espacios sagrados, ya llego el punto en que los ritos en el supuesto espacio vacío son más signos de un exotismo vacío que de verdaderas búsquedas.La conciencia de lo sagrado no la pudieron pasar a mi generación, porque esta no se trago el cuento, la incoherencia estaba a simple vista.Es hora del tiempo Profano, el cual es el verdadero guardia de lo sagrado, en el alma de cada acto de expectación interpretativa.Basta del actor discípulo incapaz de poder fundamentar su trabajo, porque el maestro lo hace con su sola presencia.El actor debe ser capaz de crear el sentido de su obra, y no dejarlo en las manos de los que se llaman críticos, o promotores de cultura o peor aun en las manos del silencio.Por lo tanto hablar de revolución, es muy necesario, porque hablando compartimos sentidos, los cuales pueden ser extrapolados a la acción, o pueden acompañar el discurso.Basta de que la obra se basta por si misma, basta esto es ingenuidad, ya que las interpretaciones están al mejor postor, un teatrista debe de cuidar no solo su obra sino todo el proceso que deviene de ella.Basta de ser un seguidor al pie de la letra de los maestros, esto ellos jamás lo quisieron, todos los sistemas son incompletos, por lo tanto son provocaciones para desatar búsquedas, lo mejor que se puede hacer es matar y negar a los maestros.Nunca habrá mejor maestro que la propia necesidad, la contingencia de cada Contemporaneidad, la cual nisiquiera pudieron imaginársela los grandes maestros.Por lo tanto tenemos otras necesidades, hay otras urgencias, el trabajo interdisciplinario se hace màs que necesario, y el teatro no se alimenta del teatro, el teatro se alimenta, de las artes visuales, de la filosofía, de la antropología, de la literatura, y de n muchas cosas màs.Y al hacerlo se da cuenta de lo retrasado de la teoría teatral encasillada en las vacas sagradas, con sus espacios sagrados, sus libros sagrados, sin prever que lo sagrado se alimenta de la vida y que esta está siempre en cambio.Basta de esta hegemonizaciò n Europa-America Latina, es hora de una investigación partiendo de nuestro contexto y proyectándolo al futuro.Y esto es romper con el actor que ejercita sus habilidades de tercer teatro en su espacio oculto, que sea verdaderamente humilde y salga y haga uso de la semiótica y codifique mensajes, y se comunique, eso es lo que necesitamos comunicación ejerció dialogico en todos los niveles.El maestro poseedor de la verdad, el apropiador de lo equivoco , ya esta muerto ahora creo que nos podemos equivocar siguiendo nuestros instintos, y sobre todo tratando de trabajar con el gran maestro , el otro, el mal llamado publico, que cada vez se convertirá en un agente más activo.Y es que el producto cultural cada vez se democratizara mucho màs, para desgracia de aquellos que quisieron y quieran capitalizar la experiencia artística. Ah y sin construccion, es decir si procesos ideologicos, no hay verdadero error, es decir el error no esta en el error, el error esta en la busqueda sistematisada.Porque te cuento que todos los maestros y tu mismo construyeron edificios ideologicos que hace rato la contingencia ha derrumbado , lo que yo no entiendo es porque seguimos adorando ruinas. y no aprehendemos de verdaderamente de sus errores, desde aqui podría surgior en verdadero proceso de investigación desde una autoevalución de lo cometido.Cuatrotablas RumboAlEncuetroAyac ucho2008 Peru <cuatrotablas_ chat@hotmail. com> escribió:Ver, oler, escuchar, tocar, asombrarse. Eso es lo que hacía ARGUEDAS. Y se lo trasmitió maravillosamente a su personaje alter-ego en LOS RIOS PROFUNDOS, Ernesto. El Ego Gigante que nos hace no vernos, no escucharnos, no olernos, no tocarnos, no asombrarnos del otro es lo que ha conseguido el PODER de los que dirigen el mundo. Ese Ego Gigante nos mata. Nos hace zombies, autómatas, muñecos, títeres, de los intereses del PODER. Y lo más nefasto, nos hace profundamente egoístas, vanidosos y envidiosos. Todo ésto mata. No hay nada sano. El egoísmo no es sano. La envidia no es sana. La vanidad no es sana. Y nuestro Ego Gigante se encarga del resto. Si no tenemos en cuenta ésto, si no miramos dentro de noostros mismos al enemigo; nunca seremos libres. Y si no somos libres, no podremos cambiar jamás el mundo. Este mundo artificial creado por el PODER, para su propio provecho. Y aquí no valen ideologías. Toda ideología es falsa, porque es dogma. Lo único verdadero es el error, el error es dialéctico. Y es aprendizaje. Qué difícil es aprender, queridos míos. Qué difícil.Hablar del arte es no hacer Arte. Hablar de Revolución es no hacer la Revolución. Los maestros nos enseñaron, Stanislavski, Artaud, Brecht, Grotowski, Barba, y más cerca aún Atahualpa del Cioppo, María Escudero, Enrique Buenaventura, Santiago García, y tantos tantos otros y más cerca todavía. Ellos hacían acciones, investigaban las acciones, trabajan y trabajaban día y noche sin hablar tanto, en silencio, en sus laboratorios sagrados. Sí sagrados. Pues es la única forma de garantizar la pureza de la búsqueda de la acción y sus errrores. Y a eso se le llama disciplina, rigor, ética. Todos ellos concluyeron el Teatro es Acción. Hoy día nos ufanamos de los espacios que tenemos para hablar; pero no de los espacios que tenemos para investigar, para experimentar, para equivocarnos y para asombrarnos. Hoy día nos preocupamos de los reales, que nos dá lo qfímerto y cuando prostituímos nmuestro artem, nuestras herram,ientas revolucionarias en calle y plazas,. en teatroos y teatruchjos tratando de seducir aun p`´ublico in seducible, nos lametamos yya no vemos mas allá dce nuetsro propio fracaso. No, no es la imagen , el marketing, lo que jhay que aprender y cultivar.esas son las arm,as del PODER. EL nos ha abnalizado y usado hace tiempo. Todos los insumos que creamos tofda una generación através de espectáculos memorables; han sido aprovechados por el mercado. El teatro pobre ya es parte dedel mercado y el público lo consume. Los que creemos que debemos no claudicar y somos vistos como bichos raros e inexplicables, por insistior en nuestros sueños y nuestras búsquedas no tienen tiempo para salir y gritar, hablar, discutir, polemiozar, hacer escandalo. Podemos solamente dialogar y dialogamos, más dee loo que la mayoría se imaginan. A veces sólo viéndonos, oyéndonos, oliendonos, tocanmdosnos. Sombrandonos.Quizás m,e equivoque, quizás ustedes tengan razón. Sólo algo me sirve de fé . L:a experiencia de los maestros. Ellos nunca se irán. Están en nostros, en nuestro aprendizaje. ya no se irán más. Están instalaods en nuestar búsqueda, en nuestro prioncipoio y en nuestras reghlas. Jamás diremos Grotowski ya fué, es como decir Brecht ya fué, Artaud ya fué, Satislavski ya Fué. Es como decir nosotrops mismos ya fuimos.Con profundo afecto por todos los que creen que el Arte y el teatro en particular, es el lo humano del hombre; pues morirá comn él.M;arioi Alejandro Delgado Vásquez. AIA CUATROTABLAS, Centro Piloto, Jr. Gerónimo Balarezo 383CHORRILLOS, teléfono 2514860, celular 97444804Ernesto Raez escribió:
Chriatian
Este diálogo cibernético que has planteado va tomando repercusiones muy alentadores. Por fin, se está hablando claro y posicionalmente. Yo, por sentir que vivo me entrometo en estas discusiones porque me parecen fecundas.
¿Picasso en su castillo, Neruda, en Isla Negra, García Márquez visitando Cubita la bella, son la traición al joven Picasso de los períodos rojo y azul que llego al cubismo hasta que llegó a Picasso; o al Neruda de Canto General, o al GGM de Cien años de Soledad? No quiero decir que no haya yo también censurado ver el pasacalle contestario en las celebraciones superficiales del Municipio de Lima, o en los vernisages de Caretas o en las organizaciones de la Sra. Eliane Karp? Pero, sé que el talento y la fidelidad a sus ideas de Miguel Rubio podrían dar explicación coherente a todo esto, evadiendo cualquier visión de aburguesamiento del grupo. Porque hay una comodidad que se deriva del reconocimiento que trae un pan mayor bajo el brazo que varía en algo las austeras costumbres de los primeros tiempos, los de La Madre, por ejemplo, que es un montaje balbuceante que seguramente lo hicieron con un presupuesto que hoy alcanzaría para comprar los cirios cusqueños de Santiago.
Yo particulamente y no por tolerancia sino objetivamente no los veo traicioneros. En su celebración última convocaron a voces jóvenes a expresarse al lado de sus productos del recuerdo. Y tratan de alinearse con las inquietudes actuales con producciones como Sin Título. Pero, no pueden evitar que, a pesar de estos esfuerzos, sean nacional e internacionalmente Yuyachkani ( "soy tu pensamiento" decían. ¿Lo siguen siendo?) Les pasa lo mismo que le sucedió a Histrión, teatro de arte, después de Marat-Sade. Y entonces la voz acusadora era la de ellos. Y por cierto que ahora la hay de los nuevos que, por nuevos balbucean, pero dejan sentir su voz de reclamo.
Mario, Miguel, son dos indiscutibles maestros del teatro peruano, como lo es Alberto Isola o Jorge Chiarella, como son patriarcas Carlos Gassols y Enrique Victoria.
En el arte a veces es mejor morir joven o cuando se ha producido la plenitud para no ser marginado por la historia que es implacable en su transformarse y reclama nuevos aires. Pero, qué ejemplo para las jóvenes actrices apreciar el riguroso trabajo compositivo y la vehemencia renovadora de Ana Correa o de Teresa Ralli. Ahora alineadas con el problema de géneros y haciendo talleres con mujeres o en poblaciones rurales. Vale la pena seguir esta trayectoria por lo riguroso de sus búsquedas, sobre todo en el campo del teatro y la educación.
Yuyachkani, como Vichama o Arena y Esteras tiene un local en Lima desde donde se proyectan y promueven y alientan el movimiento teatral. Ya el MOTIN no puede estar en su agenda como en los tiempos heroicos, antes de Sendero, que a todos les corrigió la ruta con su concepción del compromiso artístico tan extremo.
Yutachkani es otro crecimiento, sobre todo después que los dejó Gilberto Hume, que no tenía proyección artística aunque sí visión política ¿que ha traicionado ahora como productor en el canal 2?. Te das cuenta.
Yuyachkani es ejemplar por sus aciertos posicionales iniciales y por su crecimiento artìstico riguroso. Sólo así es posible entenderlos en su acercamiento a Barba, pero también a Santiago García, a Atahualpa del Cioppo, a Enrique Buenaventura. Y a los festivales de Cicone en Estados Unidos!
Malo es para un movimiento artístico que los líderes no se renueven, lo es para toda situación de poder. Porque el poder se gasta. No en su momento histórico si es bien proyectado. En los tiempos que siguen. Por eso hay reacciones al estilo de los tiempos que pasan. Por eso surgen las contrapropuestas agresivas y hay que aprender a recibirlas con todo su fuego y sus afanes incendiarios para no pecar de bomberos ni de piromaníacos del pasado.

Otrosí, ¿es transformador el rol del arte, no le corresponde esa función a la política? El rol del arte es esclarecedor, contestatario, rebelde con causa. No tiene efectos movilizadores, apoya a los que quieren producir estos efectos. Y los apoya con mensajes analógicos, capaces de conmovernos más que un panfleto o una mera declaración suversiva. No redunda el arte, abunda y desconcierta para servir a nuestra capacidad de cuestionamiento y renovación. Y para eso no debemos excluir a nadie que pretenda lo mismo sino unirnos críticamente, con el implacable rigor de los jóvenes.

¿Sabías que la relación de primeros invitados al ISTA de Barba la hizo Mario Delgado? Allí si no estoy mal informado, asistieron Alberto Ísola, Teresa Ralli y Fredy de Los Audaces de Arequipa ( que por lo demás es el que mejor transmite las propuestas de Barba, según mi parecer). Y este acercamiento le hizo bien al teatro peruano en la medida en que abrió escuela, la que rigió en los talleres de la Mustra, en las que hasta el sonido de la corneta del ISTA se empleó para levantar a los participantes.

Hoy el movimiento reclama otro modelo diferente al del MOTIN. Lo están buscando quienes lo sienten gastado. Lo van a renovar estoy seguro. El nombre no es problema, puede seguirse llamando así. Pero tendrá que ser otro. Ese otro que están buscando y que van a a encontrar.

A fines del mes de Octubre estaré en la Muestra de Teatro Universitario que impulsada inicialmente por Aureo Sotelo y reoxigenada por Sara Jofrée ha continuado descentralizada como las Muestras Nacionales y estará en Trujillo. Pienso que en el país quien menos fuego nos ha dado hasta el momento es el Teatro Universitario. Será interesante ver lo que ha progresado en su rigor artístico y conceptual. El TU no es un simple teatro de diletantes, tiene una responsabilidad en la formación de nuevos cuadros de espectadores exigentes, de promotores e investigadores que tanta falta nos hacen.
La responsabilidad y el valor que reclamas al teatro peruano debiera darse allí con intensidad, Pacientemente veremos que está sucediendo. Pero, recuerda mi implacable artista, que si bien la responsabilidad sigue siendo la misma, después de Montesinos y sus videos, el valor de esclarecer, declarar, cuestionar se ha hecho muy complejo en el teatro peruano.
Aunque no estoy de acuerdo con tu conclusión, pues no siento traidores a los compañeros de Yuyachkani, te agradezco tu frontal opinión porque demuestra que las nuevas geenraciones son frontales y ajenas al chismo, al comentario por lo bajo, a la inconformidad disimulada con un "te felicito" debe dar paso a la opinión abierta, la declaración valiosa por lo valiente. Y si alguien se molesta, no será artista, pues. Y si es artista y se molesta que lo demuestre con su obra renovada navegando el cauce de los nuevos tiempos.
Bueno en nuestro caso en que yo he abierto a propórito la polémica, la cosa puede continuar. invitando a Luis Paredes que leo hace un enfoque histórico, aunque breve, muy bien jalonado sobre la trayectoria de los grupos en cuestión.
Gracias por mantenerme informado.
Fraternalmente
Ernesto Ráez Mendiola



Si Cuatrotablas es la gran Mentira Yuyachkani es la Traición

Para el mejor grupo de teatro y de arte del Perú, del que más he visto obras y de hecho el que aun ahora me sigue influenciando.

Pero a ¿Qué precio?

Al de la traición de los ideales y la de su propia coherencia, ellos tendrán que rendir cuentas de porque el país es ahora, igual como lo tendrá que hacer y lo esta haciendo toda su generación, ¿Porqué el arte no cumplió su rol transformador?.

Que paso con el movimiento de teatro en el Perú, donde esta su responsabilidad, y su valor.

Hasta que tan hondo a llegado Yuyackani, lo cierto es que se hace urgente un Memoria autocrítica, esta quizás sea el mejor legado que nos puedan dejar.

En la suerte de sobre vivencia se cargaron con todo lo que enarbolaban excepto con el Teatro.

Pero de hecho un teatro de la traición en grupo.

El Mejor teatro del Perú sin duda.


Luis Paredes <luisparedes80@yahoo.es> escribió:
SI YUYACHKANI LA MEMORIA; CUATROTABLAS LA PASIÓNEscribe Luis ParedesObservar la trayactoria del Grupo Yuyachkani, en esta celebración de sus 35 años es un paseo por la memoria colectiva de nuestro país. Un país lleno de contrastes y leno además de contradicciones.Recorrer las fotos, los videos, las vitrinas, nos aproxima a una vivencia donde la memoria es el ingrediente fundamental y definitorio.Memoria de los años convulsionados por la violencia; memoria de las apuestas del momento; memoria del desconcierto de la guerra; memoria del país que se debatía entre el ver y no ver una realidad que se tornaba huidiza para muchos.Cuando un grupo de teatro está fuertemente ligado a la savia popular, su expresión escénica que no hace sino reproducir sus principales palpitaciones, aparece vigorosa intemporal.Y esto es lo que en retrospectiva nos ofrece Yuyachkani en Habitando un espacio, un trabajo donde la comcepción del museo moderno no puede estar ausente y en definitiva representa el concurso del conocimiento y el talento de un experto como lo es Luis Repeto. Pero donde el fondo está puesto en el rescate de la memoria y todo lo que significa Yuyachkani en el espectro cultural peruano.No puedo dejar de referirme a Cuatrotablas porque su vertiente es parecida pero no igual. Su génesis partía de un designio generacional. Una juventud explosiva que se rebelaba contra todo. Una explosión de rebveldía que Mario Delgado supo llenar de poesía. Una apusta generacional desde los más jóvenes hacia la sociedad en su conjunto. Una lucha de contrarios sumida en el individuo mismo, ¿cómo salir de esta contradicción personal, de esta lucha cruenta entre dos perspectivas de la vida?Mario Delgado encontró su camino en sus primeros espectáculos, donde el hombre-niño se encuentra ante un mundo que hay que cambiar si no no hay mundo posible. Entonces surge TU PAÍS ESTÁ FELIZ, como una llamarada de vida que incendia la pradera de las conciencias juveniles.para amar por el amor mismosin esperar del amor más que el amorANTONIO MIRANDAY en esos años una reverberación de sentido se revelaba en las manos y las gargantas de aquellos jóvenes actores. Con la poesía de este joven rebelde brasileño-venezolano. Con la guía espiritual de otro grande de la escena latinoamericana: Carlos Giménez. Toda esta apuesta pasionaria quedaría configurada al rededor del 71. Rajatabla y Cuatrotablas. Giménez y Mario Delgado. Dos artistas distintos y complementarios; también como lo que se conformaría en el Perú, con la insurgencia cada vez más afirmativa de Yuyachkani. Donde sí se configuran dos visiones distintas pero absolutamente complementarias de la realidad peruana.Lo curioso es que ambos grupos surgen en la misma época y casi desde los mismos torrentes generacionales. Con aspiraciones, en el arte y en la sociedad, similares. Yuyachkani abrazó a Boal y Cuatrotablas a Miranda.Yuyachkani se fue a recorrer el Perú. Y Cuatrotablas recorría la conciencia de los jóvenes. Yuyachkani soliviantaba a los obreros y a los mineros; mientras que Cuatrotablas estaba empeñado en despertar un ego dormido.Amar a todo el universo en un ser particularmensurable y condicionadoproyectarse en este sercontaminarse de élperderse en él tan completamentetan profundamenteque toda razón sea imposibletodo juicio insostenibleLa poesía, la canción, la música, hacía parte de este Cuatrotablas bisoño. Los gritos de los jóvenes elevaban el espíritu de toda una sociedad: todavía había esperanza para este país si sus jóvenes cantaban, aunque sus canciones contuvieran muchas dosis de amargura:Porque me cortaron las raíces,las alas, me confinaron en un cuadroy me dieron un nombrees que grito Porque el mundo hiere es que grito(...)No te pido amor por miSi no por el mundo que habitas distraídoEsta rebeldía, esta pasión fue cuajando en otros montajes y otras apuestas: fue perfeccionando su voz, su sonido y su continente: el cuerpo.Oye, se convierte en el himno de Cuatrotablas.La pregunta de ¿Qué es el Perú? vuelve a seducir a la juventud de su tiempo.Las explicaciones diversas eran una forma de encontrar el camino.Cuatrotablas reconoce que el Perú es un Encuentro de culturas y explora por ahí sus distintos derroteros.Cada intérprete (léase actor) de Cuatrotablas sabe cómo resolver su problema existencial, moral y social.Su lenguaje se va perfeccionando.Las distintas pedagogías del teatro enriquecen a Cuatrotablas.Cuatrotablas adopta la pedagogía de Grotowski.Cuatrotablas realiza el Encuentro Ayacucho 78Cuatrotablas reconoce en Vallejo un espacio temperamental y social que pinta una determinada idiosincracia nacional y moral. Y aparece LA AGONÍA Y LA FIESTA, hacia comienzos de los 80.Cada vez Cuatrotablas es más la fuerza de sus creadores individuales: Y cada uno parte a realizar su particular experiencia: Malco Oliveros, Lucho Ramírez, Ricardo Santa Cruz y finalmente José Carlos Urteaga.Yuyachkani, en cambio, se mantiene incólume. Son muy pocos los que partieron. Hacen la experiencia de La Madre de Brecht y adoptan un ideal político y estético.Relizan ALLPA RAYCU y se quedan con el colorido de la fiesta popular, que también es una manera de rescatar algo ancestralmente negado.En el 82 nacen LOS MÚSICOS AMBULANTES, que recorren todo el Perú. La prédica urgente del momento era la unidad en función de un anhelo común.Arguedas en su Zorro de arriba, zorro de abajo, inviste ENCUENTRO DE ZORROS (86)En el año 1987 Teresa Ralli realiza BALADAS DEL BIENESTAR. La enciclopedia corporal de Brecht.CONTRAELVIENTO, era una manera de encontrar una explicación a la violencia de esos años y construir, pese a todo, un derrotero de esperanza. Mama Coya y Mama Huaco se enfrentaban. (Podemos reconstruir los diálogos en la exposición de Riva Aguero y leer las lúcidas palabras de Hugo Salazar del Alcazar al respecto).ANTÍGONA es otro punto alto en la trayectoria reciente del grupo. Podemos ver secuencias en una pantalla gigante.SIN TÍTULO es casi una reproducción minuciosa en pequeño. Sólo falta que un actor se incorpore por ahí para completar el montaje.La memoria y la pasión son dos ingredientes fundamentales en el teatro. Estos dos grupos las han esgrimido al máximo.Luis ParedesAsociación Peruana de Crítica e Investigación Teatral Gracias por escribirme, lo cierto es que no soy de Cuatro tablas, de alguna manera me sentí en algún momento de Mario pero esa fue mi quimera, solo soy un Teatrista, lO DE Christian y Teresa, es por mi amor Teresa con quien pronto tendremos una hija.Las de mis puntos y comas, tienen razón las leyes de la, gramática se hacen obsoletas para una generación como la mía que trata de entender todo desde una mirada visual superflua, pero lo que no puedo compartir es que los actores hayan muerto. Los actores somos todos, lo que ha muerto es un ideal de actor, un tiempo en el cuerpo del actor. Hoy es el tiempo del teatro mediático de la bomba. Señor cuando lo vi en la escena goce, con la sombrillita, y la sombra, con el vomito directo y el recogido, más Ricardo Bartes Director argentino me dijo que las obras de teatro no son para entender sino para que se queden diseccionadas, y me llevo su barba dulce, su precariedad y pretensión absoluta con la que me identifico, su ironía y humor cuasi hermético,y su miedo. Pasolini es uno de mis directores favoritos, el hombre desnudo ante su instinto que lo interpele, ante el caos moderno, los cuentos y la fascinación, y lo vuelvo a decir goce con tu obra, y me hubiera encantado trabajar contigo, quizás de eso se trata mi mail de que Mario me mienta, y de poder creerlo y este es mi gran problema que no creo, y busco venganza a todo aquel que mato mi fe en el teatro. Ahora yo desprendo con agujas las bisagras de las mascaras de la vida. Más no consigo la cordura necesaria para hacerlo sin lastimarme.

carlos riboty escribió:
Finalmente te conozco, Cristian Teresa (eres doble filo? por què te metes nombre de mujer? por que eres del teatro loco?) Como sea, me ha costado un poco descifrar tu castellano, sin puntos, sin acentos, se entiende la mitad de lo que expresas, y no es tu culpa, chico, estàn aprendiendo a escribir con el celular, con mensajitos, los "jòvenes" del futuro. Una vez descifrada "tu crìtica" puedo decir que te conozco. Tù has visto mi espectàculo, te he conmovido, te he sacado la mierda, es raro que los chicos cìnicos lo reconozcan pero lo has hecho. No has entendido lo de la propuesta del texto (el nuevo teatro criollo lisuriento) y te has quedado en las imàgenes, en lo exterior del resultado... y no te culpo, habrìa que ver varias veces el Sacrosanto... pero mis amigos crìticos no me hacen caso y còmo hacen para desmontar luego algo que les ha pasado como una centella?: actores, poemas, elementos, secuencias fìsicas... imposible comentar un espectàculo como el Pasolini simplemente con una mirada... saldràn solo esas cosas romànticas o superficiales o poèticas como le saliò a Luchito Paredes instigado por Mario Delgado que le dijo maliciosamente de que no hubiera podido hacer una crìtica poètica como la habìa hecho el poeta siciliano... sì, a veces los desafìos ayudan.
Por otro lado lo has alabado a Mario, cosa que le harà bien a su coranzoncito maltratado. Dices pertenecer a Cuatrotablas... pues te cuento, tu mensaje fue leìdo en la mesa por Josè Infante, donde estaban todos los actores que habìan trabajo conmigo y despuès de descifrarlo les preguntè a boca de jarro: "Quièn es este incomprendido que està pidiendo pertenecer a ALGO a gritos...?" "Tiene TALENTO o es uno màs del montòn apachurrado?" Y los chicos, tus compañeros jòvenes, despuès de un fugaz pensamiento asintieron: "tiene talento, le han lavado el cerebro, pero de tener talento, lo tiene..." Asì que vale la pena escribirte. Làstima no haberte conocido antes o al menos saber por què Mario no me propuso trabajar contigo? Vaya uno a saberlo. Al menos fuiste el ùnico Cuatrotablas que se atreviò a decir algo sensato (ese Quevedo bestia no te entendiò o entendiò lo que querìa o no te pudo descifrar), los otros, los "històricos", "los respetables viejos" o los "nuevos y modernos", las "ùltimas generaciones", o no fueron o no fueron capaces de hilar dos pensamientos seguidos sobre lo que vieron. Què brutos, què tacaños, què miserables los Cuatrotablas que no fueron. Creyeron que hacièndome desplante a mì se lavaban el cuero, pero peor para ellos, quedaron como cangrejos, no cerraron nada con el pasado y ahì estaba Mario llorando en silencio por la ausencia de èstos.
Y ya para despedirme, si eran 35 de Cuatrotablas, son 25 años del Riboty y ya me cansè... desde que vi por primera vez a Ricardo Santa Cruz con La Silla de Surquillo haciendo Karadoshu de Aureo Sotelo en Cerro de Pasco en el 81 me dije: "esto voy a hacer, asì, algùn dìa..." Ahora, ya no me importa un bledo, se acabaron los actores verdaderos, hay sòlo intèrpretes, incluso buenos, pero me aburren los sin cerebro. Espero que sigas con tu Teatro Loco... acà en Europa hay harto de eso. Ah! y estamos preparando material para sacar Textos de Teatro Peruano en honor a tu maestro.
Adiòs, vamos a ver cuànto aguantas, Cristian Teresa (eres maromero, que te pones nombre de hembra, exCuatrotablas?)
el Riboty
From: Chrstian Teresa rodriguez franco To: peruteatro@yahoogroups.com, peruteatro@gruposyahoo.comSubject: [peruteatro] CuatrotablasDate: Sat, 23 Sep 2006 20:18:08 +0200 (CEST)>Lejos de la doble Moral Limeña y de la critica justa, que tanto se reclama, me atrevo a hablar sobre Cuatrotablas.>>> Ayer he sido conmovido, y esto parte el silencio que me prometí guardar, ver a Mario siempre me ha causado muchas emociones, la pregunta es ¿Qué es Cuatrotablas? ¿un grupo?, yo no lo entiendo asì, a pesar de estar en esa vorágine , y ser el elemento fundamental Cuatrotablas, se entendería como lo que hoy entendemos un proyecto teatral, que Renace de Mario y de su experiencia de grupo, cuatrotablas es la semilla del Teatro Peruano Contamporaneo en especial del Limeño, si entendiéramos su errores y virtudes, entenderíamos mucho mas de nuestro arte dramático de lo que creemos, pero Mario es un laberinto, la pregunta es como no envidiarlo y al mismo tiempo despreciar a tal estafador de las artes escénicas.>> Este hombre de inmensa sabiduría y habilidad, ¿Coma la hiciste? Fue la pregunta que indigno al maestro, pero la pregunta resuena Mario delgado ¿Cómo la hiciste?, de ¿Donde nace tal poder de embaucamiento?>>> De esta mentira llamada Cuatrotablas nacen muchos grupos, muchos artistas, es innumerable la cantidad, y el maestro pide agradecimiento, ya esta cansado, El Perú agota, y en su camino el ha encontrado mentirosos mucho mas peligrosos, ¿porque dejar al maestro solo? , nosotros las nuevas generaciones nos hacemos los cojudos, y hasta finjimos una indignidad. Que nos corroe ante tal personaje.>> Ayer vi el espectáculo de Riboti y no puedo mentirle a mi alma goce, de un trabajo que no se quería hacer creer a si mismo pero que se imponía como verdad artistica, todo el discurso moral se lo habrían podido chupar, Carlos Riboty se hubiera podido comer sus palabras, pero quiso vomitar elegantemente delante de este público. Carlos pensaba en el silencio de Grotowosky, y es cierto para nuestra cultura es tan difícil, llegar a esa armonía, el momento en que de verdad se apaga el ego para armonizar, ayer fui a un espectáculo del ego dolido.>> Tal patetismo es en el que nos tenemos que embadurnar, para sentir la fe en algo?>> Imposible de agradecer Mario , lo que hiciste es imposible de agradecer, porque no te vuelves peligroso aun a tu edad, porque no dejas de dolerte, porque tu camino es el cariño falso, la mentira. El amor teatral inventado en el Perú.>> Que es lo queda de Cuatrotablas, queda el profundo fracaso, de una semilla enferma.> Y esta sigue dando brotes como ninguno.>> Yo se y lo sabré siempre que no hay Maestro más grande en el Perú que Mario Delgado, que no hay proyecto mas fértil que Cuatrotablas. Que no hay cosa que haya hecho más daño.>>> (La Critica nos pertenece a todos, la investigaciòn es tarea de todos no esperemos, no esperemos que caigan los presupuestos, no esperemos volvernos viejas y construir nuestras enfermas instituciones occidentales)>>>>--------------------------------->>LLama Gratis a cualquier PC del Mundo.>Llamadas a fijos y móviles desde 1 céntimo por minuto.>http://es.voice.yahoo.com>>[Se eliminaron del mensaje las partes que no eran texto]>>>>>

Dejando Atras los abismos negros, la revolución no pasa por democracias representativas

Es cierto que de pronto me siento caminado en una especie de agujero negro del que parece que no saldrá ninguna idea sino de la neutralización de todas ellas, he revisado los mail de “Tete”, y no alcanzo a rescatar alguna propuesta, y aun en la defensa de algunos presupuestos hay contradicciones, lo interesante es su exigencia de mayor rigurosidad algunos que otros referentes que de hecho se me escapan de la mano y son un llamado a revisarlos.


De la contradicción entre Reforma y Revolución, es cierto esta dicotomía no es mas que una complementariedad, pero eso quiere decir que es necesario una proceso revolucionario real y no un maquillaje reformista, no entiendo cual es la posición de Tete, defendiendo lo indefendible el “Estado”

Del Estado, ella sostiene que no hay otra vía para dar los servicios a la población que el Estado, claro que no la hay ahora, pero creo que separando el estado de lo que es el gobierno, es hora de pasar a hacer una red civil no manejada por el gobierno de turno, sino como su nombre lo dice por la sociedad civil organizada.

De la crisis del Marxismo, que pena pero creo que ya se hicieron suficientes duelos, lamentos, y revisiones, para darse cuenta que ya no da más, los grandes edificios ideológicos no solo el marxismo, se han acabado, no así la historia, la democratización ideología no puede dar paso a una unión partidaria, porque ya no se trata de partidos se trata de múltiples divisiones ideológicas, y ahora lo que debe de venir son vínculos. Pero aun la marginación a estas múltiples divisiones ideológicas se sigue viviendo, lejos de ver lo negativo de tantos candidatos para presidentes, totalmente ridiculizados por el medio mediático, veo procesos interesantes, lo lamentable es que se sigue apostando por la democracia representativa, El abismo negro cada vez màs perdido en el espacio histórico, pero es que la Explosión de las estrellas como Marx, eso es lo que ha creado abismos negros, y Tete, el pedido de Miyagui o màs bien de su picachu, de NeW Stars solo se realizara cuando personas interesantes como tu dejen de lado su defensa de esos abismos negros. Es decir se abran a nuevas propuestas ya no venidas del Tatarabuelo Marx.

Del acto dialogico, por lo tanto los procesos se darán en el dialogo de estas nuevos procesos ideológicos, cargados de poder de político

De la Democratización del Capital , ¿Redistribucion? Claro que si se requiere de una distribución de los juegos de poder, de los casilleros ocupados, y esto como tu bien sabes no es tarea solo del estado por favor, al contrario el estado hace su juego al poder, para sobrevivir en la globalización cuando como tu bien anotas cada vez es mas que nada una especie de testigo, o secretario de estos poderes. Aquí es el juego de la revolución, manejo de las fuerzas productivas?! No ¡ Son otros tiempo hoy no pasa por terminar con la sociedad de mercado , sino subvertirla hasta ver su fin, pasa màs bien por su permanente critica .
El consumidor poco a poco tendrá que volverse en un productor Político. El plano del conocimiento horizontal, logrado con la Internet, tiene que hacer una gran diferencia día, a día, el consumidor tiene que dejar su lado pasivo para pasar a un rol activo, no solo dentro del Diseño del producto sino también en la dinámica de producción de este, teniendo absoluto conocimiento del movimiento económico dentro de las empresas. Dejando por fin de lado el concepto consumidor y terminado la hegemonía de la sociedad de mercado, sus leyes de oferta y demanda, por una valorización del trabajo colectivo y preocupación real de toda su dinámica e impacto en nosotros mismos y el medio ambiente..

De lo privado a lo público, esta exigencia debe ser letal, la economía debe ser totalmente transparente, sus proceso deben ser seguidos por la sociedad civil, el derecho de prevaciad y de los bancas deber ser totalmente vulnerado, la sociedad civil debe estar al tanto de cada movimiento.


Una Nueva Ciudadanía con poder, político, Económico, Social, Cultural.

Y otra vez estoy en términos declarativos y no analíticos como “Tete”, que puedo decir me gana

De las reivindicaciones culturales, Estas se darán, sin el intermedio del estado para que conserve el status quo, en una sociedad llena de tensiones, que se expresen en lo simbólico, en lo virtual, que pasa a ser un plano mucho màs importante que lo real, y que tiene mucho mas incidencia en cualquier otro plano.

De lo Bélico, y es que si hay algo que debe acabar es la utilización de las armas para la guerra, esta debe ser totalmente virtual, simbólica, el instinto fanático del hombre debe superarse en esos plano, llegar a sus paroxismos, no renunciaremos a la guerra jamás, pero si a las armas, empezando por cualquier tipo de proceso reinvicativo, donde la violencia debe ser netamente simbólica.

De lo simbólico como subversión, la palabra arte esta cargada la rentablemente de todo un fondo elitizante, y ya basta con la propiedad intelectual, esta no existe en si, la creación no puede estar sujete al genio individual como potencia de creación, la creación es un juego social, se sensibilidades y representaciones, por lo tanto hablemos de trabajo cultural, de creación cultural o de transartes es decir artes en transición a planos políticos, antropológicos, o tecnológicos, o científicos, y esto no es patrimonio del arte y su educación vertical, apegada a sus procesos técnicos formales, y a su educación vertical de vacas sagradas, el proceso creativo debe ser de todos, y cada obra no puede adjudicarse como propiedad de alguien , solo señalar sus aportes a la construcción de la misma, rastreado hasta los mas lejanos esto es investigación.
Por lo tanto así como el espectáculo mueve todos los ejes de la sociedad con la importancia de la configuración de la imagen, el arte debe alterarlo con la deconstrución de esta misma, es hora de sacar de la postmodernidad su gran lección la constante deslegitimación, pasando a una provocación de formulación de nuevas presencias y representaciones, como también a procesos de legitimación. bueno Esto es motivo Para una muy larga extensión.

De lo contracultural, entendido como una exigencia mayor a la actual cultura la cual yo llamo la cultura del Encagamiento, es decir donde todos vivimos en la caca y cagando al otro, para poder respirar, pues parte de esta cultura es la democracia representativa y cuando alguien pasa de las filas de lo contracultural a las de la democracia representativa, pues la esta cagando, encausando en vía retorno a cualquier tipo de proceso contracultural y ante esto mi profunda indignación.

De los procesos Democráticos, y esto hay que entenderlo porque el proceso Democrático es eso un proceso no un estanque, no podemos estancarnos en las aguas podridas de la democracia representativa y su corrupción, hay que pasar a una democracia directa, y luego espero a una cosa mucho mejor que la democracia, que tiene incrustada una demagogia permanente, con este pueblo que se ha convertido en masa, de todos sus Bocados. Ahora existe la tecnología para todo lo que escribo, una democracia directa, la democratización del capital, es cuestión de voluntades políticas y la articulación y proceso dialogico de ellos, (que espero en algo estar contribuyendo).


En fin las ideas se me desordenan tengo que reconocerlo pero muy lejos de necesitar un maestro que me guíe en la oscuridad, necesito un amante, con el que se pueda compartir, ideas y sensibilidades, así que si tu quieres ser mi mujer Miguel, o Tu Tete estaré encantado, o si quieren que yo sea la parte femenina y vaciarse o venirse dentro mío, estaré más que complacido.

Visita

http://teatroloco.blogspot.com/

cosas sueltas sobre un mail que recibí (firmado por miguel blásica), que contestaba algunas cosas que dije antes).

sobre la pusilanimidad del conocimiento y la aplicación del marxismo. de acuerdo:ya la sola idea de "aplicación" nos relevarìa a todos de cualquier forma de "interpretación" o -prefiero decir- bùsqueda en la producción marxista (tanto en el mismo marx como los desarrollos posteriores en su línea de pensamiento). sobre este cabe señalar que se trata de una debacle mucho más profunda que la simple "crisis de paradigmas", entendiendo por esto a las figuras críticas referenciales (tipo marx). alguna gente muy brillante lo ha llamado crisis civilizatoria. para este punto (entiendo que no se trata de terminar los temas aquí, sino de generar una reflexiòn màs amplia) recomiendo revisar los planteamientos de Boaventura de Souza Santos (googleenlo nomás) acerca la ciencia como pensamiento-fuerte para transformar y pensamiento-débil-para-comprender.

sobre este asunto del estado.primero:no te imaginas la cantidad de juicios que pierde el estado, no te imaginas. casi ninguno lo puede ganar. eso esta en cifras que puedes consultar. a què voy. el estado en ultima instancia se esta transformando en un mero coordinador de intereses, donde el mayor peso lo tiene el capital financiero transnacional y sus aliados locales. si piensas en tratados como el TLC con EEUU, es facil ver que no se trata de pactos comerciales, sino que establecen nuevos parámetros jurídicos que vulneran la soberania de los estados. alli se estipula que las empresas pueden demandar al estado si los terminos en los que "regula" sus inversines en los territorios no les conviene. hay una cosa interesantísima del mismo Boaventura, que postula "el estado como novisimo movimiento social". Debatible, pero muy motivador. segundo: sin negar la importancia de las cuestiones de origen del estado (del sistema administrativo, básicamente y su orientación) en el perú, creo que lo fundamental para nuestra discusión (y para lo que a mi me preocupa) es que el estado como objeto de critica se ha desdibujado totalmente. hay que ver al estado como un objeto de disputa mas que como a el enemigo que concentra el poder. es un intermediario de un poder deslocalizado.

En fin.
Tres cositas para acabar. Hay una cosa que dices que me preocupó un montón:

Cuando te refieres a aspectos cruciales del liberalismo no tomados en cuenta por nuestros izquierdistas ¿supongo que uno de ellos se refiere a la defensa de la sacrosanta libertad del mercado en el Perú? ¿a ciertos derechos ciudadanos iluminados por los herederos del espíritu revolucionario francés conducidos luego a las legítimas aspiraciones de reconocimiento e inclusión de la gente…¿debo comprender el término inclusión a todo el mundo Saga, Jockey plaza Mega plaza Norte way of life mezclada con Gamarra?

Respondo
¿por que debes suponer eso? De dónde se deriva que me refiero a esa "sacrosanta" libertad de mercado oq eu "inclusión" es únicamente inclusión en el mercado. Vamos, hombre, no hay que ser tan antojadizo. Me refiero a cosas menos diabólicas, como el hecho de que no se reconozcan como legítimos los intereses de las clases medias de origen popular, que pueden pasar por educación, vivienda, tener un negocio propio, seguridad, lugares de esparcimiento y consumo (si, eso estoy diciendo)... justamente porque no se quiso entender y representar esos intereses es que fue y es muy fácil que se capitalicen (se aprovechen, si tu quieres) esos intereses hacia el discurso que hace equivaler esas aspiraciones a "mundo saga" y demás. Que para mi, es un discurso funcional a la lógica neoliberal.

La otra cosa que dices que me parece espantosa es eso de que defiendo el estado como lo defiende Hugo Neyra... por favor...

Cuando defiendes (...)la institucionalidad de un Estado (...) colocas ese ente como un edificio que si ahora alberga a dos o tres corruptos podría cambiar su conformación, pero no creo en esa salida facilista. La preocupación no es por esos dos o tres corruptos, sino por la constitución básica de ese edificio, sus cimientos ¿es un edificio que realmente nos representa, que cumple sus premisas en un sentido estrictamente democrático?

Neyra defiende el estado como república. creo que no hay que leer con mucha atención para darse cuenta de que son posiciones radicalmente distintas. ¿de dónde sacas que yo digo que se trata de un "cambio de correlación de fuerzas" o de "limpiar el estado" de los corruptos? ¡Efectivamente! No es un edificio que nos represente, no es democrático... está tomado por particulares. Pero dime desde qué otro canal puedes operar políticas tipo, voy a poner ejemplitos, tipo protección a los derechos sexuales, tipo cobertura de salud, tipo cobertura en educación, tipo créditos para programas de vivienda para clases populares... o quieres "sincerar" las cosas y de una vez entregarsela a privados, también puede ser. En ningún momento he pensado y menos dicho que es la única vía o "la" vía. Sólo he dicho que todas estas cosas son derechos conseguidos (aún con todas sus debilidades y retrocesos) en conflicto y negociación con el estado y el discurso de la gente con sensibilidad social, como el tuyo o el de christian, que me parece que tienen componentes muy movilizadores, tiende a desdibujar estos hechos y a pensar que el "enemigo" es el estado. Yo ya no estoy tan segura que sea así de fácil, menos cuando (no abundaré en esto, pues ceo que está en el mail que envíe para Christian, donde además, acalro, sólo trataba de poner un ejemplo de lo que es darle contenido a esas afirmaciones tipo "democratizar el capital" mas alla de lo que yo crea o no)) lo que hace y deja de hacer el estado en tanto aparato administrativo golpea tanto a la gente. No me refiero (perdona que lo explique como para chiquito) a lo que diga o deje de decir el presidente del congreso, que seguramente piensa que es muy importante para la gente, sino que me refiero al funcionario canalla amarrado al lobista que hará que se entregue la proxima concesión minera afectando a las comunidades (a agregandoles un nuevo objeto de conflicto, como participación en las ganancias de la empresa o la administración de los fondos de fideicomiso), o me refiero a aquellos que decidirán si mañana entregan o no la pildora del dia siguiente en establecimientos de salud en barrios populares, o me refiero a si los programas de vivienda se orientaran solo a los sectores medios o habra algun tipo de atencion a la demanda de vivienda para sectores populares o si el sistema financiero y las grandes inmobiliarias serán las únicas ganadoras. No me refiero a si la policía me corretea con gases lacrimógenos. A veces no es tan romántica la cosa.

Finalmente me voy a dar por aludida, me ofenderé un poco y me pondré el guante de lo que dices sobre hacer gala de academicismos universitarios, porque si no fue una especie de sugerencia, pues no sé a qué te estarías refiriendo). Digamos que te referías a mi. Sólo diré que en la universidad (si te avispas un poco y te la crees) cuando eliges una carrera como la q yo elegí, lo haces porque quieres entrenarte para reflexionar y porque quieres darle una orientación a esa reflexión. Y usas un determinado registro, porque para eso te entrenas. Y hay que hacerlo bien. Yo estoy muy orgullosa de mi educación, la que me dieron mis padres, la que luego pude tener en la universidad (pública y muy mala por cierto) y en la chamba. Si algo de lo que he presentado te ha parecido academicismo universitario, caramba, ahora hablar desde lo que uno se ha esforzado por entrenarse resulta que es algo de lo que hay que avergonzarse. Eso que dices " el camino de cambiar las estructuras de poder no sigue los senderos que algunos quisiéramos", pues por lo menos exige un esfuerzo de reflexión y análisis más o menos serio (claro que no sólo eso) y creo que he tratado de contribuir describiendo algunos escenarios, más allá de mis propias apuestas.

Lo de los partidos ya lo dije antes, no estoy hablando de las franquicias electorales ni de partidos estalinistas. En todo caso ponganle contenido a esas "otras formas" a las que se refieren, eso sería una cosa interesante de discutir pues tengo unas ideas para intercambiar y por ejemplo, con miyagui y otros compañeros hemos estado preocupados y activos en ese tema, militando juntos, cuestionando fuerte lo de los partidos. Que yo considere un tipo de representación de intereses medianamente estructurada, que también entre a lo electoral y que me parezca que eso es una forma de canalizar demandas y sostenerlas en el tiempo, pues no es ninguna forma nueva de pensar y que te parezca desafortunado, bueno, ojalá me expliques por qué, aunque intuyo que estaremos en desacuerdo sobre el punto.

Finalmente (ahora si) lo último que dices sobre el reformismo, ya dije antes. es un debate estéril. Más que los reformistas me preocupan tanto los que juegan (hasta para reflexionar) sólo con las fichas que están en el tablero, con las posibilidades y no con la potencia. Y también me preocupan los que, aferrados a un discurso de formato revolucionario, no son capaces de problematizar sus propias apuestas y ser más honestos.

Un saludo
teresa

ps.- Me permito enviarlo directamente a sus correos. Sólo me gustaría evitar circular por la e-lista de peruteatro, pues ya una vez supe que hubo un incidente bien desagradable por el cual atacaron a eliana vigil y también al mismo ernesto, al punto que a ernesto el moderador lo sacó de la lista sin más ni menos, sin avisarle ni nada, después de una trifulca lamentable y muy muy obtusa.´Me parece que debe estar suscrita gente muy bacán, pero también gente que le gusta declararse muy política y muy comprometida, pero luego alguien dice algo que no les gusta y dicen que es una lista para "gente de teatro", "cosas de teatro" y demás provincianadas. Si mandan este debate por ahi la cosa se va a distorsionar y quizá los terminen expulsando por que yo no soy de teatro y seguro me quiero ganar alguito en su medio. Con verdadero respeto.

La presencia de voces que puedan adherirse a un amplio debate sobre aspectos sobre los que hay preocupación y que nos tocan directa e indirectamente siempre es válida y a mi incluso me divierte, en el sano juicio de ayudar a pensar se entiende; el dialogo sobre lo artístico se enriquece en la búsqueda de aclarar conceptos e ideas con aportes sociológicos, antropológicos, económicos y ahora porque no lo gastronómico y etc. Sobre todo porque opiniones como la de Christian de democratizar el capital, requieren algo de re-conocimiento del tema económico para "sustentarse" pues bien, en ese camino de interrelación e integración en el intercambio de ideas creo que podemos hallar, si mantenemos la coherencia aceptando opiniones y críticas sobre nuestros pensamientos, ese punto medio que exigía Aristóteles, ello puede significar reflexión en los rumbos personales y quizás en forma colectiva, metas comunes.
Pues bien basta de chácharas introductorias y de frente al asunto del palo a los comentarios de Teresa Cabrera:

Los discursos de la izquierda se han vuelto inexpresivos, es cierto, lastimeramente reemplazados por los discursos técnicos de las ONGs y no han podido alcanzar vuelo simple y llanamente porque aquellos que solían interpretar a Marx en los buenos tiempos de la hora del lonchecito, no han podido explicar de manera adecuada (lo que significaría un manejo coherente en lo interpretativo de su obra) la magnitud de la catástrofe. La debacle del pensamiento de la izquierda desde lo caviar hasta plaza 2 de mayo, desnuda precisamente aquello que pretendía ocultar: la pusilanimidad del conocimiento y aplicación del marxismo. Basta darse una vueltecita por Internet para ver como en otras latitudes (y ojo, muy cercanas) se dan interesantes formas de re-interpretar (¿algún gandul brontosaurico lo entenderá como re-visionismo?) al barbudo de Bremen. Lo que pasa también es que el tiempo se les ha ido en como sobrevivir en la miserable y repugnante escena política actual y cero de nota en re-evolucionar ideas ¿alguna vez las tuvieron?

Esto que afirmas de saque Teresa me parece genial: "no es sólo que muchas categorías estén vacías de sentido, sino que hay muchos sentidos puestos en juego para los que no hay categorías", y obviamente no hay tampoco recetas, ni cuadros metodológicos, aun estamos lejos quizás de presuponer las formas de articular un dialogo que se aleje de la fraseología que suele circundar lo entendible como político, y es justo por ello que los jóvenes y otros grupos huyan como de la lepra cuando le mencionan la palabreja de marras, pero ojo también que eso ya no es tanto así.

Es aquí donde valoro lo dicho por Miyagui de que el arte y su función social pueden reinterpretar la medida de su valor como concepto, en su relación dinámica con lo social donde ahí si se pondrían en juego los sentidos por ti mencionados y dependerá de ello posteriormente la definición de sus categorías (lamentablemente, que se le va a hacer) y ese si es un expectante paso en lo político pues implica tomar en cuenta la experiencia de la organización artística como posibilidad de cohabitación social y su relación con los núcleos donde esto se ponga en práctica. La mirada se vuelca hacia otras experiencias que antes no se tuvieron en cuenta.

Pues bien ¿Qué rol juega el Estado en todo ello? Habría que preguntarse más allá de su funcionabilidad, si ese denominado Estado cumple básicamente con la responsabilidad a que están sujetas sus funciones públicas: ¿cumple con su tarea de servicio hacia la integración del Perú como nación, lleva alguna carga de identidad, uno se identifica con ella? ¿si alguien entabla un juicio penal al Estado por una determinada circunstancia, creemos que podrá salir airoso en sus demandas? ¿A quienes representa ese Estado? No lo menciono en el sentido de que otros sectores vigilantes de derechos fundamentales puedan interceder y que las lamentaciones sobre el estado de ese Estado continúen, sino en la propia esencia de ese Estado peruano que mencionas. ¿Cómo se conformó y empezó ese Estado a inicios de su historia republicana, a partir de quienes? ¿Siguen vigentes aspectos de segregación, particularismos, prejuicios y obsolescencia que ha determinado que el país no se nutra de los cambios fundamentales en su historia y que en determinadas circunstancias podrían haber cambiado el eje de su destino?
Alan Touraine mencionado desde La Sorbona por Hugo Neyra decía que en nuestras latitudes se confundía al Estado con el gobierno, dos cosas muy diferentes en realidad, pero alejándonos un poco del idealismo francés que anima los fundamentos de nuestra institucionalidad republicana, podremos ver que la distancia en la comprensión de un real Estado nace del paternalismo en muchas circunstancias y en otras de su violencia e imposición. Ya en el naciente siglo XXI sufre las consecuencias de no haber amalgamado en su constitución y por ello tampoco en su práctica las experiencias de organización y de colectividad de muchos sectores y sus experiencias, ni en lo administrativo ni en lo económico. Cuando defiendes (como Neyra y muchos teóricos del Estado, algunos de ellos defensores en el pasado de regímenes de facto, ojo con ello) la institucionalidad de un Estado unas veces civil y otras cachaquense, colocas ese ente como un edificio que si ahora alberga a dos o tres corruptos podría cambiar su conformación, pero no creo en esa salida facilista. La preocupación no es por esos dos o tres corruptos, sino por la constitución básica de ese edificio, sus cimientos ¿es un edificio que realmente nos representa, que cumple sus premisas en un sentido estrictamente democrático? Y más allá de eso ¿podemos encontrar como culturas una vía de representatividad democrática que funcioné según modelos establecidos o sería mejor que para que podamos hablar de un encuentro común que nos muestre el sentido de entender el Perú como nación, tenemos que dar el paso de incluir a otros actores y que ello genere primero un dialogo? Ya muchos han hablado de refundación del Estado y en Bolivia parece que se lo están tomando en serio (veremos que resulta de eso).
Puede ser que no estemos aceptando las reglas establecidas de democracia digitada por unos pocos para muchos, y eso es muy peligroso para los intereses en juego.
Entonces es mucho mas compleja y difícil la cosa y no basta simplemente hacer gala de academicismos universitarios, parece que el camino de cambiar las estructuras de poder no sigue los senderos que algunos quisiéramos, ahora, eso de que sin ellos : no hay vías para canalizar las demandas, no hay posibilidad de agregar intereses y no hay nada que en el tiempo sostenga las acciones… eso si que es desafortunado, me parece que si hay otras vías que no tienen que ver precisamente con los partidos políticos, que a largo o corto plazo el olfato de esos a quienes Christian llama mercachifleros pueda almorzarse la presa, esa es otra cosa. Dejemos paso que a eso que llamas reconstitución del tejido social modele otras formas
Cuando te refieres a aspectos cruciales del liberalismo no tomados en cuenta por nuestros izquierdistas ¿supongo que uno de ellos se refiere a la defensa de la sacrosanta libertad del mercado en el Perú? ¿a ciertos derechos ciudadanos iluminados por los herederos del espíritu revolucionario francés conducidos luego a las legítimas aspiraciones de reconocimiento e inclusión de la gente…¿debo comprender el término inclusión a todo el mundo Saga, Jockey plaza Mega plaza Norte way of life mezclada con Gamarra? Pues si, basta prender el televisor (por cierto no tengo TV en casa) para darse cuenta que eso es lo que eso es lo que se reproduce no sólo hacia abajo sino porque Dina Paucar en la revista Somos de El Comercio luce regia, también va para arriba.
Pues ese es el rumbo y para que negarlo, veremos a que nos conduce, pienso que hay un pragmatismo interesante de esos sectores en lo político. De Fujimori a esta parte se ha aprendido de los golpes, yucas y demás shocks, Si Alan García está en el poder es para crecer económicamente, es el rumbo pujante de esos migrantes de tercera generación como los llama también Christian (que me resulta mucho más sardónico que llamarlos limeños a secas).
Y es ese momento efervescente como sal de frutas en un vaso de agua después de la borrachera lo que determina aquello de la subversión de lo simbólico, pues esas masas están configurando un referente mítico que aun no lo tienen, vamos, lo han estado mutando desde ese complejo asunto que se llamo Mesianismo andino, lo simbólico oral y etc. etc Por eso son valiosos Arguedas, Churata y también los artefactos audiovisuales. Si nos percatamos bien, una de los primeras y básicas herramientas de cohesión social de los migrantes desde fines de los 50 del siglo pasado ha sido la TV, lo rebasa todo. El vuelco que dá en la configuración social de los 90 para adelante este aparato en manos de su eminencia gris Vladimiro Montesinos es tremendo (lo que lleva a pensar que no son los políticos quienes conducen el espectáculo sino que el espectáculo los conduce a ellos, ya se sabe) y decide mucho. Cuando dices… El "sistema" tiene una gran capacidad de funcionalizar la contradicción y la resistencia. .. entiendo como "sistema" a sus herramientas. Aquí está pienso yo una muestra del poder de lo simbólico. Hacia ello deben dirigirse las estrategias artísticas y periféricas a ella, a la comprensión primero de las manifestaciones de esa neo cultura.
Para terminar pues ya creo debo cortar: ¿Puede hablarse de una clase media definida como tal? Aunque lo intenten los limeñitos del Opus Dei me resulta muy difícil tragarme el cuento. Lo de la globalización del capital es cierto lo mencionado, aunque no creo que un plan de reforma tributaria, gravámenes y aranceles cero, sea precisamente la forma de "democratización de capital" planteada por Christian y si, tus ideas de fortalecer el Estado son de un tonelaje reformista muy, muy difícil de llevar a cuestas, por no decir, aceptarlas.
Gracias por extender la cancha para el debate, continuemos en ello.



Había leído en alguna otra lista de interés estos correos (y otros más) sobre el asunto.Para empezar, claro que puedo alcanzarles más opiniones de las personas con las que yo suelo conversar esto. Que son más amigos o camaradas que "asesores". No, felizmente no tengo asesores. Primero, algo de arranque: las cosas van mucho más allá de Miyagui.
Una cosa que a mi me preocupa muchísimo es que se ha generalizado una especie de flojera de pensar. La necesidad de afirmarse, de marcar distancias, de publicitar una postura política lleva a muchos a asumir discursos-paquete. Me sorprende que la constante reivindicación de "nuevas prácticas" no lleve consigo una renovación de los términos, del lenguaje. El idioma clásico de la izquierda se ha vuelto inexpresivo: no es sólo que muchas categorías estén vacías de sentido, sino que hay muchos sentidos puestos en juego para los que no hay categorías. ese es un primer asunto. El segundo asunto, grave según mi opinión, es que también hay una necesidad (válida y aplaudible) de tomar partido en una realidad más que injusta, pero esa toma de partido suele ser declarativa y poco crítica de sus propios supuestos. Lo que queda de esto es un estilo muy duro, una retórica demarcatoria (que ni siquiera es una demarcación política, sino una demarcación moral): de este lado los "verdaderamente" algo (los verdaderamente comprometidos, los verdaderamente revolucionarios, los verdaderamente contraculturales). No importa el término, el estilo es el mismo.
Trataré de explicarme siguiendo los argumentos que tengo a la vista. Del primer mail, que lo vi en la lista del foro de la cultura solidaria, me quedé pensando en cómo es que se comerán todos esos bocados: democratizar el capital, subvertir lo simbólico, desarticular al sistema que sojuzga. Yo estoy muy de acuerdo con todas esas cosas, pero decirlas no significa nada para mí. Voy a extenderme bastante, porque quiero introducir algunos elementos de realidad al discurso creo que bienintencionado del primer joven. Ciertamente, la democracia representativa no es el camino hacia ninguna revolución. eso se sabe hace bastante tiempo. Entonces ¿qué hacemos? ¿Lo dejamos ahí? Es más que obvio que el Estado se cierra, se hace cada vez menos y menos democrático, casi impermeable a las demandas de la gente, por efecto (ahora) de la presión del capital trasnacional. Pero no me parece muy productivo señalar que el Estado nunca ha representado a la gente. Eso ya se sabe y no explica mucho. Lo sustancial es preguntarse qué carácter particular, específico, adquiere esa relación en este momento y qué implicancias tiene.
La tensión actual se mueve entre el grado mínimo de "democracia" que requiere el modelo y las necesidades y demandas de los ciudadanos, sean quien sean, pero especialmente las necesidades y demandas de los despojados. El "problema" es que ese grado mínimo de democracia, promovido además por los administradores globales del BM o el FMI y las agencias de cooperación (norteamericanas especialmente) permite que se filtren algunos "ripios" para la gente, en la poco revolucionaria presentación de políticas públicas de salud, salud sexual, educación vivienda, seguridad laboral, participación [1], etcétera. Antes de pensar que el Estado, al que se accede por los mecanismos de la democracia representativa [2] , no sirve de mucho o es nada revolucionario, habría que ver qué significado tiene el estado y su acción en nuestra vida diaria, y más aún en la vida diaria de los que nos son privilegiados como nosotros. Creo que esta tensión se resuelve mediante la democratización de las estructuras del poder. Y estamos partiendo de reconocer que estas estructuras tienden a cerrarse. No es un asunto sencillo y no es una tarea con "un solo camino". Con lo que he dicho acá, ya se me puede calificar como "reformista".
Yo creo que ese estado poquita cosa es importantísimo. Una vez estuve casi de casualidad en una reunión donde estaba Aníbal Quijano (con cuyos planteamientos nunca me he sentido cómoda, la verdad), que sobre este tema sostenía que había que desechar el supuesto que le brinda la cualidad de "contradicción principal" a la oposición reforma/revolución, proponiendo que el conector de ambos términos no fuera "o" (el "o" excluyente) sino "y". Secularmente, la izquierda se movió en esa contradicción. Y qué poco productiva ha resultado. Por eso me carga leer a gente que de lejitos me puede parecer buena onda, diciendo cosas que, en última instancia, equivalen a reproducir esas dicotomías.
Otra de las cosas que veo que se repite es lo de que los partidos son un fracaso, nadie cree en ellos. Ya. ¿Es mejor no tener partidos? Sinceramente creo que no es mejor. Porque sin partidos suceden varias cosas: no hay vías para canalizar las demandas, no hay posibilidad de agregar intereses y no hay nada que en el tiempo sostenga las acciones (por no mencionar que, como la educación pública, fueron alguna vez una vía de movilidad social). Tampoco estoy reivindicando el partido-aparato. Sólo estoy diciendo que no basta decir que son insuficientes o son obsoletos. Proponer a cambio de eso una "subversión de lo simbólico" me parece de un candor impresionante. Eso no quiere decir que yo no crea que artistas con una determinada apuesta no emprendan esa tarea. Pero no para descalificar de ahí a nadie. Por lo demás, el argumento vertido tiene demasiados saltos mortales y muchos puntos que yo no llego a entender:
- la democracia representativa no es un modelo a seguir (la democracia representativa está encarnada en el Estado, ergo...)
- la democracia real (o deseable) es la democratización del capital (¿a qué equivale la democratización del capital? ¿redistribución? ¿control de los medios de producción por parte de la fuerza de trabajo? ¿?)
- la democratización del capital no se hará por la vía "formal" (entonces no es redistribución, porque esto le compete al Estado...)
- la subversión armada demostró ser un fracaso
- la vía es la subversión simbólica (¿por si sola? ¿en el campo del arte? ¿cuál es la cancha trazada para esta tarea?
- es la vía de los verdaderamente contraculturales.
Está bien. Puede decirse que es una declaración y no es un análisis de la situación. Hay tal nivel de abstracción que casi me olvido que están hablando de un artista que decidió meterse a candidato a regidor. También casi se me escapa que no se metió de regidor en la lista del PPC, del Apra, del movimiento Siempre Unidos o de la Alianza para el Progreso. Como en el argumento esto es un dato absolutamente irrelevante me voy reservando mi opinión sobre el particular. Lo que entiendo es que no hay que militar en ningún partido y que no hay que participar en ningún proceso de elecciones, independientemente de las circunstancias. Nada más hay que ir a votar para que no nos multen, me imagino. Alguien con mala leche podría decirle al autor de la nota que eso también es participar de la democracia representativa. Hacerlo con más o menos ascos no creo que signifique mucho. Las cosas se ponen más extrañas en el siguiente mail. Se hace equivaler la participación en un proceso electoral con minimizar el proyecto
contracultural, por encausarlo en una propuesta partidaria. Debo imaginar que ese proyecto contracultural minimizado es el proyecto de Miyagui, que ha sido su "capital" para participar en esa lista. Porque no creo que haya –menos en el Perú- "el" proyecto contracultural. Nuevamente, la propuesta partidaria a la que se quiere conducir ese proyecto contracultural, es un dato irrelevante. Con esto no quiero decir que yo crea que el PNP es a lo que yo quiero apostar o no. Sólo quiero hacer notar que, en el argumento, no importa ningún contenido, es un elemento que no está presente por ninguna parte.
Lo que sigue, "los partidos políticos no tienen poder de representación", "el pueblo les ha perdido total fe". ¿A qué nos lleva? ¿a quién le conviene? ¿sabes a quién creo que le conviene?. En los "análisis" pos electorales se lee lo mismo: los partidos no sirven para nada, perdió el APRA, perdió el humalismo, perdió unidad nacional. Poco se dice con todas sus letras que la derecha perdió con furia, pero no hay quién capitalice esa derrota. Varios gobiernos regionales han sido ganados (con poquísimo margen) por líderes locales con alguna vinculación -pretérita o actual o reloaded- izquierdista. ¿Qué expresa esto? Que el modelo económico (mejor dicho, sus manifestaciones) no goza de muy buena fama, si, pero principalmente, denota un reclamo anti-centralista que se supone, será levantado por esos liderazgos regionales diferenciados del partido de gobierno. Ahora hay una fragmentación preocupante. Me pregunto ¿no es una cosa de lamentar que no haya un partido o partidos que puedan representar ese malestar que existe? Yo no digo un partido en onda leninista. Digo un partido o partidos que respondan a las circunstancias. Habría que ver en cómo lo que hay de reconstitución del tejido social puede articularse en ese sentido.
Además del impacto mortal (fatal, moral y real) del ajuste, de sendero, de las políticas anti subversivas y la consiguiente satanización del discurso de la izquierda, buena parte de ese vacío de representación popular se explica por la incapacidad de la propia izquierda de "leer" la situación fuera de las herramientas de su arsenal ideológico marxista-leninista. En el caso del espectro de las corrientes menos arcaicas, digamos, las que probaron algo del feliz venenito de Gramsci, me parece que su poca flexibilidad para valorar aspectos cruciales del liberalismo han hecho que les pegue una revolcada la ola. Por eso tampoco pueden representar los intereses de la clase media popular (eso que en la tele le dicen "emergentes"), que ya no se percibe a sí misma como "la población" sino como "vecinos" y "ciudadanos", pequeños y medianos empresarios, que mandan a sus hijos a la universidades. No era difícil prever que sin una relectura de la situación, el discurso del self-made man, el individuo exitoso (que ya sabemos en qué termina con la hegemonía reaccionaria que campea en los medios) calaría rápidamente, justamente porque responde a las legítimas aspiraciones de reconocimiento e inclusión de la gente. Y algunas de esas aspiraciones (que llegan a ser modélicas) se reproducen hacia abajo. Hay un perverso comercio político de imágenes. Por eso tienes que a pesar de la gestión acéfala, carente de programa de Castañeda haya sido ratificada. Justamente por eso, lo de que "el sistema ya cuenta con una deslegitimación insalvable"… no sé. No sería tan optimista. ¿es el sistema de partidos? Ciertamente, los partidos dan roche. ¿el sistema neoliberal? ¿el sistema a secas?. ¿Insalvable? El "sistema" tiene una gran capacidad de funcionalizar la contradicción y la resistencia. Todo lo que en un momento se ve (es) contracultural y contestatario (las drogas, la música, las manifestaciones multitudinarias anti sistema, el ecologismo, el pacifismo, el punk, el hippismo, el anti mc donalismo, la A ácrata, las performances, o lo que sea) termina empaquetado y listo para la venta. ¿Cómo nos blindamos contra eso? ¿en un acto de conciencia?. Una entrada que me parece interesante es la del propio Miyagui, en el caso del arte: concebir el arte no por sus productos sino por los procesos que genera (que se pueden generar a través de él). A lo que hay que dar cobertura es a esos procesos, precisamente. Y eso no es un acto de reivindicación solitaria. Y así hay que pensar entradas para todos los campos. En el caso de las ciencias sociales Boaventura de Souza propone una sociología que pueda ir más allá del conocimiento como regulación (donde el punto de partida es el caos/ignorancia) y enrumbar hacia una búsqueda de conocimiento donde el punto de partida es el colonialismo y el de llegada la emancipación. Fuera de estar de acuerdo o no con eso, ahí tienes un ejemplo de un esfuerzo por cuestionar los principios del propio quehacer (sea artístico, profesional, intelectual). Esa criticidad permanente es la que puede contribuir a blindarnos contra esa funcionalización que hace "el sistema". Me imagino que eso debe ser la "lealtad crítica", más allá de suponer románticamente que hay una clase "llamada por la historia" (¿te acuerdas de esas frases tipo "el programa auténticamente revolucionario del proletariado"?).
Para acabar esta perorata, algunas cosas más, estas sí que me irritan:
Uno: la clase media nunca ha sido protagonista del cambio. El estilo y el temperamento de la clase media remite siempre a una estabilidad. Por eso los intelectuales con vocación transformadora y alguna ética y consistencia, siendo de origen clasemediero, terminan un poco desclasaditos.
Dos: El capital de los bancos y las trasnacionales son lo que está más globalizado que el carajo. En eso consiste precisamente esa fase del capitalismo. Un par de películas onda Wall Street's Boys bastan para entender el asunto. O si nos ponemos lectores, una miradita a la confesión de parte de Stiglitz o Capitalismo versus Capitalismo de M. Albert puedan echar una manito. Si se refiere a que hay que repartir toda esa plata… ¿en qué cancha se hace eso? ¿cómo se hace? Me disculparás el reformismo, pero creo que por ahora ya sería bastante revolucionario hacer funcionar el mecanismo por el cual se reparte clásicamente esa plata: impuestos. Qué cobro, cómo cobro y cómo distribuyo es clave. Una evidencia del signo neoliberal del Estado Peruano es precisamente su base tributaria y su esquema de impuestos indirectos y que el tema de la reforma tributaria no se quiera ni tocar. Basta mirar el caso de las inversiones extractivas (minería, gas, petróleo), sus contratos-blindaje. Fuera de que sea la única vía o no, o la que más me guste o no, ahí hay una pista de "democratización del capital" que se me ocurre ahorita. Eso convierte al amigo en un tremendo reformista. Consecuentemente, debiera ir a votar por alguien que le garantice ampliar la base tributaria, gravar la renta y la sobre ganancia, poner como punto uno de los contratos de inversión el consentimiento comunitario, que se meche con el MEF por imponer criterios acerca de la distribución, etcétera. Como te digo, trato de introducir algunos elementos de realidad (me gusten o no) como problematización de un discurso gaseoso. Como socialista old school que me siento, creo que se trata de fortalecer al Estado: seguridad social, protección al trabajo, ampliación de la educación pública y gratuita, TODOS ELLOS LOGROS DE LUCHAS POPULARES que apuntaron a erosionar la estructura jerárquica de la sociedad (piensa en la reforma agraria, con todo, piensa en la reforma educativa) y que ahora se están yendo al agua mientras el estado se reduce a un bufete de abogados del gran capital (¿qué es sino el TLC con USA?). Es cierto que no se lograron consagrar totalmente en el Estado, porque la orientación y los criterios para decidir es algo que siguen controlando los poderosos.
Tres: Los "migrantes" de "tercera generación", caray, se les dice limeños, salvo que en anotar el origen trates de relevar algo. Yo escucho muy poco que a una familia citadina de alguna ciudad importante del país o hasta a una familia campesina del extranjero que llegó a Lima se le siga diciendo "migrante" después de TRES GENERACIONES !!!.
Como ves, nada de esto tenía que ver con Miyagui o el partido nacionalista, que es todo un tema. Así pasa con las declaraciones de este tipo. Les falta su cubito Maggi, sustancia y sabor. Otro día seguro hablamos de Miyagui y cómo es que alguien como él fue a parar a una lista del partido nacionalista.
[1] por lo demás, las políticas que promueven la "participación ciudadana" traen su truquito. eso lo podemos ampliar en otro rato.
[2] también se accede como lo hacen los liberales tipo cuchinsqui y toda su tropa, que son los que en verdad están en los lugares clave: el MEF, el MEN. Es curioso que se zapatee tanto acusando a tales y cuales (sean los congresistas que llegan con aires contestatarios o las izquierdas oenegés dizque caviar (plop) de "vivir del estado" cuando a todas luces lo que hace años de años parasitan el estado cobrando sueldos mostros por defender sus propios intereses desde sus posiciones privilegiadas en el aparato estatal son precisamente los neoliberales: esos que dicen que el estado no dbe intervenir. La ferocidad de las elecciones de junio son una muestra de la desesperación en la que cayeron ante la relativa posibilidad de perder eso.
-- Ernesto Ráez MendiolaJr. Domingo Millán 893-405Lima 13 (Jesús María)Tel. 262-2088
Gracias Igor por escribirme.


De hecho que mi lectura es parcial y aun más totalmente mal intencionada al responder a Miyagui como le respondo, y es que minimizar el proyecto contracultural, y los movimientos sociales, para luego desembocarlos en propuestas partidarias, me parece un total fraude.

Si hay algo, que queda en el análisis de estas elecciones es que los partidos políticos no tiene poder de representación, es decir el pueblo les ha perdido total fe, y el juego electoral se sigue por obligación, el sistema ya cuenta con una deslegitimación insalvable, lo cual lejos de ser negativo, ha dado paso a organizaciones de diversos tipos, y creo que aun dará mucho más.

En lima la tercera generación de Migrantes , los cuales tienen mayor acceso a información pueden desvirtuar ya el fenómeno chica, como un fenómeno apolítico y de simple apropiación y sobrevivencia, viene la etapa critica donde esta generación esta llamada a construir una nueva institucionalidad, por lo tanto de plano rechazo ese titulo de pensamiento guia, lo que trato es dar alguna interpretación bastante limitada del fenómeno, y por lo menos criticar fuertemente cualquier tipo de encausamiento hacia, sistemas ya fracasados.

Ya la clase media no es la protagonista del cambio, aquí hay un sector subalterno que pasa a puestos claves, en lo económico, a ser protagonista histórico, y esto si que es una novedad, en la historia del Perú, ellos están llamados a una actitud critica ante la sociedad que los margino y ante sus padres que adoptaron en muchos casos los mismos métodos de explotación del sistema. Cabe ahora una lealtad critica, una actitud critica en todas las áreas.
Ahora hablando con un Teatrista como tu, es cuestionable, tener como paradigmas de éxito los ejemplos que has dado, ya que la sensibilidad ganada en las artes, tan manoseada por la pequeña burguesia, sobre todo en lima , clasicos ejemplos son Alberto Isola, Edgar Saba, Roberto Angeles, Ruth Escudero, no nos debe de llevar a la inacción que ellos predican, más si a una conciencia de la doble naturaleza de cada acción en los hombres, de cómo cada disparo desata un infierno en la tierra, como lo ha desatado en todos los lugares que has mencionado, como lo ha desatado en el Perú.

Esta lección debe de estar bien aprehendida, y pasar al acto simbólico como subversión, y a la exigencia que así como se globalizan, los diferentes medios , también se globalice, los fondos de las transnacionales, bancos, , pasar a la total democratización del capital, y señalar hasta el cansancio las incoherencias e intereses del status quo, así como también las reales posibilidades de dar paso a decisiones de cambio en el mundo entero, y esto pasa por el terreno de lo simbólico y lo virtual, como polo dual del acontecer de las sociedades.

No hay recetas, si metodologías y son varias las que ahora funcionan y fracasan, mas la lucha de la conciencia del hombre, es interminable en el devenir de la propia vida y no se cansara de seguir luchando. Y esta lucha lejos de carteles pomposos, o héroes manchados de sangre, implica una autocrítica constante y una redefinición de conceptos y lecturas.

Igor Calvo escribió:
Christian: Creo que has realizado una lectura parcial y apresurada del documento de Jorge Miyagui. Pero lo que me mueve a escribirte es que -si bien planteas una solución novedosa para el futuro político del país- no encuentro en tu planteamiento líineas de acción, ni metodología para su aplicación en el tiempo. Señalas que "La Democracia Representativa, no es el camino para ninguna revolución, mucho menos en un país en el que la representación ha sido la clásica practica de la impostación." Y agregas: "Hay que proceder a la subversión en el campo de lo simbólico, ya que la subversión armada ya probó ser en toda la historia igual de fallida, el poder no puede conquistarse por las armas, ni sostenerse con ellas." En esto último hay excepciones tan numerosas, que francamente debían de ser tomadas en cuenta, ¿no crées? Hablo de China, Vietnam, Cuna, Korea, Albania, Libia, Mauritania, etc.En todo caso, me parece que tu solución infalible para el futuro político del Perú debía de ser sustentada con un desarrollo más amplio y profundo de tu pensamiento guía, para bien de las generaciones futuras. Salvo mejor parecer. Atentamente, Igor Calvo. ________________________________> To: miyagui_sam@yahoo.es; peruteatro@yahoogroups.com; peruteatro@gruposyahoo.com> From: teatroloco_as@yahoo.es> Date: Mon, 20 Nov 2006 20:37:34 +0100> Subject: RE: [peruteatro] Transformar Lima para transformar el Perú, no pasa por la democracia representativa> > Pasada las elecciones, quiero responder a esto que de verdad me genera un total cuestionamiento a una trayectoria como la de Miyagui directamente y la de otros como el que apoyan movidas contracultares, pero que luego quedan plegados a lógicas de poder convencionales que ya han demostrado su fracaso.> La Democracia Representativa, no es el camino para ninguna revolución, mucho menos en un país en el que la representación ha sido la clásica practica de la impostación.> Aun como estrategia, si no esta dirigida hacía objetivos muy concretos, lo que queda es un compañero domesticado y acostumbrado a los mecanismos formales, es decir no queda nada mas que una perdida.> No se que tendrá que pasar, para que llevemos ala práctica la clásica premisa de que no hay Democracia hasta que no se democratice también el capital. Y la democratización del capital, no vendrá desde el sector formal, el camino para mi es claro.> Hay que proceder a la subversión en el campo de lo simbólico, ya que la subversión armada ya probó ser en toda la historia igual de fallida, el poder no puede conquistarse por las armas, ni sostenerse con ellas.> Y mucho menos en este mundo donde lo simbólico da paso y motivo a las decisiones más importantes, las cuales buscan constantemente también su representación.> Una subversión inteligente y bien organizada, es el paso a seguir para todas las organizaciones verdaderamente contraculturales, y no la pérdida de compañeros valiosos en programas políticos que no significan de ninguna manera ningún cambio, sino la clásica impostación practicada desde Lima de todo el Perú Entero.> El Perú no es Lima, ni nosotros somos representantes de las aspiraciones populares, lo que mejor podemos hacer es desarticular el sistema que los sojuzga, del cual somos parte y lamentablemente seguimos alimentando.> jorge miyagui > escribió: Transformar Lima para transformar el Perú> Distintas lecturas de las elecciones de Abril señalaban la aparición de un voto que expresaba un abierto rechazo al modelo neoliberal responsable de la exclusión de millones de peruanos, en consonancia con los aires que soplan en nuestro continente y en el mundo por construir alternativas a la globalización neoliberal. Una tendencia que obligó a la candidata de la derecha tradicional a hablar de "transformación social" y al candidato del APRA de "cambio responsable". Al mismo tiempo, una elite vinculada al status quo, pulverizaba cualquier posibilidad de alternativa y bloqueaba la posibilidad de un triunfo popular valiéndose inescrupulosamente del control casi monopólico de los medios de comunicación y la movilización de todos los recursos con que cuentan los poderes de facto a nivel nacional e internacional.> El Gobierno del APRA y Alan García entró a palacio por la puerta Derecha y desde ahí, con sus agradecidos aliados que lo auparon en el gobierno desde la segunda vuelta (elites empresariales, medios de comunicación, FFAA, Iglesia conservadora, grupos transnacionales) p retende torcer la voluntad popular de cambio con su alianza con la derecha y el fujimorismo: esto es su "cambio responsable". Para seguir con los privilegios de los grupos de poder a los que representan, cierran filas con la impunidad, pretenden liquidar la movilización social criminalizándola crecientemente, neutralizar a la oposición a través del cerco a Ollanta Humala y la cooptación de congresistas de UPP, así como aumentar su control en el poder del Estado en nombre de la "gobernabilidad".> En este contexto continúa irresuelta una tensión que consideramos central: la construcción de un referente político que sea una alternativa política y programática al neoliberalismo y que llene el vacío de representación de los distintos sectores sociales excluidos y mayoritarios. Este vacío de representación urge ser llenado, más aún en un escenario en donde parece no haber oposición y el APRA parece correr sola.> El creciente rechazo a las políticas neoliberales, evidenciado en una efervescente y potente movilización social (regiones, comunidades contra las mineras, etc.) no lograba ser representada políticamente desde la izquierda. Ollanta Humala ha sido quien finalmente, a través de su candidatura ha logrado expresar electoralmente a quienes buscan alternativas siendo n o sólo importante para canalizar la voluntad de cambio de millones de peruanos, especialmente de los más postergados y excluidos por el modelo, sino también para poner en el centro del debate público un conjunto de aspectos que fueron persistente y sistemáticamente dejados de lado o desvirtuados en los años pasados de hegemonía del neoliberalismo que ha sido puesto en cuestión. La necesidad de construir un proyecto nacional se ha constituido en una aspiración del pueblo.> Se abre así una clara posibilidad de construir ese referente popular que aglutine las fuerzas del cambio y que junto a los diversos movimientos políticos, sociales y culturales populares constituya un bloque político, social y cultural antineoliberal. El nacionalismo y su líder tienen la responsabilidad de retomar la iniciativa política, fortaleciéndose como cabeza de oposición y zanjando con aquellas opciones que pretenden quitarle su filo opositor. Debe promover la más amplia unidad del pueblo en esta perspectiva de lucha. Debe resolver sus problemas orgánicos y constituirse en un factor de articulación y movilización de un amplio proyecto nacionalista y popular, siendo esta además la única salida eficaz para contrarrestar la campaña sistemática para inmovilizarlo políticamente incluida la ofensiva judicial y mediática en su contra. En esta perspectiva la conformación de un Frente Nacionalista, Democrático y popular, genera una oportunidad de romper el cerco y se> constituye en una orientación estratégica de urgente implementación para construir ese amplio y diverso caudal para la transformación del país.> Las elecciones Regionales y Municipales tienen una gran importancia ya que se pone en juego la posibilidad de reorientar el desarrollo local y regional en una perspectiva nacional de democratización social, política y cultural y no de una conservadora gobernabilidad neoliberal que solo refuerza el centralismo y la desigualdad. También en estas elecciones se juega la posibilidad de cerrar el paso a las fuerzas defensoras del modelo a través del triunfo de candidaturas de partidos y movimientos regionales y nacionales progresistas.> Lima fue la plaza que quebró en las elecciones presidenciales las aspiraciones de cambiar de rumbo, y a contrapelo del resto del país definió el triunfo del APRA y la derecha. Siendo una ciudad brutalmente desigual y excluyente, su orientación conservadora es muestra de la fragmentación social, de la destrucción de los lazos sociales y la cooptación e instrumentalización que se pueden generar desde el mercado y el poder. Ante ello, no asumir a Lima también como un espacio de disputa determinante para cambiar el país es un error.> Es en este marco que un conjunto de militantes, ciudadanas y ciudadanos, mujeres y hombres de identidad socialista y popular, participantes en múltiples procesos, y experiencias colectivas, políticas, sociales, universitarias, profesionales, hemos decidido participar activamente en la contienda electoral para afirmar posiciones socialistas, progresistas y democráticas dentro de lo que se perfila como el proyecto nacionalista, en particular en Lima Metropolitana. Consideramos que el gobierno local es un espacio desde donde también, más allá de la gestión, se puede gestar una experiencia que proyecte una democratización real, promoviendo la participación y la realización de otras formas de vida menos opresivas, recuperando los espacios públicos, combatiendo la discriminación de todo tipo, asumiendo la diversidad de Lima como parte de la riqueza humana y social que reconoce el potencial creador de quienes desde las migraciones fueron modelando con sus manos la ciudad, así> como haciéndola más sustentable y justa.> Provenimos de colectivos y experiencias orientados a promover una profunda transformación democrática del país, trabajado por el fortalecimiento de los movimientos sociales respetando y promoviendo su autonomía, valorando su potencia contrahegemónica, así como a impulsar la construcción de un nuevo proyecto para el país en el contexto de las luchas que se libran en Nuestra América por la autonomía y la construcción de una globalización alternativa a la hegemónica.> Hemos trabajado por la renovación de la política entendiéndola como una práctica creativa, innovadora y no como mera administración de lo existente; una política de la multiplicidad que redefina las formas de organización colectiva, valorando la horizontalidad (igualdad radical entre los militantes), la alteridad (respeto del otro), la rotatividad en las responsabilidades. Una política que afirma como horizonte una democracia que se radicaliza en tanto se asume como practica social y política de todos y todas, reconociendo las distintas experiencias participativas como potenciales espacios para la innovación política y la transformación social. Una política de la multiplicidad que parte del reconocimiento de que no hay luchas más importantes que otras, donde no hay sujetos sociales privilegiados ni subordinaciones de ningún tipo.> Todas estas apuestas sólo tienen sentido al interior de un proyecto de transformación social, madurando al interior de un agrupamiento más amplio, y disputando sentidos y orientaciones en todos los terrenos y dimensiones. No bastan pues la promoción de una u otra experiencia aislada por más valiosas que sean estas, creemos que un signo de madurez supone asumir crecientemente responsabilidades en la dinámica política que vive el país.> En esta hora nos ha tocado asumir la tarea de disputar estos sentidos en el espacio electoral, por lo que algunos de nuestros compañeros, hoy participantes de diversos espacios organizativos, hacen parte de la lista nacionalista como es el caso de Marisa Glave, Jorge Miyagui, Carlos Alberto Adrianzen y Antonio Maticorena. Esto no significa que perdamos de vista el mediano y el largo plazo comprendiendo que estos también son parte de una caminar preguntando y de aprender haciendo. La abstención –no hablamos sólo de lo electoral- implica complicidad en un escenario de creciente fascistización social y política, asumiendo que como otros compañeros, camaradas, compatriotas que trabajan en otros terrenos, nos toca asumir una vez más nuestra opción por los dominados, explotados y discriminados para construir un Perú nuevo, dentro de un mundo nuevo.> Seguramente habrá reservas de muchos que han sido compañeros de camino, como el tema de los derechos humanos con los que se quiere desacreditar la alternativa que se viene gestando, esto en medio de una polarización y radicalización social que se anuncia en los próximos años. Consideramos que, siendo legítima la agenda de los derechos humanos, ésta está haciendo utilizada con el propósito de arrinconar a Ollanta Humala por quienes, por coincidencia, son objeto de serias y comprobadas acusaciones en su vulneración y que se han convertido a la vez en protagonistas que luchan porque la verdad de la guerra interna no se esclarezca. En este sentido debemos recordar que a diferencia de otros –Alan García para empezar- Ollanta no tiene la estrategia de prescripción del delito. Las responsabilidades políticas de quienes asumieron la conducción del Estado en ese contexto pretenden ser ocultadas en vez de ser asumidas, convirtiéndose en un serio obstáculo para abordar los problemas> de fondo del país, cosa que no podemos permitir asumiendo la necesidad de persistir porque no se imponga la impunidad.> Por otra parte consideramos que la posibilidad de una democracia más sustancial, social, política, cultural, que vaya progresivamente alejando la posibilidad de la violencia y la miseria está de este lado más que del lado de quienes conforman hoy el partido único del neoliberalismo (APRA, derecha, fujimorismo) que ahora controla el Estado. Este partido en nombre de la "gobernabilidad" no hace y no hará más que defender los intereses del gran capital y los intereses de los grupos de poder a costa de la propia democracia, cada vez más replegada a la formalidad, a la construcción de falsos consensos a través de una "ingeniería del asentimiento" operada por los grandes medios de comunicación, y apelando a la criminalización y represión directa de toda forma de inconformismo social promoviendo el temor a las grandes mayorías sociales.> Este pronunciamiento no pretende ser sino una forma de reafirmación en la necesidad de seguir apostando por el socialismo, por la democracia radical, por el poder popular, en el marco de la diversidad y la multiplicidad a la que hay que convocar para construir, desde distintos frentes, un nuevo proyecto nacional que los plasme.> Lima, octubre de 2006.> Marisa Glave> Jorge Miyagui> Irma Pflucker> Carlos A. Adránzen> Rolando Mondragón> Álvaro Campana.> Antonio Maticorena> Jorge Alberto Miyagui Oshiro> No sea monse y Visite http://www.jorgemiyagui.com> ---------------------------------