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miércoles, 15 de diciembre de 2021

De la imposibilidad de la coincidencia de opuesto que justamente lo devela como real

 

De la imposibilidad de la coincidencia de opuesto que justamente lo devela como real

 

Los adversarios indios de Nagarjuna, así como algunos investigadores occidentales, declararon que la sünyavada es una filosofía nihilista, puesto que parece negar las doctrinas fundamentales del budismo. En realidad se trata de una ontología, a la que acompaña siempre una soteriología, que se esfuerza por liberarse de las estructuras ilusorias ligadas al lenguaje; la s'ünyavada, en efecto, utiliza una dialéctica paradójica que desemboca en una coincidentia oppositorum, lo que en cierto modo nos recuerda a Nicolás de Cusa, a Hegel y hasta a Wittgenstein. Nagarjuna critica y rechaza todo sistema filosófico, y demuestra la imposibilidad de expresar la verdad última {paramárthata) mediante el lenguaje. Ante todo recuerda que existen dos tipos de «verdades»; las verdades convencionales, «ocultas en el mundo» {lokasamvritisatya) que son útiles en la práctica, y la verdad suprema, la única que puede llevarnos a la liberación. El Abhidharma, que pretende comunicar la «alta ciencia», trabaja en realidad con verdades convencionales. Y lo que es más grave, el Abhidharma oscurece el camino a la liberación con sus innumerables definiciones y categorías de existencias (como, por ejemplo, skandhas, dhatus, etc.), que son únicamente, en el fondo, productos de la imaginación. Nagarjuna se propone liberar y dirigir correctamente las energías mentales cautivas en la red del discurso.

AI demostrar la vacuidad, es decir, la irrealidad de todo cuanto parece existir o se puede experimentar, pensar o imaginar, se siguen diversas consecuencias. La primera, que todas las fórmulas famosas del budismo antiguo, así como sus redefiniciones sistemáticas por obra de los autores ligados al Abhidharma, resultan falsas. Así, por ejemplo, las tres etapas de la producción de las cosas —«origen, duración, cesación»— no existen, del mismo modo que tampoco existen los skandhas ni los elementos irreducibles {dhatus) ni el deseo, el sujeto del deseo o la situación de quien desea. Nada de esto existe, porque todo ello carece de naturaleza propia. El mismo karman es una construcción mental, pues propiamente hablando no hay «acto» ni «agente». Nagarjuna niega igualmente la diferencia entre el «mundo de los compuestos» {samskritd) y el «incondicionado» {asamskrita). «Desde el punto de vista de la verdad suprema, la noción de impermanencia {anitya) no puede ser considerada más verdadera que la de permanencia.»'6 En cuanto a la célebre ley de la «coproducción condicionada» ipratityasamudpada), resulta útil tan sólo desde el punto de vista práctico. En realidad, la «coproducción condicionada, nosotros la llamamos sünja, "vacío"».1 " Tampoco las cuatro Nobles Verdades proclamadas por Buda tienen naturaleza propia; se trata más bien de verdades convencionales que pueden ser útiles tan sólo en el plano del lenguaje. La segunda consecuencia es aún más radical; Nagarjuna niega la distinción entre «el que está ligado» y el «liberado», y en consecuencia, entre samsara y nirvana. «Nada hay que diferencie al samsára del nirvana.»18 Ello no quiere decir que el mundo {samsara) y la liberación (nirvana) sean «la misma cosa», sino que son indiferenciados. El nirvana es «una fabricación del espíritu». Dicho de otro modo: desde el punto de vista de la verdad suprema, el Tathagata mismo no goza de un régimen ontológico autónomo y válido.

 

Finalmente, la tercera consecuencia de la vacuidad universal fundamenta una de las más originales ontologías conocidas en la historia del espíritu. Todo está «vacío», desprovisto de «naturaleza propia»; pero de ahí no se ha de sacar la conclusión de que exista una «esencia absoluta» a la que se referiría sunga (o nirvana). Cuando se afirma que el vacío {sunga) es inefable, inconcebible e indescriptible, ello no significa que exista una «realidad trascendente» caracterizada por esos atributos. La verdad suprema no llega a desvelar un «absoluto» de tipo vedántico; se trata más bien del modo de la existencia descubierto por el devoto cuando obtiene la completa indiferenciación con respecto a las «cosas» g a su cesación. La «realización» por el pensamiento de la vacuidad universal equivale de hecho a la liberación. Pero quien ha llegado al nirvana no puede «saberlo», pues la vacuidad trasciende a la vez el ser y el no ser. La sabiduría (prajñá) revela la verdad suprema sirviéndose de la «verdad oculta en el mundo», que no es rechazada, sino convertida en «verdad que no existe tampoco».'7 Nagarjuna se niega a considerar la süngatavada como una «filosofía»; se considera más bien una práctica, a la vez dialéctica y contemplativa, que, al desligar al devoto de toda construcción teórica tanto del mundo como de la salvación, le permite alcanzar la serenidad imperturbable y la libertad. Nagarjuna rechaza de manera perentoria la idea de que sus argumentos, o cualquier otra afirmación filosófica para el caso, sean válidos a causa de una fundamentación ontológica existente al margen o más allá del lenguaje. Del sunga no se puede decir que exista ni que no exista, ni que exista al mismo tiempo que no existe, etc. A los críticos, cuando observan que si todo es vacío, también la negación formulada por Nagarjuna viene a ser una proposición vacía, responde que tanto las afirmaciones de sus adversarios como sus propias negaciones no tienen existencia autónoma, pues existen únicamente al nivel de la verdad convencional.

 

El budismo, al igual que el pensamiento filosófico indio en general, cambiaron profundamente después de Nagarjuna, si bien ese cambio no se hizo notar inmediatamente. Nagarjuna llevó hasta el límite extremo la tendencia innata del espíritu indio hacia la coincidentia oppositomm. Sin embargo, logró demostrar que la figura del Boddhisattva conserva toda su grandeza a pesar de que «todo es vacío». En efecto, el ideal del Boddhisattva no dejó de constituir fuente inspiradora de caridad y altruismo, si bien, como dice el Avatamsaka" «al mismo tiempo que permanece en el nirvana, manifiesta el samsára. Sabe que no hay seres, pero se esfuerza por convertirlos. Está definitivamente serenado (santa), pero parece sentir las pasiones (¿lesa). Habita el cuerpo de la Ley (dharmakága), pero se manifiesta por todas partes, bajo innumerables cuerpos de seres vivientes. Permanece siempre sumido en éxtasis profundo (dhgána), pero goza de los objetos del deseo...».

Miercea Eliade

Los campos no se pueden integrar ene l lenguaje porque el lenguaje es un sistema, en lo discursivo no puede haber coincidencia de opuestos pero la paradoja es que desde lo discursivo es que se habla de  la coincidencia de opuestos, cuando Nagarjuna dice que ni su propuesta ni la de sus adversarios es existente porque está en el discurso cancela toda posibilidad y se abre otra paradoja, porque lo que está  diciendo es que lo que dice no tiene sentido, más que en el propio sistema  pero de lo que habla es de lo que está  fuera del sistema de lenguaje.  

Esta es la otredad a todo sistema que fundamente al sistema y que encuentra su fundamento en la diferencia con el  sistema, más esta otredad es inalcanzable, incomprobable, jamás se la podrá validar y diciendo esto se valida, es en lo que hay que creer, siendo el límite de toda nuestra posibilidad es lo real.   

Muy parecido al argumento ontológico de San Anselmo que es una alteración de sistemas ya que nos hace pensar en la suma de las perfecciones a nosotros que somos imperfectos y de pronto terminamos aceptando que hay un Dios al que no se puede negar la perfección de la existencia, porque sino  no sería esa suma de perfecciones, ahí está  el truco de la razón donde el pensar siempre creara al ser  pero si nos diríamos cuenta de eso , entonces diríamos que el ser es una creación y que toda ontología es una creación, un artificio del lenguaje y que debe de haber algo más allá del lenguaje, algo más allá  de todo imaginario, un verdadera otredad no creada por el lenguaje ni por ninguna representación, esto limita al lenguaje y le da su consistencia , porque sino todo sería lenguaje y si todo sería lenguaje nada sería lenguaje, pero la paradoja es que el lenguaje ha creado su propio limite, que no puede ser validado  pero que justamente por no poder ser validado se valida.

La razón con el lenguaje ha creado el ser la totalidad perfecta y ha creado el no ser donde no hay palabra, estamos en una dialéctica negativa lo que hay es la existencia creando su principio y su fin, por lo tanto podríamos decir que no son reales que solo son imaginarios, que no hay ese ser llamado Dios que reúna esa suma de perfecciones, ni ese más allá  del lenguaje que es innombrable pero entonces tampoco habría lenguaje, ni ninguna lógica, es el límite paradojal  el que le da consistencia al sistema pero si es el sistema el que lo ha creado para darse consistencia solo son productos imaginarios del sistema.

No este es el punto donde la imaginación crea la realidad y creándola se anula a si misma revelando lo real, he aquí la puerta de salida y entrada al sistema que no está  procesada por el sistema porque el sistema no la puede procesar, el lenguaje no puede dar cuenta de la suma de perfecciónes de la totalidad y no puede dar cuenta del vacío por lo mismo se reconoce  a sí mismo como una estructura  convenciónal entre ese ser y ese no ser que son lo real y que él es incapaz de develar.

Y entonces ¿Todo lo que dijo buda es falso porque uso ese medio convencional llamado lenguaje? ¿Todo lo que dijo Cristo también es falso? No en ellos se realiza la coincidencia de opuestos de lo real alterándola toda la realidad convencional aquello que quieran participar de su misterio tendrán que ir más alla de sus palabras      dejándose inundar de su espíritu, más allá  de la razón y de la voluntad está  el espíritu y como tal el lenguaje no lo puede aprehender jamás del todo, abriéndose la fe como certeza máxima superando el límite de la razón y de toda su lógica y dialéctica pero manteniendo la razón con su logia y dialéctica  en su límites sin poder participar en ellas del misterio de lo real.

Pero el lenguaje crea la imagen el símbolo de esa coincidencia de opuestos como su gran culmine en la paradoja por lo mismo la pendejada está  en que el lenguaje, se limita para no ser limitado, la coincidencia de opuestos no es su límite ni su salida es su verdadero proceso interior como una cinta de moebius  quedaras dando vueltas eternas en él aunque estés en silencio, una vez hayas saltado a la conciencia no hay salida de ella.

Entonces el gran maestro Nagarjuna no es el que nos libera de las realidades convencionales en el vacío sino el que integra el vacío a las realidades convencionales. Lo cierto es que ya estaban integradas y que Buda era un gran cuentista, más Nagarjuna revela el truco para que este nunca sea revelado.

¿Lo comprendes? Ni siquiera tu nihilismo puede darte una salida la dialéctica termina en una adialectica que te llevara de nuevo a la dialéctica.  El universo no tiene límites, no tiene fin. Tú dirás el universo simbólico y yo te diré ese es el único universo es que acaso ¿No te das cuenta?

Y de pronto todo deja de moverse

  

 Comentarios

 

EL SER

Parménides (nacido en Elea, a fines del siglo VI a.C.), buscando algo meramente estático, permanente, sin divisiones, cambios, ni contradicciones, elaboró este principio de identidad: «el ser es, y el no-ser no es», y afirmó que es imposible afirmar la existencia del «no-ser». Y en base a esto había dicho: "... ya sólo la mención de una vía queda; la de que «es». Y en ella hay señales en abundancia; que ello, como es, es ingénito e imperecedero, entero, único, inmutable y completo. Y que no «fue una vez», ni «será», pues ahora es todo a la vez, uno, continuo" (Bernabé, Alberto; Fragmentos presocráticos; editorial Alianza; Madrid, 2008; pág. 158). En otras palabras, va a sostener que el «ser» es inengendrado, homogéneo, indivisible, inmóvil, completo, y sin principio ni fin. Teniendo en cuenta esto, el movimiento y el cambio, según él, no existen y serían más bien una ilusión.

Dejando de lado la metafísica tradicional, el término «ser», en sí mismo, no define nada y tampoco es un término asertivo que señale la existencia fáctica o teórica de algo. Es un concepto que no puede desprenderse en otros conceptos. Por eso, en sí mismo no puede remitir a la realidad en general o a una entidad en particular. Dice Aristóteles: "… ni siquiera «ser» o «no ser» es signo de la cosa real, por más que diga «lo que es» a secas. En sí mismo, en efecto, no es nada, sino que cosignifica una cierta composición, que no es posible concebir sin los componentes" (Sobre la interpretación, 16b-25). De modo similar, decía Kant: "«Ser» no es, evidentemente un predicado real, es decir, un concepto de algo que pudiera añadirse al concepto de una cosa. Es mera posición de una cosa, o de ciertas determinaciones en sí mismas. En el uso lógico es solamente la cópula de un juicio" (Crítica de la razón pura; editorial Colihue; Buenos Aires, 2007; dialéctica trasc., libro II, cap. III, sec. IV, B627, pág. 647). Entonces, en la existencia de las cosas, no habría ninguna distinción entre «el ser que es, y el ser que no es», porque la función del término «ser» es la de un verbo copulativo cuyos derivados, en una oración descriptiva, establecen un nexo entre términos que señalan elementos conocidos. Por lo tanto, la distinción entre el «ser verdadero» y el «ser falso» se daría solamente en la correspondencia o no correspondencia entre un enunciado descriptivo (plano lingüístico) y el conocimiento de algo (plano gnoseológico).

Y con respecto al «no-ser», Platón afirmaba que no participa en modo alguno de la existencia (Sofista, 260d). Pero a diferencia de Parménides, decía que es posible predicarlo, y sugería buscar su función en el análisis del lenguaje; dice: "... debe examinarse, en primer lugar, qué son el discurso, el juicio y la simulación, de modo tal que, al ponerse éstos en evidencia, veamos su comunicación con el no-ser" (Sofista, 260e). Cuando utilizamos el lenguaje, a menudo señalamos una ausencia de aspectos, percibida al comparar una cosa con otra o comparando lo que vemos con nuestro conocimiento de las cualidades que están ausentes. Y para señalar esa falta utilizamos derivados del verbo negativo «no ser» (por ej.: "esto «no es» de color rojo", "esto «no es» cuadrado", etc.). Y esa misma ausencia establecida por comparación es el origen de ideas abstractas como «el vacío», «la nada», «la nulidad», «la inexistencia», etc. .

 

Victor Ampuero Mendoza

Interesante la exposición. Pero falta la posición opuesta, brillantemente expuesta por Heraclito de efeso, "todo fluye, todo está en permanente cambio, nunca me puedo bañar dos veces en un mismo río, los contrarios se interpolan". La dialéctica se originó en Grecia, retomada extraordinariamente por Hegel y puesta "de pie" por Marx

Lucas medina (autor)

En este post menciono la filosofía radical de Heráclito, y lo acompaño con una crítica:

LA NATURALEZA

El filósofo alemán Gottfried Leibniz (1646-1716), había hecho una distinción entre verdades de razón y verdades de hecho. Las verdades de razón serían juicios apodícticos que se refieren a algo que es de una manera y que no daría lugar a otras posibilidades explicativas. Un ejemplo son algunas afirmaciones de aritmética como "2+2=4", o juicios analíticos como "un triángulo tiene tres lados". En cambio, las verdades de hecho estarían referidas a algo que es de una manera pero que puede cambiar y dar lugar a otras posibilidades explicativas, tales como algunos juicios sintéticos que surgen de observaciones sobre la naturaleza. De esta forma, las afirmaciones que tienen carácter de necesidad podrían pertenecer a la lógica o las matemáticas, mientras que las afirmaciones sobre el carácter de la naturaleza no serían necesarias, sino contingentes. Esta es al menos una distinción que suele difundirse en el ámbito filosófico. E incluso hay posturas que sostienen que cualquier afirmación dicha acerca de la naturaleza, a raíz de su carácter contingente, tarde o temprano puede ser falsa (algo que podríamos definir como un falibilismo extremo, y que en ocasiones surge de una incorrecta interpretación del criterio falsacionista de Popper).

Pero esa postura que afirma un carácter radicalmente contingente en la naturaleza, fue iniciada en la antigüedad griega. Heráclito (nacido a fines del siglo VI a.C., en Éfeso), fue famoso por decir que la naturaleza es únicamente movimiento y cambio perpetuo, contingencia pura, y presencia simultánea de estados o elementos contrarios. Y a partir de este "cambio permanente" presente en la naturaleza, afirmó que no es posible descender dos veces al mismo río, o tocar dos veces una sustancia en el mismo estado. Y a esto añade que la naturaleza es intrínsecamente contradictoria, ya que posee una presencia simultánea de «ser» y «no-ser», y que nada permanece estable o idéntico; por eso mismo, entre otras cosas, afirmó: "En los mismos ríos nos bañamos y no nos bañamos, tanto somos como no somos (...) El camino hacia arriba y hacia abajo es uno y el mismo" (Juliá, Victoria E., & Eggers Lan, C.; Los filósofos presocráticos I; editorial Gredos; Madrid, 1981; frág. 828, pág. 395; frág. 768, pág. 388).

Vemos entonces que la filosofía de Heraclito se refiere a una naturaleza radicalmente móvil y cambiante donde no es posible que existan regularidades ni permanencias que permitan predecir sucesos o señalar identidades en ella. Pero en una crítica que Platón había hecho a Protágoras, intentó señalar que no es posible la absoluta contradicción o sinsentido entre afirmaciones sobre el carácter de la naturaleza, señalando regularidades físicas como esta: "... ninguna cosa se hace nunca mayor ni menor, ya sea en volumen o en número, mientras permanezca igual a sí misma (...) En segundo lugar, diremos que aquello a lo que no le añadimos ni le restamos nada, no aumenta ni decrece, sino que permanece siempre igual" (Teeteto, 155a). Y Platón también había formulado el principio de no contradicción en su versión ontológica de la siguiente manera: "Es evidente que una misma cosa nunca producirá ni padecerá efectos contrarios en el mismo sentido, con respecto a lo mismo y al mismo tiempo. De modo que, si hallamos que sucede eso en la misma cosa, sabremos que no era una misma cosa sino más de una" (República, libro IV, 436c).

Aristóteles también había intentado combatir la mera contingencia en la afirmación de cualidades a una misma cosa, que significaba afirmar que todo puede tener una determinada identidad o cualidad, y no tenerla al mismo tiempo; dice por ejemplo: "... no es posible que los enunciados opuestos sean verdaderos a la vez del mismo sujeto (...); es imposible que lo mismo se dé y no se dé en lo mismo a la vez y en el mismo sentido" (Metafísica, libro XI, cap.VI, 1063b-17; y libro IV, cap. III, 1005b-18). Y aunque esto sea objetado por lógicas paraconsistentes que defienden que simultáneamente dos afirmaciones contradictorias sobre una misma cosa pueden ser verdaderas, resulta imposible suprimir lo ontológicamente «dado» o «determinado» para suplantarlo por la mera arbitrariedad, ya que la naturaleza no es precisamente un puro caos que luego el intelecto siempre ordena como se le plazca.

Por otro lado, Newton, que fue un físico y filósofo natural de la Modernidad, había afirmado que el movimiento constante no es absoluto, ya que según la ley de inercia, los cuerpos que se hallan en reposo no manifiestan un movimiento perpetuo a menos que una fuerza actúe sobre ellos. Por otro lado, se supone también que no habría vibración de partículas atómicas en el estado físico denominado «cero absoluto» ( -273,15 °c), donde sin embargo todavía quedaría una energía residual denominada «energía de punto cero». Y a esto añadimos que en la naturaleza no siempre experimentamos cambios radicales, ya que hay muchas estructuras moleculares que se conservan ya sea breve o prolongadamente (como el ADN, el ARN, y en general, estructuras formadas por uniones químicas covalentes, iónicas, o metálicas). Además, todo en la naturaleza sería impredecible si siempre tuviera cambios radicales; y sin embargo podemos predecir ciertas regularidades que ocurren siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones físicas (por ejemplo, la aceleración constante de un objeto arrojado en condiciones atmosféricas, debido a la fuerza de gravedad), y en estas regularidades se apoyan los juicios que utilizamos para establecer relaciones entre fenómenos y que nos sirven para describir el comportamiento constante de la naturaleza en general.

 

 

Christian Franco Rodriguez

El devenir es la verdad del ser y el ser es la verdad del devenir. "Parménides (nacido en Elea, a fines del siglo VI a.C.), "buscando" algo meramente estático, permanente, sin divisiones, cambios, ni contradicciones, "elaboró" este principio de identidad: «el ser es, y el no-ser no es», y afirmó que es imposible afirmar la existencia del «no-ser». Y en base a esto había dicho: "... ya sólo la mención de una vía queda; la de que «es». Y en ella hay señales en abundancia; que ello, como es, es ingénito e imperecedero, entero, único, inmutable y completo. Y que no «fue una vez», ni «será», pues ahora es todo a la vez, uno, continuo" (Bernabé, Alberto; Fragmentos presocráticos; editorial Alianza; Madrid, 2008; pág. 158). En otras palabras, va a sostener que el «ser» es inengendrado, homogéneo, indivisible, inmóvil, completo, y sin principio ni fin. Teniendo en cuenta esto, el movimiento y el cambio, según él, no existen y serían más bien una ilusión." ¿Cuál es la acción de Parménides? Si el busca es que no tiene no hay y entonces el elabora, esa es la palabra clave, su pensar da el ser y su pensar elimina el no ser y de pronto el no ser es una ilusión y con esto todo movimiento es ilusorio. ¿Pero donde esta el ser de Parménides? Esta en su negación del no ser en su pensamiento no en la realidad que deviene. ¿Esto quiere decir que no hay ser? No esto quiere decir que el ser es la base de todo lo que hay, es la elaboración que permitirá la predicación de lo que son las cosas pero esta elaboración nos dará también la posibilidad de predicar lo que no son. Y es que Heráclito nos da a Parménides y Parménides nos da a Heráclito. Mas la pregunta ontológica queda como una incognita si no comprendemos que esa ontología ha sido creada y que el contacto directo con la realidad es imposible porque pasa por la concepción del ser que no esta en la realidad sino que elabora Parménides y que nos dará la concepción del no ser. Podemos pasar infinitos discutiendo que la realidad tiene patrones constantes porque el otro dirá que justamente el patrón constante es el cambio que permite ese patrón constante. En todos estos siglos muchos han intentado sacar a Heráclito de la ecuación quedándose con Parménides pero al hacer eso llevan acabo la lucha de contrarios dándole la razón a Heráclito y hay mucho otros que quieren darle la razón a Heráclito volviéndolo inmovil diciendo que esta es la verdad sacando a Parménides de la ecuación pero así solo le dan la razón a Parmenides.

 

Lucas Medina

LOS ÁTOMOS

Los filósofos griegos Leucipo y Demócrito (siglos V-IV a.C.), habían construido su teorías físicas y cosmológicas especulando sobre la existencia del átomo (ἄτομος, que significa «sin partes»), entendido como una partícula de materia indivisible e indestructible que se encontraba en todo el universo, y que podía formar estructuras múltiples combinándose con otras, o desprenderse y armar estructuras nuevas.

Y aunque la afirmación de la existencia del átomo, durante la antigüedad griega, no haya sido inferida experimentalmente, fue parte de una teoría que buscaba solucionar o superar el problema del antagonismo entre el cambio y la permanencia, ya que hubo doctrinas radicales que han enfatizado solamente el cambio permanente (Heráclito), o solamente una unidad homogénea, inmóvil e inmutable (Parménides). El atomismo lo hizo incluyendo o sintetizando parte de lo que dichas doctrinas afirman, ya que por un lado, afirmó la existencia del cambio al definirlo como un movimiento y reordenamiento de átomos, y por otro lado, afirmó también la existencia de elementos o unidades estables, al explicarlos como estructuras fijas de átomos.

Según Diógenes Laercio, Platón quiso quemar todos los escritos de Demócrito, y había dicho: "Platón, que menciona casi a todos los filósofos antiguos, en ningún lugar cita a Demócrito, ni siquiera donde debería contradecirle, evidentemente porque sabía que se enfrentaba al mejor de los filósofos" (Vidas y opiniones de los filósofos ilustres; editorial Alianza; Madrid, 2007; libro IX, 40, pág. 475). Y el filósofo neerlandés Baruch Spinoza (1632-1677) había dicho también en una carta: "Nada sorprendente, para hombres que creyeron en cualidades ocultas, en especies intencionadas, en formas sustanciales y otras mil sandeces, que hubiesen imaginado espectros y espíritus y creído a las viejas para debilitar la autoridad de Demócrito. Tanto envidiaban su gloria que quemaron todos los libros publicados por él" (Rodríguez López-Abadía, Arturo: Correspondencia de Baruch Spinoza con algunos personajes notables; Digilec 4, 2017; pág. 148).

Algunos autores afirman que Platón hace una referencia a los atomistas cuando en el Sofista 346a menciona a los «naturalistas». Aristoteles, por su parte, menciona varias veces a los atomistas en obras como Acerca de la generación y la corrupción, y los Tratados breves de historia natural. Más tarde, la filosofía atomista resurge en el epicureísmo, y también lo hace con la publicación del libro De rerum natura, del filósofo romano Lucrecio (siglo I a.C.). Y luego retorna en la Modernidad. Pero durante casi todo el transcurso de la historia, el atomismo va a ser rechazado por la teología y monismos abstractos que afirmaban que el Logos, el Verbo, o un ser superior e inteligente, formó deliberada y racionalmente el mundo. Y ese rechazo se da principalmente porque el atomismo representa un pluralismo materialista que señala que el mundo fue formado por la existencia única de partículas atómicas divergentes, y combinadas sin la interferencia de ninguna voluntad intencional, inteligente, y/o inmaterial.

Con el complejo avance del enfoque experimental y de tecnologías de investigación, ya hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, los trabajos de los físicos británicos Joseph John Thomson (1856-1940), Ernest Rutherford (1871-1937), y James Chadwick (1891-1974) renovaron la concepción del átomo, dejando de ser una sustancia indivisible como lo sostenían los atomistas desde la antigüedad. Y en ese entonces pasó a ser una estructura compuesta por un núcleo (conformado por protones y neutrones) y por una nube de electrones.

 

Christian Franco Rodriguez

Lucas Medina Gracias el problema es que el átomo no resuelve el problema porque es simplemente otra concepción que integra a la del ser y la del devenir, siendo el verdadero "ser" que deviene pero resulta que no es el verdadero ser porque no hay un verdadero ser mas allá de nuestra concepción de ser que lo crea, para poder organizar nuestro cosmos. En esas creaciones yo me quedo con la del Espíritu y creo en ella sabiendo que creyendo la estoy creando.¿Entonces el hombre es la medida de todas las cosas tanto de las que son como de las que no son? No, su propia creación lo supera. Perdido en el símbolo no encuentra la salida a su propio lenguaje y el lenguaje mismo en la época ciborg se independiza del hombre y lo oprime en los sistemas algoritmicos.

 

 

Lucas Medina

Autor

Christian Franco Rodriguez

Me gustaría que dijeras lo mismo pero aplicando transposición didáctica, ya que no se entiende nada.

Christian Franco Rodriguez

Lucas Medina De la imposibilidad de la coincidencia de opuesto que justamente lo devela como real (texto primero de este post)

Los adversarios indios de Nagarjuna, así como algunos investigadores occidentales, declararon que la sünyavada es una filosofía nihilista, puesto que parece negar las doctrinas fundamentales del budismo. En realidad se trata de una ontología, a la que acompaña siempre una soteriología, que se esfuerza por liberarse de las estructuras ilusorias ligadas al lenguaje; la s'ünyavada, en efecto, utiliza una dialéctica paradójica que desemboca en una coincidentia oppositorum, lo que en cierto modo nos recuerda a Nicolás de Cusa, a Hegel y hasta a Wittgenstein. Nagarjuna critica y rechaza todo sistema filosófico, y demuestra la imposibilidad de expresar la verdad última {paramárthata) mediante el lenguaje. Ante todo recuerda que existen dos tipos de «verdades»; las verdades convencionales, «ocultas en el mundo» {lokasamvritisatya) que son útiles en la práctica, y la verdad suprema, la única que puede llevarnos a la liberación. El Abhidharma, que pretende comunicar la «alta ciencia», trabaja en realidad con verdades convencionales. Y lo que es más grave, el Abhidharma oscurece el camino a la liberación con sus innumerables definiciones y categorías de existencias (como, por ejemplo, skandhas, dhatus, etc.), que son únicamente, en el fondo, productos de la imaginación. Nagarjuna se propone liberar y dirigir correctamente las energías mentales cautivas en la red del discurso.

AI demostrar la vacuidad, es decir, la irrealidad de todo cuanto parece existir o se puede experimentar, pensar o imaginar, se siguen diversas consecuencias. La primera, que todas las fórmulas famosas del budismo antiguo, así como sus redefiniciones sistemáticas por obra de los autores ligados al Abhidharma, resultan falsas. Así, por ejemplo, las tres etapas de la producción de las cosas —«origen, duración, cesación»— no existen, del mismo modo que tampoco existen los skandhas ni los elementos irreducibles {dhatus) ni el deseo, el sujeto del deseo o la situación de quien desea. Nada de esto existe, porque todo ello carece de naturaleza propia. El mismo karman es una construcción mental, pues propiamente hablando no hay «acto» ni «agente». Nagarjuna niega igualmente la diferencia entre el «mundo de los compuestos» {samskritd) y el «incondicionado» {asamskrita). «Desde el punto de vista de la verdad suprema, la noción de impermanencia {anitya) no puede ser considerada más verdadera que la de permanencia.»'6 En cuanto a la célebre ley de la «coproducción condicionada» ipratityasamudpada), resulta útil tan sólo desde el punto de vista práctico. En realidad, la «coproducción condicionada, nosotros la llamamos sünja, "vacío"».1 " Tampoco las cuatro Nobles Verdades proclamadas por Buda tienen naturaleza propia; se trata más bien de verdades convencionales que pueden ser útiles tan sólo en el plano del lenguaje. La segunda consecuencia es aún más radical; Nagarjuna niega la distinción entre «el que está ligado» y el «liberado», y en consecuencia, entre samsara y nirvana. «Nada hay que diferencie al samsára del nirvana.»18 Ello no quiere decir que el mundo {samsara) y la liberación (nirvana) sean «la misma cosa», sino que son indiferenciados. El nirvana es «una fabricación del espíritu». Dicho de otro modo: desde el punto de vista de la verdad suprema, el Tathagata mismo no goza de un régimen ontológico autónomo y válido.

 

Finalmente, la tercera consecuencia de la vacuidad universal fundamenta una de las más originales ontologías conocidas en la historia del espíritu. Todo está «vacío», desprovisto de «naturaleza propia»; pero de ahí no se ha de sacar la conclusión de que exista una «esencia absoluta» a la que se referiría sunga (o nirvana). Cuando se afirma que el vacío {sunga) es inefable, inconcebible e indescriptible, ello no significa que exista una «realidad trascendente» caracterizada por esos atributos. La verdad suprema no llega a desvelar un «absoluto» de tipo vedántico; se trata más bien del modo de la existencia descubierto por el devoto cuando obtiene la completa indiferenciación con respecto a las «cosas» g a su cesación. La «realización» por el pensamiento de la vacuidad universal equivale de hecho a la liberación. Pero quien ha llegado al nirvana no puede «saberlo», pues la vacuidad trasciende a la vez el ser y el no ser. La sabiduría (prajñá) revela la verdad suprema sirviéndose de la «verdad oculta en el mundo», que no es rechazada, sino convertida en «verdad que no existe tampoco».'7 Nagarjuna se niega a considerar la süngatavada como una «filosofía»; se considera más bien una práctica, a la vez dialéctica y contemplativa, que, al desligar al devoto de toda construcción teórica tanto del mundo como de la salvación, le permite alcanzar la serenidad imperturbable y la libertad. Nagarjuna rechaza de manera perentoria la idea de que sus argumentos, o cualquier otra afirmación filosófica para el caso, sean válidos a causa de una fundamentación ontológica existente al margen o más allá del lenguaje. Del sunga no se puede decir que exista ni que no exista, ni que exista al mismo tiempo que no existe, etc. A los críticos, cuando observan que si todo es vacío, también la negación formulada por Nagarjuna viene a ser una proposición vacía, responde que tanto las afirmaciones de sus adversarios como sus propias negaciones no tienen existencia autónoma, pues existen únicamente al nivel de la verdad convencional.

 

El budismo, al igual que el pensamiento filosófico indio en general, cambiaron profundamente después de Nagarjuna, si bien ese cambio no se hizo notar inmediatamente. Nagarjuna llevó hasta el límite extremo la tendencia innata del espíritu indio hacia la coincidentia oppositomm. Sin embargo, logró demostrar que la figura del Boddhisattva conserva toda su grandeza a pesar de que «todo es vacío». En efecto, el ideal del Boddhisattva no dejó de constituir fuente inspiradora de caridad y altruismo, si bien, como dice el Avatamsaka" «al mismo tiempo que permanece en el nirvana, manifiesta el samsára. Sabe que no hay seres, pero se esfuerza por convertirlos. Está definitivamente serenado (santa), pero parece sentir las pasiones (¿lesa). Habita el cuerpo de la Ley (dharmakága), pero se manifiesta por todas partes, bajo innumerables cuerpos de seres vivientes. Permanece siempre sumido en éxtasis profundo (dhgána), pero goza de los objetos del deseo...».

Miercea Eliade

Los campos no se pueden integrar ene l lenguaje porque el lenguaje es un sistema, en lo discursivo no puede haber coincidencia de opuestos pero la paradoja es que desde lo discursivo es que se habla de  la coincidencia de opuestos, cuando Nagarjuna dice que ni su propuesta ni la de sus adversarios es existente porque está en el discurso cancela toda posibilidad y se abre otra paradoja, porque lo que está  diciendo es que lo que dice no tiene sentido, más que en el propio sistema  pero de lo que habla es de lo que está  fuera del sistema de lenguaje.  

Esta es la otredad a todo sistema que fundamente al sistema y que encuentra su fundamento en la diferencia con el  sistema, más esta otredad es inalcanzable, incomprobable, jamás se la podrá validar y diciendo esto se valida, es en lo que hay que creer, siendo el límite de toda nuestra posibilidad es lo real.   

Muy parecido al argumento ontológico de San Anselmo que es una alteración de sistemas ya que nos hace pensar en la suma de las perfecciones a nosotros que somos imperfectos y de pronto terminamos aceptando que hay un Dios al que no se puede negar la perfección de la existencia, porque sino  no sería esa suma de perfecciones, ahí está  el truco de la razón donde el pensar siempre creara al ser  pero si nos diríamos cuenta de eso , entonces diríamos que el ser es una creación y que toda ontología es una creación, un artificio del lenguaje y que debe de haber algo más allá del lenguaje, algo más allá  de todo imaginario, un verdadera otredad no creada por el lenguaje ni por ninguna representación, esto limita al lenguaje y le da su consistencia , porque sino todo sería lenguaje y si todo sería lenguaje nada sería lenguaje, pero la paradoja es que el lenguaje ha creado su propio limite, que no puede ser validado  pero que justamente por no poder ser validado se valida.

La razón con el lenguaje ha creado el ser la totalidad perfecta y ha creado el no ser donde no hay palabra, estamos en una dialéctica negativa lo que hay es la existencia creando su principio y su fin, por lo tanto podríamos decir que no son reales que solo son imaginarios, que no hay ese ser llamado Dios que reúna esa suma de perfecciones, ni ese más allá  del lenguaje que es innombrable pero entonces tampoco habría lenguaje, ni ninguna lógica, es el límite paradojal  el que le da consistencia al sistema pero si es el sistema el que lo ha creado para darse consistencia solo son productos imaginarios del sistema.

No este es el punto donde la imaginación crea la realidad y creándola se anula a si misma revelando lo real, he aquí la puerta de salida y entrada al sistema que no está  procesada por el sistema porque el sistema no la puede procesar, el lenguaje no puede dar cuenta de la suma de perfecciónes de la totalidad y no puede dar cuenta del vacío por lo mismo se reconoce  a sí mismo como una estructura  convenciónal entre ese ser y ese no ser que son lo real y que él es incapaz de develar.

Y entonces ¿Todo lo que dijo buda es falso porque uso ese medio convencional llamado lenguaje? ¿Todo lo que dijo Cristo también es falso? No en ellos se realiza la coincidencia de opuestos de lo real alterándola toda la realidad convencional aquello que quieran participar de su misterio tendrán que ir más alla de sus palabras      dejándose inundar de su espíritu, más allá  de la razón y de la voluntad está  el espíritu y como tal el lenguaje no lo puede aprehender jamás del todo, abriéndose la fe como certeza máxima superando el límite de la razón y de toda su lógica y dialéctica pero manteniendo la razón con su logia y dialéctica  en su límites sin poder participar en ellas del misterio de lo real.

Pero el lenguaje crea la imagen el símbolo de esa coincidencia de opuestos como su gran culmine en la paradoja por lo mismo la pendejada está  en que el lenguaje, se limita para no ser limitado, la coincidencia de opuestos no es su límite ni su salida es su verdadero proceso interior como una cinta de moebius  quedaras dando vueltas eternas en él aunque estés en silencio, una vez hayas saltado a la conciencia no hay salida de ella.

Entonces el gran maestro Nagarjuna no es el que nos libera de las realidades convencionales en el vacío sino el que integra el vacío a las realidades convencionales. Lo cierto es que ya estaban integradas y que Buda era un gran cuentista, más Nagarjuna revela el truco para que este nunca sea revelado.

¿Lo comprendes? Ni siquiera tu nihilismo puede darte una salida la dialéctica termina en una adialectica que te llevara de nuevo a la dialéctica.  El universo no tiene límites, no tiene fin. Tú dirás el universo simbólico y yo te diré ese es el único universo es que acaso ¿No te das cuenta?

Y de pronto todo deja de moverse

  

 

 

Lucas Medina

Autor

Christian Franco Rodriguez

Tendrías que aclararlo un poco más y de una forma más resumida, evitando la verborrea y el juego de palabras.

Christian Franco Rodriguez

Lucas Medina Eso es evitar el pensamiento y la pendejada esta de parte tuya en volverte juez de mi pensamiento tratando de formatearlo para ser aceptado es la misma pendejada que todo metalenguaje, tomas distancia de la discusión cuando realmente estas en la discusión.

Lucas Medina

Autor

Christian Franco Rodriguez

Supongamos que yo soy tu alumno y te pido que expliques mejor las cosas para poder asimilarlas, porque no manejo un lenguaje técnico. ¿Cómo lo harías? Se supone que si alguien escribe es para hacerse entender, y no para seducir a alguien aplicando un lenguaje difícil y rebuscado. Es necesario saber aplicar trasposición didáctica para mejorar la comprensión lectora, y no suponer que el interlocutor es alguien que siempre va a entender tu lenguaje técnico.

Christian Franco Rodriguez

Lucas Medina No es necesario suponerlo, ahora tu tienes dos opciones, vamos caminando paso a paso intentando explicar cada concepto , cada termina cada proceso dialectico yo te explico sobre la primera dialéctica de la tesis con sus tesis de espíritu absoluto, su antítesis de espíritu revelado , sus síntesis de espíritu subjetivo. Te explico la dialéctica de la antítesis con sus tesis complementaria en el espíritu objetivo su antítesis complementaria en el anti espíritu, sus tesis complementaria en el espíritu desintegrado, y te digo que la primera dialéctica se basa en superar el principio de contradicción admitiéndolo la segunda dialéctica lo que admite es que la contradicción jamás podrá ser superada y la tercera partiendo dela coincidencia de opuestos te hace comprender que jamás hubo contra dicción develando el espíritu integrado , el espíritu infernal y el Espíritu Santo. Tu tienes dos opciones darlo por entendido con lo que se acaba toda posibilidad filosófica o empezar a reflexionar. Ahora en todo momento te estuve seduciendo si tu empiezas a pensar me seducirás a mi al menos que no quieras participar del pensamiento dialectico y mantengas tu distancia. Dando por entendido lo que dije o dándolo por no entendido. Lo que equivale a no participar del acto de amor reflexivo por esto es tan difícil enseñar filosofía porque el que intenta enseñarla deja de hacerla y el que la hace problematiza todo entendimiento.

 

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 Lucas Medina

Autor
Christian Franco Rodriguez
¿Qué significa "espíritu absoluto", "antítesis de espíritu revelado" y "síntesis de espíritu subjetivo"?
· Responder · 46 min · Editado
Lucas Medina
Autor
Christian Franco Rodriguez
¿Qué significa además "espíritu desintegrado", "espíritu integrado", "espíritu infernal", y "espíritu santo"?
· Responder · 43 min · Editado
Lucas Medina
Autor
Christian Franco Rodriguez
No sabes explicar los conceptos que usas?
· Responder · 43 min · Editado
Christian Franco Rodriguez
Lucas Medina Ayy me atacas al ego lo primero será explicar la estructura del concepto veras que al intentar explicar el concepto quedara no explicado, El concepto es el artificio del entendimiento humano que pretende la síntesis entre la noción ontológica y la esencia fenomenológica ¿La pregunta es es posible esa síntesis? No realmente no , pero convenimos en que es posible y aceptamos el artificio ahora ¿Quién mueve este artificio? El Espíritu ¿Pero que es el espíritu? Es el noumeno que realiza el camino dialectico de todo artificio humano develandose y ocultándose en la síntesis artificial, así el Espíritu absoluto se devela y se oculta ene l símbolo religioso, el Espíritu revelado se devela y se oculta en al artificio artístico metafórico, El Espíritu Subjetivo se revela y se oculta en el artificio conceptual filosófico, El espíritu objetivo se revela y se oculta en el artificio de la formula científica, al anti espíritu se revela y se oculta en la operación artificial deconstructiva, el espíritu desintegrado se revela y se oculta en el algoritmo, el espíritu integrado se revela y se oculta en la biodramturgia, el espíritu infernal se revela y se oculta en la comunión y es Espíritu Santo se revela mas allá de todo artificio gracias a todos los artificios.

 

    • Lucas Medina
      Autor
      ¿Pero qué es ese supuesto espíritu y cómo estas seguro de que existe o de cuál es su origen? ¿Se puede demostrar que existe de una forma directa y observable? De la misma forma que se habla de que el espíritu produce el concepto, yo puedo decir que es en realidad una magia cósmica la que produce el concepto o que es un poder suprasensible el que la produce. ¿Qué tiene de especial decir que es el "espiritu" y no otra cosa lo que produce el concepto? ¿Hablar de que el espíritu produce el concepto es igual de especulativo y abstracto como decir que un poder o una magia lo producen? Y si no es igual de especulativo, ¿por qué entonces ese supuesto "espíritu" tiene más peso o realidad que cualquier otra construcción imaginaria?
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      • 20 h
  • Christian Franco Rodriguez
    Si te quedas en la certeza sensible como tu validación de verdad ¿De que verdad estas hablando? ¿Y como se puede hacer filosofía desde esta certeza? De pronto dirás analíticamente, pero la filosofía analítica es un meta lenguaje del lenguaje no parte de ninguna certeza sensible aunque apele a ella. ¿Cómo pretendes demostrar algo? la única demostración posible es a través de la inferencia de axiomas, y con esto no demuestras la existencia de algo sino su validación dentro del sistema ya que guarda coherencia con los axiomas y teoremas que de ellos se se infieren. ¿Pero se puede demostrar el principio del que parten los axiomas? No el principio siempre será indemostrable. ¿Puede Parménides demostrar el ser? Que yo sepa ni Parménides ni nadie lo ha demostrado, es el principio desde el cual los axiomas ontológicos y lógicos parten empezando por el principio de no contradicción en la la lógica que es también un principio ontológico nada puede ser y no ser al mismo tiempo. Si tu piensas que con el método científico se demuestra la existencia de algo, no estas entendiendo a la ciencia fenomenológica, que parte del principio de la apariencia en la mente y trabaja con fenómenos, si piensas que el sentido común nos prueba la existencia de algo, esta muy equivocado el sentido común no prueba la existencia la presupone, pero se supone que nosotros hacemos filosofía y cuestionamos todo presupuesto. ¿Entonces se puede demostrar el Espíritu? No se puede. ¿Es el espíritu un supuesto? Si gracias a Hegel ya no solo un supuesto religioso , o artístico sino especulativo filosófico ¿Pero que quiere decir especulativo? Que se reflexiona profundamente, es como si en tu mente tuvieras muchos espejos donde podrías reflejar los fenómenos, hasta llegar a la esencia y al fundamento de esa esencia que no es otra cosa que la creación espiritual. Y entonces hemos llegado a una certeza del pensamiento no a una certeza sensible. ¿Es esta la verdad? No esta certeza no se cierra , se abre al dialogo, porque es consciente de su proceso a diferencia de la certeza sensible que da las cosas por hecho a partir de sus sentido. ¿Pero porque espíritu? Por una noción de libertad, el espíritu como termino se origina en la metáfora del viento ya sea en su acepción de Ruah Judia o de Neuma Griego y el viento pensado desde esa metáfora tiene como tenor la libertad ya que sopla por donde quiere librándose de todo condicionamiento aun el de la propia razón ¿Ahora es cierto eso el espíritu esta libre de todo condicionamiento? Tendríamos que pensarlo, pero eso es algo a lo que veo que tu renuncias en tu intento de hacer didáctica la filosofía realmente no crees en ella ni la practicas.

 

 

  

 

          

 

 

  

 

          

 

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