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viernes, 18 de febrero de 2022

Algo extraño de nuestra percepción.

 


Algo extraño de nuestra percepción.

Comienzo retomando, algo modificados, cuatro asuntos de artículos anteriores. El entorno Universo, incluido el cuerpo y el cerebro, es Physis; el Mundo es Conciencia (visual, auditiva y musical, táctil, olorosa, saborosa, etc.), fundamento para el Espíritu humano. El Mundo es la forma subjetiva de PERCIBIR el entorno Universo. Hay, por tanto, al menos, tres tipos de realidad implicadas en la vida humana: física, perceptiva consciente y consciente imaginaria. A esta última la llamamos “interioridad”.

Hacia 1978, en plena oscuridad disparé un flash hacia una estantería con libros desde un metro de distancia y al apagarse conservé una visión pura, de la misma, con su propia forma. Hace tres décadas, miré en un instante al sol con ligero movimiento y conservé con ojos cerrados la visión de un círculo que describí como azul verdoso con una corta cola al fondo lejano de un gran espacio oscuro. Hoy (14/02/2022), lo repetí un poquito más largo y con movimiento. Al cerrar los ojos, tras unos dos segundos recuperé la visión de un pequeño círculo azul con una larga cola también azul. Lo dirigí al piso y se mantenía la visión en forma idéntica. Cerré los ojos tras 15 segundos y se repetía dicha visión, pero con color verdoso. Lo repetí cada quince segundos por un tiempo de unos dos minutos y se apagaba lentamente. Esas VISIONES PURAS, se experimentaban tan exteriores como la visión cotidiana. Sin duda, tenían que ver con la impresión mantenida en el cerebro por la luz intensa. Pero hay una pregunta crucial: ¿Cómo y por dónde sale esa visión a partir de la impresión cerebral?

Toda nuestra percepción consciente del propio cuerpo o del entorno universo se inicia en ellos y la información que brindan accede por medios diversos hasta el cerebro que la procesa. Eso afirma hoy día con seguridad, la conjunción de las ciencias físicas y bioneurales, ya se trate de la visión, sonido, tacto, olfato, sabor, etc. Pero el resultado consciente de todo ello no es experimentado en el cerebro, sino fuera de él: en la lejanía del espacio, en la orquesta o la nube, en la mano y la mesa a la vez, en la nariz, en la lengua, etc. Pero, extrañamente, no tenemos la menor idea de cómo llega esa conciencia visual, musical, táctil, olorosa, saborosa, desde el cerebro hasta donde es captada conscientemente. Nada parece salir del cerebro generando esa conciencia en el lugar, físico o mundano, donde es experimentada.

No hay ningún centro proyector de la visión desde el interior del cerebro hasta donde vemos el sol. La retina es receptora y no proyecta nada. Si proyectase algo lo detectaría la tecnología actual. Además, pasados los trece milisegundos de elaboración cerebral de la información recibida de las estrellas, automáticamente tenemos la visión de la bóveda celeste estrellada en la lejanía de la noche. Nada hay que se traslade desde el cerebro hasta esa bóveda estrellada. Simplemente acontece. Y nada hay en el cerebro que genere conciencia de esa visión. Es algo que escapa absolutamente a la ciencia. Tiene algo de parecido con el entrelazamiento cuántico, pero nada hay en éste relativo a la conciencia. Sabemos de la energía electromagnética que viene desde las estrellas o el sol hasta nuestros ojos, y del proceso restante hasta el cerebro. Pero nos escapa absolutamente el inexistente “movimiento” inverso, del cerebro hasta la VISIÓN. Pero esto no sucede solo con el sol y las demás estrellas. Sucede con la VISIÓN de la mesa, el río o el nevado. En estos casos, se complica la situación, pues también inexplicablemente esa visión de un alfiler, un martillo, una mesa o un árbol, sus VISIONES coinciden con la propia COSA física. Nada hay en la ciencia que explique esto. Se le escapa absolutamente. Por ningún lado aparece que haya CAUSACIÓN FÍSICA, desde la percepción cerebral hasta la VISIÓN del sol. Tampoco hay nada de ese proceso en la subjetividad consciente. SIMPLEMENTE SUCEDE.

Lo que decimos de la VISIÓN, por ejemplo, del Sol, lo tenemos que decir del sonido. Sabemos lo que viene desde la nube hasta nuestros oídos, lo que sucede ahí y lo que pasa al cerebro. Pero ignoramos absolutamente cómo desde el cerebro acontece el sonido experimentado en la nube. El cerebro pudo aprender evolutiva e individualmente a responder a la información recibida en forma apropiada, pero eso es otra cosa diferente: escuchar conscientemente el sonido del trueno en la nube. Lo mismo podemos decir de SENTIR lo salado en la lengua, el olor a huevos podridos en la nariz o la presión del piso, en los pies y el piso.

Queda otra incógnita. Sabemos muy bien que, a partir de una memoria flas, pueden surgir imágenes visuales y música. Eso permite suponer que la actividad electroquímica del cerebro también lo podría producir, aunque no entendemos que surja como algo CONSCIENTE. Pero a partir de dicha actividad perceptiva cerebral, toda ella idénticamente electroquímica, surge sabor, olor, miedo conscientemente sentido (no mera reacción corporal), vergüenza, asombro, admiración, odio. ¿Qué o quién puede diferenciar lo que debe brotar, consciente, a partir de una forma idéntica de información? Todo parece que tiene que saber diferenciar la función que cumple cada área perceptiva, y que sea coherente, de algún modo, con el entorno corporal o externo a él. Y saberlo sin haberlo investigado, que es como lo sabemos nosotros, muchos milenios después de que haya funcionado con perfección durante toda la historia humana de la que tenemos aceptable conocimiento. Mi conciencia NO capta inmediatamente, en sí mismo, nada de lo que acontece CONSCIENTEMENTE en la actividad cerebral. Nada de lo percibido conscientemente aparece en esa misma actividad.

ALGO REAL TRASCIENDE A LAS CIENCIAS FÍSICAS Y NEUROLÓGICAS, Y TRASCIENDE A LA FILOSOFÍA DE LA SUBJETIVIDAD. LA RAZÓN EXIGE QUE HAYA ALGO RESPONSABLE DE ESE PASO. Y ESE ALGO NOS TRASCIENDE. NO ME QUEDA OTRA SOLUCIÓN MÁS QUE ASUMIR QUE ESE ALGO CONLLEVA SABIDURÍA. ALGO ASÍ COMO SABIDURÍA HERMENÉUTICA UNIVERSAL.

Alfonso López Merino. Hermano Marista. Quito, 15/02/2022

 

 

Hay un logos eterno del que deviene todo y al que va todo, mi espíritu está en transferencia permanente con él y este logos me devela el devenir y ese mismo devenir es el ser eterno, yo accedo gracias al logos a los arquetipos, a las ideas, que en mi mente son representación, ¿No tengo acceso    directo a los arquetipos? Están en mi inconsciente porque en mi inconsciente se da la transferencia de los arquetipos universales, que es lo que hay en la cuarta clasificación de los multiversos, pero algo aquí tiene que imprimir mis sentidos y despertar esta transferencia con el logos eterno y los arquetipos, el lenguaje entonces es poesía, porque el lenguaje es transferencia del tenor en un transferencia relacional que le de fundamento a la relación del tenor con el vehículo, mi tenor es mi arquetipo mi simismo, que lo encuentro en Cristo , él es el logos eterno, revelándose como arquetipo universal, conocer es conocerlo y para esto debo de estar en el Espíritu Santo, sino el logos será infernal para mí y me dejara desintegrado caído en la existencia, Cristo es mi yo cuántico, en él se colapsan las realidades y me llega a mi este colapso por medio de intuiciones gracias a la transferencia espiritual, debo de lograr la humildad que me permita “escuchar” a mi espíritu. ¿Dónde se dan las representaciones? En ninguna parte, la nube espiritual está en todos lados, la palabra divina crea y sostiene todo, la transferencia de logos a logos se da en lo profundo de mí  ser y este no es lugar, porque el biotejido me teje con todo lo que hay transferencialmente, si pude renacer espiritualmente me abriré al amor universal que sostiene toda transferencia.

En ella el Espíritu logra sincronías la síntesis de todos los tiempos, sintergias la síntesis de todos los espacios, singnoseologias la síntesis de todos los conocimientos, hasta reconciliar a los opuestos en el árbol de la vida.

Y es en este árbol que saboreamos  a Dios.

Hoy 16 de febrero leo la biblia con mi abuela

Salmos 103

Alabanza por las bendiciones de Dios

1Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
4El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;
5El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.
6Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia.
7Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras.
8Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
9No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo.
10No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
11Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
12Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
13Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.
14Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
15El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo,
16Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más.
17Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
18Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
19Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos.
20Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto.
21Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad.
22Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová.

 

Y entonces el logos me revela a Dios redentor eso es lo que es el logos, el perdona todos nuestros pecados   he aquí el Dios transcendente. Y mi alma lo alaba.

Hoy 17 de febrero leo la biblia con mi abuela:

Salmos 104

Dios cuida de su creación

1Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido; Te has vestido de gloria y de magnificencia.
2El que se cubre de luz como de vestidura, Que extiende los cielos como una cortina,
3Que establece sus aposentos entre las aguas, El que pone las nubes por su carroza, El que anda sobre las alas del viento;
4El que hace a los vientos sus mensajeros, Y a las flamas de fuego sus ministros.
5El fundó la tierra sobre sus cimientos; No será jamás removida.
6Con el abismo, como con vestido, la cubriste; Sobre los montes estaban las aguas.
7A tu reprensión huyeron; Al sonido de tu trueno se apresuraron;
8Subieron los montes, descendieron los valles, Al lugar que tú les fundaste.
9Les pusiste término, el cual no traspasarán, Ni volverán a cubrir la tierra.
10Tú eres el que envía las fuentes por los arroyos; Van entre los montes;
11Dan de beber a todas las bestias del campo; Mitigan su sed los asnos monteses.
12A sus orillas habitan las aves de los cielos; Cantan entre las ramas.
13El riega los montes desde sus aposentos; Del fruto de sus obras se sacia la tierra.
14El hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre, Sacando el pan de la tierra,
15Y el vino que alegra el corazón del hombre, El aceite que hace brillar el rostro, Y el pan que sustenta la vida del hombre.
16Se llenan de savia los árboles de Jehová, Los cedros del Líbano que él plantó.
17Allí anidan las aves; En las hayas hace su casa la cigüeña.
18Los montes altos para las cabras monteses; Las peñas, madrigueras para los conejos.
19Hizo la luna para los tiempos; El sol conoce su ocaso.
20Pones las tinieblas, y es la noche; En ella corretean todas las bestias de la selva.
21Los leoncillos rugen tras la presa, Y para buscar de Dios su comida.
22Sale el sol, se recogen, Y se echan en sus cuevas.
23Sale el hombre a su labor, Y a su labranza hasta la tarde.
24¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios.
25He allí el grande y anchuroso mar, En donde se mueven seres innumerables, Seres pequeños y grandes.
26Allí andan las naves; Allí este leviatán que hiciste para que jugase en él.
27Todos ellos esperan en ti, Para que les des su comida a su tiempo.
28Les das, recogen; Abres tu mano, se sacian de bien.
29Escondes tu rostro, se turban; Les quitas el hálito, dejan de ser, Y vuelven al polvo.
30Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra.
31Sea la gloria de Jehová para siempre; Alégrese Jehová en sus obras.
32El mira a la tierra, y ella tiembla; Toca los montes, y humean.
33A Jehová cantaré en mi vida; A mi Dios cantaré salmos mientras viva.
34Dulce será mi meditación en él; Yo me regocijaré en Jehová.
35Sean consumidos de la tierra los pecadores, Y los impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, a Jehová. Aleluya.

Y el logos me revela al Dios inmanente siendo la naturaleza Dios mismo, y eso es el logos, y eso soy yo  y mi alma lo alaba porque él se da permanentemente para proveerme como una madre y yo me doy en él con toda la naturaleza.

Hoy 18 de febrero leo la Biblia con mi abuela.

Salmos 105

Maravillas de Jehová a favor de Israel

1Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos.
2Cantadle, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas.
3Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
4Buscad a Jehová y su poder; Buscad siempre su rostro.
5Acordaos de las maravillas que él ha hecho, De sus prodigios y de los juicios de su boca,
6Oh vosotros, descendencia de Abraham su siervo, Hijos de Jacob, sus escogidos.
7El es Jehová nuestro Dios; En toda la tierra están sus juicios.
8Se acordó para siempre de su pacto; De la palabra que mandó para mil generaciones,
9La cual concertó con Abraham, Y de su juramento a Isaac.
10La estableció a Jacob por decreto, A Israel por pacto sempiterno,
11Diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán Como porción de vuestra heredad.
12Cuando ellos eran pocos en número, Y forasteros en ella,
13Y andaban de nación en nación, De un reino a otro pueblo,
14No consintió que nadie los agraviase, Y por causa de ellos castigó a los reyes.
15No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas.
16Trajo hambre sobre la tierra, Y quebrantó todo sustento de pan.
17Envió un varón delante de ellos; A José, que fue vendido por siervo.
18Afligieron sus pies con grillos; En cárcel fue puesta su persona.
19Hasta la hora que se cumplió su palabra, El dicho de Jehová le probó.
20Envió el rey, y le soltó; El señor de los pueblos, y le dejó ir libre.
21Lo puso por señor de su casa, Y por gobernador de todas sus posesiones,
22Para que reprimiera a sus grandes como él quisiese, Y a sus ancianos enseñara sabiduría.
23Después entró Israel en Egipto, Y Jacob moró en la tierra de Cam.
24Y multiplicó su pueblo en gran manera, Y lo hizo más fuerte que sus enemigos.
25Cambió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo, Para que contra sus siervos pensasen mal.
26Envió a su siervo Moisés, Y a Aarón, al cual escogió.
27Puso en ellos las palabras de sus señales, Y sus prodigios en la tierra de Cam.
28Envió tinieblas que lo oscurecieron todo; No fueron rebeldes a su palabra.
29Volvió sus aguas en sangre, Y mató sus peces.
30Su tierra produjo ranas Hasta en las cámaras de sus reyes.
31Habló, y vinieron enjambres de moscas, Y piojos en todos sus términos.
32Les dio granizo por lluvia, Y llamas de fuego en su tierra.
33Destrozó sus viñas y sus higueras, Y quebró los árboles de su territorio.
34Habló, y vinieron langostas, Y pulgón sin número;
35Y comieron toda la hierba de su país, Y devoraron el fruto de su tierra.
36Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra, Las primicias de toda su fuerza.
37Los sacó con plata y oro; Y no hubo en sus tribus enfermo.
38Egipto se alegró de que salieran, Porque su terror había caído sobre ellos.
39Extendió una nube por cubierta, Y fuego para alumbrar la noche.
40Pidieron, e hizo venir codornices; Y los sació de pan del cielo.
41Abrió la peña, y fluyeron aguas; Corrieron por los sequedales como un río.
42Porque se acordó de su santa palabra Dada a Abraham su siervo.
43Sacó a su pueblo con gozo; Con júbilo a sus escogidos.
44Les dio las tierras de las naciones, Y las labores de los pueblos heredaron;
45Para que guardasen sus estatutos, Y cumpliesen sus leyes. Aleluya

Y el logos me revela al Dios histórico liberador, el cual nos liberara del imperio Estado unidense con toda la G8. Con su aristocracia transnacional  cada vez más algorítmica y su democracia global  de naciones unidas y su economía capitalista. En el pongo mi esperanza y el imperio no puede imperar sobre mí, ni establecer en mi Arca de la libertad  su nuevo orden,  gracias Dios Santo, Padre, Hijo, Espíritu  Santo mi alma que es la tuya, porque se da en la transferencia espiritual te alaba.                                  

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