La ultima Republica
Ay, en qué lugar del mundo se han cometido tonterías mayores que entre los compasivos? Y qué cosa en el mundo ha provocado más sufrimiento que las tonterías de los compasivos? ¡Ay de todos aquellos que aman y no tienen todavía una altura que esté por encima de su compasión! Así me dijo el demonio una vez: «También Dios tiene su infierno: es su amor a los hombres.» Y hace poco le oí decir esta frase: «Dios ha muerto; a causa de su compasión por los hombres ha muerto Dios, lo que no me decía el demonio, es qué había un día nuevo cada vez que Dios moría, el solo muere para resucitar, su compasión no es otra cosa que su amor por sí mismo».
Primera parte la vuelta a la caverna
Socrates-Ayer bajé a los pies de la montaña de Zaratustra, sé que sus animales le interrogaran de nuevo por su mirada al mar, “¿Buscas con tu mirada la felicidad? “ Le preguntaran. Pero él no aspira a la felicidad, ya ni siquiera a su obra, la aspiración de Zaratustra es distinta ahora, el aspira a su ser y yo soy el ser de Zaratustra.
Paso pues la mano sobre mi rostro, para limpiar mi faz de su última sombra y he aquí aparece Zaratustra quien se limpia el rostro junto conmigo.
Zaratustra-Que susto es este, eres el adivino que viene a tentarme a mi último pecado la compasión por los hombres
Sócrates-Ya sabemos mi buen amigo como tu león termina devorándome y así superas tu último pecado pero hermano ¿Sabes ahora lo que significa la compasión?
Zaratustra- No, tú me llamas hermano y yo Comprenderé que a ti también te pario la voluntad de poder
Sócrates-Esa siempre fue nuestra madre y el Alma nuestro padre y esto dos no son más que la versión y la inversión del espíritu.
Zaratustra-¿Esta es la nueva miel que me traes adivino, el veneno con el que pretendes matar a Zaratustra?
Sócrates-Así es, el hombre es un puente al superhombre y el superhombre es solo la semilla de nuestro señor.
Zaratustra-Iras a mi cueva, ¿Mi león té devorara? No esta vez me devorara a mí, se comerá al niño de ojos de fuego
Sócrates-Y el niño será por fin un hombre Dios, un hombre de Espíritu
Zaratustra- Acompañame entonces a invitar a los otros a mi caverna, vayamos juntos a la resurrección de Zaratustra.
Y así murió Zaratustra
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Sócrates-No había pasado una hora desde que andábamos caminando por los bosques cuando de pronto vimos un extraño cortejo, era un rey y una reina, seres muy extraños cunado la reina miraba al rey, este se multiplicaba en un millón de cuerpo, pero en los ojos de la reina le rey se veía como un solo ¿Quiénes son estos pregunto Zaratustra? La mente y el cuerpo respondí y en ese instante nos subimos a un árbol y de este huyeron todas las serpientes, reconcieron todas ellas en nosotros al ouroboro.
Reina-¿Falta mucho para llegar a la caverna de Zaratustra? estoy realmente estresada
Rey-Podría hacer reír de nuevo, el espectáculo de mi carne debajo de las patas de nuestro asno siempre te ha divertido
Reina-Me encuentro hastiada, nada puede remplazar el entretenimiento de la razón pero por más que me esfuerzo, no encuentro en ti razón alguna, llévame pronto donde ese sabio para que me dé una explicación
Rey-Amada mía Zaratustra no da explicaciones el solo ejerce el poder, como el omnipotente ante Job.
Árbol de la vida-Ya no, Zaratustra está muriendo.
Rey-¡Qué dices! Como la voluntad puede dejar de existir si lo único que tiene es la vida.
Árbol de la vida-Porque la voluntad es solo la inversión del alma y ya es hora de que el alma sea convertida a Espíritu
Reina-¿Eres tú la serpiente que tentó a nuestra madre?
Árbol de la vida-No yo sol la que viene a dar a luz
Rey-¿Y qué quieres con nosotros?
Árbol de la vida-Comérmelos
Reina-¿Con todo y asno?
Árbol de la vida-Solo así volverán a ser íntegros
Habla el asno
¡Qué amor es este! que le pide al Cesar ser un Cristo
Como abandonará la puta razón babilonia
¿Que serán de sus hueso en el desierto?
Fue le profeta el que dijo: La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
Rey-Sea pues entonces seamos nosotros estos huesos
Reina-A mí esto me es imposible
Rey-Entonces deja que yo te coma primero
Reina-Amen
Rey-Amen
Árbol de la vida- Amen.
Y así murieron la mente y el cuerpo de Zaratustra
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Sócrates-Zaratustra y yo jamás bajamos del árbol, fue el árbol el que comenzó a pensar, pero este no pensaba con su cerebro sino con el corazón repleto de sanguijuelas, y en cada una de ellas había una idea, ¿Porque nunca Zaratustra aparto las sanguijuelas del árbol de la vida?
Zaratrustra-No es una tarea fácil, reconocer que las ideas son sangre y aun así renunciar a ellas
Sócrates-El crucificado sufre Zaratustra y no hay María que lo baje de la cruz
Zaratrustra- ¿Seré entonces yo su María?
Sócrates-Lo seremos los dos, te ayudare a sacar las sanguijuelas del corazón del crucificado
Zaratustra-No me imagino al crucificado, sin estado, sin iglesia, sin familia, sin teólogos, o algún ferviente evangelizador
Sócrates-Llenemos nuestro corazón que este repleto de espinas y veras que pronto se van
Y así murieron las sanguijuelas en el corazón de Zaratustra.
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Sócrates- Y cuando Zaratustra dio la vuelta a una roca vio no lejos debajo de sí, en el mismo camino, a un hombre que agitaba los miembros como un loco furioso y que, finalmente, cayó de bruces en tierra. «¡Alto!, dijo entonces Zaratustra a su corazón ¿Cómo he de enfrentarme al mago ahora? Si para mí era un farsante, sus inversiones y conversiones un patético espectáculo pero acaso ¿No está ahora Zaratustra convirtiéndose? ¿Qué he de decirle si este mago busca a Zaratustra? ¿Y yo ya no soy Zaratustra? O es que hay un tercer Zaratustra que está naciendo en mí y ¿No había en el mago un hombre nuevo que nacía en el camino a damasco?
¡Hiere más hondo, Hiere otra vez! ¡Taladra, rompe este corazón! ¿Por qué esta tortura Con flechas embotadas? ¿Por qué vuelves a mirar, No cansado del tormento del hombre, Con ojos crueles, como rayos divinos? ¿No quieres matar, Sólo torturar, torturar? ¿Para qué - torturarme a mí, Tú cruel, desconocido Dios? – ¡Ay, ay! ¿Te acercas a escondidas? ¿En esta medianoche Qué quieres? ¡Habla! Me acosas, me oprimes – ¡Ay! ¡ya demasiado cerca! ¡Fuera! ¡Fuera! Me oyes respirar, Escuchas mi corazón. Auscultas mi corazón, Tú celoso - Pero ¿celoso de qué? ¡Fuera! ¡Fuera! ¿Para qué esa escala? ¿Quieres entrar dentro, en el corazón, Penetrar en mis más ocultos Pensamientos? ¡Desvergonzado! ¡Desconocido - ladrón! ¿Qué quieres robar? ¿Qué quieres escuchar? ¿Qué quieres arrancar con tormentos? ¡Tú atormentador! ¡Tú - Dios-verdugo! ¿O es que debo, como el perro, Arrastrarme delante de ti? ¿Sumiso, fuera de mí de entusiasmo, Menear la cola declarándote - mi amor? ¡En vano! ¡Sigue pinchando, Cruelísimo aguijón! No, No un perro - tu caza soy tan sólo, ¡Cruelísimo cazador! Tu más orgulloso prisionero, ¡Salteador oculto detrás de nubes! Habla por fin, ¿Qué quieres tú, salteador de caminos, de mí? ¡Tú oculto por el rayo! ¡Desconocido! Habla, ¿Qué quieres tú, desconocido Dios? - - ¿Cómo? ¿Dinero de rescate? ¿Cuánto dinero de rescate quieres? Pide mucho - ¡te lo aconseja mi segundo orgullo! ¡Ay, ay! ¿A mí - es a quien quieres? ¿A mí? ¿A mí - entero? ¡Ay, ay! ¿Y me torturas, necio, Atormentas mi orgullo? Dame amor - ¿quién me calienta todavía? ¿Quién me ama todavía? - dame manos ardientes, Dame braseros para el corazón, Dame a mí, al más solitario de todos, Al que el hielo, ay, un séptuplo hielo Enseña a desear Incluso enemigos, Enemigos, Dame, sí, entrégame, Cruelísimo enemigo, Dame - ¡a ti mismo! - - ¡Se fue! ¡Huyó también él, Mi último y único compañero, Mi gran enemigo, Mi desconocido, Mi Dios-verdugo! – - ¡No! ¡Vuelve Con todas tus torturas! ¡Oh, vuelve Al último de todos los solitarios! ¡Todos los arroyos de mis lágrimas Corren hacia ti! ¡Y la última llama de mi corazón - Para ti se alza ardiente! ¡Oh, vuelve, Mi desconocido Dios!¡Mi dolor!¡Mi última -felicidad!
Mago-¿Es que ahora yo debo de golpear a Zaratustra? ¿Necesita Zaratustra hacernos creer que es un gran hombre? ¡Que Dios puede corromper a Zaratustra! Permíteme conocerlo!
Zaratustra- Solo era tu mago yo me convertía en ti y me dejaba poseer por tu espíritu y comprendía que no comprendías, las tortura de las inflingías tú, en el crucificado ya no hay rastro de dolor, ha resucitado ¿Porque tú nunca resucitaste mago?
Mago-Porque nunca morí Zaratustra, nunca me atreví a morir
Zaratustra-Eso es lo que yo te daba una muerte en las fauces de mi león
Mago-Asi es Zaratustra para esto subía yo a tu montaña
Zaratustra- Pero mi león se comía tu alma
Mago-Y a qué debo de morir Zaratustra ¿Me dirás que a mi cuerpo?
Sócrates-La muerte de Zaratustra es una muerte total, en esta muerto muero yo que soy su alma, muere su mente y su cuerpo así como toda su voluntad y la final muerte todo su corazón: la versión del Espíritu, la inversión del espíritu y aun la propia conversión del espíritu mueren en Zaratustra
Mago-¿Se puede morir espiritualmente?
Sócrates-Esa es realmente la única muerte, más cuando muere el alma vive la mente-cuerpo, cuando muere la mente cuerpo vive la voluntad, cuando muere la voluntad, vive el corazón como conversión del Espíritu y se llena de sanguijuelas que lo chupan, cuando por fin muere el corazón vive Dios con un alma, una mente cuerpo, una voluntad , un corazón nuevo.
Mago-Dame ese corazón nuevo Zaratustra
Sócrates-Abre tus ojos mago, ¿Cuándo miras a Zaratustra que miras?
Mago-Yo veo al más grande hombre la que soporto la muerte de Dios
Sócrates-Aun esa mirada es superficial, investiga
Mago-Entonces déjame interrogar a Zaratustra ¿A muerto Dios?
Zaratustra-Por supuesto su compasión por los hombres lo ha matado
Sócrates-Sigue preguntado
Mago-Y dime ¿Ha resucitado?
…
Mago-…Él no me responde, solo desnuda con su mirada mi alma
Sócrates-Entonces aprende a mirar y desnuda también con la tuya su alma
Mago-Dios Santo, Dios santo, señor, apártate de mí soy pecador
Que la paz sea contigo hoy cenaras junto a nosotros y le dirás para siempre adiós a la caverna.
Mago-Mi alma se goza en el Señor
No queda montaña ni abismo los he recorrido todos
Y por fin entra luz en las cuevas del hombre
Sopla mi vela señor, sopla mi vela
Ahora que solo quede la paz entre tú y yo
Déjame ser tu comida y bebida como tú lo has sido para todos los hombres.
Sócrates-Dicho esto el señor soplo la vida del mago y su cuerpo quedo como vianda para la cena en la caverna de Zaratustra.
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Sócrates- Y Zaratustra cargo con el peso de una melancolía que acababa y se dijo así mismo no puede ser, era yo al que esperaba el papa, yo iba a resucitar a tu Dios, Era necesario sacerdote que yo sufrirá el eterno retorno mil y una vez mas, ¡contéstame!
Papa- Era necesario Zaratustra , así como que yo sea comido una y mil veces por tu gran león
Zaratustra-Porque no me dijiste que tu Dio era in- ex -sistente y que desde afuera toda la creación intenta representarlo sin conseguirlo
Papa-Porque Dios mismo se hizo carne representándose
Zaratustra-Este existir es una ilusión más como el pensar de todo alma
Papa-La versión del espíritu en el alma es verdadera, así como la inversión en el cuerpo y es verdadera porque el Espíritu le da verdad
Zaratustra-Más su verdad no está en el alma ni en el cuerpo
Sócrates- Ni en ningún orden imaginario o simbólico
Papa-Es la partida y la llegada pero también es el punto intermedio donde tu corazón se constricta y arrepiente
Zaratustra-¿De qué me puedo arrepentir?
Papa-De no hacer creado un día nuevo
Zaratustra-Ese también es tu pecado sacerdote
Sócrates-Ese es con el que cargamos todos los hombres, pero tu Zaratustra le diste a la humanidad el día nuevo del alma en el que yo viví y morí y luego volviste a tu cueva para despertar nuevamente y darle al mundo el nuevo día del cuerpo, un cuerpo sin órganos, una voluntad de poder, así que tu pecado es menor que el nuestro.
Zaratustra-¡Como te atreves a decirme esto! Le he negado en mi necedad a la humanidad el día del Espíritu, he luchado contra lo único que es real
Sócrates-Y que hace real a todo Zaratustra, no lo olvides, si el Día del alma fue un día nuevo es por el espíritu, si el día del cuerpo fue un día nuevo , es porque el espíritu se invirtió, hoy él se convierte, dándole a Zaratustra un tercer cumpleaños
Zaratustra-¿Porque cuando volví a empezar jamás encontré a Dios?
Papa-Porque te faltaba una última negación, la negación de la negación
Zaratustra-Pero yo negué y decidí vivir el devenir eterno
Sócrates-Hoy toca negar ese devenir
Zaratustra-¿Negado el devenir volvemos al ser?
Papa-Al ser in –ex sistente
Zaratustra-¿Cómo pues puedo soplar velas?... Claro por fin todas las velas se apagan y Zaratustra puede descansar
Sócrates- Feliz cumpleaños Zaratustra
Papa-Jehová te bendiga, y te guarde;
Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
Y así cumplió años Zaratustra
«Esta quizá es la definición más concisa del Saber Absoluto hegeliano: asumiendo plenamente la inexistencia del gran Otro, es decir, la inexistencia del gran Otro como sujeto supuesto saber.
Hay una diferencia clave entre este saber y lo que en ciertas tradiciones socráticas o místicas se llama docta ignorantia: esta se refiere al saber del sujeto acerca de su ignorancia, mientras que la ignorancia registrada por el sujeto del Saber Absoluto es la ignorancia del gran Otro. La fórmula para describir al auténtico ateísmo es por lo tanto la siguiente: el saber divino y la existencia son incompatibles, y Dios existe solo en la medida en que no conoce (toma nota de, registra) su propia inexistencia. En el momento en que Dios sabe, colapsa en el abismo de inexistencia, como el típico dibujo animado en el que el gato solamente cae cuando se da cuenta de que no hay suelo bajo sus pies.
Por expresarlo en términos descriptivos, no es suficiente con probar que Dios no existe: la fórmula del auténtico ateísmo es que Dios mismo debe ser forzado a proclamar su propia inexistencia, debe dejar de creer en sí mismo. Ahí reside la paradoja: si destruimos la ficción desde fuera, reduciéndola a la realidad, continúa funcionando en la realidad; continúa ejerciendo su eficacia simbólica, como los ya citados sionistas ateos que no creen que Dios existe, pero no obstante creen que les otorgó la tierra de Israel.
«Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque Yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú» (Isaías 43, 1). Esto exactamente es lo que se invierte (deshace) en la «destitución subjetiva» que opera en un cristianismo coherente: debo afrontar el terror de la no-existencia del gran Otro, lo que significa que yo mismo me veo desposeído de mi identidad simbólica; como sujeto barrado ($) yo no soy de nadie y carezco de nombre.
Y lo mismo se aplica a Dios mismo, razón por la que en su seminario no publicado de 1974-1975, Lacan explica que el cristianismo es la religión «verdadera»: en ella, Dios ex-siste con respecto a todo: «Él es ex-sistencia por excelencia, esto es, él es la represión en persona, él es incluso la persona supuesta en la represión.
Y es respecto a esto que el cristianismo es verdadero». Lacan se refiere aquí a «Yo soy el que soy», la respuesta que da la zarza ardiendo en el Monte Sinaí cuando Moisés pregunta qué es; y lo interpreta como la designación de un punto en el que un significante falta, donde hay un agujero en el orden simbólico –y esto debería tomarse en un sentido reflexivo fuerte, no solo como una indicación de que Dios es una realidad profunda más allá del alcance de nuestro lenguaje, sino que Dios no es nada sino esta falta en el orden simbólico (gran Otro)–.
Como tal, el divino «Yo soy el que soy» efectivamente prefigura el cogito cartesiano, o el sujeto barrado ($); ese puro punto evanescente de enunciación que se asoma en cualquier enunciado. Esta nada, cuyo representante (o marcador) es el objet a, es el foco del amor, o como dijo Simone Weil: «Donde nada hay, lee que te quiero».
Jared O. Palacios
¿Cómo se podría poner esto en términos menos técnicos? ¿Cómo lo entienden?
Christian Franco Rodriguez
Jared O. Palacios Dios es in ex-sistente. Quiere decir que no esta afuera, no es una realidad es lo real , y como real no es lo real imaginario, ni lo real simbólico, Zizek lo entiende como una falta en lo real simbólico, pero ¿Qué es lo que falta en lo real simbólico? Solo aquello que no puede ser representado, esa nada y ese todo integrado, que todo lo representado intenta presentar, intenta hacer aparecer. Por lo mismo Dios es in ex sistente es decir principio de toda existencia, salimos de Dios y vamos hacia Dios, el gran otro no existe es in existente, el gran otro somos nosotros mismos realmente, en Cristo logrando el misterio pascual, lo que realmente es, no es lo que aparece y pasa, sino lo que esta afuera de todo pasar, Dios es, la existencia es una ilusión.
Jared O. Palacios
Christian Franco Rodriguez le agradezco, me quedó súper claro! Simplemente increíble, gracias por explicar amigo!
Sócrates-Más cuando el camino volvió a girar en torno a una roca, el paisaje se transformó de repente y Zaratustra penetró en un reino de muerte. En él peñascos negros y rojos miraban rígidos hacia arriba: ni una brizna de hierba, ni un árbol, ni el canto de un pájaro. Era, en efecto, un valle que todos los animales evitaban, incluso los animales de rapiña; sólo una especie de serpientes feas, gordas, verdes, cuando se volvían viejas, iban allí a morir. Por esto los pastores llamaban a este valle: Muerte de la Serpiente. Zaratustra se sumergió en un negro recuerdo, pues le parecía que él había estado ya una vez en aquel valle. Y muchas cosas pesadas oprimieron su ánimo: de modo que comenzó a caminar cada vez más lentamente, hasta que por fin se detuvo. Entonces, al abrir los ojos, vio algo que se hallaba sentado junto al camino, algo que tenía una figura como de hombre, pero que apenas lo parecía, algo inexpresable. Y de golpe se apoderó de Zaratustra una gran vergüenza por haber visto con sus ojos algo así: enrojeciendo hasta la raíz de sus blancos cabellos apartó la vista y levantó el pie para abandonar aquel triste lugar. En ese instante aquel muerto desierto produjo un ruido: del suelo, en efecto, salía un gorgoteo y un resuello como los que hace el agua por la noche en tuberías atrancadas; y por fin surgió de allí una voz humana y unas palabras de hombre: - que decían así: «¡Zaratustra! ¡Zaratustra! ¡Resuelve mi enigma! ¡Habla, habla! ¿Cuál es la venganza que se toma del testigo? Yo te invito a que te vuelvas atrás, ¡aquí hay hielo resbaladizo! ¡Cuida, cuida de que tu orgullo no se rompa aquí las piernas! ¡Tú te crees sabio, orgulloso Zaratustra! Resuelve, pues, el enigma, tú duro cascanueces, - ¡el enigma que yo soy! ¡Di, pues: quién soy yo!» - Mas cuando Zaratustra hubo oído estas palabras, - ¿qué creéis que ocurrió en su alma? La compasión lo acometió; y se desplomó de golpe, como una encina que ha resistido durante largo tiempo a muchos leñadores, - de manera pesada, súbita, causando espanto incluso a quienes querían abatirla. Pero enseguida volvió a levantarse del suelo, y su rostro se endureció «Te conozco bien, dijo con voz de bronce: ¡tú eres el asesino de Dios! Déjame irme. No soportabas a Aquel que te veía, - que te veía siempre y de parte a parte, ¡tú el más feo de los hombres! ¡Te vengaste de ese testigo!» Más tu dolor me calara más hondo al decirte que el ojo que intentaste está abierto.
El más feo de los hombres- ¿Qué dices Zaratustra? ¿Es que acaso no mate yo al testigo? ¿Es que acaso no soy yo el más feo de todos los hombres? ¿Y acaso tú no me invitaras a tu cueva porque amas a los despreciadores?
Sócrates-Serpiente engañadora creadora de la dualidad entre Dios y el hombre, Zaratustra ha descubierto la unidad del espíritu, ya no lo podrás engañar más, Dios nunca fue solo un testigo él El es y no es para ser siempre como tal es inexsistente sustancia inmóvil, existente palabra creadora y supra existente Espíritu tanto del ser como de todo el devenir.
El más feo de los hombres-No entiendo Zaratustra ¿Cómo le permites a tu alma hablar? No habías dicho que tu solo eras cuerpo y que el alma no es más otro nombre que cuerpo, pero a hora tu alma se atreve a hablar de cosas inexistentes y supra existentes cuando bien sabes tú que no hay nada que supere el eterno retorno todo es devenir, y lo único que impedía el devenir, era esa mirada que actualizaba toda potencia y a esa actualización la llamaba ser, ¿Es que tengo que morderte el ojo metafísico de nuevo Zaratustra?
Sócrates-No tocaras más a su ojo creador, con ese ojo creador Zaratustra fue consciente del acaecer del ser, como lo sigue siendo ahora, así mismo. Él ahora puede también ver el redimir de ese ser, por lo tanto no se trata de actualizar las potencias materiales en fenómenos mentales, sino de saborear del ser que no aparece.
El más feo de los hombres-¡Que está diciendo tu alma Zaratustra! ¡Con que veneno quiere volver a engañar a los hombres! Toda actualización es una construcción de poder y yo asesine a aquel que se creía el creador de la actualización central, ahora todo fluye libremente y los niños juegan a actualizar el mundo permanentemente con sus máquinas, pero saben todos que es un juego, no hay nada más que información y está te sirve para no estar sometido a las actualizaciones de los otros y para someter a los imbéciles que se creen tu actualización, no hay logos, no hay sentido entre una actualización y la otra, todo es un deconstruir discontinuo, que permite la diversidad, la diversión de la voluntad de poder.
Zaratustra- Ya no encuentro dolor en tus palabras, es que acaso la muerte de tu testigo no te causaba un gran pesar
El más feo de los hombres-Me divertí Zaratustra ahora aparezco en todos lados soy el ego que se disuelve en millones de pixeles
Zaratustra- Disolverte es tu juego, revolverte será el mío, te veo asesino del Dios sustancial, te veo vil serpiente, somos testigos de tu crimen, les dijiste a los hombres que ellos crearon a Dios, los dejaste sin piso, enclaustrados en su mente, pero la nada no es Humana es divina y toda creación viene de él, porque él es la otredad radical, la negación absoluta a nuestra existencia, pero por amor se negó a la suya y apareció en la nuestra, más ese amor le hizo negarse en la nuestra y volver a la suya, no hay nada más grande que el amor que se tiene a si mismo su compasión es pasión de Su Espíritu Santo, lo que no esté en su Espíritu tarde o temprano será sometido a su ira, como tu serpiente maldita y dicho esto Zaratustra piso a la serpiente mil veces en la cabeza, hasta que los ojos de la serpiente no pudieron separarse de la mirada incendiada de su creador.
Así Zaratustra acabo con la visión ontológico de la serpiente.
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Sócrates- Cuando Zaratustra hubo aplastado al más feo de los hombres tuvo frío y se sintió solo: por su ánimo cruzaban, en efecto, muchos pensamientos fríos y solitarios, de modo que por este motivo también sus miembros se enfriaron más. Pero mientras continuaba su camino, subiendo, bajando, pasando unas veces al lado de verdes prados, pero también por barrancos salvajes y pedregosos, donde en otro tiempo, sin duda, un impaciente arroyo había tendido su lecho: de pronto sus pensamientos comenzaron a volverse más cálidos y cordiales. «¿Qué me ha sucedido?, se preguntó, algo caliente y vivo me reconforta, y tiene que hallarse cerca de mí. Ya estoy menos solo; desconocidos hermanos y compañeros de viaje andan vagando a mi alrededor, su cálido aliento llega hasta mi alma.» Mas cuando atisbó a su alrededor buscando a los consoladores de su soledad: ocurrió que eran unas vacas que se hallaban reunidas en una altura; su cercanía y su olor habían caldeado su corazón. Aquellas vacas parecían escuchar con interés a alguien que les hablaba y no prestaban atención al que se acercaba. Y cuando Zaratustra estuvo junto a ellas oyó claramente que una voz de hombre salía de en medio de las vacas; y era manifiesto que todas ellas habían vuelto sus cabezas hacia quien hablaba. Entonces Zaratustra se lanzó presurosamente en medio de los animales y los apartó, pues temía que le hubiese ocurrido una desgracia a alguien, al cual difícilmente podía servirle de ayuda la compasión de unas vacas. Pero en esto se había engañado; pues he aquí que había allí un hombre sentado en tierra y parecía exhortar a las vacas a que no tuviesen miedo de él, hombre pacífico y predicador de la montaña, en cuyos ojos predicaba la bondad misma. «¿Qué buscas tú aquí?», exclamó Zaratustra con asombro
Mendigo voluntario-Lo mismo que tú la felicidad en la tierra
A lo que Zaratustra respondió ¿Qué felicidad puede haber en la tierra?
Mendigo voluntario-La única que existe la del sujeto vacío con un objeto que le permita estar vacío como yo con mis vacas
Zaratustra- La radicalidad del vació no está en tus vacas, ellas son mucho más tiernas que cualquier símbolo que te exija llenarlo pero las vacas mugen y lo hacen porque necesitan ser cuidadas
Mendigo voluntario-Dios también mugía y por eso lo mataron ¿Matare yo a mis vacas?
Zaratustra-Las mataras, pero a diferencia de Dios ellas no van a resucitar
Mendigo voluntario- ¿Dios ha resucitado? ¿Dios no era un vacío trascendente traicionado por los cristianos qué lo llenaron con todos sus miedos y angustias? ¿Acaso no debía de morir?
Zaratustra- Como puede morir sin resucitar algo que perdona
Mendigo voluntario-¿Zaratustra me estas vendiendo un nuevo objeto de deseo? ¿Quieres afirmar en mí una nueva subjetividad? ¿Acaso ya no he encontrado una en mis vacas?
Zaratustra-¡Yo un vendedor de Dioses! Qué asco me produces a mí mismo, jamás ¿Cómo es posible que este Dios se traicione vendiendo su perdón? ¿O es Zaratustra el que lo esta traicionando?
Sócrates- Hay una gracia plena en Zaratustra donde objeto y sujeto desaparecen, Zaratustra puede vivir su muerte tranquilo y esperar en paz el día de su resurrección
Mendigo voluntario-Si es así el nuevo objeto de deseo que me venden es Zaratustra, un objeto tan vacío, como yo siempre lo he querido ser
Sócrates-Zaratustra no es un objeto ni un sujeto, pero tú puedes comprarlo como tal, ya verás que como objeto no está vacío ni completamente lleno, Zaratustra aún no es Santo y cuando lo sea , lo será en Cristo y tendrás que invocar a Cristo no a Zaratustra.
Zaratustra-¿Estas vendiendo a nuestro señor Sócrates? ¿Para esto Dios ha resucitado? ¡Para que lo vendamos! ¿Qué estamos haciendo? Nadie le podría ganar a nuestro producto un vacío trascendente, un vacío inmanente y ambos integrados. Si lo matas trascendentemente aparecerá inmanentemente en Cristo- Zaratustra, si lo matas inmanentemente aparecerá trascendentemente, si lo matas tanto inmanentemente como trascendentemente, descubrirás el Espíritu y ahí estará, es el mejor producto teológico que puedas comparar , solo que si lo compras como el producto para sostener tu subjetividad lo habrás perdido.
Mendigo voluntario-Si no lo puedo comprar para que lo quiero
Sócrates- Es él el que te quiere
Mendigo voluntario-¿Él me quiere comprar? ¿Soy yo uno más de los objetos para sostener su subjetividad?
Sócrates- No eres un objeto ni un sujeto
Mendigo voluntario-¿Qué soy entonces?
Sócrates-Un Espíritu que se objetivo y se subjetivo
Mendigo voluntario-Entonces ¿Debo de renunciar también a mis vacas, el ultimo objeto de mi subjetividad?
Sócrates-¿Debes? ¿Has encontrado tu ser acaso para que de él provenga un deber?
Mendigo voluntario-Y si quiero
Zaratustra-¿Quieres? Acaso el querer no nace de una nada infinita de la que surge me da la gana?
Mendigo voluntario-¿Me estas vendiendo la nada y el ser? ¿Para que quiera y deba de verdad?
Zaratustra- Las vacas son más honestas no te venden nada, aunque reclamen que las atiendas, perdónanos te dejare con tus vacas y yo me iré con la resurrección de Dios
Dicho esto Zaratustra mato a todas las vacas del mendigo voluntario
«La felicidad no es pues, para decirlo en los términos de Badiou, una categoría de verdad, sino una categoría de mero Ser y, como tal, confusa, indeterminada, inconsistente.
No debe sorprendernos que el Dalai Lama mismo haya tenido tanto éxito recientemente predicando por el mundo el evangelio de la felicidad y tampoco es soprendente que haya encontrado la mayor respuesta precisamente en los Estados Unidos, este úiltimo imperio de (la búsqueda de) la felicidad... En suma, "la felicidad" es una categoría del principio de placer y lo que la socava es que insista en un Más Allá del principio de placer.
En el sentido estrictamente lacaniano de los términos, uno debería posturar que la "felicidad" se basa en la incapacidad o la indisposición del sujeto para confrontar plentamente las consecuencias de su deseo: el precio de la felicidad es que el sujeto permanezca fijado a la inconsistencia de su deseo.
La felicidad es, por lo tanto, intrínsecamente hipócrita: es la felicidad de soñar cosas que realmente no deseamos»
Slavoj Zizek
Sócrates-Mas apenas acababa de irse el mendigo voluntario y volvía Zaratustra a estar solo consigo mismo cuando oyó a su espalda una nueva voz: ésta gritaba «¡Alto! ¡Zaratustra! ¡Aguarda! ¡Soy yo, oh Zaratustra, yo, tu sombra!» Pero Zaratustra no aguardó, pues un fastidio repentino se apoderó de él a causa de la gran muchedumbre y gentío que en sus montañas había. «¿Dónde se ha ido mi soledad?, dijo. Me estoy hartando, en verdad; estas montañas pululan de gente, mi reino no es ya de este mundo, necesito nuevas montañas. ¿Mi sombra me llama? ¡Qué importa mi sombra! ¡Que corra detrás de mí!, yo - escapo de ella.» Así habló Zaratustra a su corazón y escapó de allí. Mas aquel que se encontraba detrás de él lo seguía: de modo que muy pronto hubo tres que corrían uno detrás de otro, a saber, delante el mendigo voluntario, luego Zaratustra y en tercero y último lugar su sombra. Pero no hacía mucho que corrían de ese modo cuando Zaratustra cayó en la cuenta de su tontería y con una sacudida arrojó de sí su fastidio y su disgusto. «¡Cómo!, dijo, ¿no han ocurrido desde siempre las cosas más ridículas entre nosotros los viejos eremitas y santos? ¡En verdad, mi tontería ha crecido mucho en las montañas! ¡Y ahora oigo tabletear, una detrás de otra, seis viejas piernas de necios! ¿Le es lícito a Zaratustra tener miedo de una sombra? También me parece, a fin de cuentas, que ella tiene piernas más largas que yo.» Así habló Zaratustra, riendo con los ojos y con las entrañas, se detuvo y volvióse con rapidez - y he aquí que al hacerlo casi arrojó al suelo a su seguidor y sombra: tan pegada iba ésta a sus talones, y tan débil era. Mas cuando la examinó con los ojos se espantó como si se le apareciese de repente un fantasma: tan flaco, negruzco, hueco y anticuado era el aspecto de su seguidor. «¿Quién eres?, preguntó Zaratustra con vehemencia, ¿qué haces aquí? ¿Y por qué te llamas a ti mismo mi sombra? No me gustas.» «Perdóname, respondió la sombra, que sea yo; y si no te gusto, bien, ¡oh Zaratustra!, en eso te alabo a ti y a tu buen gusto. Un caminante soy que ha andado ya mucho detrás de tus talones: siempre en camino, pero sin una meta, también sin un hogar: de modo que, en verdad, poco me falta para ser el judío eterno, excepto que no soy eterno ni tampoco judío. ¿Cómo? ¿Tengo que continuar caminando siempre? ¿Agitado, errante, arrastrado lejos por todos los vientos? ¡Oh tierra, para mí te has vuelto demasiado redonda! En todas las superficies he estado ya sentado, en espejos y cristales de ventanas me he dormido, semejante a polvo cansado: todas las cosas toman algo de mí, ninguna me da nada, yo adelgazo, - casi me parezco a una sombra. Pero a ti, oh Zaratustra, es a quien más tiempo he seguido volando y corriendo, y aunque de ti me ocultase he sido, sin embargo, tu mejor sombra: en todos los lugares en que has estado sentado tú, allí estaba también sentado yo. Contigo he andado errante por los mundos más lejanos, más fríos, semejante a un fantasma que corre voluntariamente sobre tejados invernales y sobre nieve. Contigo he aspirado a todo lo prohibido, a lo peor, a lo más remoto: y si hay en mí algo que sea virtud, eso es el no haber tenido miedo de ninguna prohibición. Contigo he quebrantado aquello que en otro tiempo mi corazón veneró, he derribado todos los mojones y todas las imágenes, he perseguido los deseos más peligrosos, - en verdad, por encima de todos los crímenes he pasado corriendo alguna vez. Contigo perdí la fe en palabras y valores y en grandes nombres. Cuando el diablo cambia de piel, ¿no se despoja también de su nombre? El nombre es, en efecto, también piel. El diablo mismo es tal vez - piel. “Nada es verdadero, todo está permitido”: así me decía yo para animarme. En las aguas más frías me arrojé de cabeza y de corazón. ¡Ay, cuántas veces me he encontrado, por esta causa, desnudo como un rojo cangrejo! ¡Ay, dónde se me han ido todo el bien y toda la vergüenza y toda la fe en los buenos! ¡Ay, dónde se ha ido aquella mentida inocencia que en otro tiempo yo poseía, la inocencia de los buenos y de sus nobles mentiras! Con demasiada frecuencia, en verdad, he seguido de cerca a la verdad, pegado a sus pies: entonces ella me pisaba la cabeza. A veces yo creía mentir, y, ¡mira!, sólo entonces acertaba - con la verdad. Demasiadas cosas se me han aclarado: y ahora nada me importa ya. Nada vive ya que yo ame, - ¿cómo iba a continuar amándome a mí mismo? “Vivir como me plazca, o no vivir en absoluto”: eso es lo que quiero yo, eso es lo que quiere también el más santo. Mas ¡ay!, ¿tengo yo ya - placer en algo? ¿Tengo yo - todavía una meta? ¿Un puerto hacia el que naveguen mis velas? ¿Un buen viento? Ay, sólo quien sabe hacia dónde navega sabe también qué viento es bueno y cuál es el favorable para su navegación. ¿Qué me ha quedado ya? Un corazón cansado y desvergonzado; una voluntad inestable; alas para revolotear; un espinazo roto. Esta búsqueda de mi hogar: oh Zaratustra, lo sabes bien, esta búsqueda ha sido mi aflicción, que me devora. “¿Dónde está - mi hogar?” Por él pregunto y busco y he buscado, y no lo he encontrado. ¡Oh eterno estar en todas partes, oh eterno estar en ningún sitio, oh eterno - en vano!» Así habló la sombra, y el rostro de Zaratustra se fue alargando al escuchar sus palabras. «¡Tú eres mi sombra!, dijo por fin con tristeza.
Amada te maldijeron hace mucho tiempo porque no podías alcanzar la verdad abstracta, siempre supiste que la verdad no podía separarse de la intuición y de la experiencia luego has sido endiosada por todos los tiempos posmodernos pero tu reino es el de la inconsistencia del deseo y tu maldición es peor que nunca, te han maldecido a la felicidad yo te quito esa maldición sombra amada , deja de buscar tu felicidad se plenamente una sombra y se tan grande como tan grande es la luz de Zaratustra, por esto acompáñanos a mí y a mi alma, solo viendo tu oscuridad sabré que estoy lucido.
Y así Zaratustra se integró a su sombra.
El nacimiento del inconsciente, del consciente, del supra
consciente como nacimiento de todo el lenguaje
"Wo mein Plato
Paradiese schuf" (donde mi Platón forjaba Paraísos),
Partimos de una singularidad
que se expanden en materia y energía negra para lograr una materia bariónica
que interactúe con la luz
Nuestra conciencia pasa igual de una singularidad que es y
no es al mismo tiempo pasa a un real imaginario en relación con la madre y
luego pasa a un real simbólico en relación con el padre
Y este real simbólico que es la luz de nuestra conciencia el
código la ley cuyo principio de toda ley es edipico relega en la oscuridad al
real imaginario creando el inconsciente y creando el incosnsciente se crea el
consciente.
Entonces
1(ser (singularidad en la que está integrada el ser y el no ser) se transfiere
invirtiéndose al no ser)→0 (He aquí la relación con la madre, donde el niño
demanda y la madre no cubre la demanda ¿Pero que esta demandado el niño? Su
propia integridad su ser y no ser
integrados que lo “tenía” estando en el vientre de la madre, el niño desea ser,
el ser es al acto puro y la potencialidad de la materia integrados, la madre no
puede darle esto al niño, ¿Qué hace el niño? Imagina, imagina esta integración,
que es ontológica como deseo de este ser y no como deseo que lo deseen
solamente sino como un deseo de integración, ese deseo de expresión de la fantasía
integradora dará nacimiento a toda creación pero el real simbólico
establecerá la ley edipica y separara la fantasía de lo real 1→0→c/0 lo invertido en la madre con toda su fantasía
queda en el inconsciente y ahora se pasa
a la conciencia donde hay un código claro entre lo que no es y esas son
todas las fantasías y lo que es lo real, este es un paso de la metonimia a la metáfora,
donde significante metonímico será remplazado por el significante metafórico.
Hasta aquí más o menos estamos en el camino de Lacan y podemos acompañar algunas
de sus conclusiones todo pensamiento humano parte del inconsciente para hacerse
consciente, toda realidad es un producto de nuestra imaginación censurada, el
significante es primero y luego viene el significado, la racionalidad no es un
proceso consciente es decir que vinculamos las cosas desde una metonimia
censurada que luego pasa a ser una metáfora y así se crea el lenguaje, pero hay
más, porque el proceso es dialectico y de todas maneras el ser humano tratara
de superar la censura de su real imaginario y lograr su integración y ahí viene lo real, Dios es el Padre, Madre donde
la integración es posible y aquí hay dos opciones o pensamos que Dios es un
producto de nuestra imaginación, una paradoja en la que se integra la imagen metonímica
y la imagen metafórica para que podamos
lograr nuestra integración y esta integración es falsa pero necesaria o
comprendemos que es real que es lo verdaderamente real y que nosotros estamos
en el mundo de la caverna.
Nosotros elegimos a diferencia de
Lacan el segundo camino y caminando este camino por fin entendemos que el lenguaje
y con el todo el conocimiento realmente nace en la búsqueda de esto real, ahí están
las religiones pasando de la religión natural a la religión artificial, a la religión revelada y a la religión
encarnada, ahí está el arte superando la
metáfora para expresar la paradoja, Ahí está Dante con los tres círculos en el
cielo y ahí está la filosofía con
Platón y su nóesis νόησις dialéctica que nadie
desarrolla mejor que Hegel, para comprender esto mejor copio y pego una parte
del texto de Francisco
Huertas Hernández. Que ustedes pueden
encontrar completo en este blog (está en los comentarios) y vuelvo a pegar el link de la figura de la
consciencia desventurada donde se analiza la fenomenología de Hegel en su paso
del fenómeno al noúmeno espiritual y por ultimo un seminario sobre lacan Y más
allá de lo último en la otredad radical el proceso de formación de dragones ,quedando
claro que la ciencia es absoluta o no es ciencia, si seguimos llamando al método
empírico filosófico de Hume regulado por
Kant ciencia nos quedaremos en el conocimiento de un real imaginario mecánico
censurado por lo simbólico, cuando de lo que se trata es de conocer la paradoja
de lo real y revelarla logrando sincronías, sintergias, sintraferencias , esta
es la real posibilidad de lograr mucho
más que el comunismo marxista, es sacar de una vez el velo del Reino de Dios recordando
que Sois Deuses, mas haveis esquecido
0→1→0
2-
SÍNTESIS DEL TEXTO
La primera aproximación de Platón es ontológica. Divide la realidad (mundo)
en cuatro
niveles de realidad o ser (de menor realidad
a mayor) agrupados en dos segmentos (mundo visible y mundo
inteligible) (509 d-511d)
Sócrates pide a Glaucón que dibuje una línea ("segmento") y la divida
en partes desiguales: la parte inferior representa
el mundo sensible ("ὁρωμένου γένους", "género de lo
visible"); la parte superior representa el mundo
inteligible ("νοουμένου
γένους", "género
de lo inteligible").
El género sensible imita (ὁμοιωθὲν) al género
inteligible.
Alegoría de la línea
Platón: "La
República" ("Πολιτεία") Libro VI (509c-511e)
Gráfico
A
continuación le pide que "siguiendo la misma proporción"
divida el segmento
del mundo sensible en dos partes: a) la inferior corresponde
a las "imágenes" (sombras,
reflejos, apariencias) deformadas de los objetos de la parte
superior del segmento visible; b) la parte
superior de lo visible incluye las cosas
fabricadas, los animales y las plantas, es
decir, los seres
naturales (φύσις) y artificiales, del mundo
sensible.
El segmento
del mundo inteligible corresponde a las realidades o esencias (y
no a las imágenes, copias o apariencias) que son las entidades
matemáticas y las Ideas. Glaucón divide de nuevo a petición de Sócrates el segmento inteligible en
dos partes: c) la parte
inteligible inferior corresponde a las entidades matemáticas (figuras
geométricas, números, ángulos). Estos objetos matemáticos "imitan" o
copian a los del segmento superior: las Ideas. La realidad de los entes
matemáticos está entre los objetos físicos y las Ideas: más reales que los
objetos y seres físicos, pero menos reales que las Ideas; d) la parte
superior del segmento inteligible corresponde con
las Ideas o principios (αρχαι), que representan el máximo grado de realidad (esencia, οὐσíα).
Analogia da linha dividida
Platão: "A
República", Livro 6 (509D–513E)
Estupendo gráfico en portugués, que
reproducimos de nuevo a mayor tamaño abajo
Aquí se pueden encontrar los términos
griegos para cada uno de los grados de realidad y de conocimiento
El mismo texto también tiene una explicación epistemológica (teoría
del conocimiento) desde su inicio (510a-511e), ya que dice que cada uno de
estos segmentos de la realidad están en "proporción a
la verdad o carencia de ella" en la misma relación de
lo opinado respecto a lo conocido. Es decir,
Platón clasifica cuatro tipos de realidad y los pone en
relación con cuatro
tipos de conocimiento.
Es la lectura epistemológica la más difícil por
lo que respecta al segmento inteligible.
La epistemología es el estudio de las operaciones
del alma que permiten conocer la realidad.
Dicho de manera ruda: el conocimiento del cuerpo (sentidos) es
la opinión (δόξα) (lo
particular, sensible y cambiante), pero el verdadero conocimiento solamente
es del
alma (donde se sitúa la razón) y es la ciencia
(ἐπιστήμη) (lo universal, inteligible y permanente y eterno). La opinión (doxa) es la imagen de la ciencia (episteme)
Cuanto menos realidad tiene un objeto, más oscuro y confuso
será el saber que el alma tendrá de él:
La δόξα (doxa) sólo contempla las
cosas del mundo
sensible (es el conocimiento sensible), y se aplica a cada uno de los dos
subsegmentos del mundo sensible/visible: a) εἰκασία (eikasía) es
el conocimiento sensible de la imaginación o conjetura que ve
las imágenes de las cosas físicas (reflejos) Es el nivel
más bajo del saber, oscuro y confuso, y cercano a la ignorancia
absoluta; b) un nivel
superior de conocimiento (aunque sensible)
es la πίστις (pistis),
cuya traducción puede ser percepción o creencia. Corresponde
al segundo subsegmento visible: el de los seres vivos y las cosas
fabricadas. Es el saber de los "físicos", la "Física"
(los que estudian la φύσις, naturaleza)
(NOTA IMPORTANTÍSIMA: Para Platón la "Física" no
es ciencia, sólo es opinión. Sólo existe ciencia de lo eterno y
permanente, las Ideas). Aunque este conocimiento es más claro (menos oscuro)
que la imaginación, aún está alejado del conocimiento verdadero, el
inteligible, la ciencia.
La ἐπιστήμη (episteme) es el conocimiento
superior, la ciencia y se refiere al mundo inteligible. La episteme
conoce las realidades auténticas, las esencias de las cosas, inmutables y
eternas, mediante la razón: las Ideas y los objetos matemáticos.
Hay dos niveles o grados de conocimiento
racional: c) el conocimiento
del primer subsegmento de la región inteligible es
la διάνοια (diánoia),
que podemos traducir como pensamiento, y consiste en un conocimiento que
se apoya en lo sensible aunque sea inteligible.
Parte de supuestos (hipótesis) que toma como axiomas (verdades
evidentes que no necesitan demostración) y usa la deducción (ir
pasando a través de demostraciones de lo más general a lo
particular). La deducción procede por razonamiento (cadenas de
evidencias) y va de los axiomas a los teoremas. Este es el saber de los geómetras (matemáticos).
Es un conocimiento más claro que la opinión, pero menos que
la νόησις (inteligencia pura), porque recae en las entidades
matemáticas que son ontológicamente inferiores a
las Ideas; d) el segundo tipo de conocimiento de lo
inteligible es la νόησις (nóesis) que podemos
traducir como inteligencia
pura, y es la contemplación de las Ideas. Es el nivel más claro (luminoso,
perfecto) de conocimiento, porque es el saber de lo más perfecto: las Ideas. Es el
método dialéctico, la Dialéctica (διαλέγεσθαι
ἐπιστήμης) que no se apoya en nada sensible (como hace el
matemático), y se dirige desde las hipótesis a los principios (Ideas) para
captarlos como intuición (conocimiento
inmediato)
Para acabar este resumen decir que según Platón cada
segmento inferior es una "imitación" o copia del superior:
la doxa es imitación de la episteme;
la eikasía de la pistis; la diánoia de
la nóesis.
Esto nos
permite entender toda la filosofía platónica como un dualismo en el que
la copia o imagen del original siempre
supone una degradación: el mundo visible ("segmento")
es imagen, imitación o copia degradada (de
un grado inferior, menos perfecto) del inteligible. Lo
mismo pasa con el conocimiento: la doxa es imagen o
copia degradada de la episteme. Y dentro de cada uno de los segmentos de
la línea se repite la degradación: la eikasía es
imagen (imperfecta) de la pistis; y la diánoia imagen
de la nóesis.
Toda la filosofía
platónica es una jerarquía (un orden) que
parte del dualismo básico: la imagen no puede igualar al
original (Idea)
3-
Análisis de términos: διάνοια y νόησις
Luc Brisson y Jean-François Pradeau son los autores del "Dictionnaire
Platon", editado por Ellipses, en París en 2007.
Os puedo decir que Brisson es el
traductor de las Obras Completas de Platón al francés en la edición más reciente. Yo siempre
utilizo este maravilloso libro, que como comprenderéis tiene más credibilidad
que vuestro manual de Carlos Roser: "Platón.
La República. Libro VI-VII" editado por Diálogo-Tilde,
en Valencia en 2009.
Luc Brisson (1946)
Filósofo de Québec (Canadá), máximo
especialista en Platón en el área francófona y traductor de la obra completa
Luc Brisson,
Jean-François Pradeau: "Dictionnaire Platon"
Ellipses. Paris.
2007
Yo no estoy de acuerdo con la explicación que Roser da de la diferencia entre diánoia y nóesis. No queda nada
claro en vuestro libro que el conocimiento superior -nóesis- es "intuición" (directo),
frente al que lo imita -la diánoia- que es "discursivo" (indirecto,
por razonamientos)
Para ello acudo a la autoridad de Brisson, uno de los mayores especialistas del mundo en Platón.
Dice el "Dictionnaire Platon":
"Pensamiento (διάνοια). Es
el pensamiento discursivo. Es el discurso silencioso que el alma
tiene consigo misma. Toma por objeto las realidades perceptibles que son los
objetos (físicos) o los razonamientos teóricos, así como las realidades
inteligibles (ideas). Éstas últimas son, sin embargo, captadas
por un acto de contemplación intuitiva (...) La diánoia es
la forma discursiva que adopta el pensamiento:
procede por razonamiento y se encarna ejemplarmente en
las demostraciones de tipo matemático (...)"
William Keith Chambers Guthrie
(1906-1981)
El filósofo británico fue el mayor
historiador de la filosofía griega del mundo
Retrato al óleo
William Keith
Chambers Guthrie: "A History of Greek Philosophy"
Cambridge
University Press
Y acudo ahora al legendario historiador de la filosofía,
el británico William K. C. Guthrie, en su monumental
y clarísima "Historia
de la Filosofía Griega. Vol. II", editada por Gredos,
en Madrid, en 2012, donde dice lo siguiente:
"Esta fase a la que Platón llamó diánoia (pensamiento o razonamiento) es el reconocimiento
de las Formas a través de los particulares sensibles (...)
Lo que no ha comprendido todavía son las interrelaciones de
las Formas mismas y su dependencia última del Bien.
Ésta es la tarea de la fase más elevada, la nóesis, que recibe
también los nombres de nous y conocimiento (episteme).
Mientras que, en la fase anterior, la mente no podía elevarse por encima de
sus supuestos, sino que los aceptaba como últimos, ahora (...) los
toma como hypothéses genuinas (literalmente: cosas puestas
debajo) mediante las cuales la mente se eleva, como si de un vuelo
de etapas se tratase, a través de hypothéses más elevadas,
hasta alcanzar el principio que es
idéntico a sí mismo y causa de todas
las cosas. Una vez que ha asido esto, puede volver la vista (inteligencia)
hacia atrás (en el símil platónico, bajar de nuevo) y ver cómo ella
da sentido y contenido a todas las
otras Formas y muestra que el mundo inteligible es
un todo ordenado y orgánico. Éste es el objetivo
del método
dialéctico, que ni siquiera Sócrates, su descubridor,
alcanzó. Sin él, el filósofo carece de una comprensión completa (νόησις) de la realidad -es
decir, de las Formas-, aunque pueden ser comprendidas de
una manera completa en conjunción con el principio
primero de todo (511d), que por supuesto es el Bien en sí.
El fin (la meta) no es exactamente
la última fase de un proceso de razonamiento (diánoia),
sino, continuando con él, la recuperación súbita de la visión sinóptica (σύνοψις) del orden
divino que, como refiere el "Fedro", se nos
concedió antes de nacer"
Brisson y Guthrie insisten así en la diferencia entre el conocimiento
"lento" e indirecto propio del razonamiento o pensamiento (diánoia) que está con un
pie en lo sensible al apoyarse en hipótesis y en lo visible (las figuras
geométricas, los números), frente al conocimiento supremo (nóesis) que es directa
contemplación de las Ideas y su unidad en
conjunción con el Bien. Este conocimiento directo (intuición o sinopsis) sólo se
obtiene tras atravesar el duro
entrenamiento del razonamiento (diánoia)
No cabe duda que ésta es la parte más difícil de la Alegoría de la línea. Primero, porque
nos hemos remontado a lo inteligible, es decir, es más
abstracto. Pero además, parece que Platón multiplica
innecesariamente los niveles de realidad y conocimiento.
¿Por qué lo hizo?
Sabemos de la admiración que Platón sentía por los pitagóricos. Éstos pensaron que los números eran la esencia del universo. Platón recogió
este pensamiento. Y mi interpretación es que el discípulo de
Sócrates interpone la estructura geométrica y
los números entre la φύσις y las ideas.
Las matemáticas son mediadoras entre
la naturaleza y los modelos
originales (Formas / Ideas), dan a la naturaleza una estructura
ordenada. Pero esta estructura ordenada es un reflejo del Bien y
las Ideas superiores de tipo moral. El orden del universo
físico es lo que aportan las matemáticas, pero el pensamiento
matemático es más torpe que la contemplación
pura de las Ideas ya que tiene que aplicarse
a lo impuro que es la materia. El geómetra se
vale de lo visible para pensar lo invisible. Así los matemáticos necesitan
de largas cadenas de demostraciones porque encajar lo
puro inteligible en lo impuro sensible obliga a un camino descendente.
Frente al pensamiento matemático que es discursivo (porque
necesita dar muchos pasos para demostrar, es
decir, pasar de los supuestos / axiomas a los teoremas)
la inteligencia noética (νόησις) es una contemplación
directa, instántanea de las Ideas, una "iluminación". El
matemático puede llegar a ascender a un conocimiento
"dialéctico" en el que ya no hay pasos (demostraciones,
largas cadenas deductivas) sino la visión directa del Bien y
lo iluminado por él. Éste es el paso de
la diánoia a la nóesis. Para lograrlo debe
entrenar la razón en ese "ejercicio" de la demostración,
esa "gimnasia" de la razón, que permite un día tener la
"iluminación", la intuición directa del verdadero
ser que está más allá de toda demostración, pues él
(las ideas, el Bien) es principio
de conocimiento, y no final.
4-
CONCLUSIÓN
Siempre me ocurre
lo mismo: mi intención es ser breve y el resultado
final es un larguísimo escrito. De todas maneras, creo que me he
ceñido al objetivo: introducir el texto, resumirlo,
y analizar su parte más difícil, aunque para ello
he tenido que buscar a dos maestros del platonismo: Brisson y Guthrie.
Os mando un saludo, aunque tengo mis dudas de que haya algún
alumno que pueda terminar la lectura de este ensayo o comentario.
A mediodía
Sócrates- Y Zaratustra corrió y corrió y ya no volvió a
encontrar a nadie y estuvo solo y se encontró continuamente a sí mismo y
disfrutó y saboreó su soledad y pensó en cosas buenas, - durante horas. Más
hacia la hora del mediodía, cuando el sol se hallaba exactamente encima de su
cabeza, Zaratustra pasó al lado de un viejo árbol, torcido y nudoso, el cual
estaba abrazado y envuelto por el gran amor de una viña, quedando oculto a sí
mismo: de él pendían, ofreciéndose al viajero, racimos amarillos en gran
número. Entonces se le antojó calmar una pequeña sed y cortar un racimo; pero
cuando ya extendía el brazo para hacerlo se le antojó todavía otra cosa, a
saber: echarse junto al árbol, a la hora del pleno mediodía, y dormir. Esto
hizo Zaratustra; y tan pronto como estuvo tendido en el suelo, en medio del
silencio y de los secretos de la hierba multicolor, olvidó su pequeña sed y se
durmió. Pues, como dice el proverbio de Zaratustra: una cosa es más necesaria
que la otra. Ahora bien, sus ojos permanecían abiertos: - no se cansaban, en
efecto, de ver y de alabar el árbol y el amor de la viña. Y mientras se dormía,
Zaratustra habló así a su corazón. ¡Silencio! ¡Silencio! ¿No se ha vuelto
perfecto el mundo en este instante? ¿Qué es lo que me ocurre? Así como un
viento delicioso, no visto, danza sobre artesonado mar, baila ligero, ligero
cual una pluma: así - baila el sueño sobre mí. No me cierra los ojos, me deja
despierta el alma. Ligero es, ¡en verdad!, ligero cual una pluma. Me persuade
no sé cómo, toca ligeramente mi interior con mano zalamera, me fuerza. Sí, me
fuerza a que mi alma se estire: - - ¡cómo se me vuelve larga y cansada mi
extraña alma! ¿Le ha llegado el atardecer de un séptimo día justamente al
mediodía? ¿Ha caminado ya durante demasiado tiempo, bienaventurada, entre cosas
buenas y maduras? Mi alma se estira alargándose, alargándose - ¡cada vez más!,
yace callada, mi extraña alma. Demasiadas cosas buenas ha saboreado ya, esa
áurea tristeza la oprime, ella tuerce la boca. - Como un barco que ha entrado
en su bahía más tranquila: - y entonces se adosa a la tierra, cansado de los
largos viajes y de los inseguros mares. ¿No es más fiel la tierra? Como un
barco de ésos se adosa, se estrecha a la tierra: - basta entonces que una araña
teja sus hilos desde la tierra hasta él. No se necesita aquí cable más fuerte.
Como uno de esos barcos cansados, en la más tranquila de todas las bahías: así
descanso yo también ahora, cerca de la tierra, fiel, confiado, aguardando,
atado a ella con los hilos más tenues. ¡Oh felicidad! ¡Oh felicidad! ¿Quieres
acaso cantar, alma mía? Yaces en la hierba. Pero ésta es la hora secreta,
solemne, en que ningún pastor toca su flauta. ¡Ten cuidado! Un ardiente
mediodía duerme sobre los campos. ¡No cantes! ¡Silencio! El mundo es perfecto.
¡No cantes, ave de los prados, oh alma mía! ¡No susurres siquiera! Mira -
¡silencio!, el viejo mediodía duerme, mueve la boca: ¿no bebe en este momento
una gota de felicidad - - una vieja, dorada gota de áurea felicidad, de áureo
vino? Algo se desliza sobre él, su felicidad ríe. Así - ríe un Dios. ¡Silencio!
- - «Para ser feliz, con qué poco basta para ser feliz!» Así dije yo en otro
tiempo, y me creí sabio. Pero era una blasfemia: esto lo he aprendido ahora.
Los necios inteligentes hablan mejor. Justamente la menor cosa, la más tenue,
la más ligera, el crujido de un lagarto, un soplo, un roce, un pestañeo - lo
poco constituye la especie de la mejor felicidad. ¡Silencio! - Qué me ha
sucedido: ¡escucha! ¿Es que el tiempo ha huido volando? ¿No estoy cayendo? ¿No
he caído - ¡escucha! - en el pozo de la eternidad? - ¿Qué me sucede? ¡Silencio!
¿Me han punzado - ay - en el corazón? ¡El corazón! ¡Oh, hazte pedazos, hazte
pedazos, corazón, después de tal felicidad, después de tal punzada! - ¿Cómo?
¿No se había vuelto perfecto el mundo hace un instante? ¿Redondo y maduro? Oh
áureo y redondo aro - ¿adónde se escapa volando? ¡Sígale yo a la carrera! ¡Sus!
Silencio - - (y aquí Zaratustra se estiró y sintió que dormía). ¡Arriba!, se
dijo a sí mismo, ¡tú dormilón!, ¡tú dormilón en pleno mediodía! ¡Vamos, arriba,
viejas piernas! Es tiempo y más que tiempo, aún os queda una buena parte del
camino - Ahora habéis dormido bastante, ¿cuánto tiempo? ¡Media eternidad!
¡Vamos, arriba ahora, viejo corazón mío! ¿Cuánto tiempo necesitarás después de
tal sueño - para despertarte? (Pero entonces se adormeció de nuevo, y su alma
habló contra él y se defendió y se acostó de nuevo.) - «¡Déjame! ¡Silencio! ¿No
se había vuelto perfecto el mundo en este instante? ¡Oh áurea y redonda bola!»
- «¡Levántate, dijo Zaratustra, pequeña ladrona, perezosa! ¿Cómo? ¿Seguir
extendida, bostezando, suspirando, cayendo dentro de pozos profundos? ¡Quién
eres tú! ¡Oh alma mía!» (y entonces Zaratustra se asustó, pues un rayo de sol
cayó del cielo sobre su rostro). «Oh cielo por encima de mí, dijo suspirando y
se sentó derecho, ¿tú me contemplas? ¿Tú escuchas a mi extraña alma? ¿Cuándo
vas a beber esta gota de rocío que cayó sobre todas las cosas de la tierra, -
cuándo vas a beber esta extraña alma - - cuándo, ¡pozo de la eternidad!,
¡sereno y horrible abismo del mediodía!, cuándo vas a beber, reincorporándola
así a ti, mi alma?» Así habló Zaratustra, y se levantó de su lecho junto al
árbol como si saliese de una extraña borrachera: y he aquí que el sol aún
continuaba estando encima exactamente de su cabeza. De esto podría alguien
deducir con razón que Zaratustra, entonces, no estuvo dormido mucho tiempo.
Comentarios: https://www.bachilleratocinefilo.com/.../la-alegoria-de... y vuelvo a pegar el link de la figura de la consciencia desventurada donde se analiza la fenomenología de Hegel en su paso del fenómeno al noúmeno espiritual https://sisbib.unmsm.edu.pe/.../figura.pdffbclid... y por ultimo un seminario sobre lacan https://www.youtube.com/watch?v=gx1qNJjttL Y y más allá de lo último en la otredad radical el proceso de formación de dragones https://www.facebook.com/100063626560608/videos/452152716679842 ,
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