«Con el amor, pasa lo mismo que con la fe religiosa: no te amo porque tus rasgos positivos me resulten atractivos, sino que, por el contrario, tus rasgos positivos me resultan atractivos porque te amo y, por lo tanto, te observo con una mirada amorosa. Por consiguiente, toda la «plenitud» de los rasgos positivos que adoro en la persona amada es un sustituto del «vacío» que en verdad amo y, aunque cada uno de esos rasgos fuera destruido, te seguiría amando.
¿Qué relación tiene todo esto con el sexo? En Romance, de Catherine Breillat, hay una escena fantasmática que representa perfectamente esa escisión radical entre amor y sexualidad: la heroína se imagina desnuda, tumbada sobre el vientre en una mesita baja dividida por la mitad por un tabique con un agujero justo del tamaño de su cuerpo. Con la parte superior de su cuerpo, se encuentra frente a un chico guapo y tierno con el que intercambia palabras y besos dulces y cariñosos, mientras que su parte inferior está expuesta a uno o más sementales, auténticas máquinas sexuales, que la penetran salvaje y repetidamente. Sin embargo, el verdadero milagro se produce cuando estas dos series coinciden por un momento, cuando el sexo se «transustancia» en un acto de amor.
Hay cuatro formas de negar esta conjunción imposible/real de amor y goce sexual: 1) la celebración del amor «puro» asexual, como si el deseo sexual por la amada demostrase la inautenticidad del amor; 2) la afirmación contraria del sexo intenso como «lo único real», que reduce el amor a un mero señuelo imaginario; 3) la división de los dos aspectos, su asignación a dos personas diferentes: amar a la propia y dulce esposa (o a la dama idealizada e inaccesible), mientras se mantienen relaciones sexuales con una «vulgar» querida; 4) la falsa fusión inmediata de amor y sexo, de acuerdo con la cual el sexo intenso demuestra supuestamente que se «ama de verdad» a la propia pareja, como si, para probar que nuestro amor es un amor verdadero, cada acto sexual tuviera que ser el famoso «polvo del siglo».
Estas cuatro actitudes son todas equivocadas, constituyen una huida para no tener que asumir la conjunción imposible/real de amor y sexo; un verdadero amor basta por sí mismo, torna el sexo irrelevante, pero, precisamente porque, «en esencia, no importa», podemos disfrutarlo sin ninguna presión del superego...»
Slavoj Zizek
Este texto es muy especial y comprendo que la dualidad no podrá ser integrada hasta no ser desintegrada.
¿Cómo lograr el tao?
¿Cómo conseguir la síntesis?
¿Cómo unir el espíritu y la materia?
¿Y si diéramos mas bien por sentado el sexo el amor aparecería?
No lo creo o por lo menos no determinadamente, es decir reconocemos que somos distintos no tratemos de integrarnos solo relacionémonos sin tratar de demostrarnos nada y de pronto todo fluye.
Entonces reconocer nuestra unidad pasa por reconocer nuestra diferencia, es necesario el espíritu desintegrado para dar paso a la integración.
Pero el texto habla del amor y eso requiere fe, y desde esa certeza se puede construir y destruir todo, pero y¿ Sí no damos por sentado el amor? y para dar por sentado el amor se necesita de un Dios y la fe en Dios ira y vendrá habrá una parte de mi que ya no tendrá fe, mientras otra nunca dejara de tenerla.
Solo en esa fe es que me puedo permitir ser superando todo parecer.
Como diría en otro texto Zizek analizando a Lacan solo alienándome a la red social es que logro ser autentico, solo en la fe en el gran otro absoluto, es que las cosas se dan.
Asimismo todo intento de demostración de esa gran absoluto es una estupidez, la entrada en lo real se da por la fe.
Pero Zizek habla de la imposibilidad de lo absoluto y Lacan de la imposibilidad de la unión hombre y mujer pero entiendo que es esa imposibilidad lo que lo hace posible, "nos rendimos, no podemos unirnos somos muy distintos" Y de pronto Dios actúa y nos unimos. El grave problema es que nos podemos quedar en la primera frase y realmente separarnos sin comprender que lo que realmente se rindió fueron nuestro egos y ahora por fin podemos amarnos, teniendo sexo como locos, o como dos bebes, o como un paneton con una cococola o como una aleta de tiburon con una manta raya o como nos de la gana igual siempre seremos terribles en el sexo pero lo disfrutamos, realmente lo disfrutamos.
Joel Agon
Yo no entenderé nunca al dios judeocristiano, por basarse en la fe su creencia, el cual lo hace a el , ya un dios transcendente, el dios tiene que ser inmanente, y tiene que moverse con la naturaleza, o en todo caso, tiene que ser la naturaleza, y ahora, que lo pienso la existencia de la cosa, es decir, el objeto, es una verdad eterna, como lo planteaba en algún escrito Baruj spinoza, y de ese objeto, puedo partir el absoluto, nada mas que ello, y sobre el amor ¿No crees que esta sobre dimensionado por el romanticismo del siglo XVIII? ¿Qué puede ser el amor sino algo ya bastante abstracto y oscuro? Me gusto tu escrito.
· Responder · 16 h
Christian Franco Rodriguez
Joel Agon Y a mi me gusta tu comentario y tienes mucha razón la fe ya nos da una noción trascendente, con respecto a como tiene que ser Dios, pues si tiene que ser así ya no sería Dios, más comprendo que Dios es tanto trascendente como inmanente, he es… Ver más
· Responder · 2 h
Christian Franco Rodriguez
Registro de lo real simbólico Zaratustra El de la luz dorada
Como maestro, el juez debe ser elegido de acuerdo con la verdad.
Establecer el poder de los actos que surgen de una vida vivida con buen propósito,
por Mazda y por el Señor a quien hicieron pastor de los pobres.
la voluntad del Señor es ley de justicia.
los dones de la Buena Mente a las obras realizadas en este mundo para Mazda.
el que alivia a los pobres hace rey a Ahura.
Mientras que él será elegido por el mundo, así, de acuerdo con la Verdad,
el juicio de los hechos realizados por el mundo de buena fe (Mente) se le entrega a Mazda,
y el Poder del Ahura a quien asignarán como pastor de los pobres.
Dignos y escogidos por Asha son ellos,
Los Ratus en todo el mundo,
Que traen la iluminación al mundo,
A través de hechos hechos en nombre de Ahura Mazda,
Quien se ha convertido en defensor de los empobrecidos.
Como el juicio ha de ser elegido por el mundo,
así que el juicio (que es) conforme a la verdad,
(que se transmitirá) sobre las acciones del bien en todo el mundo,
es asignado al Sabio (Señor) (Mazdāi),
y el poder (se asigna) al (Sabio) Señor (ahurāi)
a quien establecieron como pastor de los necesitados.
Tanto el señor como el líder serán elegidos
por su justicia.
Estas dos citas se hacen con buena mente
para que se hagan actos de vida por el Sabio,
y el dominio de Dios está bien establecido,
en el que el elegido se convierte en rehabilitador
de los justos oprimidos.
“La Rectitud es la virtud más alta,
sólo ella brinda felicidad.
Feliz es aquél que es recto
por la Rectitud misma”
Zaratustra
De todo lo dicho anteriormente parece que pueden deducirse las siguientes
consecuencias a propósito de Zarathustra y de su doctrina.
En lo que a él afecta, que fue el primero de los grandes extraviados mentales de tipo
religioso que llevado por un elevado antropomorfismo y suponiendo que en el Cielo, donde la
supuesta existencia de dioses y sus mansiones era ya cosa admitida como segura, tenía que
ocurrir como en la Tierra, en la que en cada grupo de hombres uno sobresalía sobre los demás,
los ordenaba y dirigía, imaginó el primer «monoteísmo» capitaneado por un Dios
esencialmente poderoso y bueno: Ahura Mazda.
Aun dejando a un lado la leyenda que, como siempre ocurre en casos semejantes,
forzosamente tenía que crearse en torno a la personalidad de Zarathustra, el tono de los
Gathas y el haber sido favorecido por su Dios con visiones y teofanías, fenómenos también
obligados en casos semejantes, autorizan a pensar en su extravío mental, tanto más extravío
cuanto más sublime. En cuanto a que fuese el primero conocido de este tipo, parece que
autoriza a decirlo lo siguiente: en lo que a Akenatón (Amenofis IV) afecta, éste cuanto hizo fue
cambiar el culto a Amón por el de Atón (el Sol), que con el nombre de Ra-Harakhtés había sido
ya adorado en Heliópolis (véase la religión de Egipto en el tomo I de mi Historia de las
religiones), con lo que llegó al monoteísmo de un modo lógico, por decirlo así, y sin que ello,
además, fuese el resultado de un desequilibrio mental de tipo místico o teológico, sino al
contrario, de una reflexión soberanamente natural y de un enorme sentido práctico, pues
dándose cuenta de que su pueblo, como todos los demás de su época, dado su estado
espiritual abonado y fomentado por una casi total ignorancia, necesitaba creer en seres
superiores extraterrestres, les ofreció el único que verdaderamente merecía ser tenido como
Dios, de cuantos el hombre puede conocer, de necesitar uno: el Sol, generador no tan sólo de
la Tierra, sino de la vida en ella. Pero este gran propósito no duró sino lo que su reinado,
diecinueve años, tras los cuales aquellos sabios sacerdotes (otra cosa legendaria es la
sabiduría de los sacerdotes egipcios; claro que más sabio es el que sabe que dos y dos son
cuatro que el que ni siquiera conoce los números; o los que viven engañando a los otros, que
los engañados), y con ellos el pueblo, volvieron al culto a Anión más al de los incontables
dioses que compartían con él la piedad de aquellos egipcios.
En cuanto a Moisés, anterior también, cronológicamente, a Zarathustra, tampoco se le
puede conceder la primacía en cuanto a la creación de un sistema monoteísta, primero, porque
además de que de su existencia no se tiene otra garantía que la fantasía de los levitas judíos
que escribieron el Pentateuco, nadie ha dicho de Moisés que este personaje hiciese otra cosa,
aun admitiendo que existió, que transformar el politeísmo primitivo israelita en una monolatría,
pero no en un monoteísmo, como hizo Zarathustra.
Esto sentado, parece que se puede afirmar aún, que el mazdeísmo de Zoroastro fue no
sólo la primera de las grandes religiones, sino la fuente de donde las que la siguieron
(judaismo, cristianismo e islamismo, principalmente), tomaran gran parte de sus creaciones
escatológicas; creaciones aún vivas y que tanto ayudan a estas religiones a hacer prosélitos.
Asimismo se puede asegurar, que como todos los fundadores de religiones, entre lo que
Zarathustra pudo imaginar y predicar y lo que hoy corre protegido por su nombre, hay no
menos diferencia, por ejemplo, que entre lo soñado y predicado por el Buda y el budismo
actual, ya que los que vinieron detrás de él, aquellos magos-sacerdotes iranios, sobre no
respetar su obra, además de modificarla y alterarla volvieron a introducir en el panteón oficial
dioses destronados por el profeta.
También hay que apuntar en favor de Zarathustra, el haber sido el primero en hablar del
«libre albedrío» y en haberle admitido; conquista importante desde el punto de vista religioso.
También el zoroastrismo, como hemos visto, tiene un tono de generosidad, nobleza y
elevación moral que no ha sido superado. Y ello empezando por las oraciones que en vez de
ser, como en otras religiones, egoístas, antropomórficas (adular a los dioses para pedir al
punto; es decir, como se adula y aplaude a los poderosos, en la Tierra, cuando han sido
generosos o cuando se quiere que lo sean y nos beneficien), tienen siempre como norte
principal el bien y el estimular para que se amen y deseen las excelencias sociales que pueden
favorecer por igual a todos. Veamos un ejemplo más, en la siguiente citada por J. H. Moulton
en The treasure of the Magi: «En esta casa, la obediencia triunfa de la desobediencia. La paz
abate la querella. La generosidad vence a la avaricia. La piedad a la rebelión impía. La palabra
verídica a la embustera. Asha (la rectitud, la justicia, el orden) deshace para siempre a Druj (el
engaño, la falsedad, la mentira).» Luego si además de todo lo apuntado la moral zoroastriana
tenía como base algo tan sólido como la «verdad» y la «justicia» y como venturoso horizonte la
seguridad del triunfo del bien sobre el mal, ¿no hay derecho a pensar que ésta, la primera de
las grandes religiones, tiene más de un título para que sus adeptos estén orgullosos de ella?
Total, y vayan estas palabras como consideración final: que a los que por idiosincrasia,
por temperamento, por incontenible inclinación natural a causa de haber nacido así (pues la
herencia, a fuerza de siglos, ha labrado surcos de los que para muchos es a veces difícil salir),
necesitan una religión activa, es decir, no sólo doctrinas sino prácticas de acuerdo con
aquéllas, tal vez les fuera conveniente conocer bien el mazdeísmo. A los que se contentan con
principios, su estudio les servirá así mismo para saber dónde muchos de estos principios han
tenido origen. En fin, a los que también por idiosincrasia no sienten necesidad de bridas
religiosas limitándose en lo que a estas cuestiones afecta, a practicar lo que estiman como la
más sencilla, natural y mejor de las religiones, a saber: vivir tranquila, modestamente; trabajar
para poder conseguirlo, y no hacer, al menos voluntariamente, daño a nadie, empezando por
ser comprensivos y tolerantes, aun a éstos no les hará daño alguno conocer lo que un gran
espíritu llamado Zarathustra imaginó, con vistas al bien de sus compañeros de planeta, hace
más de veinticinco siglos.
Prólogo al Avesta de Juan B Berga)
EL VENDIDAD-SADE PRIMER FARGARD Ahura Mazda dijo al santo Zarathustra. Yo he creado, ¡oh santo Zarathustra!, una creación de delicias; nada que se acercase a ella ha podido ser creado antes; pues si yo no hubiese, ¡oh santo Zarathustra!, creado un lugar, una Tierra de delicias a la que nada de cuanto existe pudiera acercarse, el Mundo entero que está dotado de cuerpo hubiera sido transportado a Eryana-Vaeja. Yo he creado los primeros y los mejores de los lugares y de los sitios, yo que soy Ahura Mazda. El Eryana-Vaeja de la buena creación. Al punto Agra-Mainyús, que está lleno de muerte, creó un antagonista. Una gran serpiente y el invierno que los Daevas habían creado . Los meses de invierno son allí en número de diez, los meses de estío, dos. Y éstos son fríos en el agua, fríos en la tierra, fríos en los árboles. Al punto es en medio de la tierra, es en el corazón de la tierra, donde penetra el invierno, y es entonces cuando llega el colmo del mal. Yo he creado el segundo y el mejor de los lugares y de los sitios, yo que sol Ahura Mazda. Gau, la mansión de Sughdha. Entonces Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, suscitó un antagonista. Una avispa que está llena de muerte para los rebaños y para los campos. Yo creé el tercero y el mejor de los lugares y de los sitios, yo que soy Ahura Mazda, Murú, el santo, el sagrado. Entonces Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, creó un antagonista. Malos discursos. Yo creé el cuarto y el mejor de los lugares, yo que soy Ahura Mazda, Bakhdhi, la hermosa (ciudad), con sus elevadas banderas. Entonces Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, creó un antagonista, animales feroces y carniceros. Yo creé el quinto y el mejor de los lugares, yo que soy Ahura Mazda, Nisa, que está entre Murú y Bakhdhi . Entonces Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, creó un antagonista. La duda (es decir, la incredulidad). Yo creé el sexto y el mejor de los lugares, yo que soy Ahura Mazda, Haroyú, que es rica en casas. Entonces Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, creó un antagonista, la pereza y la pobreza. Yo creé el séptimo y el mejor de los lugares y de los sitios, yo que soy Ahura Mazda, Vaekereta, la mansión de Dujak. Pero Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, creó un antagonista, una Pairika, Khnantheti, que se vinculó a Keresaspa. Yo creé el octavo y el mejor de los lugares y de los sitios, yo que soy Ahura Mazda, Urvá, que esté llena de campos del mejor trigo. Pero Agra-Mainyús, él que esté lleno de muerte, creó un antagonista, la mancha fatal. Yo creé el noveno y el mejor de los lugares, yo que soy Ahura Mazda, Khnenta, la mansión de Vehrkana. Pero Agra-Mainyús, él que esté lleno de muerte, creó un antagonista, vicios infames y contra natura . Yo creé el décimo y el mejor de los lugares, yo que soy Ahura Mazda, Harakaiti, la hermosa ciudad . Pero Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, creó un antagonista, prácticas culpables y responsables, el enterrar los cadáveres. Yo creé el undécimo y el mejor de los lugares, yo que soy Ahura Mazda, Haetumat, la (ciudad) brillante, resplandeciente. Pero Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, la creó un antagonista, el pecado de los Yatús. Es la señal mediante la cual se le reconoce. Es el índice en virtud del cual se manifiesta. A todas partes adonde llegan, los Yatús causan la muerte. Prometen dar cuanto se desea, pero son impostores que no vienen sino para dar la muerte y para herir el corazón. Yo creé el duodécimo y el mejor de los lugares y de los sitios, yo que soy Ahura Mazda, Ragha, que consta de tres poblados. Pero Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, la creó un antagonista, la duda culpable y llena de orgullo. Yo creé el decimotercero y el mejor de los lugares y de los sitios, yo que soy Ahura Mazda, Chakhra, la fuerte. Pero Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, la creó un antagonista, prácticas culpables y reprensibles: el quemar a los muertos. Yo creé el decimocuarto y el mejor de los lugares y de los sitios, yo que soy Ahura Mazda, Varena la de los cuatro ángulos. Para ella nació Thraetaono que estranguló a la serpiente Dahaka. Pero Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, la creó un antagonista, señales funestas y males fastidiosos que llenaron aquellos lugares. Yo creé el decimoquinto y el mejor de los lugares y de los sitios, yo que soy Ahura Mazda, Hapta-Hendu. Pero Agra-Mainyús, el que está lleno de muerte, le creó un antagonista, señales funestas y un calor malo. Yo creé el decimosexto y el mejor de los lugares y de los sitios, yo que soy Ahura Mazda, Al occidente de Ragha , Donde el pueblo se gobierna sin reyes. Pero Agra-Mainyús, él que está lleno de muerte, le suscitó un antagonista, el invierno, que fue creado por los Daevas (y la helada que mancha el país). Hay aún otros lugares, otros sitios; llanuras y países. SEGUNDO FARGARD Zarathustra preguntó a Ahura Mazda: ¡Oh tú, Ahura Mazda, tú santo y muy sagrado, creador de todos los seres corporales, y muy puro!, dime: ¿Cuál ha sido el primero de los hombres con el cual has conversado, tú que eres Ahura Mazda? Si no ha sido conmigo, Zarathustra. ¿A quién has enseñado la ley que viene de Ahura y que es la de Zarathustra? Entonces Ahura Mazda respondió: «Fue con el hermoso Yima, el que está a la cabeza de una reunión digna de elogios, ¡oh puro Zarathustra! . Es con él con el primer hombre con el que conversé, yo que soy Ahura Mazda. Antes de conversar con él, ¡oh Zarathustra!, yo le he enseñado la ley que proviene de Ahura, hoy la de Zarathustra. Pues yo le he hablado, ¡oh Zarathustral, yo que soy Ahura Mazda, y le he dicho: Seme sumiso, ¡oh hermoso Yima!, hijo de Vivaghao, pues tú eres quien debe meditar y llevar (extender) mi ley. Entonces Yima el hermoso me respondió, ¡oh Zarathustra!: Yo no puedo ser el que enseñe, el que medite, el que lleve (y dé a conocer) la ley. Entonces yo le dije, ¡oh Zarathustra!, yo que soy Ahura Mazda: Si tú no quieres obedecerme, Yima, y llegar a ser el que enseñe y lleve la ley (la extienda y dé a conocer). Entonces vela sobre los mundos que son míos: vuelve mis mundos fértiles. Obedéceme en tu calidad de protector de los mundos; aliméntalos y vela por ellos. Entonces Yima el hermoso me respondió, ¡oh Zarathustra!: Yo velaré por los mundos que te pertenecen; yo volveré los mundos fértiles, yo te obedeceré en cuanto a ser el protector de los mundos, encargado de alimentarlos y de velar por ellos. Para que durante mi dominio no haya ni viento frío, ni calor, ni corrupción, ni muerte. Entonces yo le llevé las armas de la victoria, yo que soy Ahura Mazda. Una lanza de oro y un cuchillo fabricado también con oro. Yima, pues, está en condiciones de llevar (el fardo) de la soberanía. Trescientos países fueron dados a Yima como su parte de dominio. Esta tierra llena de ganados, de animales salvajes, de hombres, de perros, de pájaros y de fuegos rojos y ardientes, fue para él. Los ganados, los animales y los hombres no encontraron espacio para ellos. Entonces seiscientos países fueron cedidos a Yima, para que reinase en ellos. Aquella tierra llena de ganado, de animales salvajes, de hombres, de perros, de pájaros y de fuegos rojos y ardientes, fue de él. Los ganados, los animales y los hombres no hallaron sitio para ellos. A causa de lo cual novecientos países fueron dados a Yima para que reinase en ellos. Esta tierra, llena de ganado, de animales salvajes, de hombres, de perros y de pájaros y de fuegos rojos y ardientes, fue de él. Los ganados, los animales y los hombres no hallaron sitio para ellos. Entonces yo hablé a Yima y le dije: Yima, el hermoso, hijo de Vivaghao , Esta tierra está llena de ganado, de animales salvajes, de hombres, de perros, de pájaros y de fuegos rojos y ardientes. El ganado, los animales y los hombres no hallan sitio para ellos. Entonces Yima se elevó hasta las estrellas, hacia el mediodía, por la ruta que sigue el Sol. E hirió a esta Tierra con su lanza de oro. Y la hendió con el cuchillo. Y habló de este modo: «¡Oh Spenta Armaiti! . Ejecuta con amor lo que voy a decirte: Marcha hacia adelante, sal y camina de lado, de acuerdo con mi orden, Tú que llevas en tu seno (y das vida) a ganados, animales y hombres.» Y Yima caminó después sobre esta Tierra a la que había vuelto fértil, y que era un tercio más considerable que antes. Sobre esta tercera parte nueva se extendieron los ganados, los animales y los hombres. Y Yima caminó, sí, sobre esta Tierra a la que había vuelto fértil, y que era un tercio más considerable que antes. Y sobre esta tercera parte nueva se extendieron los ganados, los animales y los hombres. Según su voto (deseo) y su voluntad, pues su voluntad se cumple siempre. El creador Ahura Mazda llevó la asamblea (de los seres vivos) con el concurso de los Yazatas celestes; es célebre en la Eryana-Vaeja creada pura. El brillante Yima reunió la asamblea de los hombres más virtuosos en la célebre EryanaVaeja, creada pura. A esta reunión vino el creador Ahura Mazda con los Yazatas celestes que son renombrados en la Eryana-Vaeja. Entonces Ahura Mazda habló a Yima: «Yima, el hermoso, hijo de Vivaghao, los males del invierno pueden herir a las criaturas revestidas de un cuerpo, a causa de lo cual un invierno rudo y pernicioso sobreviene. Los males del invierno pueden herir a las criaturas revestidas de un cuerpo. A causa de lo cual la nieve podría caer en gran abundancia, sobre las cimas de las montañas, sobre las pendientes de las alturas. ¡Oh Yima! Aparta los ganados de tres sitios. Cuando se encuentran en lugares en que el peligro es grande. Cuando están en la cima de las montañas. Cuando están en lo más profundo de los valles. Condúcelos a las mansiones más seguras. Antes de este invierno, el país ha dado cosechas. Arriba corren las aguas, abajo es la fusión de la nieve. Nubes, ¡oh Yima!, podrían cubrir un lugar habitado por seres dotados de cuerpo, donde no se ve sino los pies tanto del ganado mayor como del menor. Traza pues un recinto que no tenga, por cada uno de sus cuatro costados, sino la longitud de la carrera de un caballo. Lleva hasta él los gérmenes de los ganados, de los animales, de los hombres, de los perros, de los pájaros y del fuego rojo y ardiente. Traza un recinto semejante para que sirva de mansión a los hombres. Traza un recinto semejante para que sirva de mansión a las vacas que dan leche, reúne en él las aguas en una extensión de un hathra, haz habitar allí a los pájaros, en el lugar que tiene siempre color de oro. Fija allí tu morada. Coloca en ella columnas, patios, pisos. Lleva allí los gérmenes de todos los hombres y de todas las mujeres, Los que son en esta Tierra los más grandes, los mejores y los más hermosos. Lleva allí también los gérmenes de toda especie, de aquellos que en esta Tierra son los más grandes, los mejores y los más hermosos. Lleva allí los gérmenes de toda clase de árboles, de aquellos que son en esta Tierra los más altos y los más sabrosos. Lleva allí los gérmenes de todos los alimentos, De aquellos que en esta Tierra son los más dulces y los más sabrosos. Colocados por parejas y que sean inagotables, hasta que los hombres estén reunidos en este recinto. Que no haya allí ni discordia, ni impugnación. Ni antipatía, ni enemistad. Ni miseria, ni falsedad. Ni pobreza, ni enfermedad. Ni dientes que vayan más allá de lo justo. Ni deformidad corporal. Ni ninguna otra de las señales que son las señales de Agra-Mainyús, y con las cuales ha herido a los hombres. Construye nueve puentes en las localidades (aldeas) considerables. Seis en las medianas, tres en las pequeñas. Sobre los puentes superiores trae los gérmenes de mil hombres y mujeres. Sobre los de en medio, los gérmenes de seiscientos; sobre los de abajo, los gérmenes de trescientos. Conduce allí con la lanza de oro a los que están en el recinto. Levanta una alta torre y haz en ella una ventana que la ilumine siempre por sí misma.» «Creador de los seres provistos de cuerpo, y purificador, ¿De qué especie son las luces, ¡oh santo Ahura Mazda!, que iluminan el recinto que Yima ha trazado?» Ahura Mazda respondió: «Son luces creadas espontáneamente, y luces creadas, en su totalidad, en un orden regular. Se ve a las estrellas, a la Luna y al Sol, seguir juntos (hacer juntos) la misma carrera. Cuentan como un día lo que es un año. Cada cuatro años, nacerá, de estos dos hombres, dos criaturas humanas; una pareja, un niño macho y un niño hembra. Y lo mismo ocurrirá con las especies animales. Estos hombres llevan la vida más hermosa en el recinto que Yima ha hecho.» «Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Quién ha desarrollado la ley mazdayánica en este recinto que Yima ha hecho?» Ahura Mazda respondió: ¡Oh santo Zarathustra!, ha sido el pájaro Karschipta (54). «Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál y quién es este señor y este legislador?» Ahura Mazda respondió: «Es Urvatat-Naro y tú, ¡oh Zarathustra!» TERCER FARGARD Creador de los seres dotados de cuerpo, ¡oh purificador!, ¿Cuál es la cosa más agradable a esta Tierra? Ahura Mazda respondió: «El que un hombre santo marche sobre ella, ¡oh santo Zarathustra! Con la leña del sacrificio en la mano, el baresma en la mano, la taza en la mano, el mortero en la mano. Pronunciando palabras en todo conformes con la ley, invocando a Mithra, que da la fertilidad, y a Rama-Kastra.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Qué hay, en segundo lugar, de más agradable a esta Tierra? Ahura Mazda respondió: «Es cuando un hombre sabe construirse una morada, provista de fuego, provista de ganado, donde hay una mujer, hijos y gran cantidad de animales en los ganados. Y cuando hay en esta casa abundancia de animales, abundancia de honradez, abundancia de forrajes, de perros, de mujeres, de jóvenes, de fuego, y de todo cuanto hace una vida dichosa.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Qué hay, en tercer lugar, de más agradable a esta Tierra? Ahura Mazda respondió: «El sitio donde el cultivo de la tierra produce, ¡oh santo Zarathustra!, granos, forrajes y árboles frutales, donde el hombre riega la tierra árida o quita el agua a tierras demasiado húmedas.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Qué hay, en cuarto lugar, de más agradable a esta Tierra? Ahura Mazda respondió: «El sitio donde nace más ganado y más animales de tiro.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál es el objeto que viene en quinto lugar entre aquellos que son lo más agradable a esta Tierra? Ahura Mazda respondió: «El sitio en que hay más ganado y más animales de tiro y a causa de ello más estiércol.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál es la primera cosa desagradable a esa Tierra y qué la impide ser favorable? Ahura Mazda respondió: «Es cuando llega a ser mansión de la violencia, ¡oh santo Zarathustra! Cuando los Daevas salen de las cavernas con los Drujas» . Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál es la segunda cosa más desagradable a esta Tierra? Ahura Mazda respondió: «El sitio en que hay más perros muertos y hombres muertos enterrados» . Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál es la tercera cosa que a la Tierra le resulta más desagradable? Ahura Mazda respondió: «Es el sitio en que se construyen más Dakhmas, en los cuales se exponen los cuerpos de los muertos.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál es la cuarta cosa más desagradable a la Tierra? Ahura Mazda respondió: «Aquella donde hay más cavernas horadadas por las bestias que Arihmán ha creado.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál es la quinta cosa más desagradable a la Tierra? Ahura Mazda respondió: «Es, ¡oh santo Zarathustra!, aquella donde la mujer o el hijo de un hombre santo (bueno) se alejan del camino recto, Yendo y viniendo, cubriéndose la cabeza de polvo, llorando y lamentándose .» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál es aquel que en primer lugar hace sentir a la Tierra mayor satisfacción? Ahura Mazda respondió: «Aquel que desentierra los cadáveres de los perros y de los hombres metidos en la tierra.» Creador de los hombre dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál es aquel que en segundo lugar hace sentir a esta Tierra la mayor satisfacción? Ahura Mazda respondió: «Es aquel que allana y arregla la tierra tras haber destruido los Dakhmas que habían sido construidos encima, y en los cuales los cadáveres eran expuestos . Un hombre solo no debe jamás llevar un cadáver. Si un hombre solo lleva un muerto, el hasús le vuelve impuro, cogiéndole por la nariz, por los ojos, por la lengua, por la cara y por detrás. El hasús (Drukhs) brota de las uñas de aquellos que cometen estos pecados, y quedan impuros para siempre, perpetuamente y sin remedio.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Qué lugar le está reservado al hombre que lleva a los muertos? Ahura Mazda respondió: «El más desprovisto de agua y de árboles que haya en la Tierra, El más seco y el más árido, Allí donde les es más difícil subsistir a los ganados y a los animales de tiro, Así como al fuego de Ahura Mazda y al Baresma que es reunido a la santidad y al hombre santo». Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿A qué distancia del fuego, a qué distancia del agua, a qué distancia del Baresma, a qué distancia de los hombres puros? Ahura Mazda respondió: «A treinta pasos del fuego, a treinta pasos del agua, a treinta pasos del Baresma que en ellos es puesto, a tres pasos de los hombres puros. Los mazdayasnas deben, en esta Tierra, hacer una corta de árboles. Deben llevar allí alimentos así como vestidos los más malos, los más vulgares. Deben comer estos alimentos, deben ponerse estos vestidos, manteniéndose a la distancia prescrita, manteniéndose lejos del muerto. Aquel que come cerca del muerto, o que se pone los vestidos cerca de él, caerá enfermo; envejecerá y no tendrá posteridad. Los mazdayasnas deben, por la fuerza y prontamente, conducirle a las montañas. Le cortarán la cabeza todo a lo largo del cuello; el cuerpo será abandonado a las criaturas voraces de Spenta Mainyús, a los pájaros que se alimentan de carne y a los Kahrkasas . Pero si dice que se arrepiente de todo cuanto ha cometido de culpable en pensamientos, en palabras y en obras; Si confiesa humildemente el mal que ha hecho, La pena borrada quedará por el arrepentimiento. Si no se arrepiente de sus acciones culpables, quedarán para siempre sin ser expiadas.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál es aquel que, en tercer lugar, causa la mayor alegría a la Tierra? Ahura Mazda respondió: «Aquel que llena el mayor número de cavernas horadadas por las criaturas de Agra-Mainyús.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuál es aquel que, en cuarto lugar, causa más satisfacción a la Tierra? Ahura Mazda respondió: «Es aquel que hace producir más a la tierra así como frutas a los árboles, ¡oh santo Zarathustra! O que procura agua a tierras áridas, o que libra a la tierra del agua que le sobra. La tierra que no es cultivada no está satisfecha, cuando puede recibir la sembradura del cultivador. Pues es buena para servir de morada a los hombres. El ganado que permanece largo tiempo sin reproducirse tiene un buen crecimiento. Y la tierra es buena para los animales machos . Aquel que trabaja la tierra a derecha y a izquierda, con el brazo derecho y con el brazo izquierdo, ¡oh santo Zarathustra! Recibe de la tierra su verdadera opulencia. Lo mismo que un amigo generoso con una amiga a la que quiere, recibe de ella posteridad a cambio de la riqueza que de él recibe. Aquel que cultiva esta tierra, ¡oh santo Zarathustra!, a derecha y a izquierda, con el brazo derecho y con el brazo izquierdo, esta tierra le habla del modo siguiente: Hombre, si me consagras tu trabajo a derecha y a izquierda, con el brazo derecho y con el brazo izquierdo, Yo te sostendré siempre y yo vendré a ti. Yo te traeré toda clase de alimentos. Aquel que no cultiva esta tierra, ¡oh santo Zarathustra!, a izquierda y a derecha, con el brazo derecho y con el brazo izquierdo, La Tierra le dirige estas palabras: Hombre, si no me consagras tu trabajo a derecha y a izquierda, con el brazo derecho y con el brazo izquierdo, Estarás siempre errante ante las puertas de otro, con objeto de mendigar alimentos. Te traerán víveres (de que comer), mientras que tú permanecerás fuera llorando. Los que viven en la abundancia te harán participar de este modo de sus riquezas.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Cuándo se manifiesta el crecimiento de la ley mazdayánica? Ahura Mazda respondió: «Cuando se cultiva celosamente las tierras que dan grano, ¡oh santo Zarathustra! Aquel que cultiva los productos de la tierra, cultiva la pureza. Cumple la ley mazdayánica, desarrolla la ley mazdayánica, en una extensión de cien Paitistanas, en una extensión de mil Paitidaranas, en una extensión de diez mil Yasna-keretas. Donde hay frutos los Daevas se estremecen. Donde hay sementera los Daevas tosen. Donde hay espigas los Daevas lloran. Donde hay cosechas abundantes, de allí los Daevas escapan. Es en los sitios en donde hay cosechas donde los Daevas son más duramente heridos. Van al Infierno, liquefactándose como hierro ardiendo. Entonces se recita este manthra: Nadie, si no come, es capaz de obrar, ni tiene fuerza para cumplir buenas obras. Ni es capaz de trabajar vigorosamente en el cultivo de la tierra. Pues todos los seres dotados de cuerpo viven del alimento que toman; si no comen, mueren.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, ¿Qué es lo que, en quinto lugar, causa a la Tierra mayor satisfacción? Ahura Mazda respondió: «¡Oh santo Zarathustra!, aquel que trabaja en esta Tierra, para el hombre santo. Al que no, se le arrojará lejos de esta Tierra, a las tinieblas, para que sea entregado a los sufrimientos, para que sea arrojado en el lugar de la desolación, y lanzado sobre hierbas agudas». Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, si se entierra en esta tierra perros muertos y hombres muertos, y no se les desentierra en el espacio de la mitad de un año, ¿Qué pena se debe sufrir? Ahura Mazda respondió: «El culpable debe recibir cinco golpes con correas hechas con piel (de caballo), y quinientos golpes de craosho-churana». Creador de los seres provistos de cuerpo, purificador, si se entierra en esta tierra perros muertos y hombres muertos, y no se los desentierra en un año entero, ¿Qué pena se debe sufrir? Ahura Mazda respondió: «Que el culpable reciba mil golpes de correas de piel de caballo y mil golpes de craoshochurana.» Creador de los seres dotados de cuerpo, purificador, si se entierra en esta tierra perros muertos y hombres muertos y pasan dos años sin desenterrarlos, ¿Qué pena se debe sufrir? ¿Cuál debe ser la expiación? ¿Cuál es la purificación? Ahura Mazda respondió : «No hay pena, no hay expiación, no hay purificación. Acciones tales son siempre inexpiables. Aquel que las ha cometido debe obrar del modo siguiente: Ques escuche y observe la ley de los mazdayasnas. Si no escucha y no observa la ley mazdayánica, la ley no borrará los pecados de los que son culpables, como hace con los que se arrepienten, si no vuelven a caer en malas acciones. La ley mazdayánica, ¡oh santo Zarathustra!, libera al hombre que la observa de los lazos de que estaba rodeado, hace desaparecer el engaño. Borra el asesinato de un hombre puro. Borra el enterramiento de los muertos. Borra las acciones para las cuales no hay expiación. Borra las deudas considerables que el pecador ha contraído. Borra todos los pecados que el hombre comete. La ley de los mazdayasnas, ¡oh santo Zarathustra!, lleva lejos del hombre puro todos los pensamientos, acciones y palabras culpables, lo mismo que el viento rápido y fuerte purifica el cielo. Feliz, ¡oh Zarathustra!, aquel que ha realizado buenas acciones. La ley mazdayánica levanta enteramente todos los castigos.» CUARTO FARGARD Aquel que no acoge favorablemente la oración del hombre que le implora es un ladrón de la oración, puesto que la rechaza por la fuerza. Del día y de la noche hace su propiedad o su morada. ¡Oh creador! ¿Cuál es el número de tus Mithras y de los de Ahura Mazda? (Mithra-Darudj, pecados inspirados por Darudj, enemigo de Mithra.) El sexto se refiere a la recompensa debida a una aldea, a una aldea que da productos abundantes, que es grande y fértil. Se comete el primer Mithra cuando se da su palabra y no se cumple. Se le comete poniendo sin buena fe las manos una en la otra. Se le comete poniendo las manos con intención de engañar. Se le comete prometiendo una recompensa a una cabeza de ganado, y cuando se la retiene con injusticia. Se la comete prometiendo una recompensa a un animal de tiro, y cuando se la retiene con injusticia. Se comete prometiendo una recompensa al hombre que instruye, y cuando se la retiene con injusticia. Se la comete cuando se promete una recompensa a las aldeas, y cuando se la retiene con injusticia.» Creador, ¿cuál será la pena de los que cometen este pecado no manteniendo su palabra? Ahura Mazda respondió: «El castigo será de trescientos castigos o una ofrenda proporcionada a este tiempo que harán los padres del culpable.» Creador, ¿cuál será la pena de aquellos que ponen las manos una en la otra, y faltan luego a lo que se comprometieron? Ahura Mazda respondió: «El castigo será de seiscientos castigos o una ofrenda proporcionada a este tiempo que harán los parientes del culpable.» ¿Cuál será la pena de los que niegan a una cabeza de ganado la recompensa que le es debida? Ahura Mazda respondió: «El castigo será de setecientos castigos o una ofrenda proporcionada a este tiempo que harán los parientes del culpable.» Creador, ¿cuál será la pena de los que niegan a un animal de tiro la recompensa que le es debida? Ahura Mazda respondió: «El castigo será de ochocientos castigos o una ofrenda proporcionada a este tiempo que harán los parientes del culpable.» Creador, ¿cuál será la pena de los que niegan al hombre que enseña la recompensa que le es debida? Ahura Mazda respondió: «El castigo será de novecientos castigos o una ofrenda proporcionada a este tiempo que harán los parientes del culpable.» Creador, ¿cuál será la pena de aquellos que niegan a una aldea la recompensa que la sea debida? Ahura Mazda respondió: «El castigo será de mil castigos o una ofrenda proporcionada a este tiempo que harán los parientes del culpable.» Creador, si alguno engaña con sus palabras, ¿Cuál es su pena?. Ahura Mazda respondió: «Trescientos golpes con las correas de piel de caballo y seiscientos con el craoshocharana.» Creador, si alguno pone las manos una en la otra y lo hace de mala fe, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que le den seiscientos golpes con las correas de piel de caballo, y seiscientos con el craosho-charana.» Creador, si alguno rehusa a una cabeza de ganado la recompensa que le es debida, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que le peguen setecientas veces con las correas de piel de caballo, y setecientas veces con el craosho-charana.» Creador, si alguno rehusa a una bestia de tiro la recompensa que le es debida, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que le peguen ochocientas veces con las correas de piel de caballo, y ochocientas veces con el craosho-charana.» Creador, si alguien rehusa al hombre (que le instruye) la recompensa que le es debida, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que le peguen novecientas veces con las correas de piel de caballo, y novecientas veces con el craosho-charana.» Creador, si alguien rehusa a una aldea la recompensa que le es debida, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que le peguen mil veces con las correas de piel de caballo, y mil veces con el craosho-charana. Si alguien se dispone a pegar a un hombre, comete el Agerepta. Si le derriba, comete el Avaoirista. Si la venganza ha excitado su espíritu, comete el Aredus. Al quinto de-los pecados del Aredus, el hombre cumple su cuerpo». Creador, cuando un hombre ha incurrido en el Agerepta, ¿Cuál es su castigo? Ahura Mazda respondió: «Que le peguen cinco veces con las correas de piel de caballo y cinco veces con el craosho-charana. La segunda vez que le peguen diez veces con las correas de piel de caballo y diez con el craosho-charana. La tercera vez, que le peguen quince veces con las correas de piel de caballo y quince con el craosho-charana. La cuarta vez, que le peguen treinta veces con las correas de piel de caballo y treinta con el craosho-charana. La quinta vez, que le peguen cincuenta veces con las correas de piel de caballo y cincuenta con el craosho-charana. La sexta vez, que le peguen setenta veces con las correas de piel de caballo y setenta con el craosho-charana. La séptima vez, que le peguen noventa veces con las correas de piel de caballo y noventa veces con el craoshocharana.» Si realiza este acto por la octava vez, sin que las faltas anteriores sean expiadas, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que den a este cuerpo culpable doscientos golpes con las correas de piel de caballo y doscientos con el craosho-charana.» Creador, si un hombre ha incurrido en el Agerepta, y si nada ha expiado, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que golpeen su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo y doscientas con el craosho-charana.» Creador, si un hombre ha cometido el Avaoirista, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que le golpeen dándole diez golpes con las correas de piel de caballo, diez con el aguijón y quince golpes con el chaosho-charana. La segunda vez quince golpes. La tercera treinta. La cuarta cincuenta. La quinta setenta. Si cae una séptima vez en esta falta, sin haber expiado las precedentes, que golpeen su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo, doscientas con el aguijón y doscientas con el craoshocharana.» Creador, si un hombre ha incurrido en el Avaoirista, sin haber expiado nada, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que se golpee su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo, y doscientas con el craosho-charana.» Creador, si un hombre ha golpeado a otro cometiendo de este modo el Aredus, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que le golpeen dándole diez golpes con las correas de piel de caballo, diez golpes con el aguijón y quince golpes con el craosho-charana. La segunda vez quince golpes. La tercera treinta. La cuarta cincuenta. La quinta setenta. Si cae una séptima vez en esta falta, sin haber expiado las precedentes, que se golpee su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo, doscientas con el aguijón y doscientas con el craosho-charana.» Creador, si un hombre ha golpeado rudamente a otro por detrás, y si no ha expiado su falta, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que le golpeen treinta veces con las correas de piel de caballo y treinta con el craosho-charana. La segunda vez, que le golpeen cincuenta veces con las correas de piel de caballo y cincuenta con el craoshocharana. La tercera vez, sesenta golpes y la cuarta noventa. Si comete una quinta vez esta falta, sin haber expiado las precedentes, que se golpee su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo, y otras doscientas con el craosho-charana.» Creador, si un hombre que ha golpeado a otro rudamente no se arrepiente de su falta, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que se golpee su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo, y otras doscientas con el craosho-charana.» Creador, si un hombre hace a otro una herida tal que la sangre corra, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que se golpee su cuerpo culpable cincuenta veces con las correas de piel de caballo y otras cincuenta con el craosho-charana. La segunda vez, que le den setenta golpes. La tercera noventa.» Si comete por cuarta vez esta falta, sin haber expiado las precedentes, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que golpeen su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo y otras doscientas con el craosho-charana.» Creador, si un hombre hace a otro una herida de la cual corra la sangre y si no ha expiado su falta, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que se golpee su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo y otras doscientas con el craosho-charana.» Creador, si alguno golpea a otro de tal modo que le rompa un hueso, ¿Cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que le golpeen setenta veces con las correas de piel de caballo y otras setenta con el craosho-charana. La segunda vez, que le golpeen noventa veces.» Si comete esta falta una tercera vez, sin haber expiado las precedentes, ¿cuál es su pena? Ahura Mazda respondió: «Que golpeen su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo y otras doscientas con el craosho-charana.» Creador, si un hombre ha dado a otro un golpe tal que un hueso de éste ha sido roto, y no expía su falta, ¿cuál debe ser su pena? Ahura Mazda respondió: «Que se golpee su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo y otras doscientas con el craosho-charana.» Creador, si un hombre hace a otro una herida que pone su vida en peligro, ¿Cuál debe ser su pena? Ahura Mazda respondió: «Que se le golpee noventa veces con las correas de piel de caballo, y otras noventa con el craosho-charana.» Si comete esta falta una segunda vez sin haber expiado las precedentes,¿Cuál debe ser su pena? Ahura Mazda respondió: «Que se golpee su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo y otras doscientas con el craosho-charana.» Creador, si aquel que hace a otro una herida capaz de poner su vida en peligro, no expía su falta, ¿Cuál debe ser su pena? Ahura Mazda respondió: «Que se golpee su cuerpo culpable doscientas veces con las correas de piel de caballo y otras doscientas con el craosho-charana. Al punto sus acciones quedarán borradas. Es preciso caminar por el camino de la pureza. Según el mandamiento de la pureza. Si hombres vienen aquí, hermanos o amigos, en conformidad con la ley, deseosos de expiar sus faltas, y de regular lo que afecta a sus bienes o a sus mujeres; Aquel que debe purificar las faltas de un hombre se acercará y recogerá su bien. Tendrá cuidado de su mujer, procurándole los medios de subsistir. Encargará al sacerdote el recitar al manthra-spenta, Durante la primera y la segunda parte del día, y durante la primera y la segunda parte de la noche. Para el desarrollo de la inteligencia que se aleja de la pureza, Por la pureza y la oración para el desarrollo de la inteligencia con objeto de que en ella permanezca constantemente, hasta el medio del día y de la noche, sin dormirse ni de día ni de noche. Hasta que hayan pronunciado todas las palabras que han pronunciado los antiguos Herbeds, que han hecho con agua hirviendo para los hombres, ¡oh Zarathustra! No digas que es preciso no darle de comer ni vestidos. En lo que concierne al hombre casado, yo le nombro, ¡oh santo Zarathustra! Antes que aquel que no está casado. Aquel que mantiene una casa antes que aquel que no la tiene, el padre de familia antes que el hombre que no tiene hijos, el rico antes que el pobre. Aquel que favorece la multiplicación del ganado es, entre todos los hombres, el que más combate a Vohumano; está por encima de aquel que no presta un servicio semejante. Una vez muerto, tiene el valor de un Acperena, de una pequeña cabeza de animal de ganado, del valor de una bestia de tiro, del valor de un hombre. Pues este hombre combate al Asto-vidhotus. Combate contra el Ishus Rathakhto. Combate contra Zemaka (el demonio del Infierno) y le arrebata un vestido. Combate contra el cerebro del hombre malo. Combate contra Ashemaogho, el impuro, que no ha comido. Cuando ha emprendido esta acción por primera vez, no por segunda vez. Si los hombres que habitan el Mundo de los seres dotados de cuerpo no se conducen según la ley, Que les corten el cuerpo con un cuchillo de hierro, que les corten el cuerpo de abajo arriba. Si los hombres que habitan el Mundo de los seres dotados de cuerpo no se conducen según la ley, Que les aten el cuerpo con cadenas de hierro, que les aten de abajo arriba. Si los hombres que habitan el Mundo de los seres dotados de cuerpo no se conducen según la ley, Cada uno de ellos precipita sin quererlo a cien hombres en el Infierno, a causa de sus relaciones con los habitantes de este Mundo de los seres dotados de cuerpo. Si los hombres que habitan el Mundo de los seres dotados de cuerpo no se conducen según le ley, Cada uno de ellos comete, sin saberlo, un gran pecado. Si los hombres que habitan el Mundo de los seres dotados de cuerpo no se conducen según la ley, Es como si cada uno de ellos entrase fraudulentamente y sabiendo lo que hacía en el agua amarilla hirviendo, y que cometiese también el pecado contra Mithra». Creador, si un hombre entra fraudulentamente en el agua amarilla hirviendo como si dijese la verdad, pero engañando a Mithra, ¿Cuál debe ser su pena? Ahura Mazda respondió: «Que le den siete golpes con la correa de piel de caballo y otros siete con el craoshocharana.» QUINTO FARGARD Un hombre muere en los precipicios del valle. Los pájaros bajando desde las cimas de las montafias acuden a los precipicios del valle. Se lanzan sobre el cuerpo del muerto y le deshacen. Los pájaros vuelven a volar al punto desde los precipicios del valle a las cimas de las montañas. Se encaraman a un árbol, ora flexible, ora resistente. Le manchan con su saliva y con sus excrementos; arrojan sobre él pedazos del cadáver. Un hombre sube desde los precipicios del valle hacia las cimas de las montañas. Se acerca al árbol donde está aquel pájaro: quiere madera para encender fuego. Golpea el árbol, le hiende, le abate, le quema. ¿Cuál es su pena?
Ahura Mazda respondió: Basta Zaratustra, sabes que en ti empezó la humanidad espiritual y en ti terminara, no hay pena lo sabes muy bien, soy el gran otro que tu inventaste para conocer tu verdadera naturaleza, ahora conoces tu luz dorada , ¿Qué harás Zaratustra? ¿Predicaras la voluntad de poder nuevamente acabando con toda moral, enseñándoles a los hombres que toda moral es creada? ¿Volverás a diferenciar el bien del mal dándoles la esperanza de que el bien triunfara sobre el mal al final de los tiempos?. Zaratustra responde oh amada sabiduría de lo alto, sabes muy bien como mis enseñanzas simples fueron pervertidas por los hombres, hicieron del mal su delirio, cuando yo solo les enseñe a pensar correctamente a hablar correctamente y a actuar correctamente, que pocos me escucharon y que complicadas sendas inventaron después de mí, ¿Acaso dije alguna ve que el mal existía como tal? ¿No era una cuestión del libre albedrio? ¿No fue acaso este mi mensaje? Algo tan sencillo no fue escuchado y entendido, en mi segunda venida como Saosyant yo le dije a los hombres que Dios había muerto y los libere de la cárcel en que quedaron atrapados con mis palabras, lejos de vivir ahora el superhombre, todo lo vivo en el hombre ha muerto y se entretienen en su voluntad de representación permanente, el niño se recrea en su imaginación hasta consumirse ¿Quién salió a tomar el sol? ¿Quién se atrevió a vivir? Yo les dije que la religión tenía su inicio en el resentimiento contra la vida, pero mentí, me mate a mí mismo, me negué para que ellos se afirmaran, sabiduría de lo alto sabes que cuando te predique solo quería que vivirían con orden y sabes que cuando declare tu muerte fue porque tu sabiduría se impregno en mí y me supe creador y quería hacer de ellos creadores, pero ahora Sabiduría de lo alto declaro tu resurrección y me se creador en ti y los hombres no podrán entenderme, me se tu creador porque tú eres el otro absoluto que yo he creado, y me se creado por ti antes de todo tiempo porque habitas en la eternidad y yo en la experiencia , te reconozco en mi creación te he develado, pero tu estuviste siempre. Dijo la sabiduría de lo alto:¿No hay más eterno retorno? Eterno retorno a ti haciendo de cada día un día nuevo. Y de lo negativo dijo la sabiduría de lo alto ¿Que puedes decir? Aprendí mi amada sabiduría de lo alto, aprendí: La vita contemplativa presupone una particular pedagogía del mirar. En El ocaso de los Dioses, Nietzsche formula tres tareas por las que se requieren educadores: hay que aprender a mirar, a pensar y a hablar y escribir. El objetivo de este aprender es, según Nietzsche, la «cultura superior». Aprender a mirar significa «acostumbrar el ojo a mirar con calma y con paciencia, a dejar que las cosas se acerquen al ojo», es decir, educar el ojo para una profunda y contemplativa atención, para una mirada larga y pausada. Este aprender a mirar constituye la «primera enseñanza preliminar para la espiritualidad». Según Nietzsche, uno tiene que aprender a «no responder inmediatamente a un impulso, sino a controlar los instintos que inhiben y ponen término a las cosas». La vileza y la infamia consisten en la «incapacidad de oponer resistencia a un impulso», de oponerle un No. Reaccionar inmediatamente y a cada impulso es, al parecer de Nietzsche, en sí ya una enfermedad, un declive, un síntoma del agotamiento. Aquí, Nietzsche no formula otra cosa que la necesidad de la revitalización de la vita contemplativa. Esta no consiste en un Abrir-Se pasivo, que diga Sí a todo lo que viene y a todo lo que sucede. Antes bien, opone resistencia a los impulsos atosigantes que se imponen. En lugar de exponer la mirada a merced de los impulsos externos, la guía con soberanía. En cuanto acción que dice No y es soberana, la vida contemplativa es más activa que cualquier hiperactividad, pues esta última representa precisamente un síntoma del agotamiento espiritual. La dialéctica del ser activo, que a Arendt se le escapa, consiste en que la hiperactiva agudización de la actividad transforma esta última en una hiperpasividad, estado en el cual uno sigue sin oponer resistencia a cualquier impulso e instinto. En lugar de llevar a la libertad, origina nuevas obligaciones. Es una ilusión pensar que cuanto más activo uno se vuelva, más libre se es.
Sin esos «instintos que ponen término», la acción se dispersa convirtiéndose en un agitado e hiperactivo reaccionar y abreaccionar. La pura actividad solo prolonga lo ya existente. Una verdadera vuelta hacia lo otro requiere la negatividad de la interrupción. Tan solo a través de la negatividad propia del detenerse, el sujeto de acción es capaz de atravesar el espacio entero de la contingencia, el cual se sustrae de una mera actividad. Ciertamente, la vacilación no es una acción positiva, pero vacilar es indispensable para que la acción no decaiga al nivel del trabajo. Hoy en día vivimos en un mundo muy pobre en interrupciones, en entres y entre-tiempos. La aceleración suprime cualquier entre-tiempo. En el aforismo «El principal defecto de los hombres activos» escribe Nietzsche:
“A los activos les falta habitualmente una actividad superior […] en este respecto son holgazanes. […] Los activos ruedan, como rueda una piedra, conforme a la estupidez de la mecánica.”
Hay diferentes tipos de actividad. La actividad que sigue la estupidez de la mecánica es pobre en interrupciones. La máquina no es capaz de detenerse. A pesar de su enorme capacidad de cálculo, el ordenador es estúpido en cuanto le falta la capacidad de vacilación.
En el marco de la aceleración e hiperactividad generales, olvidamos, asimismo, lo que es la rabia. Esta tiene una temporalidad particular que no es compatible con la aceleración e hiperactividad generales, las cuales no toleran ninguna extensión dilatada del tiempo. El futuro se acorta convirtiéndose en un presente prolongado. Le falta cualquier negatividad que permita la existencia de una mirada hacia lo otro. La rabia, en cambio, cuestiona el presente en cuanto tal. Requiere un detenerse en el presente que implica una interrupción. Por esa condición se diferencia del enfado. La dispersión general que caracteriza la sociedad actual no permite que se desplieguen el énfasis y tampoco la energía de la rabia. La rabia es una facultad capaz de interrumpir un estado y posibilitar que comience uno nuevo. Actualmente, cada vez más deja paso al enfado y al estado enervado, que no abren la posibilidad a ningún tipo de cambio decisivo. Así, uno se enfada incluso de cara a lo inevitable. El enfado es para la rabia lo que el temor para el miedo. A diferencia del temor, dirigido a un determinado objeto, el miedo se refiere al Ser como tal. Comprende y quebranta toda la existencia (Dasein). Tampoco la rabia se refiere a un determinado estado de cosas. Niega el todo en su conjunto. En ello consiste su energía de negatividad. Representa un estado de excepción. La creciente positivización del mundo hace que este se vuelva pobre en estados de excepción. Agamben pasa por alto esta creciente positividad. Frente a su diagnóstico, según el cual el estado de excepción se desborda, convirtiéndose en estado normal, la positivización general de la sociedad absorbe en la actualidad todo estado de excepción. De este modo, el estado normal es totalizado. Precisamente, la creciente positivización del mundo presta mucha atención a conceptos como «estado de excepción» o Inmunitas. Sin embargo, la atención de que estos gozan no es prueba de su actualidad, sino de su desaparición.
La progresiva positivización de la sociedad mitiga, asimismo, sentimientos como el miedo o la tristeza, que se basan en una negatividad, es decir, que son sentimientos negativos. Si el pensamiento mismo fuera una «red de anticuerpos y de defensa inmunológica natural», entonces la ausencia de negatividad transformaría el pensamiento en un ejercicio de cálculo. Quizás el ordenador hace cálculos de manera más rápida que el cerebro humano y admite sin rechazo alguno gran cantidad de datos porque se halla libre de toda otredad. Es una máquina positiva. Precisamente por su egocentrismo autista, por su carencia de negatividad, el idiot savant obtiene resultados solo realizables por una calculadora. En el marco de la positivización general del mundo, tanto el ser humano como la sociedad se transforman en una máquina de rendimiento autista. También puede decirse que justamente el esfuerzo exagerado por maximizar el rendimiento elimina la negatividad porque esta ralentiza el proceso de aceleración. Si el ser humano fuese un ser de negatividad, la total positivización del mundo tendría un efecto no inofensivo. Según Hegel, precisamente la negatividad mantiene la existencia llena de vida.
Hay dos formas de potencia. La positiva es la potencia de hacer algo. La negativa es, sin embargo, la potencia del no hacer, en términos de Nietzsche, de decir No. Se diferencia, no obstante, de la mera impotencia, de la incapacidad de hacer algo. La impotencia consiste únicamente en ser lo contrario de la potencia positiva, que, a su vez, es positiva en la medida en que está vinculada a algo, pues hay algo que no logra hacer. La potencia negativa excede la positividad, que se halla sujeta a algo. Es una potencia del no hacer. Si se poseyera tan solo la potencia positiva de percibir algo, sin la potencia negativa de no percibir, la percepción estaría indefensa, expuesta a todos los impulsos e instintos atosigantes. Entonces, ninguna «espiritualidad» sería posible. Si solo se poseyera la potencia de hacer algo, pero ninguna potencia de no hacer, entonces se caería en una hiperactividad mortal. Si solamente se tuviera la potencia de pensar algo, el pensamiento se dispersaría en la hilera infinita de objetos. La reflexión sería imposible, porque la potencia positiva, el exceso de positividad, permite tan solo el «seguir pensando». La negatividad del «no-…» (nicht-zu)] es, asimismo, un rasgo característico de la contemplación. En la meditación zen, por ejemplo, se intenta alcanzar la pura negatividad del «no-…», es decir, el vacío, liberándose del Algo atosigante que se impone.
La negatividad del «no-…» constituye un proceso extremadamente activo, a saber, es todo menos pasividad. Es un ejercicio que consiste en alcanzar en sí mismo un punto de soberanía, en ser centro. Si solo se poseyera la potencia positiva, se estaría, por el contrario, expuesto al objeto de una manera del todo pasiva. La hiperactividad es, paradójicamente, una forma en extremo pasiva de actividad que ya no permite ninguna acción libre. Se basa en una absolutización unilateral de la potencia positiva.
Por: Byung Chul Han
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