¿Sera el constructivismo la pedagogía del siglo XXI?
En la conferencia la educadora es muy clara con la respuesta: No
Y su principal argumento para esto es una crítica al paradigma posmoderno, ubicando al constructivismo dentro de este paradigma, en el que se sufre una crisis epistemológica, teniendo como resultado una desvaloración del conocimiento y del esfuerzo que se necesita para conseguirlo, para ella es hora de valorar el conocimiento, lo que implica dejar de lado el paradigma posmoderno y con él al constructivismo. Pero la pregunta cae por su propio peso ¿Si no es el constructivismo la pedagogía del siglo XXI cual es?
Ella ni se hace la pregunta ni responde, pero la va dando por supuesta es la pedagogía cibernética donde lo más importante es la huella del “conocimiento” realmente la huella del dato no del cono- cimiento, mas ella no entra en un critica profunda solo se hace vocera sin querer queriendo del nuevo paradigma.
¿Cuáles son las bases de este nuevo paradigma?
Tres pilares la cibernética por supuesto cuyo principal aporte a la pedagogía es la retroalimentación, que en todo momento el alumno reciba información sobre su avance educativo. La genética que nos dice que hay un marco genético para la tabla rasa y que desde ese marco tenemos que trabajar. Y la neurología que nos revela que el niño desde su nacimiento aprende, abriendo la posibilidad que sea desde el vientre de la madre, pero es a los bebes que se los ha probado viendo cómo se iluminan partes de su cerebro, el cual sufre una reestructuración en cada aprendizaje, al sufrir una restructuración se entiende que el aprendizaje si bien se da en todo momento cuesta un enorme esfuerzo.
Y entonces salimos del paradigma del profesor facilitador al paradigma del profesor programador reestructurador del cerebro, esto en la pedagogía cibernética se da de dos maneras, algorítmicamente y heurísticamente, podemos entender el algoritmo como un conjunto de pasos para lograr algo, pero también como aquello que permite en eso pasos mantener el equilibrio del sistema y entonces el algoritmo es una programación de procesamiento de información, la cual permite la negantropia limitando la entropía y todo desequilibrio. Más el aprendizaje exige desequilibrio pues bien para esto en la pedagogía cibernética esta la heurística donde se adquiere nuevo aprendizaje y este genera una restructuración neuronal y cognitiva, pero la diferencia con el constructivismo es que ya no se trata de una permanente adaptación y restructuración, sino del afianciamiento de la programación algorítmica. Uno podría entender que mientras el constructivismo era una pedagogía del sujeto la pedagogía cibernética es una pedagogía del objeto. Pero no es así el constructivismo no es subjetivismo, en lo subjetivo el sujeto se pregunta hasta llegar al conocimiento de sí mismo, en el constructivismo no, simplemente se logran ciertas competencias que permiten adaptaciones a distintos entornos, tratando de lograr una cognición formal variada, abierta ya en el constructivismo hay una maquina no un sujeto, solo que es una maquina con programación abierta, en la pedagogía cibernética esta programación se cierra para alcanzar máxima efectividad por lo mismo no importa el conocimiento ni el desarrollo humano, lo que importa es que estas máquinas educadas sean efectivas como en Singapur.
Ante esto urge un nuevo paradigma que supere el constructivismo en el que se basa la pedagogía cibernética y que intente realmente superar el problema epistemológico de la posmodernidad.
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