¿Hemos logrado con nuestra religión de cristianismo pródigo, arte del biotejido, filosofía del sabor espiritual, ciencia transferencial y por ultimo la biodramaturgia superar la crisis epistemológica pos moderna?
Por supuesto que no, todos esos son sistemas que deben ser superados, todos son parte del árbol de la ciencia del bien y del mal, de la dualidad del conocimiento y el conocimiento jamás saldrá del infierno en el que se ha metido, jamás.
Pero lo real no tiene esta dualidad simplemente acontece, el ser es uno, la vida es plena, nosotros la limitamos con nuestros sistemas.
Zizek comprende esto muy bien pero él va por un camino totalmente distinto al nuestro, el asume la imposibilidad constitutiva de la realidad y comprende que uno no puede conocerse a sí mismo sino es en el otro, lo cual se da en la transferencia, pero para Zizek la transferencia es un exceso de la unidad que no constituye realmente ninguna otredad.
Y esto es cierto en el hombre, su espiritualidad no logra hacer una diferencia y al no lograr hacer una diferencia, no logra hacer una síntesis es decir no logra cerrar el círculo de lo real, diríamos en el hombre todos somos proyecciones del ego no del ser, así la cura en el psicoanálisis de Zizek consistiría en renunciar a la consistencia del otro y aceptar nuestra incompletud, renunciar a toda transferencia, lo que implica renunciar a toda idea de unidad, lo que implica renunciar a todo mito a toda ideología, aceptémoslo estamos solos y somos irreconciliables y cualquier intento por reconciliarnos, es una mentira ideológica y será el sexo aquel que nos develara siempre la mentira, la imposibilidad de integrarnos con el otro, mi proyección inconsciente hace del otro un objeto de mi ego y eso es lo que será siempre el otro para mí y yo para el otro.
Ahora si ponemos en la ecuación a Dios, las cosas son muy distintas, todos los mitos y conocimientos también caen, pero la posibilidad de la transferencia y de la existencia de otros, se abre, participar del ser es posible y el otro y yo nos hacemos uno lo que solo es posible si hay otro, pero poner a Dios es un acto de exceso de nuestro ego, es crear ideología y de eso no se trata nuestro camino sino de participar en lo real, la gracia está allí siempre ha estado y en ella todo entra en comunión, el paso del ser al no ser cesa, porque se hace permanente y la vida supera todo sacrificio y se hace gozo, los niños vuelven al paraíso en la sintransferencia.
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«Al asumir el riesgo de un acto, asumo totalmente en mí mismo la creencia, aceptando que no hay ningún Otro que crea por mí, en mí lugar. Esta es la creencia propiamente cristiana, el mensaje de la muerte de Dios: la comunidad cristiana de creyentes queda sola con su creencia, asumiendo libremente la plena responsabilidad por ella, sin confiar más en una autoridad trascendental que la garantice.
Paradójicamente, la caída de este gran Otro que supuestamente no sabe no es lo mismo que la desaparición de la creencia; en cierto modo, abre el espacio de una auténtica creencia que sustenta un acto, una creencia que ya no es traspuesta, sustentada o cubierta por alguna figura del gran Otro»
Slavoj Zizek
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