Hoja de Vida
Nací un 13 de abril de 1978, mi tía amada pidió que llamara
Christian David, Christian viene de Cristo que significa el ungido y David el
que tiene el corazón de Dios tome el apellido de mi padre Franco y el de mi
madre Delgado, al año tuve una complicación en mi sistema urinario, mi abuela y
mi madre me entregaron a Dios y gracias a él me salve.
Mi infancia fue difícil aunque tuvo mucho amor, mi Padre era
muy joven y apasionado, un hombre de izquierda líder político en su universidad
y mi madre una jovencita engreída y maltratada lo que genero un doble vinculo
que devino en una esquizofrenia.
Mi hermana y yo nos refugiamos uno en el otro y
sacándonos la mierda todo el día, entre risas y llantos sobrevivimos, en la
adolescencia yo renegué de Dios, estudiaba en un colegio evangélico en
Arequipa, yo soy arequipeño como Abimael, Montesinos, Llosa, de Soto entre
otros, el colegio Internacional peruano
británico, ahí sufría de un bulling terrible por mi supuesta
homosexualidad que me atreví a
experimentar de la peor manera, odiaba la colegio y a Dios, y mi odio se
convirtió en amor por el teatro quede impresionado por el ateísmo de Federico
Meraní un actor que trabajo varias veces con Osvaldo Cattone. Y a los 13 años
sufre el teatro y me apasione por él.
Termine expulsado de mi colegio faltándome un año para
acabar la secundaria, aunque me lo esperaba me dolió muchísimo dejar a mi mejor
amigo, me fui a Lima con mi familia y mi amado padre me puso en Cuatro tablas
en la academia del arte del Espectáculo donde recibí talleres de
teatro, danza, mimo, dramaturgia, voz, entrenamiento pre expresivo,
crítica teatral entre otros de la mano
de los mejores teatrístas peruanos: Mario Delgado director de cuatro tablas,
Alberto Isola, Roberto Ángeles, Julián Vargas de Yuyachkan, Hugo Salazar, Pilar
Nuñez, Mirella Carbonelle, una actriz del Odin theater , un actor del Royhart,
el chato de la tarumba, entre otros. Siempre discutía con Mario por solo
quedarse en el trabajo corporal, aunque desde el cuerpo despertaba el
inconsciente yo necesitaba un trabajo
de texto que no encontré en Cuatro tablas así que deje cuatro tablas y me fui a
la ENSAD ingresando en el año 96, José Enrique Mavila me beco y se peleó con
los profesores que no me querían dejar entrar, el intentaba renovar al Ensand y
trajo a gente de raíces de integro (teatro danza) del TUC gente muy joven para
remecer la escuela , pero termino yéndose , luego vino Juan Rivera Savedra y mi
relación con él fue muy mala, con tensiones estéticas y luego éticas, lo que
termino con mi expulsión no formal pero si en la práctica, ya que obligaba a
que mis profesores me desaprobaran.
Así nació Teatro loco con mi amor Teresa de Jesús Rodríguez
Ramírez y mi amigo Robert Julca fundamos teatro loco “teatro interactivo” con
la obra a Dos caras, obra que yo escribí y que trataba del desgarro de la generación
pos guerra interna , con una investigación estética en el teatro contemporáneo:
Brecht, Artaud, teatro del absurdo Jarry, entre otros. La presentamos en el
búho rojo lugar de cafés filosóficos el 15 de noviembre de 1998.
El siguiente proyecto fue en el 99 fue el zoológico de
Cristal consistió en un taller de
teatro, investigando en las técnicas del Actor studio y de Stanislavski
teniendo presentaciones en la noche de Barranco.
Por ultimo finalizando esta etapa creamos el proyecto Velas
que estuvo compuesto por tres obras: Una vela más-La cual daba cuenta de la
lucha de los jóvenes para sacar a Fujimori desde el año 97 con la caída del tribunal
constitucional. Una vela menos-Donde se expresaba la angustia ante la tercera
reelección de Fujimori. Una vela nada más. Donde se celebraba la caída de
Fujimori y se abría un panorama incierto. Este proyecto fue elegido en la
muestra regional y clasifico a la muestra nacional, donde no se entendió porque cambiamos de obra ya que clasificamos
con la primera obra pero llevamos a la nacional la tercera.
Teatro loco “Arte interdisciplinario” Entramos a la segunda
fase de teatro loco donde nos encontramos con artistas de otras disciplinas
Marco Arauco audiovisules, Julia Ortiz Pintura, Carlos pulido pintura, Teresa
Bernedo Escenógrafa e inspirado en la obra de Rhony Alhalel investigamos en el
budismo Zen resultando el proyecto Mu Art Delivery donde llevamos performance
interdisciplinarias a las casas delos que nos llamaban , como cuando se lleva
una pizza, el proyecto tuvo resonancia en los medios y nos entrevistaron en
muchos canales de televisión siendo caratula en el comercio, más la gente
esperaba su show de animación y nosotros lo que les llevábamos era la
deconstrucción de su espacio íntimo para que encararan su soledad su
incomunicación.
La gente dejo de llamarnos el proyecto paso a otra etapa y
extrapolamos la Celestina de Fernando de rojas a un lenguaje de arte
conceptual, presentando el proyecto en el teatro de la AAA, en el centro
cultural español, en el Edith Sachs y en la tarumba donde tuvimos una
presentación memorable en la muestra regional de teatro despertando la ira de
los teatristas quienes dijeron que lo que hacíamos no era teatro.
Yo gane una beca de dirección y dramaturgia en España el
2003 gracias a la fundación Carolina en la casa américa, la cual disfrute
enormemente pudiendo conocer parte de
Europa- España y Francia , y donde tuve el privilegio de contar con grandes directores y
dramaturgos iberoamericanos Sanchiz Sinisterra, Sergi Belbel, Aristides Vargas
entre otros.
Cuando Volví a Perú inspirado por la película noviembre de
Achero Mañas, llame a muchas personas para realizar el proyecto de alteración
de sistemas
Este proyecto empezó con la alteración de sistemas políticos exaltación al miedo donde se buscaba
vencer el miedo de la pos guerra interna y activarnos políticamente para esto hicimos
muchos trabajos, terminando el proyecto en el III congreso de las artes Arte y política
transformación simbólica, donde reunimos a estudiantes de bellas Artes, la
Pucp, la San Marcos y la cantuta, entre muchos otros actores culturales, queriendo
hacer una guerrilla cultural que funcionara desde el Fiteca en Comas hasta el
foro de la cultura solidaria en Villa el Salvador pasando por el centro
integrado a las escuelas de arte y los espacios contraculturales Averno , Plaza
San Martin. Lamentablemente apareció una pinta de sendero en el congreso y
fuimos acusados de neosenderistas en los medios de comunicación, paralizando
todo el proceso.
https://lamula.pe/2010/10/19/el-evangelio-de-la-matria-equivoca-a-mi-tia-amada/christianfranco/
La siguiente etapa del proyecto fue la de la apología a la
tristeza alteración de medios de comunicación, donde se planteaba alterar la
imagen de éxito económico y social del neoliberalismo, logramos hacer varios
trabajos que se exhibieron en un canal de clave en el cono norte, pero uno de
estos trabajos: ¿Qué le dirías a Abimael Guzman? Nos llevó a la comisaria e impidió que continuáramos con nuestra labor,
pero la crítica a los medios nos llevó a una crítica al propio lenguaje y en
especial a los espacio de arte así nació el Taller de Critica comedia en 7 números
nuestra primera y única obra biodramaturgica.
La tercera etapa fue al adagio al amor alteración de sistemas
religiosos donde uniendo varios colectivos fundamos trasandina, junto a Eli
Neira poetiza y accionista Chilena, Miguel
Blásica poeta y accionista, fernando Casamar poeta y accionista y Gustavo Reateguí
poeta y accionista hicimos el Evangelio dela Matria equivoca, obra clave para
la fundación del arte del biotejido, que con Teatro loco recreamos cada dos
años convirtiéndose teatro loco A.S(alteración de sistemas) en el Biotejido Teatro
Loco A.S
En todo este tiempo financiamos estos proyectos con nuestro
trabajo de estatuas vivientes cuenta cuentos y declamadores de poesía en Barranco lima y nuestros payasitos en roja
que hasta ahora hacemos, este es nuestro proyecto poética de la calle, que es
de hecho nuestro proyecto más importante con el que hemos llegado a más gente, en
este proyecto realizamos nuestro caldo de filosofía con todo nuestro arte del
biotejido https://www.youtube.com/watch?v=bgOrZcFgbcw&t=36s
Gracias a este trabajo pudimos mantener a nuestra familia el
2007 nació Wayllusqa Gabriel de Kao Franco Rodríguez nuestra hija mayor el 2008
nació Kie David Franco Rodríguez y el 2013 Amira Aklla Amagi Talita Kumi llevando
nuestra felicidad a su culmine, cada uno
de ellos es un milagro de Dios en nuestras vidas.
El 2002 Dios de pronto toco mi corazón estaba bañándome en
el cuarto alquilado que teníamos en los Olivos, en un baño compartido ahí caí de rodillas pidiendo perdón a Dios entregando
mi vida y todo cambio , oraba y oraba sin dormir , leía la biblia, sentía cosas
en mi cuerpo, vi visones, escuche cosas, me exorcizaron y no solo las sentía yo
sino también mi mujer Teresa más la lucha por mi alma recién empezaba , yo me
aparte de la fe y volví, varias veces en todo este tiempo hasta que en el 2014
yo entro a estudiar en la facultad de teológica que ahora se llama universidad
san José y que se supone que fue la primera
facultad en la universidad san marcos de
la que luego se separa para pasar bajo la tutela del arzobispado de lima, en
todo este proceso clave fue mi tía amada Nedhy Sawyer que vive en los estados
unidos pero que siempre estuvo a mi lado ,el estudio en la facultad ella me lo
pago ahí yo ahonde en la filosofía y el plan era lograr la teología pero me
expulsaron, por mis continuos cuestionamientos , por mi visión dialéctica y por
un enfrentamiento particular con Dick Tonsman director académico de la institución
y profesor de ética, todo este intenso proceso lo narro en mi la obra la apología
a la metafísica de la violencia http://teatroloco.blogspot.com/2015/11/hoy-10-de-noviembre-del-2015-me.html
Con el evangelio de la Matría habíamos intervenido en la plaza San Martin, y
la plaza fue mi otra escuela de autoformación filosófica donde pase a encarnar
a un Sócrates del siglo XXI con mi técnica del arte del biotejido lleve a cabo
una filosofía del sabor espiritual , presentamos el evangelio de la Matria análoga
en el averno https://teatroloco.blogspot.com/2012/09/proceso-del-evangelio-de-la-matria.html
donde incluimos a la gente del ágora popular de la plaza san Martin, a partir
de ahí todo mi proceso de formación, se concentro en la plaza y en la filosofía
mucho más cuando me expulsaron, la última obra que presentamos en lima fue el
evangelio de la Matria univoca https://www.facebook.com/media/set/?set=a.10153210045554825&type=3
Por problemas familiares que se agudizaron con mi expulsión
tuve que retornar a Arequipa con toda mi familia, había retornado a Arequipa
antes para cuidar a mi abuelo quien murió de cáncer y para cuidar a mi padre quien murió
de cáncer también , yo amo a mi padre y su perdida ocasiono un gran vacío , ir
a Arequipa era ir a reconciliarme con mi madre, mi abuela , mi hermana quien me
ayudo a instalarme, mi hermano a quien había dejado muy pequeño y que gracias a
Dios había logrado salir adelante convirtiéndose en un ingeniero, siendo
diametralmente distinto a mí, la estancia en Arequipa no fue fácil , trabajamos
con nuestro proyecto de payasitos en roja poética de la calle y nos fue muy
bien pero aun costo con nuestro cuerpo bajo el sol.
Me dedique del lleno a formar a nuestros hijos con el Arca
de la libertad tragedia en 7 números, https://teatrolocoteorico.blogspot.com/2017/09/el-arca-de-la-libertad-en-7-numeros.html
y cuando vino la pandemia el proyecto creció logrando
abrir el arquetipo del Chaman apóstol y del guerrero evangelizador. Logrando una
formación en la religión del cristianismo prodigo, y en el arte del biotejido
pero sobre todo en el arquetipo del jugador. https://www.youtube.com/watch?v=Ex_8lClTjck
Runa fullboll https://www.youtube.com/watch?v=WJsJ8jXpLQY&t=30s
guerra de imaginarios https://www.youtube.com/watch?v=d25K1c6O07w&t=2792s
ajedrez go https://www.youtube.com/watch?v=UqwIIiICD6I&t=26s
katanas https://www.youtube.com/watch?v=9lE1I_ckIns&t=37s
Poker de Marsella.
Hemos tenido retornos a Lima esporádicos y pensamos volver
para los estudios universitarios de mis hijos, cada retorno ha sido muy
especial pero el de este año 2022 se
plasmó en la obra la gracia donde la
presencia de Dios fue enorme, ahora en Arequipa esperamos agrandar el proyecto
del Arca de la libertad, alterando sistemas educativos y estando en permanente diacrítica
filosófica en la red donde nos enfrentamos a los paradigmas transhumanos
llevando el mensaje de la vuelta al centro humano en Cristo Jesús.
¿No seremos mas el centro? Es claro que el algoritmo no tiene centro y
es claro que en la naturaleza el centro esta en todos lado. Pero un hombre sin
centro o el hombre dejando de ser el centro pierde toda comunión.
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Christian Franco Rodriguez en tanto los algoritmos son diseñados por
humanos, seguiremos siendo "su centro". De hecho, cuando uno lee el
concepto de la pieza en sí, no afirma nada de lo que dice el artículo: "En
la tarea protagonista de esta “máquina”, la unidad mínima de información, el
Bit, cobra especial relevancia. Este lenguaje de
codificación necesario para
cualquier comunicación digital, se muestra en
funcionamiento sobre la superficie
lumínica a una velocidad y tamaño que la hacen
observable y aparentemente
comprensible. Como espectadores, el mismo hecho
de observar activamente, hará
que la instalación se impregne de nuestra
presencia, y como una polilla o mota de
polvo, las personas podrán alterar el sistema,
haciendo que la impresión final
contenga en su error, la memoria de nuestra
presencia. " Una máquina creada por humanos, en donde lo único que parece
implicar una escala no humana es el tamaño de la pieza (no el su algoritmo) que
es intervenida por humanos... No sé como dicen que el ser humano no está
invitado xD https://www.museobarjola.es/.../Nota_de_prensa_-_V_Premio...
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Paola Torres Núñez del Prado Porque queda claro según tu explicación y
la nota de prensa que el centro no es más el ser humano: ¿En tanto los
algoritmos son diseñados por humanos , seguiremos siendo el centro? No , porque
depende del diseño del algoritmo y me queda claro que en este diseño nosotros
somos polillas. Ya el propio algoritmo convirtiendo en bit , en información
todo lo que procesa codifica al hombre y a la naturaleza de una manera que esta
y este se pierde en un nodo más de la red algoritmica.
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§ 3 h
Christian Franco Rodriguez los algoritmos, como han sido diseñados
hasta ahora, son un reflejo de lo que el ser humano cree que es, así como las
mismas computadoras, que son modelos (muy simplificados) de cómo creemos que
funciona la mente humana. Lo mismo sucede con la inteligencia artificial, Y POR
ESO EL TEMA DEL BIAS ES UNA CONSTANTE CUANDO SE HABLAN DE ESTOS TEMAS, pues la
impresión del creador está inscrita en cada uno de sus diseños, incluídos el de
los algortimos. Hay que ser un tanto ingenuo para pensar que los sistemas
autónomos actuales equivalen a una independecia total de "la medida de lo
humano" cuando todos, hasta los que sirven para explicar los fenómenos
naturales, pasan por el filtro de lo humano. Ahora, esto puede cambiar, y
podría ser que los sistemas de inteligencia artificial nos ofrezcan otro
panorama en un futuro: un algoritmo diseñado por estos sistemas, no para
resolver problemas humanos (para lo que la gran mayoría de algoritmos actuales
sirven) sino para resolver sus propios problemas o los de alguna otra entidad o
proceso del mundo natural. Allí podríamos hablar entonces no sólo de autonomía,
sino de haber movido aquel "centro" quizá a un área no humana,
finalmente. Hasta entonces, todas son especulaciones o sueños, diría yo, un
tanto peligrosos: si se considera que los algoritmos son independientes a lo
humano, este asunto del bias (parcialización) se deja de lado, y este gesto
tiene un GRAN impacto en momentos en que puede tocar asignar
responsabilidades...
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§ 2 h
Paola Torres Núñez del Prado Que extraño yo comprendo que el centro se
movio hace tiempo del ser humano al capital y que los algoritmos son lo que le
permite al capital crecer y no reflejos de los seres humanos y lo que me
preocupa sobre manera es que el capital nos haga creer que la mente humana
funciona asi y que tu ingenuamente te lo creas.
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§ 2 h
Christian Franco Rodriguez Paola Torres Núñez del Prado https://revistadisenso.com/jblanco/
REVISTADISENSO.COM
Javier Blanco, Cibernética y política. Repensando las configuraciones
humano-algoritmo - Revista Disenso
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§ 2 h
Christian Franco Rodriguez el capital también es humano (por eso hay
algo llamado "capital social") y los algoritmos permiten al capital
crecer (o no) en tanto están sirviendo aquella nueva necesidad humana de tener
mayor capital. No sé si no se entiende lo que digo, pero en tanto el humano
continúe viéndose como centro de todas las cosas (porque eso es indudable y se
percibe cada día mientras la destrucción planetaria prosigue de manera
imparable, sólo por las mismas necesidades humanas) va a seguir creando
sistemas "a su imagen y semejanza". La historia de las máquinas es la
historia de cómo los humanos en cada etapa de su existencia o entorno cultural
han creído que funciona su misma humanidad (o el mundo natural visto desde su
misma humanidad), y es así que aquellas máquinas han sido siempre diseñadas
para solucionar problemas humanos o pasando por el filtro de lo humano o
solucionar problemas relacionados con el mundo natural en tanto afecten al
humano. Por lo mismo, es muy importante repensar las configuraciones
humano-algoritmo, como bien indica Renzo Filinich, y es imperativo hacerlo, pero no hay que
asumir que se ha logrado, y repito, pensarlo así como que ya se logró es muy
peligroso, en estos tiempos donde nuestra realidad está mediada por algoritmos
que se nos quieren presentar como imparciales e independientes, pero que son
diseñados por un grupo de personas que pertenecen, usualmente, a una misma
disciplina, compartiendo un marco teórico relativamente similar, y, en el caso
de la inteligencia artificial (quizá el camino que por fin nos ofrezca
algoritmos auténticamente no-humanos) alimentada con data que ha sido
seleccionada ya sea por ese mismo grupo de gente siempre algo parcializada, o
dependiendo de la data que está disponible, la que evidentemente aín no equivale
al total de conocimientos y experiencias de todas las entidades humanas y las
no humanas (no hemos cuantificado la realidad así ni de locos aún). Por eso
repito que es peligroso: si creemos que los algoritmos que median nuestra
realidad son totalmente independientes, nos arriesgamos a una extrema
manipulación por terceros (por quienes los diseñan), y a un filtraje de lo real
(y/o de "la verdad") que puede acabar siendo abismalmente diferente a
lo real (y/o "lo verdadero"). Como que en estos tiempos donde las
fake news proliferan, y las teorías de conspiración abundan... Da que pensar si
más bien estos mismos algoritmos parcializados que son tomados como objetivos
no nos podrían llevar a una nueva Edad Media(tica).
Javier Blanco es Doctor en Ciencias de la Computación, militante
político, secretario general del sindicato de docentes e investigadores de la
Universidad Nacional de Córdoba y director de la Maestría en Tecnología,
Políticas y Cultura de la misma Universidad, Argentina. Nos interesa entablar un
diálogo con él sobre su visión sobre algoritmos y los nuevos diseños políticos
derivados de este fenómeno social, la entropía generada en las nuevas
tecnologías de la información y la educación digital. Nos adelantó sobre un
nuevo texto donde aborda ciertas tensiones y la urgencia de pensar sobre una
nueva cibernética planteada a mediados del siglo pasado para ser llevada a cabo
en el contexto actual.
Renzo Fillinich: Tomando tus
actuales acercamientos hacia una nueva forma de modelar y pensar una epistemología
cibernética hoy en día, y considerando las referencias sobre el Físico e
informático Valentín Turchin1 que plantea una transición
de Metasistema para llevar a cabo un modelo de cibernética en la ex Unión
Soviética, ¿Cómo observas tú, pudo haberse dado a nivel organológico, tomando
este concepto a nivel psicológico-socio-tecnológico y biológico, el proyecto
Cybersyn en Chile durante el gobierno de Allende?
Javier Negro : Me parece que tu
pregunta debe ser repensada ya que una episteme cibernética no creo que
sea posible, el conocimiento no es información
ahora la experiencia que se debe analizar en
profundidad y comprenderemos que toda experiencia es una experiencia
espiritual.
Dentro de un país socialista como
lo fue Chile en aquel momento, una de las cosas interesantes es observar su ser
espiritual en aquella época. Por un
lado, tenías a Maturana y Varela hablando sobre sus planteamientos en sistemas
autopoiéticos, Maturana ya había estado inserto en su trabajo con Von Foester,
por lo que no es casual que se haya llamado a Stafford Beer en aquel entonces.
De igual modo, debemos observar que esta cibernética traída a Latinoamérica no
estaba tan alejada en los marcos conceptuales de aquella gestada en los años
40s en los Estados Unidos, y que no tiene nada que ver con lo que conocemos
como el Silicon Valley norteamericano, que está más cercano al enfoque de Von
Neumann como proyecto hipercapitalista casi bélico, en el sentido de una
disputa por la tecnología que se daba en el contexto de la guerra fría de aquel
entonces y sobre todo de supremacía por parte de los Estados Unidos en términos
de su producción informática. Estado bélico que se refleja hoy también, en lo
dicho por Putin “quien controla la tecnología en inteligencia artificial
controla el mundo”. Del lado de Rusia, China, Estados Unidos y de alguna manera
en la Unión Europea, están compitiendo por hegemonizar el desarrollo de la
inteligencia artificial, y este es otro punto para pensar con cuidado. Este es
un proyecto evolutivo en el enclave sociopolítico y la nueva inteligencia
artificial tiene muchas tensiones no comunicantes
con la cibernética original y con el devenir de ese pensamiento.
Veamos para realizar la crítica que te propongo en el cuestionamiento a
tu propia pregunta, donde comprendo la imposibilidad epistémica
cibernética, el sueño autopiético que es
de verdad una pesadilla:
(Artículo de Agüero Juan Omar , Niklas luhmann y los sistemas
autopoiéticos)
PALABRAS CLAVES SOCIOLOGIA / LUHMANN /
AUTOPOIESIS / SISTEMAS AUTOPOIÉTICOS INTRODUCCIÓN La noción de autopoiesis fue
publicada por los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela a
comienzos de la década de 1970, para explicar el proceso circular de
reproducción de los seres vivos o lo que ellos denominan la organización de lo
vivo. Una década más tarde, el sociólogo alemán Niklas Luhmann utiliza la idea
de autopoiesis para explicar su teoría de la comunicación, como elemento
constitutivo de los sistemas sociales, y para diferenciarla de la teoría de la
acción comunicativa desarrollada por Jürgen Habermas. En su artículo
Organización y decisión, publicado en 1978, Luhmann concibe las organizaciones
como sistemas sociales constituidos por decisiones, mientras que en su artículo
Autopiesis, acción y entendimiento comunicativo, publicado en 1982, desarrolla
su idea de que los sistemas sociales son sistemas autorreferenciales
autopoiéticos, porque están constituidos por elementos producidos por los
propios sistemas de los cuales estos elementos son componentes. En su obra
principal Sistemas sociales: lineamientos para una teoría general, publicada en
1984, amplía y fundamenta estas ideas. Sin embargo, en la década de 1990,
Maturana y Varela critican a Luhmann la extensión de la autopoiesis a los
sistemas sociales
El propósito de este ensayo es aportar algunos elementos y discutir
estas cuestiones, teniendo en cuenta la creciente influencia de Luhmann en el
campo de la teoría organizacional. Con el fin de orientar el desarrollo de este
trabajo, la exposición se centrará en la respuesta a tres interrogantes
principales: ¿cuál es el origen y significado de la autopoiesis?, ¿en qué
consisten los sistemas autorreferenciales autopoiéticos? y ¿cómo funcionan los
sistemas organizacionales de decisiones? En los tres apartados siguientes, se 3
intenta responder a estos interrogantes que, obviamente, están relacionados
entre si. Finalmente, se formulan algunas conclusiones.
1. ORIGEN
Y SIGNIFICADO DE LA AUTOPOIESIS Como lo explica el propio Humberto Maturana
Romesín en 1994, en el prefacio de la segunda edición titulada De máquinas y
seres vivos. Autopoiesis: la organización de lo vivo, de su libro publicado en
1973 con Francisco J. Varela García, la idea de autonomía de los seres vivos
fue concebida por él en la década de 1960, para explicar y comprender a los
seres vivos en su condición de entes discretos que existen en su vivir como
unidades independientes. Esta idea intentaba contestar a la pregunta por el
origen de los seres vivos en la tierra y su manera de constitución como entes
autónomos, teniendo en cuenta que todos los fenómenos biológicos ocurren a
través de la realización individual de los seres vivos. Ludwig von Bertalanffy,
el biólogo que había inventado la teoría de los sistemas abiertos en la década
de 1930, concibe a los seres vivos como totalidades y como sistemas abiertos
procesadores de energía, en tanto que para Maturana son entes discretos y
autónomos. ¿Qué quiere decir con esto? El propio autor lo aclara: “que la forma
de ser autónomo de un ser vivo estaba en el hecho de que todos los aspectos del
operar de su vivir tenían que ver sólo con él, y que este operar no surgía de
ningún propósito o relación en la que el resultado guiase el curso de los
procesos que le daban origen” (Maturana y Varela, 2004:12). Este fundamento de
la autonomía es también el fundamento de la idea de autorreferencia de los
seres vivos como sistemas. En efecto, todo lo que pasa en y con los seres
vivos, tanto en su dinámica interna como relacional, se refiere sólo a ellos
mismos, ocurre como una continua realización de si mismos, como si operasen
como entes autorreferidos. A partir de estas ideas, Maturana se pregunta por el
sentido de la vida y el vivir, sosteniendo que la vida no tiene sentido fuera de
si misma, en tanto que el sentido de los seres vivos es su propio vivir como
tales, es decir la continua realización de si mismos
2. Lo que trata de
decir y mostrar Maturana, como él mismo lo afirma, es que todo ser vivo
3. surge de la propia
dinámica relacional de sus componentes, como consecuencia espontánea
4. del operar de éstos
o de la propia concatenación del operar de sus componentes como ser vivo
5. y que lo hace un
ser vivo. Este dominio del operar a su vez es distinto y ajeno al dominio de la
6. totalidad a que da
origen dicho operar. Esto significa que el ser vivo surge como totalidad en
7. un dominio distinto
al operar particular de sus componentes. En este sentido, se diferencia de
8. 4
9. los sistemas
producidos por los seres humanos, cuyo diseño tiene sentido sólo en relación a
un
10. producto o a algo
distinto al diseño en si mismo.
11. Como lo descubre
Maturana, la dinámica molecular que produce a los seres vivos es
12. circular y esta
circularidad se da, según el autor, porque hay una red de transformaciones y de
13. producción molecular
constitutiva de lo vivo, de tal manera que las moléculas producidas en
14. el operar de esa
red interactúan de modo que: generan la red que las produce,
dan origen a los bordes y extensión de la red y configuran el flujo de
moléculas que, al incorporarse a la dinámica de la red, se transforman en
componentes de ella. Las ideas de autonomía, autorreferencia y organización
circular de las transformaciones y producciones moleculares de los seres vivos,
son difundidas por primera vez en 1969 por Maturana, al presentar el ensayo
Neurophysiology of cognition(1) en un congreso de antropología en Chicago sobre
el tema El conocer como fenómeno humano. En 1970, publica una versión ampliada
con el título Biology of cognition(2). Estas ideas constituyen la base de lo
que después Maturana y Varela denominan autopoiesis, vocablo que habría surgido
de un intercambio de ideas con el filósofo José María Bulnes. La autopoiesis u
organización de los seres vivos se da en diferentes dominios, con diversas
clases de componentes y formando distintos sistemas. Entre tantos sistemas
moleculares diferentes, los seres vivos son sistemas autopoiéticos moleculares.
Las células son sistemas de primer orden, porque existen directamente como
sistemas autopoiéticos moleculares, en tanto que los organismos son de segundo
orden, porque son agregados de células, mientras que las colmenas, las
colonias, las familias y los sistemas sociales, son sistemas de tercer orden,
porque son agregados de organismos. No obstante, Maturana aclara que “estos
sistemas autopoiéticos de orden superior se realizan a través de la realización
de la autopoiesis de sus componentes” pero que, en el caso de los sistemas
sociales, “lo que los define como tales no es la autopoiesis de sus
componentes, sino la forma de relación entre los organismos que los componen”
(Maturana y Varela, 2004:19).
La idea de autopoiesis es desarrollada por Maturana y Varela en 1971 y,
hacia fines de este año, la incluyen en un texto de 76 páginas en inglés
titulado Autopoiesis: the organization of living systems. Esta versión original
en inglés fue publicada recién en 1980 (3), cuando la idea había adquirido ya
cierta popularidad dado que antes, en 1973, fue publicada en Chile una versión
en español del texto original(4) y, además, a mediados de 1974, fue publicado
en 5 inglés un breve artículo que presentaba la noción de autopoiesis y
desarrollaba un caso mínimo(5). Este artículo fue el primer texto en inglés con
la idea de autopoiesis. Como lo resume el propio Francisco J. Varela García en
1994, en el prefacio de la segunda edición titulada De máquinas y seres vivos.
Autopoiesis: la organización de lo vivo, de su libro publicado con Humberto
Maturana Romesín, la autopoiesis se apoya en seis puntos centrales que,
entrelazados, especifican su contenido teórico: 1) Los seres vivos son
autónomos y autorreferentes. 2) Los seres vivos no se constituyen sólo por
componentes materiales, sino también por una organización de lo vivo que opera
como configuración o pattern. 3) La organización de lo vivo es un mecanismo de
constitución de identidad como entidad material. 4) El proceso de constitución
de identidad es circular e implica una autoproducción única de la unidad
viviente a nivel celular. 5) Las interacciones de identidad ocurren en la estructura
físico-química y en la unidad organizada como identidad autoproducida cuyo
punto de referencia es el fenómeno interpretativo de constitución de
significados. 6) La constitución de identidad precede al proceso de evolución y
lo hace posible a través de series reproductivas con conservación de la
identidad (Maturana y Varela, 2004:45). A su vez, como también lo señala
Varela, estas ideas condensan tres conceptos que están en el centro del debate
de varias disciplinas: a) En la naturaleza hay propiedades emergentes o
internas que surgen de sus componentes de base, pero que no se reducen a éstos.
Un ejemplo de ello es la vida celular. b) El proceso evolutivo no se explica
sólo por la selección externa, sino que requiere de propiedades emergentes o
internas que surgen de la autonomía e individuación de los miembros.
c) El fenómeno interpretativo es la clave de todos los fenómenos
cognitivos naturales. Los significados corresponden a identidades bien
definidas y no se explican por capturas de información a partir de
exterioridades (Maturana y Varela, 2004:46)
2. SISTEMAS AUTORREFERENCIALES AUTOPOIÉTICOS En la década de 1980, el
sociólogo alemán Niklas Luhmann extiende la idea de autopoiesis a las ciencias
sociales. Utiliza esta idea como categoría central de la teoría que desarrolla
sobre la sociedad y los sistemas sociales. Precisamente, los considera sistemas
autorreferenciales autopoiéticos, porque estarían constituidos básicamente por
elementos producidos por los propios sistemas de los cuales estos mismos
elementos serían partes componentes. Luhmann se refiere a esta idea por primera
vez en su ensayo Autopiesis, acción y entendimiento comunicativo, publicado en
1982. Luego, la desarrolla y fundamenta en su obra principal Sistemas sociales:
lineamientos para una teoría general, publicada en 1984. ¿De qué trata la
teoría sociológica de los sistemas autorreferenciales autopoiéticos? Ante todo,
es necesaria una breve referencia a las teorías e instrumentos conceptuales que
utiliza Luhmann para construir y fundamentar su propia teoría. Para Izuzquiza,
nutre su pensamiento en tres grandes fuentes: la teoría de sistemas, la teoría
de la comunicación y la teoría de la evolución. La primera lo utiliza como
esquema de observación, para reconocer diferencias, en tanto que para el
análisis utiliza los “sistemas” como sujetos y no los seres humanos. Luhmann
utiliza tres sistemas: vivos u orgánicos, psíquicos y sociales. Como se basa en
la teoría de sistemas de Bertalanffy y en la teoría estructural-funcionalista
de Parsons, con la combinación de ambas y algunas críticas que realiza,
construye lo que él denomina teoría funcional-estructuralista de sistemas
(Izuzquiza, 2008:96,142-143). Luhmann critica el concepto de acción social de
Parsons y lo considera ligado al concepto tradicional de sujeto, con sus
componentes de intencionalidad, axiología, finalidad, etc., que él rechaza.
Asimismo, critica la falta de radicalidad en el uso del método funcional,
proponiendo en cambio un concepto de función en sentido lógico-matemático del
término, es decir, como un esquema lógico-regulador que permita comparar
sucesos entre si, como equivalentes funcionales. De igual manera, considera que
el análisis funcional debe despojarse de toda referencia ontológica y de toda
causalidad, ya que ésta es un caso de análisis funcional y no el funcionalismo
un caso particular de causalidad. Por otra parte, considera que la función
antecede a la estructura y puede ser cumplida por diversos equivalentes
funcionales. De esta manera, sustituye las categorías tradicionales de la
teoría de la acción social por categorías sistémicas basadas en el dinamismo de
la función, lo que implica un mundo de posibilidades, de alternativas diversas,
de problemas de elección, es decir un mundo 7 dominado por la complejidad. Este
concepto es central en la teoría de Luhmann y proviene de la cibernética. La
complejidad no es una propiedad sino un concepto multidimensional que implica
multiplicidad de relaciones posibles, posibilidades diferentes, dinamismo
irreversible, diferencia, negación antes que afirmación. Supone una forma
particular de racionalidad fundada precisamente en la diferencia, pero de
manera autorreferente, que se da “cuando se refleja en la unidad de la
diferencia” (Luhmann, 1998:420). Luhmann utiliza la autorreferencia como
perspectiva teórica e instrumento conceptual, considerándola una particular
forma de relación, que tiene que ver con la circularidad de su pensamiento. Sin
embargo, es un concepto tomado con reserva en el pensamiento occidental, por el
riesgo de relación circular viciosa (Izuzquiza, 2008:105). No obstante, Luhmann
conjura este peligro introduciendo el concepto de diferencia en la noción misma
de autorreferencia, ya que designa como autorreferente a toda operación que se
refiere a otra cosa y, mediante ella, a si misma, pero de manera asimétrica.
Esta asimetría señala la diferencia y constituye un componente clave en la
definición misma de autorreferencia. La autorreferencia señala un doble dominio
del si mismo. Por un lado, un objeto autorreferente es él mismo, pero por otro,
al mismo tiempo, es una unidad de referencia para si mismo. Con otras palabras,
es una unidad reforzada por la referencia a si misma, pero que al mismo tiempo
se identifica como diferente a los demás. Por lo tanto, la autorreferencia
implica un doble juego de identidad y diferencia. Es paradójica, porque implica
al mismo tiempo un camino de unidad y un camino de diferencia. Como lo señala
el propio Luhmann, “la autorreferencia del concepto de diferencia constituye la
unidad de la diferencia” (Luhmann, 1998:419). La autorreferencia no sólo es
asimétrica y paradójica, sino que se identifica y es el correlato de la
complejidad, que es una de las categorías centrales del pensamiento de Luhmann.
La autorreferencia es compleja porque supone un juego de identidades y
diferencias, de múltiples posibilidades de distinción de los otros y de si
mismo, de modos contingentes de ser y de relacionarse con otros y consigo
mismo. Es decir, supone un modo de constitución múltiple, y por tanto complejo,
de identidades y diferencias, de paradojas y asimetrías. Luhmann atribuye todos
estos rasgos a la sociedad y a los sistemas sociales, cuyos sujetos o unidades
de análisis son los sistemas de comunicación y no la acción social de Parsons
ni la acción comunicativa de Habermas. Precisamente, con la intención de 8
diferenciarse de éstos, se refiere a los sistemas sociales como sistemas
autorreferenciales, condensando en este adjetivo los rasgos señalados
anteriormente Sin embargo, en la construcción de su propia teoría, además de la
idea de autorreferencia, Luhmann incorpora en 1982 la idea de autopoiesis,
desarrollada por Maturana y Varela. Estos autores publican su teoría en inglés
en 1980, como lo vimos anteriormente, y en 1981 Milan Zeleny (6) publica como
editora una introducción a la teoría de la autopoiesis, aportando bibliografía
sobre un tema que se difunde rápidamente a partir de estas publicaciones. Entre
la idea de autorreferencia y la idea de autopoiesis se establece una relación
muy estrecha, ya que la primera es como el tejido de la segunda. Como lo
sostiene Izuzquiza, “el empleo del concepto de autopoiesis tiene, para Luhmann,
el valor de nuevo paradigma epistémico, un verdadero camino nuevo de
pensamiento” (Izuzquiza, 2008:110). Con esta nueva incorporación, Luhmann se
diferencia de la teoría de sistemas abiertos de Bertalanffy y desarrolla su
propia teoría de la sociedad y de los sistemas sociales como sistemas
autorreferenciales autopoiéticos. Combinando la teoría de la autopoiesis con la
teoría de sistemas, Luhmann sostiene que “un sistema autopoiético puede
representarse como algo „autónomo‟, sobre la base de una „organización cerrada‟
de reproducción autorreferencial” (Luhmann, 2005:105). Aparecen aquí varias
ideas ya mencionadas anteriormente: la autonomía de los seres vivos, la
circularidad de los procesos, la autorreferencialidad, la idea de cierre o de
fronteras o de límites de los sistemas. El propio autor aclara la relación
entre estas ideas: “en el ámbito de los sistemas autopoiéticos, la clausura
circular interna es condición „sine qua non‟ para la continuidad de la
autorreproducción del sistema y que el cese de la misma significaría la muerte”
(Luhmann, 2005:106).
De esta manera, en los sistemas autorreferenciales autopoiéticos, el
sistema produce sus propias unidades o elementos componentes y su propia
estructura. En esto Luhmann se diferencia de las teorías de la
autoorganización, que sostienen que los sistemas crean sus propias estructuras
pero no los elementos disponibles, y también de la teoría de los sistemas
abiertos, basados en inputs de elementos del entorno que el sistema transforma
en outputs. En los sistemas autopoiéticos, en cambio, hay clausura circular
interna, como condición imprescindible para la continuidad autorreproductiva
del sistema. La clausura permite la autoproducción de los elementos y de la
estructura y esto, a su vez, de manera autorreferencial, permite la
autorreproducción del sistema.
Asimismo, en correspondencia con estas ideas, los sistemas autorreferenciales
autopoiéticos no son teleológicos, pues no tienen causalidad ni finalidad, tal
como tradicionalmente se entienden estos términos. Lo único que puede afectar a
estos sistemas es la decisión de continuar o no con la autorreproducción del
sistema. Esta decisión depende del mismo sistema y no de alguna causa externa
al mismo. Para Luhman, estos sistemas desarrollan tres operaciones
autopoiéticas fundamentales: la vida, la conciencia y la comunicación. Estas
operaciones corresponden a los tres tipos de sistemas que él incluye en su
teoría: los sistemas orgánicos, los sistemas psíquicos y los sistemas sociales.
Al tener clausura circular interna, los sistemas autorreferenciales
autopoiéticos podrían quedar aislados unos de otros, sin contacto entre si.
Este problema lo soluciona Luhmann retomando de Parsons, con alguna variación,
el concepto de interpenetración. Hasta tal punto es importante este concepto
para él, que dedica todo un capítulo de su obra principal, el capítulo 6, para
explicarlo. La importancia radica en que este concepto le permite explicar el
mecanismo mismo de constitución de la sociedad como complejo de sistemas
sociales. Para Luhmann, los seres humanos son parte del entorno de la sociedad
y no parte de la sociedad misma, en tanto que la expresión seres humanos
incluye los sistemas psíquicos y los sistemas orgánicos de los hombres. Para
conjurar el peligro de una sociedad sin hombres (Izuzquiza, 2008) que podría
derivarse de esto, Luhmann aclara: “Quien sospeche esto, no ha entendido el
cambio de paradigma de la teoría de sistemas. La teoría de sistemas parte de la
unidad de la diferencia entre sistema y entorno. El entorno es un momento
constitutivo de esta diferencia y, por lo tanto, no es menos importante que el
sistema mismo.
Y es aquí donde yo puedo empezar mi crítica a la cibernética
Christian Franco Rodriguez si pudieses explicarlo con tus propias
palabras sería más simple que ocupar un copy/paste de otros textos para
entender lo que “tu” quieres decir, no se entiende nada tu punto sea comentario
o pregunta, en mi caso copie una entrevista que realice hace un par de años a
un colega para justamente evitar hacer copy/paste de lo que ya estaba escrito.
Saludos
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Renzo Filinich El texto me permite entrar de lleno en tu
pregunta y a defirencia de ella yo estoy tratando de desarrollar los conceptos
no solo de mencionarlos puedes revisar el articulo completo https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/.../ev.../ev.5071.pdf si no comprendes es porque no lees. Una
vez desarrollado los conceptos de autopoiesis en Maturana y autoreferencia en
Luhmann puede empezar mi critica.
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36 min
Primero la cibernetica no es una ciencia, en
ella no hay conocimiento lo que se construye en la cibernetica son modelos de
procesamiento de información.
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34 min
Segundo la cibernetica misma sin necesidad de
especificar el modelo ya sea el de Von Neuman o el de Maturana , es
deshumanizante, ya que pone al sistema en el centro, esta es la muerte del
hombre que ya se produce en el estructuralismo.
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31 min
Tercero hayuna primera cibernetica cuya teoria
principal es la teoria general de sistemas y hay una segunda cibernetica que
parte de estos modelos de complejidad auotpoietica y auto referencial. donde
pasamos de sistemas abierto a entes discretos , este pase no es otra cosa que
la totalización de la cibernetica, lo que da pie a la dictadura algoritmica.
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28 min
Christian Franco Rodriguez yo no elabore una pregunta estimado, es
una entrevista a un colega. No entiendo a qué refieres cuando dices y mencionas
a Maturana con la entrevista, no hay ninguna relación, la autopoesis aquí en
Chile ya fue ocupada en el Cybersyn, no se porque traes a colación algo de hace
50 años atrás, cuando la entrevista refiere al contexto actual, te sugiero leas
con calma y no des por sentado temas que ya fueron analizados hace 50 años, sobre
todo aquí en Chile. Con todo respeto siempre por supuesto y con esto cierro mi
intervención. Saludos
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28 min
Cuarto los modelos se imponen, no por
experiementación ni por conssitencia racional sino por propagación discursiva
en la red, es la red explicandose a ella misma en un circulo vicioso otro tipo
de modelos quedan excluidos sobre todo aquellos que quieran poner al hombre en
el centro.
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26 min
Luhmann lo explica muy bien el hombre queda en
el entorno del sistema, las decisiones se conectan sin necesidad de una
cociencia humana que las reflexione, son las organizaciones las que deciden
estas premisas como reglas o principios, mediante procesos de
interpretación y reflexión sobre los límites
entre la sociedad y la organización. Estos límites
operan como premisas de decisión y son
constitutivos de los sistemas organizacionales, al
estructurar comportamientos selectivos respecto
a la sociedad que es su entorno. Para
Luhmann, el desarrollo de las organizaciones fue
favorecido por los procesos de
diferenciación social y monetarización, por la
legalización de la vida social y por la
ampliación del ámbito de vida familiar y
doméstico provocado por los procesos de
escolarización y de desarrollo del mercado
laboral. ¿Ahora esto es asi? No importa porque la cibernetica dejo de lado toda
ontologia, toda gnoseologia y con ella toda epistemologia y axiologia, es
simplemente el modelo que se impone por lo tanto el algoritmo no es la maquina,
sino la red en la que todos estamos atrapados decidiendo como maquinas en l
modelo de comunicación impuesto.
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17 min
Renzo Filinich A ver de pronto no entiendes porque sali
de tu programación habitual lo que estoy haciedo es alterar la entrevista que
mandaste ,!que tu mandaste y que tu colaste en esta conversación! Para
profundizar mi critica en la que sosntengo que el hombre hace rato ya salido
del centro y que ahora estamos en una dictadura algoritmica, "Asi Paola
diga que hay capital social por lo tanto el capital es humano" Por favor
para el capital solo somos recursos. Voy a ir pregunta por pregunta me tomara un
tiempo, espero no hayas metido tu entrevista sin esperar ninguna respuesta,
como suele ocurrir enlas redes y entremos en un dialogo, no me parece ético que
tires la piedra y que luego salgas corriendo yo lei tu entrevista lee tu la
información que mando y mantenderemos una relación reciproca asimetrica para
ambos lados.
Christian
Franco Rodriguez gracias por tu tiempo y aclaración,
si mira, esa entrevista justamente la comparti a raíz de la discusión entre tú
y Paola, ya que si la ves trata justamente de las nuevas relaciones entre lo
humano y los algoritmos, lo que precisamente apuntas e inicio la entrevista
nace desde un enfoque de la cibernética de mediados del siglo pasado, desde el
aspecto informacional. Si continúas la lectura ahí Javier Blanco, quien es el
entrevistado, desarrolla que hoy en día la información ya no es solamente
información, sino es algo propiamente orgánico a lo que él llama Organologico.
En ese sentido, el punto de lo central entre lo humano y la máquina queda
cuestionado, tal como lo cuestiona Javier durante la entrevista, donde es
enfático que eso ya quedó atrás en el mecanicismo del siglo 19. Por eso
justamente me atreví a compartirles esta entrevista que entiendo va en relación
al posteo y a su discusión. Saludos
Renzo
Filinich Y te agradezco enormemente esta entrevista
que intentare alterar pregunta por pregunta donde ire aclarando mi
cuestionamiento epistemologico a la cibernetica, la necesidad de recuperar el
centro en el hombre con su realción espiritual con Dios y la imposibilidad de
lo organologico en el ciborg comprendiendo lo organico desde la dialectica que
de hecho no es como la plantea Javier, si me acompañas me aclararas muchos puntos
y corregiras otros , seguire usando otros documentos para ir desarrollando
conceptos y puntualizando mi critica.
RF: Y en esta clave de trabajo reflexivo, como director de una Maestría
en Tecnología, Políticas y Cultura ¿cómo observas actualmente estos ejes a
nivel sistémico?
JN: La pandemia pone en manifiesto un estado de cosas que ya se venía
dando pero que se manifiesta con toda crudeza como problema: no tenemos
condiciones de inteligibilidad del presente, el presente no está siendo
inteligible. Por ejemplo, hoy en el diario The Guardian hablan de un estudio
del 2015 en Estados Unidos, donde el 4% de la población cree en una teoría
donde una raza reptiliana de lagartos transdimensionales gobierna el mundo, al
estilo de una serie de los años 90s, son 12 millones de personas que creen en
esta teoría conspirativa. Más allá de las diferencias sociales que tiene ese
país, su problema no es precisamente falta de acceso a la información. A mi
entender es otro el problema…Hoy en día, hay mucha gente creyendo en teorías de
conspiración por ejemplo una que une a los demócratas, judíos, Bill Gates,
George Soros y los pedófilos, y gran parte de la elección está centrada en ese
oscurantismo que favorece a Trump entre otras muchas cosas. El oscurantismo
asociado a un estadio de desinformación y desconocimiento es algo que vuelve
muy peligroso este presente y no estamos entendiendo cómo funciona realmente.
Se le acusa a la inteligencia artificial o al mundo informacional, como que
está generando mundos paralelos, donde cada quien crea su propio mundo. A
partir de esta mirada, yo cuestiono las ideas de Stiegler sobre su propuesta
organológica, que debe ser aún desarrollada. Esta teoría plantea pensar la
individuación en los tres ejes mencionados (tecnología, políticas y cultura,
aquí vale la comparación con la propuesta fallida de Luhmann donde los ejes
biológicos, psicológicos y sociales se interpenetran para generar una premisa
de decisión). Es decir, podemos considerar el sistema nervioso central o las
mentes a través de las tecnologías digitales, y estas a partir de la tecnología
ubicua y la organización social y política. Estas tres dimensiones se
co-constituyen conjuntamente, y además la organización social y política, por
supuesto, hoy más que nunca está mediada por tecnologías digitales. Esas
mediaciones y esos intercambios hacen que solo se pueda pensar la condición
humana actual en los tres ejes a la vez. Sin embargo, debemos asumir primero la
crítica epistemológica que planteo para
dejar de lado estos modelos fallidos.
(texto del documento complejidad y caos de CArlos Reynoso)
La teoría de la complejidad (que engloba la teoría de los sistemas
adaptativos complejos, la dinámica no lineal, la teoría de los sistemas
dinámicos, la teoría del no-equilibrio y la teoría del caos) ha sido descripta
como la tendencia científica dominante surgida en la década de 1990, un aporte
capaz de explicar cualquier sistema complejo en función de unas pocas reglas
(Lewin 1992), o de acometer los problemas inabordables de la ciencia social; un
saber a la altura de los tiempos, una genuina nueva ciencia (Merry 1995), la
gran idea del momento (McGlade 2003: 111), una nueva clase de ciencia (Wolfram
2002), la próxima gran revolución científica (Sprott 1993: 476), una fuente de
discernimiento que afectará la vida de todos los que viven en el planeta
(Brockman 2000: 14), un giro en la concepción del mundo (Dent 1999), un modelo
que cambió la dirección de la ciencia para siempre (Strogatz 2003: 179) y una
revolución sólo comparable a la teoría de la relatividad o a la mecánica
cuántica (Gleick 1987: 6). Pero también se la considera una moda pasajera que
ha recibido más promoción de la que merece (Sardar y Ravetz 1994), un modelo
que se ha impuesto en virtud de una buena táctica de relaciones públicas
(Dresden 1992), un espacio invadido por personas que se sienten atraídas por el
éxito más que por las ideas (Ruelle 1991: 72), un bluff que pretende resucitar
una ciencia moribunda a fuerza de superlativos e hipérboles, y una empresa
abocada al fracaso que no ha dicho nada acerca del mundo que sea a la vez
concreto y sorprendente (Horgan 1996: 245-287).
La realidad parece estar en algún punto entre esos extremos, pues si
bien es verdad que las ciencias de la complejidad constituyen un espacio de
investigación en crecimiento sostenido, todavía no existe nada que se asemeje a
una teoría unificada o a un conjunto de acuerdos sustanciales, y al lado de
hallazgos espectaculares subsisten fuertes dudas sobre la practicabilidad de
buena parte del proyecto. Las polémicas dentro y fuera son feroces, y las
operaciones de prensa y las maniobras de cooptación por parte de científicos,
grupos e instituciones están a la orden del día. En esta introducción y en el
resto del texto habrá que ir alternativamente examinando propuestas de
auténtico provecho y callejones sin salida, avances y atolladeros,
contribuciones y simulacros. La exploración que aquí se inicia tendrá que
argumentar sus razones acompañada de ese penetrante ruido de fondo.
Mientras el tumulto arrecia, las corrientes se diversifican y las
posturas de casi todos los enclaves se radicalizan ya sea a favor o en contra,
lo concreto es que las teorías y los algoritmos de la complejidad aún no han
entrado de lleno en el repertorio conceptual de las ciencias sociales en
general, ni en el de la antropología en particular. Son, todavía, una
especialización de nicho, aunque sus adeptos crean que lo que piensan ellos es
lo que debería pensar todo el mundo. A despecho de su arrogancia eventual , los
usos de la complejidad en las ciencias blandas son todavía titubeantes, sus
prácticas inciertas y sus logros modestos. Se han propuesto varias
explicaciones de este virtual impasse. Alan Sokal y Jean Bricmont han afirmado
en Imposturas Intelectuales (1999) que algunos pensadores que presumen
familiaridad con formas avanzadas de la teoría de la complejidad (incluyendo
fractales, caos y sistemas alejados del equilibrio) han interpretado con
excesiva laxitud el sentido de los conceptos técnicos y no han satisfecho requisitos
de consistencia lógica, coherencia semántica y rigor pragmático que en otras
ciencias se saben ineludibles. Aunque la alegación de impostura es un argumento
demasiado categórico y no falta el antropólogo que acuse de frivolidad a esos
críticos (Mier 2002: 103), es palpable que la producción científica en el
espacio de innovación compulsiva de la posmodernidad ha sido pródiga en
proclamas de fuerte tenor retórico, en las que se habla de la complejidad en
términos grandilocuentes y se trata a las epistemologías rivales con una sorna
y una soberbia que no parecen respaldadas por ningún logro. En pocos lugares se
encuentra el tesoro de resultados que debería ser fruto de esos presuntos
progresos en materia teórica; cuando aparece no sólo es decepcionante sino (y
éste es ahora el pecado mayor) desoladoramente simplista, aún en los términos
de sus propias reglas de juego.
Esta situación se presenta incluso en obras ambiciosas de autores de
primera línea como Georges Balandier (1988) o Edgar Morin (1999), así como en
los modelos de segundo orden de los constructivistas, cuyas radicalidades
buscan ser todavía más extremas que las de los posmodernos (Watzlawick 1994;
Watzlawick y otros 1988; Maturana 1996; Ibáñez 1990). Éstos culminan en una
proclama salpicada de unos pocos tecnicismos interpretados más allá de toda
garantía, para terminar negando la existencia objetiva de la realidad en nombre
de unos pretextos que no dan para tanto. Renuncian a elaborar modelos
productivos desde los cuales abordarla, o repiten consignas que hace veinte
años sonaban agudas pero Reynoso – Complejidad – 6 han dejado de serlo a fuerza
de reiterarse. ¿Cuantas veces más se puede anunciar que el reduccionismo, el
logos y la representación están en crisis? ¿Quién puede seguir creyendo que con
un poco de reflexividad se suple la falta de ideas instrumentales, o que es
mejor una deconstrucción cualquiera que una buena heurística positiva? Además,
las interpretaciones entre pueriles y extravagantes de la teoría del caos, los
sistemas dinámicos, la autoorganización, el efecto mariposa, el principio de
irreversibilidad, la mecánica cuántica, el teorema de Gödel y los atractores
extraños en las humanidades ya son innumerables, al punto que han engendrado un
género específico de desmentidos, una galería grotesca de “usos y abusos”, y un
movimiento multitudinario de reacción (Phelan s/f; Sussmann y Zahler 1978;
Pagels 1982; Bouveresse 1984; Kadanoff 1986; Zolo 1990; Winner 1993; Ruelle
1990, 1994; Gross y Levitt 1994; Stenger 1995; Bricmont 1996; Gross, Levitt y
Lewis 1996; Back 1997; Eve 1997; Koertge 1998; Spurrett 1999a).
Ahora para profundizar en mi
crítica epistémica veamos los Modelos científicos: Mecánicos, estadísticos,
sistemáticos, interpretativos
· Un
modelo mecánico no involucra reducir los sujetos o las culturas a máquinas, ni
adherir a metáforas mecanicistas, ni hablar siquiera de modelos en el sentido
más formal de la palabra. Serían mecánicos, por ejemplo, los modelos
desplegados por Marvin Harris en sus estudios de casos, en los que se buscan
identificar los factores que determinan ciertas prácticas culturales. Algunos
de los modelos de la ciencia cognitiva son asimismo mecánicos, pues describen
la estructura interna de las operaciones o dispositivos que causan estados de
la mente o que explican las regularidades de la cognición. Dado que los modelos
mecánicos engendran explicaciones de casos a partir de principios generales, la
estructura de las inferencias en estos modelos es deductiva: una explicación
subsume, aún cuando identifique mecanismos particulares. Las leyes propias de
los modelos mecánicos, si las hubiere, tienden a ser deterministas, y el
objetivo de los modelos es habitualmente la explicación de hechos en función de
principios actuantes. “La cuestión central de una explicación científica es la
propuesta de un mecanismo”, dice Maturana (1995: 65) y por una vez estoy de
acuerdo con él. Siempre que aparezca la palabra “porque” estamos, desde
Marshall Sahlins a Marvin Harris, en presencia de uno de estos modelos. No
todos los modelos mecánicos son reduccionistas, en el sentido de requerir
descomposición y análisis de las entidades que los componen; la ley de
gravitación universal descubierta por Newton, F = K m m’/r2 , por ejemplo, es
una explicación estructural que no requiere ahondar en la estructura íntima de
la materia subyacente (Thom 1985: 16). Pero en general análisis y explicación
van juntos; aquél adquiere sentido cuando ésta se alcanza. En ciencia cognitiva
el modelo mecánico canónico es el sistema experto, un sistema que deduce
conclusiones (o prueba hipótesis) aplicando hechos y reglas.
· Son
estadísticos, en cambio, los estudios de la antropología comparativa o
transcultural derivada de George Murdock, en los que se busca establecer la
probabilidad de ocurrencia de una práctica en presencia de determinada
institución, o a la inversa. Se trata de una modalidad de estudio
correlacional, por lo común cuantitativa, que no arriesga hipótesis sobre la
naturaleza precisa de los mecanismos y relaciones causales; es por eso que los
modelos estadísticos se conforman al llamado esquema de la caja negra. En ellos
interesa determinar qué condiciones (o estímulos) producen determinadas
conductas (o respuestas), sin que importe deslindar por qué. Algunas veces los
modelos estadísticos se conciben como acercamientos preliminares, propios de
una ciencia que aún no puede imponer leyes a su objeto. Dado que estos modelos
consideran varios casos individuales y abstraen de ellos generalizaciones y
regularidades, la estructura de la inferencia en estos modelos es inductiva
(Holland y otros 1989). En general los modelos Reynoso – Complejidad – 15
estadísticos abundan en tipologías, de las cuales se derivan las entidades o
categorías culturales a ser correlacionadas. Las leyes típicas de los modelos
estadísticos, cuando las hay, son necesariamente probabilistas. Son
estadísticas las leyes de Zipf, Pareto, Weber-Fechner y Gutenberg-Richter:
generalizan los casos conocidos, sin explicar nada; se mantendrán en pie hasta
que las excepciones sean estadísticamente significativas. No todos los modelos
estadísticos son cuantitativos; no lo es su variedad más conspicua en ciencias
humanas, el conductismo. En ciencia cognitiva el modelo estadístico por
excelencia se encarna en las redes neuronales.
Aunque podría parecer a priori imposible, existe una alternativa a los
modelos mecanicistas y estadísticos, una especie de paradigma básico, un
arquetipo de articulación teórica. Se trata de los modelos sistémicos, que en
ocasiones han ejercido influencia en la antropología debido a su énfasis en los
fenómenos dinámicos, en los universos totales abiertos a su entorno, en los
procesos complejos y en las interacciones fuertes. Los modelos de esta clase se
piensan o bien como de estructura diferente a la de las formas clásicas, o como
la superación de éstas en una secuencia epistemológica de carácter evolutivo.
Por razones bastante complicadas y de todas maneras contingentes, han habido
cuatro grandes formulaciones sucesivas de estas teorías de sistemas, que son: (1)
La cibernética, propuesta por Norbert Wiener hacia 1942. (2) La teoría general
de sistemas (o teoría de los sistemas generales), desarrollada por Ludwig von
Bertalanffy hacia la misma época, pero difundida mayormente entre 1950 y 1970.
(3) La teoría de las estructuras disipativas (o de los Sistemas Alejados del
Equilibrio) promovida por el Premio Nobel Ilya Prigogine desde principios de la
década de 1960, y continuada por la cibernética de segundo orden de Heinz von
Foerster, la cibernética conversacional de Gordon Pask, la autopoiesis de
Humberto Maturana, la enacción y la neurofenomenología de Francisco Varela y el
constructivismo de Ernst von Glasersfeld. (4) La teoría de catástrofes de René
Thom, elaborada hacia 1970. El creador de la distinción entre modelos
mecánicos, estadísticos y sistémicos (o complejos) fue sin duda Warren Weaver
(1948). En general, los modelos mecánicos se adaptan a sistemas o procesos de
complicación relativamente escasa, que se prestan a ser íntegramente
analizados. En otras palabras, los modelos mecánicos conciernen a los
mecanismos que producen determinado estado de cosas, y estos mecanismos
resultan a la vez explicativos cuando el objeto es comprensible en el juego de
la simplicidad organizada. La simplicidad es aquí un efecto teórico, una
distinción epistemológica, no una cualidad empírica: un objeto simple se aviene
a ser explicado mediante una analítica que distingue en él o bien un solo nivel
de organización, o bien relaciones lineales entre diversos niveles.
Los modelos estadísticos, por su parte, se ocupan de fenómenos que
(desde una determinada perspectiva) resultan demasiado complejos para ser
analizados y que sólo son susceptibles de un abordaje sintético-inductivo; al
no ser íntegramente cognoscibles o analizables, podría decirse que los objetos
del estudio estadístico están desorganizados. Los mecanismos que producen los
fenómenos no son conocidos, o se reputan imposibles de conocer, o no se los
estima relevantes, y es por ello que se los remite a una caja negra. Reynoso –
Complejidad – 16 Los modelos sistémicos, finalmente, procuran organizar la
complejidad a través de un conjunto de ecuaciones que describen los diferentes
aspectos de los sistemas. El objeto canónico de las teorías sistémicas son los
llamados sistemas complejos, que, como luego se verá, no por ello son
desorganizados, pues, por su complejidad particular, poseen la capacidad de
auto-organizarse. Aunque no todas las teorías sistémicas cumplimentan esta
salvedad, hagámosla aquí: la complejidad no es en sentido estricto un atributo
ontológico propio del fenómeno que se estudia, sino una escala inherente al
punto de vista que se adopta y a los conceptos que se usan, en especial
conceptos relacionales tales como el de interacción, organización y emergencia.
Por consiguiente, tanto un microorganismo como el universo son por igual
susceptibles de abordarse como sistemas complejos. Una misma realidad empírica,
diferentemente mapeada sobre una teoría, puede ser objeto de cualquiera de los
tres tipos de modelos expuestos.
El siguiente cuadro presenta, diagramáticamente, las características de
los tres principales tipos de modelos; me he tomado la libertad de añadir a la
tabla canónica de Warren Weaver (1948) y Anatol Rapoport y William Horvath
(1959), como cuarta instancia, las propuestas interpretativas (también
podríamos poner en su lugar las posmodernas y las constructivistas), pues,
aunque la historia nunca acostumbra contarse de esta manera, vienen como anillo
al dedo para completar la tabla periódica de las estrategias posibles. Las
teorías fenomenológicas, simbólicas e interpretativas en general, en efecto,
tienden a inhibir las generalizaciones en nombre de un conocimiento local que
ni siquiera permite una comprensión totalizadora de los casos individuales, y
que confía más en la conjetura o en la corazonada (generosamente llamada
“abducción”) que en el razonamiento formal1 . En el mismo espíritu, y partiendo
de la base que una teoría podría considerarse como un modelo sumado a una
interpretación, yo diría que nuestros cuatro modelos mapean bastante bien con
los cuatro tipos teóricos propuestos por Penrose: los mecánicos serían
predominantes en las teorías que él llama “supremas”, los estadísticos en las
que denomina “útiles”, los sistémicos en las “provisionales” y los
hermenéuticos en las “descaminadas” (Penrose 1996: 185-190). Modelo Perspectiva
del Objeto Inferencia Propósito Mecánico Simplicidad organizada
Analítica-deductiva Explicación Estadístico Complejidad desorganizada
Sintética-inductiva Correlación Sistémico Complejidad organizada
Holista-descriptiva Descripción estructural o procesual Interpretativo
Simplicidad desorganizada Estética-abductiva Comprensión Tabla 2.1 - Los cuatro
modelos Nótese que los modelos sistémicos no se conforman al modelo nomológico
deductivo, dado que su concepción en torno a la equifinalidad, multifinalidad,
multicausalidad, causalidad circular o realimentación, no-linealidad y la
elección de transiciones de fases, procesos de morfogénesis y emergencia como
objetos de estudio, les impide expresar las aserciones lineales de
condicionalidad que constituyen las estructuras típicas de los sistemas
deductivos.
Ya aquí ya podemos profundizar
nuestra crítica epistemológica, porque uno creería que son 4 modelos diferentes
de ciencia y no es así, la ciencia siempre tendrá su base en su posibilidad
mecanicista de explicar un fenómeno en su simplicidad organizativa, pero no se
puede quedar ahí, tendremos que ver todas las posibilidades del fenómeno si
realmente lo queremos conocer y para esto necesitamos de modelos estadísticos y
así dar cuenta de su complejidad desorganizada en la correlación con otros
fenómenos, pero el conocimiento entonces requiere una síntesis una descripción
holística y esto es lo que de la cibernética una descripción pos estructural
procesual de la complejidad organizada, lo que de todas maneras llevara a una
interpretación, que permita la comprensión del fenómeno en su simplicidad
desorganizada, entrando en un dialogo abductivo, una diacrítica aquí la ciencia
vuelve a ser filosofía. El problema con los modelos sistemáticos es que no se
fundamentan en modelos mecánicos ni estadísticos ni se abren al dialogo
interpretativo, simplemente son intentos de
descripciones holísticas, intentos fallidos.
Vemos el modelo de Stiegler con sus tres ejes tecnología, política y cultura y este es el típico trabajo de los modelos de complejidad o modelos sistemáticos, sin mayor base apelando a un sentido común establece estos tres ejes ¿Para pensar la condición humana? ¿Para lograr un proceso de individuación? No, el hombre no podrá ser entendido mecánicamente, ni estadísticamente, ni sistemáticamente, ni interpretativamente, se hace necesaria una vuelta a la espiritualidad, una integración y superación de la episteme religiosa , artística , filosófica, científica , deconstructiva donde se desplazan los centros, algorítmica donde el hombre se desintegra, a una biodramaturgia en la que se logre la comunión espiritual del hombre con Dios y el hombre por fin se revele. Pero lejos de esto modelos como el de Stiegler o el modelo de comunicación de Luhmann deshumanizan con descripciones holísticas fallidas, que lo que describen son procesos de información no al ser humano. Es triste ver como la filosofía, el arte y hasta la religión caen en estos modelos que no son científicos, sino algorítmicos dados en el intento de explicar y controlar los sistemas, reduciendo al hombre a un sistema, cuando el hombre jamás ha sido ni será un sistema, el ciborg que es en lo que nos quieren convertir sí.
Habla del capital como
si fuese una entidad viva o separada del ser humano, y nada más errado: el
capital sólo ve como recurso a quien no lo posea, al explotado/explotable (sea
animal, vegetal o mineral) y no al explotador (hasta ahora, siempre humano).
¿"Ve" el capital a Jeff Bezos como recurso? ¿O es a la inversa? Mucho
se habla también de la cibernética, de los algoritmos y de nuestra realidad
mediada por lo digital... Pero, primero, por favor, programe Ud. uno, haga una
aplicación computacional, aunque sea simple. No creo que la filosofía de la
tecnología pueda desarrollarse tan alejada de la técnica... Tanto
auto-convencimiento y el asumirse poseedor de una verdad en un campo el cual
sólo ha conocido mediante textos que otros han escrito al respecto, y no
mediante la técnica misma, mmm... Pues me parece otro ejemplo del ego humano,
tan destructor y ciego.
RF: Tomando este último punto sobre el compendio, en un seminario
desarrollado el año pasado en Argentina, a la luz de reflexionar sobre
inteligencia artificial y sociedad, recuerdo planteaste la siguiente pregunta:
“¿qué debería saber o conocer un ciudadano común hoy en día para desenvolverse
en el terreno en el que hoy vivimos?” Pensando en voz alta sobre esta pregunta,
el panorama actual de igual modo nos lleva a un punto inalcanzable frente a la
aceleración tecnológica, y el tratar de integrarla en nuestros propios modos de
conocimiento y frente a nuestros propios tiempos vivos/humanos.
JN: Esa es una
gran pregunta que tiene respuesta clara.
Por un lado, como decía, está ese hiato entre cultura y técnica, un hiato
histórico decimonónico que, sobre todo en Alemania, se instaló como dos
dimensiones antagónicas y que Simondon retoma a mediados del siglo XX,
diciendo, “esto es un problema o un peligro”; porque no se resolvió, y que hoy
en día ese hiato se incrementó, cambiando la tecnología mucho más. Hoy justo
pensaba en una frase de Edward O. Wilson, un biólogo estadounidense que dice
algo como, “el problema de la humanidad es que tenemos emociones paleolíticas,
instituciones medievales y una tecnología cuasi divina”. Fíjate que es una
perspectiva aparentemente organológica
mucho antes que existiera lo “organológico” mismo como perspectiva. Porque lo
organológico es el devenir del espíritu en su encuentro con el ser. Es decir,
la emocionalidad y la constitución de nuestro cerebro es paleolítica, no cambió
demasiado desde el pleistoceno, unas instituciones políticas y culturales
medievales, la universidad, por ejemplo, lo tecnológico que efectivamente nos
rebasa y está fuera de nuestro entendimiento y lo espiritual como comunión con
lo eterno. Lo que surge aquí es un ritmo de evolución de cada una de esas tres
partes muy diferente; y corremos hoy el albur de que la tecnología digital vaya
más rápido que cualquier capacidad de comprensión humana, dejándonos en un
momento de crisis de aceleración, donde el humano deja de ser el centro, lo que
determina la muerte espiritual , es solo
que ya que no tenemos la capacidad de comprensión sobre la tecnología. Para
entrar a reflexionar esto les estoy mandando a ti y a Paola mi obra La gracia a
sus messengers tómenlo como un regalo
por el día de los enamorados así mismo le enviare la obra a cualquiera que me
lo pida . En esta obra reflexiono sobre el transhumanismo alterando a un
transhumanista y vamos desde el olvido del ser para ir aún más atrás porque las
instituciones medievales son instituciones metafísicas y para Heidegguer es la metafísica la que nos
lleva al olvido del ser , nos quedamos con entes abstractos y perdemos el
contacto con loa realidad el devenir y con lo real el ser, la pregunta es ¿El
hombre paleolítico con sus emociones primitivas logro el ser? Y la respuesta es
clara si, él consiguió la religación en Cristo, pero esta es una cuestión de
fe, más en esta religación el hombre une el devenir con el ser en el espíritu
algo que la naturaleza ha clamado por milenios, más no es por el árbol de la
vida que ha caminado el hombre sino por el árbol de la ciencia del bien y del mal.
Y en este camino el hombre hizo de Dios una entidad abstracta, una entidad que en el paso de la metafísica
a la ciencia fenomenológica paso que se explica muy bien en la crítica de la razón
pura de Kant, muere a Dios se lo ve como un artificio necesario para sostener la
ética ya no se cree en él y entonces Feuerbach llegara a decir que es el hombre
el que crea a Dios y Nietzsche declara la muerte de ese Dios, eso fue lo que
las instituciones metafísicas y la iglesia Católica hizo matar a Dios, pero no
al Dios vivo del hombre paleolítico-esclavo-imperial, sino a la entidad
abstracta que denominaron Dios y que nunca llegaron a sentir como padre, lo que
viene con la ciencia fenomenológica y el hombre moderno es tener al sujeto como
centro más el sujeto sin Dios será devorado por el objeto que será el sistema
capitalista, la estructura se impondrá sin importar el dilema existencial de la
falta de sentido en el proyecto humano, la posmodernidad declara en palabras de
Foucault la muerte del hombre y aquí copio otro artículo: https://antoniatejeda.wordpress.com/foucault-y-la-muerte-del-hombre/
El superhombre nietzscheano, la
muerte de Dios y Foucault
Royo explica en una entrevista del 2005
junto a Oñate: “En la postmodernidad, tras la muerte de Dios viene la
muerte del hombre. Ya Foucault en [Les mots et les choses]
termina subrayando esta vinculación entre el humanismo moderno y la
tradición teológica que primero puso a Dios en los altares y luego al hombre en
el lugar de Dios (…) El sujeto moderno se desmorona con la crítica
posthumanista, surgida tras el debate dialéctico entre humanistas y
antihumanistas que enfrentó a Heidegger y Lévi-Strauss con Sartre, a … Foucault
con … Chomsky (…) que vino a promover la consideración de un sujeto múltiple
[con] todos sus aspectos y toda su complejidad” (Oñate, 93).
La muerte del hombre anunciada por
Foucault está en estrecha relación con la muerte de Dios anunciada por
Nietzsche 84 años antes y el concepto nietzscheano de superhombre. Nietzsche mata a Dios con su famosa frase: “Dios
ha muerto”, que se encuentra en Die fröhliche Wissenschaft,
1882 (aforismos 108, 125 y 343) y en Also
Sprach Zarathustra, Ein Buch für Alle und Keinen, 1883–85
(“Zarathustra’s Vorrede”, “Von den Mitleidigen” y “Ausser Dienst”):
“Nachdem
Buddha todt war, zeigte man noch Jahrhunderte lang seinen Schatten in einer
Höhle … Gott ist todt: aber
… wird es vielleicht noch Jahrtausende lang Höhlen geben, in denen man seinen
Schatten zeigt. -Und wir- wir müssen auch noch seinen Schatten besiegen!”, Die fröhliche Wissenschaft, 108, p. 467 [“Después de la
muerte de Buda, se mostró aún durante siglos, en una cueva, su sombra
… Dios ha muerto: pero … habrá acaso aún por espacio de
milenios cuevas donde se muestre su sombra. –¡Y nosotros– tendremos que vencer
también su sombra!”, Aforismo 108, p. 147].
“Riechen
wir noch Nichts von der göttlichen Verwesung? -auch Götter verwesen! Gott
ist todt! Gott bleibt todt!”, Die fröhliche Wissenschaft, 125, p. 481 [“¿No
percibimos aún nada de la podredumbre divina? -también los dioses se
pudren! ¡Dios ha muerto! ¡Dios sigue muerto!”,
Aforismo 125, p. 161]. Las siguientes palabras de Cioran (tan brillantes
y explosivas) hacen resonar el aforismo 125 de Die
fröhliche Wissenschaft: “[Dieu] est un costume râpé
dont il faut se dévêtir: comment s’envelopper encore d’un dieu en loques? Son
dénuement, son agonie s’étire à travers les siècles; mais il ne nous survivra
pas, il viellit”, Précis de décomposition, 1949 [“[Dios]
es un traje raído del que hay que desnudarse: ¿cómo seguir revistiéndose de un
dios harapiento? Su despojo, su agonía se prolonga a través de los siglos; pero
no nos sobrevivirá, pues ya envejece”, 164].
“Das grösste neuere Ereigniss, -dass ‘Gott
todt ist’, dass der Glaube an den christlichen Gott unglaubwürdig geworden
ist- beginnt bereits seine ersten Schatten über Europa zu werfen”, Die
fröhliche Wissenschaft, 343, p. 573 [“El más grande de los acontecimientos recientes
-que ‘Dios ha muerto’, que la creencia en el Dios
cristiano se ha desacreditado- empieza ya a proyectar sus primeras sombras
sobre Europa”, Aforismo 343, p. 253].
“‘Sollte es
denn möglich sein! Dieser alte Heilige hat in seinem
Walde noch Nichts davon gehört, dass Gott todt ist’ (…) Einst war der Frevel an
Gott der grösste Frevel, aber Gott starb, und damit starben auch diese
Frevelhaften.”, “Zarathustra’s Vorrede”, Also sprach Zarathustra, 14, 15
[“‘¡Será posible! ¡Este viejo santo en su bosque no ha oído todavía nada de que
Dios ha
muerto!’ (…) En otro tiempo el delito contra Dios era el máximo delito, pero
Dios ha muerto y con Él han muerto también esos delincuentes”, “Prólogo de
Zaratustra”, Así habló Zaratustra, 36, 37].
“‘Gott ist todt; an seinem Mitleiden mit den Menschen ist Gott gestorben'”,
“Von den Mitleidigen”, Also sprach Zarathustra, Zweiter Theil, 115 [“‘Dios ha
muerto; a causa de su compasión por los hombres ha muerto Dios'”, “De los
compasivos”, Así habló Zaratustra, Segunda parte, 142].
“Dieser alte Gott nämlich lebt nicht mehr: der ist gründlich todt’.”, “Ausser
Dienst”, Also sprach Zarathustra, Vierter und letzter Theil, 326 [“Pues ese
viejo Dios no vive ya; está muerto de verdad‘”, “Jubilado”, Así habló
Zaratustra, Cuarta y última parte, 358]
El hombre, según Nietzsche, es una cuerda entre el animal y el superhombre. El
hombre es un ser que debe transformarse, superarse, elevarse hasta el
superhombre. La muerte de Dios y la transvaloración de los valores darán paso
al superhombre. Nietzsche mata a Dios, pero también mata al hombre. El hombre
desaparecerá cuando llegue el superhombre: ” der Mensch ist ein Ende”, Der Antichrist,
170 [“el hombre es un final”, El Anticristo, 28]. El superhombre es un hombre
en el que todos sus valores se han transfigurado, un hombre con un espíritu
fuerte y libre, con voluntad de poder, con una moral aristocrática; un hombre
que dice sí a la vida, sí al instinto, sí al arte; un hombre no domando, un
niño: “Der Mensch ist ein Seil, geknüpft zwischen Thier und Übermensch (…) Was gross ist am Menschen, das ist, dass er eine Brücke und
kein Zweck ist: was geliebt werden kann am Menschen, das ist, dass er ein
Übergang und ein Untergang ist (…) Ich liebe Die, welcher lebt, damit er
erkenne (…) Ich liebe Den, dessen Seele übervoll ist, so dass er sich selber
vergisst (…) Ich liebe
Den, der freien Geistes un freien Herzens sind”, “Zarathustra’s Vorrede”, Also
sprach Zarathustra, 16, 17, 18 [“El hombre es una cuerda tendida entre el
animal y el superhombre (…) La grandeza del hombre está en ser un puente y no
una meta: lo que en el hombre se puede amar es que es un tránsito y un ocaso
(…) Yo amo a quien vive para conocer (…) Yo amo a aquél cuya alma está tan
llena que se olvida de sí mismo (…) Yo amo a quien es de espíritu libre y de
corazón libre”, 38, 39, 40].
Dios representa los valores que el superhombre desprecia. El superhombre
desprecia a Dios y dice sí a la vida, a esta vida, a este mundo: “Der Begriff
‘Gott’ erfunden als Gegensatz-Begriff zum Leben, – in ihm alles Schädliche,
Vergiftende, Verleumderische, die ganze Todfeindschaft gegen das Leben in eine
entsetzliche Einheit gebracht! Der Begriff
‘Jenseits’ … um die einzige Welt zu entwerthen, die es giebt”, “Warum ich ein
Schicksal bin”, Ecce homo, 373, 374). [“¡El concepto de ‘Dios’, inventado como concepto
antitético de la vida – concentra en sí, en horrorosa unidad todo lo nocivo,
envenenador, difamador, la entera hostilidad a muerte contra la vida! ¡El
concepto “más allá” … inventado para desvalorizar el único mundo que existe”,
“Por qué soy yo un destino”, Ecce homo, 144].
El superhombre dice sí a la libertad más grande: la libertad de pensamiento:
“Gott ist eine faustgrobe Antwort, eine Undelicatesse gegen uns Denker … ein
faustgrobes Verbot an uns: ihr sollt nicht denken!”, “Warum ich so klug bin”,
Ecce homo, 279 [“Dios es una respuesta burda, una indelicadeza contra nosotros
los pensadores … una burda prohibición que se nos hace: ¡no debéis pensar!”,
“Por qué soy yo tan inteligente”, Ecce homo, 42″].
En el superhombre la fuerza dionisíaca brilla por excelencia. El artista es un
hombre superior. En el arte se manifiestan los instintos (combatir los
instintos es la fórmula de la decadencia). Los artistas poseen una eterna
juventud. Para Ortega, la vida es un naufragio y el arte es la salvación (La
rebelión de las masas, 1930); según Nietzsche, la obra de arte muestra la
esencia del mundo. El arte es para Nietzsche la cultura donde se manifiestan
los instintos, y el superhombre es aquel hombre que conserva sus instintos.
Nietzsche critica a los filósofos por haber creado un lenguaje antiartístico;
el lenguaje debe de ser “poetizado”. La música compensa el efecto alienante que
da el lenguaje común. El superhombre abraza la totalidad: la vida y la muerte,
la salud y la enfermedad, lo bueno y lo malo. El dolor y el placer son ambas
las fuerzas que hacen avanzar la humanidad. El hombre dionisíaco acepta el
sufrimiento para su fortalecimiento y superación. Los griegos no se liberaron
de los aspectos crueles de la existencia, sino que los integraron. El
superhombre es el vencedor de Dios y de la nada. Los valores interiores del
superhombre son la libertad, el coraje, el autodominio, el respeto, la fuerza y
el amor. El superhombre es como un dios epicúreo: no se preocupa de los débiles
ni quiere reinar sobre ellos. El superhombre es el hombre más sabio, el
artista, el filósofo. Según Nietzsche, el arte vale más que la verdad. En el
arte el hombre ve su perfección. Nietzsche propugna una separación entre el
superhombre y el hombre débil. Para Nietzsche la selección es autoselección:
todos podemos llegar a ser superhombres. Depende de nosotros el devenir superhombres
o el continuar siendo hombres débiles. Zaratustra
dice: “Des Übermenschen Schönheit kam zu mir als Schatten (…) Was gehen
mich noch –die Götter an!–”, 112 [“La belleza del superhombre llegó hasta mí
como una sombra (…) ¡Qué me importan ya –los dioses!– “, 138].
Ya hubo antes pensadores que anunciaron la muerte de Dios o de los dioses para
dar paso al hombre. Feuerbach, Marx, Nietzsche y Freud son los más brillantes.
En Les mots et les choses, Foucault incluye también a Hölderlin y a Hegel, pero
no nombra a Freud. Estos grandes pensadores le daban la espalda a Dios para
hacer revivir al hombre, que se encontraba entonces a la sombra de Dios.
Foucault, sin embargo, va más allá, y anuncia, tras la muerte de Dios, la
muerte del hombre: “De nous jours, et Nietzsche là enconre indique de loin le
point d’inflexion, ce n’est pas tellement l’absence ou la mort de Dieu qui est
affirmée mais la fin de l’homme” (396).
Según Deleuze, el último filósofo que mató a Dios fue Feuerbach. En mi opinión,
Feuerbach no fue el último, sino el primero que, heredando una vaga tradición
fragmentada que podemos encontrar ya en Hume –quien no fue ateo, sino
agnóstico– y d’Holbach, asentó las bases de un ateísmo brillante, iluminador,
coherente y genial. Según Feuerbach, tanto la inmortalidad del hombre como Dios
son creaciones humanas. Dios es un producto del hombre que se vuelve ajeno al
hombre y lo domina: “Der Mensch bejaht in Gott, was er an sich selbst verneint
(…) So verneint der Mensch in der Religion seine Vernunft (…) Kurz, der Mensch
verneint Gott gegenüber sein Wissen, sein Denken, um in Gott sein Wissen, sein
Denken zu setzen”, Das Wesen des Christentums, 58, 59 [“El hombre afirma en
Dios lo que en sí mismo niega (…) Así, el hombre niega en la religión su
inteligencia (…) En resumen, el hombre, frente a Dios, niega su saber, su
pensamiento, para colocar en Dios su saber, su pensamiento”].
Según Foucault, la muerte de Dios y la muerte del hombre van unidas. El último
hombre anuncia la muerte de Dios. El último hombre ha matado a Dios y debe
responder ahora de su propia finitud. El hombre, como asesino de Dios, está
condenado a desaparecer. Hoy, con el fin de la filosofía y el problema del
lenguaje en la filosofía, fuera de la filosofía y contra la filosofía,
asistimos irremediablemente a la desaparición del hombre, pues el hombre está
en vías de desaparecer: ” l’homme va disparaître. Plus que la mort de Dieu … ce
qu’annonce Nietzsche, c’est la fin de son meurtrier (…) de nos jours, le fait
que la philosophie soit toujours et encore en train de finir et le fait qu’en
elle peut-être, mais plus encore en dehors d’elle et contre elle, dans la
littérature comme dans la réflexion formelle, la question du langage se pose,
prouvent sans doute que l’homme est en train de disparaître” (396, 397).
Dentro de la transfiguración nietzscheana, el final de la historia coincide con
el final del hombre, y la muerte del hombre coincide con la llegada del
superhombre (Sabot, 87). Foucault escribe en Les mots et les choses:
“[Nietzsche] a repris la fin des temps pour en faire la mort de Dieu at
l’errance du dernier homme; il a repris la finitude anthropologique, mais por
faire jaillir le bond prodigieux du surhomme (…) La mort de Dieu, l’imminence
du surhomme …” (275).
Para Nietzsche, la nueva fuerza que surge después de la muerte de Dios es el
superhombre; para Foucault es el “ser del lenguaje” (“l’être du langage“).
Foucault dará al lenguaje un privilegio que le niega a la vida y al trabajo:
“Qu’est-ce que le surhomme? (…) C’est l’homme chargé de l’être du langage (…)
Comme dirait Foucault, le surhomme est beaucoup moins que la disparition des
hommes existants, et beaucoup plus que le changement d’un concept: c’est
l’avènement d’une nouvelle forme, ni Dieu ni l’homme, dont on peut espérer
qu’elle ne sera pas pas pire que les deux précédents.” (Deleuze, 140, 141). La
desaparición del hombre está fuertemente vinculada a la recomposición del
lenguaje. El hombre fue constituido cuando el lenguaje estaba disperso,
fragmentado; tiene, pues, sentido pensar que cuando el lenguaje se recomponga,
el hombre se dispersará: “[Est-ce que] l’homme est en train de périr à mesure
que brille plus fort à notre horizon l’être du langage? L’homme s’étant
constitué quand le langage était voué à la dispersion, ne va-t-il pas être
dispersé quan le langage se rassemble? (Les mots et les choses, 397).
Yo no comparto la visión de Foucault del todo, el entiende que el hombre nace
epistémicamente en el siglo IXX para morir en el siglo XX con el paradigma del
lenguaje, yo entiendo más bien un nacimiento del hombre desde el renacimiento
que tiene su culmine en el IXX, para que en el XX la estructura lo desplace del
centro y esta estructura deja de ser la estructura del leguaje para convertirse
en la cibernética de la información, este es el paso del existencialismo humano
a un estructuralismo pos humano a un pos estructuralismo feminista posmoderno
de constructor a una cibernética ciborg y es el sistema capitalista el que pone
en el centro al hombre para luego destruirlo, pero otra vez es el hombre desde
la episteme fenomenológica , una entidad artificial que poco tiene que ver con
el hombre y que no pregunta por su ser.
Por esto mismo cuando Paola asume que el capital no se ha separado del hombre,
no llega a comprender que ni el hombre metafísico teológico ni el hombre
fenomenológico moderno logran develar su ser, es decir no logran conocerse a sí
mismos, lo que deviene después es el capitalismo industrial donde se explota al
hombre por el hombre y el capitalismo de consumo, donde lo que se está
consumiendo es al hombre mismo configurado este como recurso, para pasar al
capitalismo algorítmico informático, que nada tiene que ver con el hombre
porque este ha renunciado al conocimiento de simismo y es superado por la
tecnología convirtiéndolo en un ciborg un organismo procesador de información,
ella me reclama que yo programe para hablar de algoritmos pero si lee mi obra
vera que lo que estoy haciendo permanentemente es desprogramar a los ciborgs
como ahora alterando esta entrevista. ¿Esto es una cuestión de ego? Claro pero
a diferencia del algoritmo que reproduce mi ego por la red en un narcicismo,
este ego altera para ser alterado y develar el ser, yo no he renunciado al
conocimiento de mí mismo, y esto me lleva a mis emociones paleolíticas y a un
salto de fe.
RF: Me surge una pregunta en clave stigleriana, ya que tomas el punto de
los andamiajes externos en nuestra constitución como individuos, observando
este fenómeno de entropía informacional a toda escala en la que estamos
inmersos y de la que no contamos con un balance o filtro para modular toda esta
sobreproducción que nos constituye en este andamiaje ¿Cómo observas un diseño
político desde un diseño cibernético en el que se modele una arquitectura que
colabore en esta estabilidad o negentropía?
JB: Es una pregunta compleja de responder. Para partir hay que tener
una mejor teoría para comprender ese fenómeno, siendo ese uno de los caminos para
repensar lo político. Este aspecto es complejo porque los conceptos políticos
en el siglo XIX y luego el XX, en particular las nociones de Foucault o
Deleuze, son pertinentes para pensar el presente, pero creo faltan nuevas
nociones hoy en día, por esta integración irreductible entre tecnología,
subjetividad, cerebro, sociedad, procesos de subjetivación. Precisamente estuve
escribiendo con una colega sobre la noción de “subjetivación cyborg”; porque ya
devenimos cyborgs pero ¿cómo subjetivo a un cyborg? Más allá de que la
subjetivación y la subjetividad como emergente, en clave de Foucault, que a mi
parecer es una noción a preservar, cambiaron mucho las instituciones y las
maneras de subjetivaciones para poder pensarla en esta novedad que se
transforma en subjetividad cyborg. Pero además, y aquí el tema del tiempo se
vuelve algo muy oscuro porque justamente los tiempos de las distintas
dimensiones de esta subjetividad son muy diferentes, extremadamente diferentes,
entonces poder entender eso es otra de las dificultades para saber qué
significa negentropía hoy en día. Uno de los problemas, y que Stiegler
mencionaba de manera taxativa: es que justamente este capitalismo actual
financiero es profundamente entrópico, genera desorden, desperdicia todo, la
entropía en términos de energía malgastada o energía inaprovechable por el
desorden que eso implica.
Ahora bien, ¿qué creo hace falta pensar teóricamente? Stiegler en alguna
conferencia menciona que la entropía depende de la manera en que uno piense el
contexto, que lo que puede ser entrópico en un nivel es distinto en otro, por
ejemplo, un gas está en un máximo estado de entropía, pero si el gas lo uso
dentro de un jarro y lo ocupo para potenciar una fábrica, no es entrópico
respecto de la fábrica, sino que entrópico en su propia interioridad de ese
jarro. Por otro lado, podría ocurrir que la entropía/negentropía dependa del
receptor, así como para Simondon información depende del estado metaestable del
receptor, es posible que algo sea entrópico dependiendo de quién sea el que
tome esa información.
RF: En ese sentido, ¿qué rol cumpliría el Estado en este proceso de
nivelaciones entropía/negentropía?
JB: Es una posibilidad importante, el rol regulatorio o modulador del
Estado. En términos de regulación y de intentos en control de entropía y
producir circuitos neguentrópicos y reordenar las cosas, yo lo asociaría a la
idea del cuidado de la vida en todos sus niveles y el cuidado de la verdad,
pero poco de esto existe hoy en día. Esa neguentropía donde el Estado debe ser
o puede ser por lo menos un productor de ese tipo de circuitos positivos, hoy
no ocurre, en particular porque nuevamente, retomando lo anterior, nuestro
Estado son instituciones y organizaciones que no están preparadas, así como no
lo están los sujetos. Por ejemplo, en Estados Unidos hubo un par de
interpelaciones del congreso a sujetos que producen tecnologías como
Zuckerberg, intentando controlar algunas cosas, siendo evidente que están en
registros diferentes observando las intervenciones de los legisladores, ya que
no están entendiendo lo que sucede en ese nivel, lo que suma un problema más.
Los Estados que son capaces de dar cuenta de la situación en que estamos y que
por lo tanto intenten generar nuevos circuitos valiosos. Aunque sea difícil, es
posible generar neguentropía, al pensar nuevos y mejores acoplamientos de
sistemas cognitivos humanos y no humanos, lo que implica mejores diseños de
sistemas cognitivos no humanos y mejores comprensiones de parte de los humanos
de esos sistemas. Es decir, algo que no se entiende y que es una tarea a
mostrar, es tener la comprensión de que el mundo algorítmico es infinito, hay
infinitos algoritmos posibles con infinitos comportamientos algorítmicos, las
limitaciones que aún tenemos es que la tecnología algorítmica está en un
proceso de infancia, hay mucho que se ha descubierto y muchas ideas, pero no
existen aún programas sofisticados para hacer cosas, los programas de machine
learning son programas aún toscos, poco sofisticados, aprenden a
partir de reforzamiento de fuerza bruta de datos, más o menos como aprendemos
los humanos pero más rápido que los humanos en su procesamiento, sin embargo,
aún no existe una articulación “lógica” o una producción interesante de
conocimiento. Reconocen patrones y son por supuesto herramientas valiosas y dan
lugar a una nueva mirada de fenómenos del mundo y posibilidades de
correlaciones de cosas impensables, incluso puede producir nuevas categorías de
cosas. Es una propiedad que solo se puede generar a partir de esa gran masividad
de procesamiento de datos. Eso podría tener, objetivos o procesos, o dar lugar
a procesos neguentrópicos, pero aún no está ocurriendo porque ahora están al
servicio de un desarrollo e intelectualidad que van en dirección de favorecer
todo lo contrario desde lo político, prediciendo el mercado, por ejemplo. Están
en un lugar en el que refuerzan el propio sistema de producción, y de igual
modo en el campo intelectual, investigando ciertos términos, como escuché en
algunas entrevistas nadie es inmune a ella, ni siquiera quienes la hicieron o
comprenden mejor que nadie, porque estas herramientas consiguen operar a un
nivel subpersonal, de alguna manera, con circuitos previos a la conciencia
humana, más primitivos; podemos, ahora sí, referirnos al “cerebro reptiliano”…
RF: Justamente frente a este acoplamiento que mencionas y de
correlaciones humano/algorítmicas, pienso en el siguiente problema: desde el
siglo XX las ciencias sociales y humanas han estado enfocadas en cómo las
personas se relacionan entre sí y lo que piensan y creen de sí mismas. Pero en
el siglo XXI, y sobre todo hoy en día, las principales preguntas consisten en
saber cómo nos relacionamos con la inteligencia artificial/ robots / agentes, y
también cómo estas se relacionan entre sí. (La Teoría del Actor-Red fue así la
primera teoría social del siglo XXI). Entonces, tendremos antropología
humano-máquina, sociología humano-máquina, psicología humano-máquina, etc.
Parte de esta investigación ya se ha estado desarrollando, pero por lo que se puede
ver, por ahora, las ciencias sociales todavía se ocupan principalmente o
exclusivamente de las relaciones entre humanos, en sus distintas variantes.
Pero pronto, nuestras relaciones con máquinas «inteligentes» (o de apariencia
inteligente) pueden convertirse en el centro de los problemas de las ciencias
sociales. Y es de esperar que esto pueda conducir a ideas realmente nuevas
sobre nuestros modos de existencia. ¿Ves la urgencia o necesidad que las
ciencias sociales se ocupen de estas nuevas relaciones?
JB: Sí muy de acuerdo, creo que es una de las ausencias que están
latentes hoy en día, o muy incipientes. Cada vez que hablo con científicos
sociales sobre esto, ven que hay algo que vale la pena, pero la propia práctica
académica vuelve difícil esto todavía, aún hay muchas fronteras que atravesar
para volver a encontrar aquello. Paradójicamente, la cibernética como historia
de pensamiento estuvo estrechamente relacionada con las ciencias sociales. Eso
ha sido quizá uno de los problemas que ha generado cierta mala prensa. Se ha
asociado a la cibernética con un pensamiento sociológico funcionalista, como el
de Parsons o con la teoría sistémica de Luhmann, y es cierto que Luhmann es un
pensador sistémico, quien tomó mucho de la cibernética, y por algún motivo se
le asocia como pensador de derecha, sin dejar de ser un pensador innovador. En
las ciencias sociales Europeas, sobre todo en Francia, fueron muy pocos los
alcances y apropiación de ese pensamiento, con la excepción del caso de
Simondon, y ha sido un problema porque ha habido una pérdida importante ahí, y
hoy se hace indispensable. Por eso hay pocas herramientas para pensar
cómo se hace frente a la situación de neo-oscurantismo y violencia tribales,
mediadas por sistemas técnicos hipercomplejos donde nadie entiende qué pasa.
Hay que ser sinceros en esto, no es que haya un genio maligno detrás de todo
esto, por supuesto Trump, que no es un genio, pero es maligno, usó todo lo que
estuvo a su alcance con tecnologías digitales para conseguir sus votos y logró
hacerlo, pero es de vuelta ensayo y error, una experimentación cruda que no es
realmente una teoría, o condiciones que den cuenta para saber qué está pasando
hoy y que son indispensables para este presente. Hay mucha gente pensándolo,
pero aun ese espacio de pensamiento podría ser llamado cibernético, porque
réplica en un sentido lo que fue en los años 50 esa convergencia de ideas y
preguntas, solo que hoy ese tipo de preguntas no son ya de un futuro, sino de
un presente que se está volviendo muy entrópico, y hay que pensarlo con
herramientas más efectivas.
RF: Claramente esto va asociado y afecta directamente a los encuentros
que se han venido realizando por instituciones y organizaciones
supragubernamentales, como la Flacso, Unesco y últimamente por los Estados,
evaluando políticas y lineamientos sobre los usos de la inteligencia
artificial, pero desde un enfoque desarrollista y pensada como una
“herramienta”, para facilitar tareas en varios niveles. ¿Cómo ves este
intercambio entre datos y operaciones a este nivel? Pienso en el proceso que
conocemos como gramatización o pharmakon, para ocupar este término
stigleriano…
JB: Yo creo en estos procesos que Stiegler llamó de gramatización del
mundo. Hay y existe una gramatizacion o discretización del mundo muy novedosa
que se ha desarrollado por formas que no necesariamente se circunscriben al
lenguaje humano, hay otros lenguajes y otras formas de operación allí y el
lenguaje humano mismo se ha vuelto otra cosa, en particular porque el lenguaje
mismo tiene una agencia propia a través de los motores de búsqueda, es decir,
la interacción entre lenguaje y mecanismos es para mí otro de los enclaves
fuertes a pensar; tienen su historia, muchas veces eran descripciones de
mecanismos, después los programas de computadora formaron parte de los
mecanismos, luego los lenguajes; hoy eso se imbrica de manera mucho más
estrecha y ese vínculo entre mecanismo y lenguaje me parece es una de las
dificultades a pensar, y como decías, al parecer falta una nueva ética de
lenguaje algorítmico. Aquí puedo ejemplificar con un caso anecdótico, en mi
militancia política recuerdo compañeros que decían “yo quiero hacer un troll de
Cristina”, algo inconcebible y absurdo, ya que no es eso lo que se
debería hacer, pero querían eso porque vieron que los troll operan en las redes
generando desinformación y estados de ánimos porque atacan a otros, y veían que
eran efectivos, y eso muestra como el nivel ideológico se ha permeado de una
nueva ideología muy torpe, que no está contribuyendo a mejorar la calidad
política. A mi parecer, lo que está en juego es mucho más grande, es la misma
posibilidad de lo político como existencia no intersubjetiva sino
“interobjetiva”, es decir, donde el vínculo no es sólo entre sujetos humanos
sino entre distintas mediaciones, algunas humanas otras no, y en ese mundo más
sistémico es que nos movemos para poder constituirnos como sujetos y
desarrollar procesos políticos; la pandemia lo puso en manifiesto y ahora no
nos queda de otra. Me parece un interesante momento para desarrollar las
herramientas conceptuales para entender esto.
RF: Dentro de esta “interobjetividad” que mencionas, ¿cómo observas el
paradigma de la predicción al interior de esta nueva constitución cognitiva? y
¿qué nos asegura que el paradigma de predicción pueda ser domesticado por
restricciones éticas y morales cuando se trata de la automatización de la
conducta y las emociones humanas?
JB: Son muy curiosas las distopías. Una que me encanta, que más que
distopía es una idea, es la serie Westworld, que me parece maravillosa en
muchos sentidos. Hay muchas ideas novedosas para pensar, por ejemplo, me
divierte mucho un momento en que Dolores, la protagonista IA, se pregunta “¿por
qué merecemos existir?” y se responde, “porque nosotros sí tenemos capacidad
para transformarnos”, contradiciendo correctamente el prejuicio de que las
máquinas solo se repiten y que los humanos sí tendrían capacidad de
transformarse, cuando es totalmente al revés. Entonces, de vuelta, ¿cuál es la
mejor posibilidad de la humanidad de transformarse?, integrarse con estos
sistemas que si tienen la capacidad de transformarse. Esa inversión es, para
mi, un giro interesante de esa obra. El otro momento curioso de esa misma
serie es con la IA de la tercera temporada llamada “el Rehoboam”, esa gran
inteligencia artificial predictiva que no solo predice, también reordena cuando
encuentra divergencias sobre algún plan maestro respecto a la humanidad. Otro
ejemplo es el documental “The social dilemma”, donde se toma la estética del
Rehoboam, controlando a las personas, el tipo de panel de control es similar y
de alguna manera esa distopía está muy cercana, hay una instrumentación y
mecanismos digitales que permiten transformar conductas humanas, sin que los
humanos se den cuenta de esto, eso es un hecho. Esa distopía humana está a la
orden del día. Entonces, poder pensar futuros no va alcanzar, no alcanza, con
las cuestiones éticas, en parte porque no hay forma de asegurar que ocurra, no
hay mecanismos que lo aseguren por otro lado, se trata, a mi parecer, de tratar
de convivir con eso. Las predicciones a los humanos y las influencias en los
humanos para hacer ciertas cosas determinadas, nos muestran, más que un
problema, un síntoma que hay que entender, son una condición para pensarnos,
considerando que somos altamente predecibles y altamente influenciables con
estos métodos. Por lo tanto se hace necesario contar con instituciones,
prácticas y comprensiones que nos permitan vivir con eso; si algo cae con todo
esto, y muchos no se dan cuenta aún, es el mito del sujeto cartesiano donde se
piensa que hay un espacio de libertad absoluta en algún lado, por supuesto que
hay formas de libertad y responsabilidad, ahora hay que repensar que no es ese
reino o sustancia propia que tiene sus propias reglas, y es esta la novedad que
nos muestran estas tecnologías. Retomando lo que dice Heiddeger citando a
Hölderlin “donde crece el peligro, crece lo que salva también”; solo a través
de esas tecnologías, como Westworld ilustra en su ficción, es que uno puede realmente
abrir el mundo a un vínculo más creativo y más sano, a mi parecer. La creación
como ejemplo y forma del devenir humano es algo que cada vez está más integrado
a los procesos maquínicos, entonces buscar esa integración, y buscar cómo se
potencian las mejores partes de lo que la humanidad ha creado, donde se
descubren nuevos ámbitos de existencia, es uno de los desafíos más
interesantes. Las regulaciones y la ética van a venir, pero son insuficientes,
mucho más que antes, sobre todo porque no son aplicables, ni por los Estados ni
por nadie. Hoy Google tiene más poder que el Estado, incluso que Estados
Unidos, ¿por qué ese poder?, porque descubren que lo pueden usar con las
personas pasivamente, hay realimentaciones que eran impensables 30 años atrás,
hoy hay que dimensionar y buscar cómo convivir con ese nuevo poder de una forma
emancipatoria.
RF: ¿Desde qué lugar podríamos observar el modo en que se desarrolla
este nuevo poder?
JB: Desde el lugar en el que uno puede transformar, de manera muy
rápida y muy efectiva, la noosfera. Esta idea de una esfera del conocimiento,
es transformada hoy en su estructura misma, pero también en su devenir que es
continuamente transformado por estas disponibilidades de ciertas herramientas;
esta transformación afecta la propia constitución de las subjetividades
pensantes, siendo un poder desatado que existe como tal y es usado en muchos
momentos, entonces hay que poder lidiar con eso…
RF: ¿Crees que un camino para conseguir lidiar con ello, sea lo que Hui
denomina una tecnodiversidad?
JB: Yo creo que sí, es uno de los caminos, solo que Hui lo plantea
como una posibilidad e idea, que aún la veo desarrollada de una manera
incipiente. Si uno lo ve desde una tecnología local y una cosmovisión
particular de una determinada cultura o sociedad, hay que ver quién encarna
eso, hay preguntas como mencionaste antes, preguntas antropológicas y
sociológicas, que no están bien resueltas, me parece bien la idea, pero quizás
no sea eso, hay que explorarlo…
RF: Es complejo plantearse una tecnodiversidad centrada en una
cosmovisión local, cuando nuestras cosmopolíticas latinoamericanas no están
bien delineadas…
JB: Exactamente. Me preguntaba eso a raíz de un curso que debo dar en
España: ¿que sería una tecnopolítica, una tecnodiversidad o una cosmotécnica
latinoamericana –ocupando el término de Hui–, existirá aquello? Él lo intenta
hacer con China, según una cosmología basada en el Chi y el Tao, centrada en el
camino y la fuerza que permiten comprenderlo desde una visión determinada del
mundo, lo que lleva a una compresión cosmotécnica que es inconmensurable con la
cosmovisión occidental europea. ¿Habrá algo así acá? Es una exploración que
vale la pena hacer. Para mi, en Latinoamérica, es más híbrida la cosa, nosotros
asentamos nuestra cosmología en un conflicto: la conquista como depredación y
aniquilación. El proyecto Cybersyn es un ejemplo de una tecnodiversidad
propia. Chile es un país que nace de un fuerte conflicto, es uno de los últimos
países donde los españoles consiguen sólo tardíamente dominar a los pueblos
originarios, y de alguna manera, esa conflictividad chilena se manifiesta
también en un proyecto como Cybersyn, que es un proyecto de urgencia,
destinado a sostener una utopía comunista democrática, una mezcla de novedades asociadas
al conflicto y que muere como nace. Pienso que ahí hay algo interesante que nos
signa como territorio, como espacio y cosmología. No me parece una mala idea
pensar nuestra propia cosmotécnica y creo está ocurriendo, y es esperanzador
que esté ocurriendo donde libremente tomamos autores europeos y libremente
pensamos entre nosotros, eso es algo que signa quienes somos y quizás por ahí
surja eso, quizá no sea la cosmotécnica en términos de tecnodiversidad, quizá
sea como decía Manolo (Pablo Rodriguez): la tercera cibernética, o alguna
cosa que nos permita, desde nuestras realidades y nuestra historia –pero
también, desde nuestra línea intelectual que es diferente y ha sido siempre una
red intelectual híbrida–, donde surjan las ideas nuevas que hacen falta, porque
es claro que el mundo central está sin ideas para lidiar con esto, entonces
quizá surjan de otros lados.
RF: Precisamente, tomando este punto de la hibridación latinoamericana,
algo que surge en nuestra mirada cosmotécnica frente a los objetos técnicos
originarios, es que reproducimos un enfoque occidentalizado del mismo, ya que
perdimos esa información respecto a este sistema en todo este proceso de
barbarie que mencionas, por dar un ejemplo, el quipu, hoy en día se le
clasifica como un ordenador y se le otorga cualidades que hace un ordenador,
cuando su arquitectura, diseño y materialidad es totalmente diferente a la de
una computadora, porque de igual modo no sabemos a ciencia cierta sus procesos
lógicos o de información que contiene.
JB: Sí, hay diálogos que deben ocurrir en este tema, muchos más, y ver
qué apropiaciones y qué desarrollo propio hay con esto. Tomando tu pregunta de
hace un momento atrás: ¿qué hay que saber como ciudadano común en términos
tecnológicos? Simondon se quejaba en los 60s, que dentro del mundo occidental
se requerían ciertos conocimientos científicos para vivir, por ejemplo, que la
tierra es esférica o semiesférica, que las bacterias son combatidas por
antibióticos y no los virus; algunos conocimientos para vivir en sociedad, sin
embargo, en tecnología nadie necesitaba saber nada, uno podía ignorar los
sistemas más elementales técnicos, en cómo funciona una máquina de vapor, por
ejemplo, y vivir de lo más bien. Simondon decía que en realidad no se podían
ignorar esos sistemas, porque el problema es que se genera una alienación que
trae muchas consecuencias, y bueno, uno podría decir que curiosamente en el
siglo XXI no hace falta saber cosas elementales de ciencia, por ejemplo, mucha
gente parece poder vivir presuponiendo que los virus no existen, que si toma
vacunas puede morir, que la tierra es plana, que los lagartos gobiernan el
mundo…Es curioso, por un lado, y por otro, no es independiente que esas
“creencias” circulen, en parte por la enorme incomprensión de las tecnologías
digitales. En este punto, no sé si entender las tecnologías digitales ayudaría
a la gente a liberarse de esas mitologías, pero efectivamente hace falta, por
lo menos, y eso volviendo a lo dicho anteriormente, saber suficiente de
tecnología digital para poder entablar diálogos sobre esto, entender suficiente
para poder hablar de ellas en todos los circuitos sociales y no solo en los
especializados, que haya un diálogo ahí y estemos informados sobre dónde
estamos y cuáles son los desafíos y los peligros del presente, algo que está
lejos de ser explícito.
RF: ¿Cómo ves la adaptación digital en la educación finlandesa frente a
estos desafíos?
JB: No creo necesario que toda la agencia sea a través de las
computadoras, sin embargo, Finlandia tiene algo que considero más valioso, el
aprendizaje de programación en todos los niveles de la educación. Es una
competencia que tiene que ser aprendida, yo creo que eso libera bastante porque
ayuda a entender in situ los vínculos entre lenguaje y
mecanismo, y ver que ese vínculo, no está dado de una vez para siempre, que no
es un destino, que no es fatalista, que hay un juego ahí para hacer. Esto
último es otro de los peligros menores que nos obtura mucho el pensamiento. En
política se escucha mucho este pensamiento: “las tecnologías son de ellos,
nosotros nos dedicamos a ir hablar con la gente”. Digo no, ni una ni la otra,
si vamos hablar con la gente hagamos política como sabemos, pero si no hacemos
políticas a través de las tecnologías vamos a perder de nuevo. No obstante, va
más allá de eso, está este mito de que hoy la tecnología digital es la
propiedad de 4 o 5 corporaciones que son las que deciden todo, eso es falso;
hay muchísima producción tecnológica por fuera, el movimiento de software libre
es, por ejemplo, un lugar de gran producción tecnológica, producen con otras
reglas, con otros objetivos, con otras herramientas, y eso impacta en el
ecosistema de la tecnología digital actual y va seguir haciéndolo. En ese
sentido, me parece mucho más interesante ese mundo que la imagen de las
corporaciones todopoderosas que pueden hacer lo que quieren. Socialmente,
tienen un poder real concreto sobre muchas poblaciones, ahora eso no significa
que sean el monopolio de ese poder ni mucho menos. Lo que se debe
promover es tener nuestros propios horizontes, planes y desarrollo, y los hay,
no es que haya que partir de cero, es simplemente integrar y dialogar mucho. Lo
he visto últimamente con el tema de la pandemia, herramientas de seguimientos,
en Córdoba creamos nuevas herramientas de seguimiento de casos y así la
producción de software orientado a fines sociales es enorme, y solo con mejores
diálogos y comprensiones está al orden del día construir un proyecto común
psico-socio-tecno-lógico.
RF: Finalmente, retomando lo dicho por Stiegler sobre los largos
circuitos y cortocircuitos en la educación, y tomando este ejemplo finlandés,
aquí en Chile, por ejemplo, se discute sobre las nuevas políticas frente a la
inteligencia artificial ¿De qué manera estos tres niveles (psico-socio-tecnológico),
podrían ser pensados al interior de los procesos educativos?
JB: Me parece que son áreas bastante heterogéneas. Aquí, por ejemplo,
durante el macrismo hubo un plan de inteligencia artificial básicamente
corporativo, y de vuelta “cajanegrizado” en el desarrollo, lo cual, considero,
es todo lo contrario a lo que hay que hacer, han mitologizado lo que significa
la inteligencia artificial. La noción de Inteligencia Artificial, un sintagma
que hace 30 años estaba desprestigiado, luego toma otro sentido con el machine
learning, pero también se va a desprestigiar porque no es una inteligencia,
es más como una herramienta inteligente, pero ese sintagma mismo es confuso y
da lugar a apropiaciones en proyectos de políticas públicas que suelen ser
bastante pobres, que ponen tantas expectativas en cosas que no están, y
descuidan los problemas sociales que sí tienen;, dicho eso, a mi me parece que,
como dice Stiegler, “hay que trabajar en construir circuitos más largos de
individuación y transindividualidad”, o sea hay que romper los cortocircuitos
que producen la aplicación en tecnologías y una forma es un vínculo con la
tecnología mucho más creativo, la programación es el vínculo privilegiado para
crear estos vínculos con la tecnología digital. El otro tema que toma Stiegler
tiene que ver con los problemas en la atención, que realmente es una de las
consecuencias directas y apreciables del pensamiento organológico, y tiene que
dar cuenta hoy porque la atención es una de las cosas que si se ha puesto como
objetivo de muchos de los megadesarrollos de la inteligencia artificial,
capturar la atención y por lo tanto en gran parte están destruyendo otras
formas de atención a niveles masivos y acelerados, todo eso da lugar a algo muy
peligroso. Stiegler, en su libro Estados de shock, va decir que el
rol de la educación superior hoy es recuperar la forma de atención profunda
necesaria para el logos, para pensar y tener discursos, o como mencioné,
condiciones de inteligibilidad del mundo; esa misma atención está actualmente
disputando con una industria masiva y prolífica de dispositivos atencionales, o
sea los peligros están en todos lados, no es que no hay peligros, lo que digo
es que hay caminos donde se tiene que sortear estos peligros y que posiblemente
no podamos; hay que asumir como posibilidad concreta que estemos ante la
extinción de lo humano como lo creíamos, y no para dar lugar a una mejor cosa,
sino para dar lugar a un espacio tribal oscurantista y violento, y la gente ya
no tenga la capacidad ni siquiera de pensar. Hace un tiempo un filósofo
colombiano/inglés Adrian Cussins dio una charla en Córdoba que se llamaba Historia
de la extinción de la humanidad y él decía que el problema está
justamente en ese equilibrio de competencias entre coordinación y comprensión
del trabajo humano. Lo que permite grandes proyectos, desde las pirámides
egipcias hasta la estación espacial internacional, es coordinación de horas de
trabajo puesta en un objetivo, pero hasta ahora esa coordinación estaba puesta
en objetivos comprensibles, hoy no, porque los programas de computadoras están
haciendo algo que nadie comprende ya. Por ejemplo, nadie comprende cómo
funciona la bolsa de valores, y sin embargo, esos programas que manejan la
bolsa de valores favorecen enteramente la especulación por sobre la inversión,
que claramente maximiza el valor especulativo, luego están destruyendo la
propia economía capitalista, haciendo una burbuja, pero ya nadie entiende por
qué pasa eso, porque son programas de teoría de juegos asociados a reconocimiento
de patrones, programas evolutivos que han desarrollado durante años. Son
realmente grandes Juggernaut (villano de Marvel) que ya casi
no tienen ninguna teleología
RF: ¿Podríamos entonces decir que la coordinación se viene transformando
en una delegación?
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